“Cobarde”
Siempre me quisiste, desde que éramos pequeños, yo por otra parte también siempre te quise, sí, te quise y mucho, aunque siempre fui un cobarde y temí decirlo.
Siempre fuimos amigos ¿Quizás fue porqué tu madre y la mía también lo eran? Y además éramos vecinos, quien sabe, de todas maneras la mayor parte del día estábamos juntos.
Eras tres años menor que yo, recuerdo que cada vez que salía con mis amigos a cualquier parte me seguías y llorabas porque yo lo único que hacia era regañar y decirte que no, era tan malo y cruel, pero tú, tú siempre me perdonabas todo.
Crecimos juntos, siempre juntos, ya sea en la escuela, en la casa o cualquier lugar.
Éramos adolescentes y amigos, teníamos alrededor de 17 años cuando me imploraste que te hiciera mío, no pude decir que no, después de todo te amaba, me enloquecías y por sobre todo eras la perfección echa persona…
Lo hicimos una y mil veces y cuando estabas exhausto y ya no podías seguir aguantando mas placer, hiciste que me detuviera y me enoje, me enoje tanto que si no te hubieses encerrado en el baño quizás habría cometido homicidio y es que las ganas de seguir poseyéndote se apoderaron de mi, cuando logre entrar y te vi llorando desesperadamente entre en razón y entonces te abrase pidiéndote disculpas, tú me perdonaste, siempre lo hacías, y es que vuelvo a repetir mi razón: quería seguir teniendo ese cuerpo tan lindo, tan perfecto y tan mío…
Pasaron los días, nos hicimos pareja, me suplicaste que así fuera, acepte diciendo un simple sí, haciéndome el despreocupado a tal situación, mientras por dentro mi corazón explotaba de una extraña felicidad…
Así fueron pasando nuestros días, todos iguales, y tú siempre a mi lado completamente enamorado, diciéndolo o gritándolo a la más mínima oportunidad, recuerdo que me hacías tan feliz con aquellas simples palabras, y en cambio yo, yo nunca tuve el valor de decirte nada… Aunque realmente estaba loco por ti, verdaderamente enamorado, aun así nunca lo demostré, lo siento Takashima fui y seguiré siendo tan cobarde…
Me peleaba por el mundo cuando salía contigo a donde fuese lugar, no dejaba que nadie te mirara o simplemente te hablara, te quería solamente para mí, cada persona extraña que se acercaba a ti hacia que me enfureciera y después cuando regresábamos a casa eras tú quien sufría las consecuencias. OH!! Siempre fui tan malo y cruel, pero ¿De qué me sirve reflexionar sobre mi maldad ahora? Ahora que todo esta perdido, ahora que sólo eres polvo y eternos y mis más lindos recuerdos...
Recuerdo que pasarías por mí a mi trabajo después de la escuela, nunca llegaste, te llame, te espere, te grité, me enojé… Volví a casa hecho un demonio, me habías dejado sólo sin siquiera darme una explicación… Cuando entre mi madre me miro apenada, dolida, lloraba, lloraba mucho y no entendía pero seguía enojado, y entonces pregunte por ti, lo único que recibí por respuesta fue un: “Shima, murió en un accidente, a Shimita lo atropelló un auto, fue una muerte instantánea”…
Me odie, eternamente me odie, me enoje contigo hasta el ultimo segundo de tu vida, lamento ser un maldito…
No entiendo y nunca entenderé como todo pudo ocurrir tan rápido, la noche anterior fuiste una y mil veces mío, y a la mañana siguiente pasaste a ser sólo lindos recuerdos…
Cubriéndome los ojos con lentes oscuros, intento ocultar el triste reflejo de mi mirar, y todo esto después de haber llorado tres días seguidos, encerrado y a punto de enloquecer en mi habitación, la cual estaba llena de ti, todo me recordaba a ti, la decoración, el color, incluso la posición de las cosas… y entonces te necesite, te necesite tanto que creí desmayar de dolor, me asfixiaban las lágrimas, los recuerdos, todo… y me maldecí una vez mas, mientras me preguntaba nuevamente como pude ser tan malo… como fui capaz de dañarte y lastimarte tanto…
Y ahora sepultando lo que quedo de tu cuerpo, parezco indiferente, indiferente a cualquier tipo de dolor y sufrimiento, mostrándome como una persona sin sentimientos, mientras por dentro estoy muriendo de a poco.
Lo único que puedo decirles es que sepan a aprovechar a sus seres queridos y que disfruten cada día como si fuese el último.
Aprendan a decir te quiero de vez en cuando es necesario. Aprendan a pedir perdón y a dejar el orgullo de lado, no hagan como yo.
Fin