En este momento estoy en la biblioteca, pensando en cualquier cosa… no eso seria mentira, no pienso en cualquier cosa, solo puedo pensar en él, mi mejor amigo desde que tengo memoria.
Sonrío pienso en las posibilidades de que el pudiera fijarse en mi: ninguna, no por el hecho de que sea mi mejor amigo, ni tampoco que ambos seamos hombres, es algo mas insignificante y complicado a la vez el ama a alguien mas, asi ni siquiera tengo la esperanza de que algún día pudiera amarme como lo hago yo.
Algo distrae mis pensamientos, el acaba de entrar, finjo no verlo, se acerca despacio, mi corazón late violentamente cada vez que lo miro y esta no es la excepsion.
-Deja de estar leyendo-Él saluda, ja si supiera que ni siquiera se de que es libro que traigo en las manos, no puedo evitar sonreír.
El se sienta a mi lado, de su mochila saca algunos libros y comienza a hojearlo, solo puedo mirarlo de reojo, y tras algunos minutos el se digna a verme, con esa sonrisa que me encanta, comienza a explicarme sobre su libro, esta vez es filosofía.
¿Cuántas veces ha ocurrido esto? ¿Cuántas veces me he perdido en sus ojos? ¿Cuántas en sus labios que se mueven sin cesar? ¿Cuántas me ha culpado de distraído, por no saber de lo que me ha hablado? Si tan solo supiera que lo amo, que lo he amado desde siempre, y que lo haré por toda la eternidad… Si solo no fuera mi mejor amigo… Si tan solo no tuviera a alguien mas.
-Y pensar que siempre ha sido así, yo siempre solo, esperando a que tú me hagas caso, y tu platicándome sobre tus conquistas-Pienso, pero detengo mis ideas, cuando siento tu mirada sobre mi.
-¿Qué tienes? ¿Por qué no me has interrumpido? Para esta hora ya hubieras bostezado por tercer vez, y seis veces me hubieras dicho que si no tenía otra cosa que hacer- A pesar del reclamo su voz no se escucha molesta, al contrario se escucha divertida, yo levanto una ceja, ¿Desde cuando me conoce tan bien? No puedo negar que somos amigos pero es extraño que él demuestre abiertamente preocupación por algo o alguien.
-¿Yo? Nada ¿Por qué debería tener algo?- Finjo demencia
-Mentiroso, pero en fin aya tu- Regresa al libro, pero algo en el me dice que el tiene algo
-¿Y tu que tienes eh?
-Nada… solo que termine con Alice- Me dice con una sonrisa triste, pero en sus ojos no veo rastros de esa tristeza- Pero no importa, en si, ya me había hartado de ella- Y tras algunos segundos de silencio- La persona que busco no es ella…
-¿Y quien es a quien buscas? ¿Y que tal si nunca la encuentras?- pregunto un poco dolido de sus palabras
-Ah, ¡Claro que la encontrare! De hecho, ya lo hice- Me dice triunfal, puedo ver que sus ojos brillan de manera intensa
-¿Y quien es? Digo si se puede saber-Sin querer me molesto
-Nop, es un secreto, mejor ya vámonos, ya tienes cara de “me muero de aburrimiento”- Sin esperar respuesta comienza a recoger sus cosas yo simplemente lo imito
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Estamos en la marquesina de un negocio cerrado, no podemos avanzar, ya que la lluvia es demasiado fuerte.
Simplemente lo observo ¿Quién será la persona a quien quieres? Esa pregunta la he traído en la cabeza durante toda la tarde, no puedo evitar sentirme triste… Quizá seria mejor que yo también buscara a alguien, sonrío mientras agito mi cabeza en señal de negación, jamás podría hacer algo así, lamentablemente mi corazón solo pertenece a él, la persona que ahora esta a mi lado, y que…
-En serio, ¿Te encuentras bien?- Me pregunta poniendo su mano en mi frente- Desde hace rato te estoy hablando y no me haces caso, hasta estas rojo
-No… estoy… estoy bien- Logro articular
-Entonces camina, la lluvia esta pasando y si no avanzamos no llegamos hoy a nuestras casas- Comienza a caminar, pero en un impulso imposible de controlar tomo su brazo deteniéndolo, el voltea, en su mirada se ve la duda.
-¿Puedo preguntarte algo?- Estoy decidido a saber quien esa persona, y aunque me duela, ayudarle a conquistarla, el solo me observa en señal de esperar la pregunta- ¿Quién es la persona a quien has encontrado?
El se ríe- ¿Todo esto por ese asunto? Ya olvídalo, y camina
Pero yo me aferro a su brazo, no voy a dejarlo ir hasta que conteste- Anda dime quien es la chica
-¿Por qué supones que es una chica?-Su sonrisa no se ha borrado de su rostro, yo no le digo nada- No debería importar su sexo, sino lo que sienta por esa persona ¿No lo crees?- Yo solo asiento con la cabeza, él continua- Por cierto, siempre he tenido una duda- ¿Por qué nunca has salido con nadie? ¿Es que no has encontrado a alguien digno de tu amor? Ja ja ja- El lo dice como broma, pero a mi me lastiman sus palabras, es tan ciego que no se ha dado cuenta de lo que siento por él.
-Mejor ya vamonos- Digo molesto, soltando su brazo y comenzando a caminar, ahora es el que me detiene.
-Por favor no te enojes, no quise hacerlo-Susurra
-Suéltame, camina o te dejo aquí- Realmente me molesta el hecho de que el ni siquiera sospeche que lo quiero.
Pero el no se rinde tan fácil, lo suponía siempre ha sido demasiado necio, pero lo que no esperaba fue lo que hizo después. Jaló mi brazo haciéndome voltear hacia él y topándome con su rostro de frente, en un segundo desapareció el espacio entre nuestros rostros, pues él se acerco a mis labios y me besó.
Ambos se olvidan de su alrededor, concentrándose en proclamarle al otro su amor, en sentir cada instante de aquel beso, esperado por uno y necesitado por el otro.
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Estoy en la parada de autobuses esperando mi transporte, desde hace una semana, desde que me besó, que no he hablado con él, aun no entiendo por que salí corriendo, ¿No se supone que era lo que había estado soñando por tanto tiempo? Pero es que tengo miedo que me diga que todo fue un error, que se confundió, o quien sabe que otras excusas para disculparse. A pesar de estar empapado, siento como el calor sube a mi rostro tan solo por recordar esa tarde, por eso no quiero hablarle, quiero que esto dure así mucho tiempo, me da esperanza, y quiero aferrarme a ella.
-No debiste caminar, si te mojas así te vas a enfermar- Su voz es inconfundible, volteo a verlo, allí esta, como siempre sonriendo. Yo no digo nada y mi cara se pone aun más roja.- ¿Ves? Creo que hasta ya tienes fiebre por que estas todo rojo
Lo miro con ganas de darle un golpe, ¿Realmente es tan despistado o solo finge para molestarme? Voy a subirme al autobús para ir a casa cuando…
-¿Hasta cuando piensas huir de mi?- Esa pregunta detiene mis pasos, volteo a mirarlo, esta vez esta serio
-Yo no estoy huyendo- Miento
-¿A no? ¿Entonces?
-Solo tengo muchas cosas que hacer- Mi respuesta es tonta, lo se, así que me rindo- Hablemos.
Segundos después, estamos en un extremo de la parada de autobús, así la gente no nos interrumpirá, el comienza a hablar- Yo quería pedirte una disculpa – De inmediato siento un nudo en la garganta, era lógico que no sintiera lo que siento yo por él.
-No te preocupes, ya todo quedo olvidado- Finjo una sonrisa, no tengo opción, por lo menos quiero estar a su lado
-Aun no termino- Me interrumpe- Quería disculparme por lo de la otra tarde, no debí besarte de esa manera, pero se que si no lo hacia jamás podría decirte que te quiero- Sonríe de manera triste, mientras yo parpadeo un par de veces, no puedo creer lo que mis oídos me dicen- Pensé que darme cuenta que tu correspondías a lo que siento por ti, pero por lo que paso me di cuenta que me equivoque, yo no quiero perderte como amigo y por eso te pido que perdones mi falta, ¿Qué dices? ¿Amigos?- Extiende su mano sonriendo, yo solo la observo sin decir nada pasan los segundos y no me muevo- Entiendo, solo espero que algún día puedas perdonarme- El baja su mano y se da vuelta con la intención de irse, en ese momento reacciono, no puedo dejarlo ir, el me quiere y no estoy haciendo nada, por fin mi cuerpo se digna en reaccionar lo alcanzo abrazándolo por la espalda.
-Yo también te quiero, siempre lo he hecho, solo que no tengo tanto valor como tu- susurro en su oído, él voltea a verme, jamás había visto esa sonrisa, me encanta, y sin decir nada ahora soy yo quien lo besa diciéndole cuanto lo amo.
-Te amo- Me dice bajito
-Yo tamben te amo, ¿Nunca te diste cuenta?
-Hace poco, cuando yo me entendí lo que sentía por ti-acaricia mi rostro- me haces muy feliz, pense que tu no…
-Nunca lo pienses- Lo interrumpo besándolo de nuevo, quiero cerciorarme de que no es un sueño
-Vamos- Nuestro autobús acaba de llagar, toma mi mano y caminamos hacia el, así, juntos, sin separarnos, como siempre, pero ahora sabiendo que cada uno siente.
Las personas nos observan, algunas curiosas otras molestas e indignadas, yo te observo, tal vez algún día te arrepientas, casi todos nos juzgaran ¿Podrias soportarlo? ¿Podrias estar conmigo a pesar de todo? Y como si adivinaras lo que pienso, pasas tu brazo por i hombro, haciéndome sentir protegido, ahora se que nada es tan importante como tenerte a mi lado.
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