Era una oscura noche, la única luz presente, provenía de la Bella luna llena que esa noche mostraba su belleza, la blanca luz atravesaba la ventana de un cuarto de hotel, cerca de la bahía de Tokyo, iluminando pobremente dos cuerpos que se movían sobre la cama de la habitación.
-Ah... Tet-chan... ah...- se escuchaba gemir a un hombre, su respiración era entrecortada.
-Ah- un suspiro por parte de ambas figuras se hizo presente al sentir la llegada del clímax, uno se corrió dentro del otro y el segundo sobre el vientre del primero.
-Tet-chan eres tan bueno en la cama- señaló el más bajo de los dos.
-Tú eres aún mejor Doiha-chan-
Acercó su cara lentamente al nombrado, le regaló un tierno beso en los labios para después colocarse a un lado de él.
-Buenas noches Tet-chan-
-Buenas noches Doiha-chan-
A la mañana siguiente, el sol bañaba los rostros de ambos hombres con sus luminosos rayos.
-Doiha-chan despierta- le llamó Tetsu, al no obtener respuesta le sacudió un poco y después le dio un beso en la frente.
-¿Por qué?- preguntó un tanto adormilado.
-Porque ya es hora cariño, levántate- insistió Tetsu.
-Sonaste como mi madre- señaló Hyde.
-Entonces... tu pedazo de vocalista bueno para nada, levántate ahora mismo-
-Ahora sonaste como Megumi- Le recriminó el vocalista.
-Nada te complace- se quejó el bajista.
-Claro que si, hay algo que si me complace- pronunció con cierta malicia.
-¿A si? Y... ¿se puede saber que es?-
-Tu- le respondió, se apoyó sobre una de sus manos y comenzó a sentarse ligeramente sobre la cama, rodeó el cuello de Tetsu con sus brazos y acercó su rostro lo más que pudo al del bajista -Tu me complaces tu y sólo tu- le atrajo hacia si, dejándolo encima de él.
-¿Ah si? ¿Yo te complazco? Y ¿Cómo es que logro complacer a alguien tan inconforme como tu?-
-No lo sé, haber intenta hacer algo para complacerme como sólo tu sabes hacerlo- le retó con su seductora voz y su provocativa mirada.
-Es una tentadora oferta-
-Pues tu decides si tomarla o dejarla-
-Pues por ahora tendré que dejarla, levántate ya-
-¿Qué?- preguntó sorprendido ante la decisión de Tetsu.
-Que te levantes ya, tengo una sorpresa para ti-
-Que mejor sorpresa que dejarme jugar con mukimpo-
-Eres un adicto sexual-
-No soy un adicto sexual, soy un adicto a mukimpo, cosa muy diferente- se defendió mientras acariciaba las piernas de Tetsu, subía por los muslo hasta llegar a la entrepierna -es que es tan..-
-Detente y levántate- le ordenó
-Está bien, está bien ya voy- respondió con desgano.
Ambos se levantaron de la cama, se dirigieron a la ducha, tomaron un provocativo baño de agua caliente y salieron del mismo envueltos en sus batas.
-Me das...-
-Mejor tu me das a mi- interrumpió Hyde a Tetsu.
-el control del televisor por favor- terminó su frase inicial, sin hacer caso de las palabras del vocal.
-Si claro aquí tienes- le entregó el aparato.
Tetsu encendió el televisor, sintonizó el canal de noticias, quedándose atónico al ver la noticia de último minuto que pasaban en el canal.
-Hyde mira-
-¿Qué?- giró su cabeza para mirar el televisor -¿Qué es eso?- preguntó asustado.
-al parecer es obra de algún asesino en serie pero... pero...-
-Pero todas sus víctimas se parecen a mi- apresuró a decir Hyde.
-Si me doy cuenta de eso- contestó Tetsu distraído.
"En los últimos cuatro días, se han encontrado los cuerpos de 8 víctimas de éste asesino. Se reportó que las víctimas han sido violadas antes de recibir la estocada final por parte de su agresor. Todos de sexo masculino, entre 20 y 30 años, cabello larto hasta la altura de los hombros y tez blanca. La oficina de criminología, relaciona estas características con el famoso vocalista Hideto Takarai, mejor conocido como Hyde, se cree que el asesino es un fanático, quien sufre de sus facultades mentales, además de una severa obsesión por el artista, los cuerpos han sido encontrados en los alrededores de Tokyo, lugar donde reside el cantante".
-Tet-chan escuchaste eso, Tet-chan tengo miedo- se quejaba aferrándose al bajista.
-Hyde estamos lejos de donde resides, estamos en la bahía, tu vives en el centro de Tokyo- explicó para tranquilizar al vocalista.
-Si Tet-chan pero aún así, escuchaste lo que dijo la... tipa de las noticias, ese asesino está obsesionado conmigo-
-Doiha-chan cálmate-
-Pero Tet...-
-Nada de peros, saldremos a divertirnos un rato, quiero darte una sorpresa-
-Está bien Tet-chan- aceptó desanimado.
Terminaron de vestirse. Hyde llevaba unos pantalones de mezclilla, una camisa blanca muy holgada, una chamarra de piel color negro, botas y unas gafas de sol, mientras que el castaño vestía una fina camisa rosa, jeans azul cielo, zapatos de vestir y al igual que el primero portaba gafas de sol.
Salieron del hotel y comenzaron a recorrer las orillas de la playa. Tetsu mantenía preso entre sus brazos al vocalista, le rodeaba el cuello estando a espaldas de él.
-Tet-chan- le llamó.
-¿Si Doiha-chan?-
-Siento que alguien nos está siguiendo- le dijo algo asustado.
-Seguramente es tu imaginación-
-No Tet-chan de verdad, estoy seguro que alguien nos sigue- insistía.
-Doiha-chan, ya no deberías leer libros de terror en las noches-
-Ya no los leo, es tu culpa me mantienes ocupado todas las noches- le dijo con reclamo.
-Hyde te amo- le susurró al oído el castaño.
-Tet-chan yo...-
-Caminen hacia donde yo les indique- les ordenó una amenazante voz detrás de ellos, les apuntaba con un arma, ambos podían sentirla. Hyde ladeó un poco la cabeza para mirar a su atacante, el hombre era más alto que ellos, podría ver caer por debajo de la gorra los cabellos azabache del hombre, no se le veía la cara, llevaba una bufanda y gafas de sol que impedían reconocerle -no me mires- le reprendió.
-¿Quién eres?- preguntó Tetsu con un mezcla de miedo y curiosidad.
-Soy el origen de los escalofríos en tu cuerpo, del miedo en tu corazón, soy la persona que te arrebatará la vida- le respondió con malicia.
-Su voz me es conocida- se dijo Hyde para si mismo.
Llegaron hasta un auto, subieron al mismo por órdenes de su secuestrador. El misterioso hombre tomó el control del volante, presionó un botón que colocaba los seguros en las puertas para evitar el escape de sus víctimas. Comenzó a conducir con rumbo desconocido para sus pasajeros, no podían ver hacia donde se dirigían debido a las ventanillas polarizadas.
El auto se detuvo unos momentos y fueron retirados los seguros de las puertas.
-Llegamos- les anunció su victimario.
Bajaron temerosos del auto ante lo que podrían encontrar en el lugar.
-¿Qué es esto?- preguntó el más bajito de los tres.
-Es como una bodega- respondió el castaño.
-Siéntense- les ordenó el más alto.
Ambos obedecieron tomando asiento. Miraron a su alrededor, enfrente de las dos sillas se encontraba una cama que topaba con la pared, a la izquierda de las sillas había un mesa con una bolsa blanca encima y un baño a la derecha de ésta.
-¿Qué haces?- preguntó Tetsu al sentir como sus brazos eran llevados hacía atrás del respaldo de la silla y le ataban.
-Amarrándote- le respondió con descaro.
-Eres un cínico- le espetó Tetsu.
-Lo sé- le respondió con más cinismo aún.
Apretaba fuertemente las cuerdas para evitar que Tetsu se safara de los amarres, terminó de atar las muñecas de este, después le amordazó y al final, ató los pies del castaño a las patas de la sillas, despues de ello tomó a Hyde por una de las muñecas, le llevó hasta la cama, le colocó un par de esposas en cada una de las muñecas y le sujetó a la cama para evitar que se moviera. El chico se sacó la gorra, la bufanda y las gafas oscuras que vestía.
-Sakura...- le nombró sorprendido.
-Si soy yo-
-¿Tu has matado a todos esos chiscos?- preguntó tratando de no creer lo que pasaba.
-Si- respondió evitando mirar a Hyde. Le daba vergüenza lo que había hecho.
-¿Por qué?- preguntó sin comprender -Quiero saber ¿por qué?- exigió respuesta.
-porque te amo, porque no podía vivir sin ti, no podía evitar verte reflejado en los rostros de todos esos chicos, pero... pero... pero...-
-¿Pero qué? ¿pero qué? Dímelo- ordenó el más bajo.
-Pero ninguno eras tu, tú eres al único que necesito, tu eres el único que puede evitar que siga asesinando-
-Si... si soy tuyo ¿no volerás a asesinar a nadie?-
-No, no lo volveré a hacer-
-¿Lo prometes?-
-Si te lo prometo- le conetestó desesperado.
Hyde giró su cabeza para mirar al bajista, que, amordazado no objetaba nada ante la futura decisión de su amante, se dirigieron miradas de cariño, reproche, súplica por comprensión, de compasión.
-Lo siento Tet-chan- le dijo, dejando caer una lágrima por su mejilla -Perdóname Tet-chan, por favor perdóname- le suplicó llorando.
El líder de L'Arc~En~Ciel le miraba con tristeza, asintió con la cabeza y dejó salir sus melancólicas lágrimas, dejándolas caer hasta su regazo, sólo podían oír los sollozos del bajista. Sakura desabrochó los pantalones de Hyde, le bajó ligeramente junto con su ropa interior, tomó la entrepierna del vocal entre sus manos, comenzó a masajearla con sus manos para excitarlo. El vocalista se resistía a gemir, no quería demostrar que disfrutaba de las caricias de Sakura pero le fue imposible.
-Ah... ah... Sakura, desamárrame te lo pido- las caricias de Sakura eran mucho mejores que las de Tetsu, sus manos le habían hecho cambiar de parecer, quería ver sufrir a Tetsu, deseaba ser tomado por Sakura. -ah por favor ah-
Tetsu mantenía la mirada baja, apretaba los párpados apra no mirar lo que sucedía, no deseaba ver aquella escena, no quería ver a su amante ser tomado por otro.
-Está bien, te desamarraré- le respondió Sakura sancado de su boca la entrepierna de Hyde -Sólo espera un momento-
Se dirigió a la mesa, de la bolsa blanca que se encontraba ahí, sacó una botella que contenía chocolate líquido junto con las llaves de las esposas que aún aprisionaban al indefenso Hyde.
Caminó hasta la cama nuevamente, se colocó en la orilla superior de la cama, estaba a un lado de Hyde y abrió las esposas con las llaves que había sacado. El vocal masajeaba sus muñecas para quitar el dolor producido por las esposas.
-Gracias Sakura- le dijo sensualmente -¿Se te ocurre alguna idea de cómo voy a agradecer tu buena acción?- preguntó provocativo.
-No, no tengo la menor idea, pero quisiera que me lo demostraras-
-Bien, pues que así sea- le respondió.
Hyde se sacó la chamarra de piel y los pantalones junto con la ropa interior, se quedó unicamente con la larga camisa que cubría poco más debajo de sus caderas. Se acercó a Sakura, le empujó más adentro hacia la cama, comenzó a gatear hacia el, llevándolo lentamente hasta la pared, dejándo la espalda de éste contra ella. Besó el cuello del más alto, pasándo sus manos por encima de la ropa y bajándo lentamente hasta los pantalones de este, tomó el cierre con sus dientes, le bajó lentamente, desabotonó el pantalón, rozó por encima de la ropa interior la entrepierna de su víctima, produciéndole escalofríos. Sakura levantó un poco las caderas para que Hyde pudiera quitar con facilidad los pantalones y la ropa interior.
-Hm- repirmió un gemido el más alto.
-Gime Sakura, gime, demuestrame que disfrutas lo que hago, déjame escuchar todo lo que mis manos procuden-
-ah- gimió al no poder resistirse más a las caricias de Hyde.
El vocal tomó la botella con chocolate que había acercado Sakura, empujó al último para que quedara recostado sobre la cama desabotonó la camisa y después retiró la tapa de la botella, la inclinó un poco virtiendo el líquido sobre la entrepierna de Sakura, su abdomen, el pecho, formando un camino hasta los labios de éste. Dejó la botella a un costado de la cama, bajó su rostro hasta la altura de las caderas de Sakura, tomó el miembro con su boca, le metió en ella, saboreando el dulce líquido que se le ofrecía, rozaba de abajo hacia arriba con su lengua, después con sus dientes, le daba tiernos besos en la punta.
-Ah... ah...- sonoros gemidos por parte de su víctima nacían de su boca.
Hyde disfrutaba de hacer gemir a Sakura, de verle aferrado a las sábanas. A ratos giraba su mirada para visualizar a Tetsu, el cual, había dejado de luchar para soltarse de los amarres, miraba con odio, desprecio y melancolía la escena. Disfrutaba aquello, no sabía el porque, pero disfrutaba el sufrimiento de su amante, el dolor de éste era su placer.
-Ah...Ah... Basta- le ordenó Sakura a Hyde, le tomó por el cabello y jaló su cabeza hacia atrás para detener los movimientos de la boca de éste.
-¿A caso no soportas mi ritmo?- preguntó Hyde con Malicia
Sakura no le respondió, una mirada indignada fue lo único que recibió de su parte. El vocalista comprendió o más bien interpretó aquella mirada, llegando a la conclusión de que era hora de dejar ser el dominante. Lamió una última vez la entrepierna del alto, recorrió con su lengua el camino de chocolate hasta su abdomen, disfrutaba de quitar aquel caramelo del cuerpo de su víctima, metió su lengua al ombligo del más alto, jugó dentro de él, disfrutando del chocolate que había quedado impregnado en la cavidad, lamió hasta el pecho, subió por el cuello hasta encontrar su destino final. Los labios de Sakura eran deliciosos, debía besarlos, pero antes de ellos debía retirar el dulce, repasó con su lengua la rosada piel, tocaba todo el cuarpo del nombre con descaro, le excitaba saber que su líder sufría al ver cada caricia, cada roce entre los cuerpos, un beso y algo más serían el golpe final. Metió su lenga en la boca de Sakura, exploraba toda la cavidad, sabía que no tendría el control para siempre, pero mientras lo tuviera, lo aprovecharía y disfrutaría al máximo, lo gozaría, haría sufrir a Sakura excitándolo hasta que no pudiera contener los deseos de entrar en él, de invadirlo, de lastimarlo, le haría desearlo cada vez más. Disfrutaba del sádico placer de ver a Tetsuya sufrir, verlo derramar cada lágrima por él, valía cada segundo con Sakura. Rozaba las caderas de Sakura con las propias, excitando aún más al último y a si mismo.
-Tómame...- le susurró al oído con sensualidad -Sakura ah- gimió su nombre con deseo.
Sakura mordía su labio inferior, estaba paralizado, ese maldito akuma era un maestro en las artes sexuales, cada toque de sus manos, cada roce de sus labios, todo le era placentero y excitante, era demasiado para él. El juego debía cambiar, ahora debía tomar el control, con una ágil maniobra se colocó por encima del vocalista.
-Es mi turno- dijo sin especificar más.
Con una de sus manos tomó ambas muñecas del vocal, las aprisionó contra la cabecera, mientras con la otra acariciaba ligeramente el cuerpo de Hyde.
-Ah Sakura tus manos son deliciosas-
En seguida de haber dicho aquello, giró su cabeza hacia Tetsu, quería disfrutar del dolor de sus palabras, del sufrimiento reflejado en las sinceras lágrimas del bajista, en las miradas que le suplicaban que se detuviera, en cada sollozo, el deleite personal de Hyde aumentaba a cada minuto que hacía sufrir a Tetsu. La mano de Sakura había llegado hasta la entrada de Hyde, lentamente comentó a meter un dedo, unos segundos después, metió el segundo, los movía de adentro hacia fuera rítmicamente para que el vocal se acostumbrara a la intromisión. Sacó sus dedos de la entrada de Hyde, acercó sus caderas a las ajenas rozándole suavemente, le desabrochó la camisa, la retiró y empezó a besar el delicado pecho de este, debía ser delicado antes de hacerle sentir el éxtasis, antes de llevarlo al mejor clímax de su vida, le haría temblar de dolor, de placer, le haría estremeserse de excitación, haría que le suplicara a cada segundo por más. El vocal se aferró fuertemente a las caderas de Sakura, le sacó de igual modo la desabotonada camisa que aún llevaba puesta, rodeó el cuello del más alto con sus brazos, esperando a ser invadido, lo cual, no tardó mucho en suceder, segundos después de haberse abrazado a Sakura, le invadía, comenzaba a entrar en el. Esperó un poco a que el más bajito se acostumbrara a la invasión, un puchero de dolor le hacía verse aún más deseable de lo que ya era, esa expresión pedía que se detuviera, pero sus ojos exigían más, ambos querían aún más. El más alto comenzó a moverse lentamente, sus movimientos eran profundos, era excitante, las mutuas caricias, los besos, cada roce, todo era excitante a cada minuto aumentaba más esa lujuria, ese deseo por satisfacer sus fantasías. Los movimientos de Sakura seguían siendo lentos pero ahora eran más fuertes, más profundos le hacían desear más a Hyde.
-Ah...Sakura más ah...- Hyde suplicaba por ese cuerpo, porque le hicieran sentir lo que nadie -Más por favor más-
Sakura atendió a las súplicas del vocal, se comenzó a mover más rápido, tan profundo como lo había estado haciendo. Podía sentir las uñas de Hyde clavándose en la piel de su espalda, rasgándole, le lastimaba y le dolía, pero aquel dolor no se compraba con el placer de sentir suyo al vocal, de tenerlo entre sus brazos, de ver sufrir al hombre que se lo había arrebatado, era delicioso estar dentro de él, ahora sabía porque Tetsuya nunca dejó que nadie más le tocara.
-Sakura ah... te... te amo- gritó Hyde al venirse sobre el vientre del aludido -Te amo- repitió con la voz entrecortada.
-Yo también te amo- le responció sincero, se había detenido unos instantes para decírselo -No sabes cuanto te amo-
Comenzó a moverse una vez más, tan fuerte, tan rítmico, tan rápido como le gustaba a Hyde.
-Ah... ah.. más- suplicaba Hyde.
-Ah-
Un gemido mutuo al sentir la semilla de Sakura regarse dentro de Hyde se escuchó en la habitación. Tetsuya reconocía ese gemido, sabía que había terminado ahora, miró con dirección a la cama, viendo a Sakura encima de Hyde aún, le veía salir lentamente de su cuerpo, deseaba que todo terminara pronto. Sakura se levantó de la casa y se colocó la camisa y la ropa interio.
-Me daré un baño aguarda aquí Hyde-
-si- contestó secamente.
Hyde buscó su ropa regada por el suelo, se vistió nuevamente y caminó hasta Tetsu para desamarrarle.
-Tet-chan yo...-
-No digas nada, no hace falta- dijo con tristeza.
Hyde tomó de la barbilla a Tetsu, le dedicó un tierno beso y le dirigió hasta la cama, le recostó delicadamente, poniendo sus piernas a ambos costados de la cadera del bajista. Le aprisionó por las muñecas con una de sus manos, mientras que con la otra, sacaba una navaja que había podido encontrar en los pantalones de Sakura.
-Tet-chan te amo y por este amor que siento por ti, no puedo dejar que sufras al recordar esta dolorosa escena, por esa razón... yo mismo acabaré con tu dolor-
Tomó una de las muñecas del bajista, presionó fuertemente el arma sobre ella y le deslizó suavemente.
-Ay- un quejido de dolor nació de los labios de Tetsu.
-Tranquilo amor- le decía Hyde mientras acercaba la lastimada muñeca hacia su boca. -Esto terminará pronto, ya lo verás-
Tomó un poco de la sangre de Ogawa, la saboreó, tomó un poco más y tragó de nuevo aquel líquido rojo. De nuevo colocó la navaja sobre la muñeca presionándola aún más fuerte, deslizándola aún más rápido, la sangre se esparcía por las blancas sábanas, pintándolas de rubí. Tomó a Tetsu entre sus brazos le besó nuevamente, esperando a que su vida se agotara para romper aquel beso, para que el último aliento que recibiera la boca del bajista fuera la de él y viceversa, no deseaba otra cosa que sentir nuevamente el respirar de su amante, el roce de sus labios, la dulzura de sus besos. Minutos después Tetsuya había perdido la vida, le recostó delicadamente sobre la cama, le dejó solo, caminó hasta el baño, en donde, Sakura estaba de pie frente al cancel de la regadera, una toalla envolvía su cintura.
-Hyde- le nombró.
-Sakura te amo-
Hyde se acercó al más alto, rodeó su cintura con sus brazos, esperando que el gesto fuera devulto, subió lentamente una de sus manos hasta la altura del corazón de Sakura.
-Te amo, pero no puedo dejar que esto se repita-
Clavó la navaja lo más profundo que le era posible, miraba los ojos llenos de dolor y tristeza de Sakura, veía como su vida se extinguía al igual que la de Tetsuya, dos cadáveres yacían en aquella habitación. Hyde salió del baño, caminó hasta la cama, subió a la misma, se colocó a un costado de Tetsu y le abrazó por la cintura.
-Espero que entiendas que todo lo hice por amor, porque te amo, porque no puedo vivir sin ti, adiós mi amado Tetsuya. Quiero que comprendas que no podía dejar que vivieras con el dolor de recordar las atrocidades de mis actos, de sufrir al verme, todo fue por amor- le dijo en un susurro.
Se quedó dormido abrazado a él. A la mañana siguiente, la policía había llegado, encontró los dos cadáveres y a Hyde, quien fue arrestado como presunto sospechoso. Le llevaron hasta la estación de policías en donde le hicieron dar su versión de los hechos, relató todo tal cual sucedió, sin omitir detalles, los oficiales le declararon deficiente de sus facultades mentales y le llevaron a un hospital psiquiátrico.
Pasó el resto de sus años ahí, abrazado a la bufanda que Sakura había llevado puesto aquel día, aferrado al recuerdo de su amante, lográndolo olvidar sólo hasta el fín de sus días.