******
- perdón? – dijo alzando una ceja,
Ese gesto de su hijo le recordó al otro padre – debo hacer unos trámites y el jefe me dio permiso para un mes…
- el viejo calvo te dio un mes! – Grito su hijo con una cara de terror – esto es el fin del mundo! Desde cuando ese viejo ha dado a alguien vacaciones de UN MES fuera de sus respectivas vacaciones, papá estas seguro que era él y no un usurpador… - digo exageradamente alterado
- Damián deja de insultar a mi jefe y si, aunque no lo creas me dio un mes, aunque…- dijo dudando de la razón de su jefe por darle tanto tiempo libre
- vez hasta tú que eres completamente ingenuo te parece sospechoso…
- ah? Que dijiste…- dijo serio el pelinegro mayor
- yo nada mi querido y adorado papaíto…- le dijo melosamente – será mejor que haga la maleta…- dijo “casi” huyendo de la habitación
Sonrió tiernamente, cuando su hijo se había prácticamente volado a su cuarto, vio su habitación y comenzó a realizar su maleta de viaje, estaba emocionado, histérico, nervioso y muchas cosas más, estaba seguro de que iba a volver a ver a sus “amigos” y quizás a… pero por otro lado también estaba el hecho de que el director se había muerto, suspiro tristemente, no sabía bien como sentirse, además estaba muy curioso por saber que le había dejado el director en su testamento… miro por la ventana de su pieza, la noche estaba en su apogeo.
******
Mientras tanto en la habitación de Damián…
- de acuerdo esto es raro, primero la llamada de el viejo calvo, luego esos “tramites” y por último la foto de pá y ese otro sujeto que estoy seguro que es mi otro padre – apretó sus puños, mientras miraba con algo de molestia hacia su cama aunque en realidad estaba perdido en sus emociones – ¿por qué razón no están juntos? – suspiro derrotado ante un enigma que quizás nunca iba a descubrir, se tiro de espalda a su cama, mirando el techo verde de su habitación – me pregunto que le hiciste padre para que el sufra así por ti… – trato de calmarse
Se paro y fue a su closet, buscando la maleta y sacar lo que necesitaba por un mes, quizás hasta podría encontrarse con la familia, por la última llamada de Zallen ellos estaban en Francia, sonrió “inocentemente” quizás sería una gran idea llamarlo.
******
Harry había terminado de ordenar su maleta y ya iba hacia la habitación de su hijo para revisar que no llevara nada demás, porque conociéndolo llevaría hasta un elefante dentro de su maleta, aunque era mejor no decirle a su hijo que mediante un hechizo quizás era eso posible, pero justo cuando iba a dar media vuelta, su hijo había abierto la puerta de la habitación…
- pá a qué hora nos vamos mañana?
- el único vuelo que había para Londres era a las seis de la mañana
Y Harry tuvo que contener su risa al ver la cara de terror, horror y luego enfado de su hijo
********
Estaban ya en el avión, después claro de varias reprimendas y casi maldiciones por parte de Harry para que su hijo se levantara de la cama, al final habían llegado justo a tiempo. Damián se encontraba al lado de la ventana, mirando el paisaje, mientras que Harry leía un libro completamente ensimismado…
- papá que es exactamente lo que vamos hacer en Londres – viendo atentamente a su papá
Harry dejo el libro entre sus piernas y miro a su adorado hijo – me sorprende que no preguntaras antes, con lo curioso y metiche que eres – le dijo en tono de burla
Damián inflo sus cachetes falsamente ofendido – no soy metiche…
- jajaja… lo que tu digas – le dijo con una sonrisa mientras le revolvía su cabello – bueno… - cambiando su expresión a una más seria – lo que paso fue que Albus Dumbledore murió y me dejo algo en su testamento
Damián asintió sin hondar más en el asunto, su pá casi nunca hablaba de su vida cuando joven, aunque sabía quien era o fue ese señor, era considerado el mejor mago de los últimos tiempos comparado con el mismísimo Merlín, aunque él nunca creyó que era tan buen mago ya que el que había derrotado a Voldemort había sido su papá. Miro por la ventana, ese señor había sido muy importante para su papá ya que su pá había estudiado en Hogwarts y había sido su director, sonrió el también quería estudiar en Hogwarts todas esas historias acerca de su abuelo y sus amigos y las mismas historias de su papá acerca del colegio ya eran motivos seguros para querer ir.
Vio como su hijo dejaba la conversación hasta ahí, algunas veces se preocupaba de que su hijo fuera tan perceptivo con referente a lo que a él lo molestaba, sabia que su pequeño era un curioso innato pero siempre paraba el interrogatorio cuando a Harry le incomodaba o lo entristecía hablar, Damián se callaba y dejaba hasta ahí la conversación o cambiaba de tema. Abrazo cariñosa y fuertemente a su hijo. Sin él no podía vivir…
- papá me asfixias – le dijo riéndose
- exagerado – le dijo soltando un poco el abrazo. Aunque tuvo que soltar a su hijo completamente cuando una azafata llego a su asiento
- buenos día señor, joven – la mujer les dedico una dulce y cálida sonrisa, era muy bella y joven unos veinte años aproximadamente, tenía su pelo castaño oscuro sujeto en un tomate y tenia figura de modelo aunque sin exagerar en algunas partes de su anatomía, poseía unos hermosos ojos azules – desean algo para tomar antes que se les traiga el desayuno? – pregunto amablemente
- para mi tráigame un capuchino, y tu Damián que quieres?
- un jugo de frutilla – dijo con una gran sonrisa viendo como la señorita no despegaba los ojos de su pá
- enseguida se la traigo – dedicando especialmente una sonrisa al mayor
Como siempre a esa “sutil” forma de llamar la atención de su papá no era apreciada por este, algunas veces se preguntaba si a su pa lo habían operado mal a los ojos – para no usar mas lentes – o de verdad era tan ingenuo y despistado para no darse cuenta cuando le coquetean.
Suspiro derrotado
- qué pasa? – le dijo cariñosamente ante el suspiro de su hijo
- algunas veces me pregunto si vas a traer a una madre o padre para mi
Harry se ahogo con su propia saliva – pero… que…
- oh vamos papá tienes a todos esto/as detrás de tus huesitos y tu ni enterado!
Harry se sonrojo y miro a otro lado
- oh vamos papá tu también tienes derecho a ser feliz, no sé por qué aun no encuentras a alguien, pá tú no tienes que estar condenado solo a una persona –le dijo colocando su mano sobre la de su padre
El oji-verde miro con dulzura a su hijo, si supiera que él no podría enamorarse de nadie más, si supiera la verdadera historia…
Continuara…