La guerra había terminado .El señor oscuro fue vencido para siempre, por la persona indicada, la que la profecía había designado. Harry Potter.
Hubo mucho sacrificio, muchos caídos, seres queridos y respetados, amigos, familia.
Pero todos los héroes que habían contribuido a salvar al mundo mágico, eran apenas mayores de edad, y aun debían de terminar su ultimo año en la escuela de magia y hechicería Hodgwars.
Todos fueron vueltos a llamar, se sentían con 11 años otra ves. El encuentro fue alegre y triste, pues algunos no estaban, y otros se reencontraban. En sus mesas como siempre en el gran comedor, solo que Dumbledore había muerto a manos de Snape, al igual que este ultimo a manos de Voldemort. La profesora Minerva se había hecho cargo de la dirección del colegio, y un nuevo profesor Ethan May, de las clases de pociones.
Harry estaba mas que feliz y emocionado, sus amigos junto a el…no pudo dejar de mirar a todos y cada uno en ese enorme salón…los Revencraws reían unos con otros, su mesa era pura algarabía y estaba repleta de todos de sus alumnos al igual que la de Huffelppuf y Gryffindor…y…Slytherin.
Particularmente esa mesa, las serpientes rastreras y traicioneras…algunos lugares estaban vacíos, algunos habían muerto, otros retirados de la institución, ya que cabe destacar que varios de los alumnos pertenecientes a esa casa, eran hijos de mortifagos prófugos, o presos en Azkaban.
Pero la mirada se poso particularmente en el hijo del mortifago mas fiel, cuyo destino y el de su esposa estaba escrito en los muros de Azkaban…ahí estaba Draco Malfoy.
Ese chico que había sido su pesar durante tantos años, que habían hecho todo lo posible por lastimarse, ahora sentía lastima por el. Es que había cambiado notablemente, su pelo estaba mas largo y desordenado…”como el mío pero platinado”…pensó Harry, el nudo de su corbata estaba desprolijo al igual que su camisa, su expresión era triste, pero fría aun, solo se limitaba a jugar con su comida y estar sumergidos en los pensamientos de su propio mundo.
Sin mas que hacer, el banquete finalizo, y se dirigió a la torre junto a sus amigos, acostándose tranquilamente en la cómoda cama, antes que el sueño lo venciera, se aseguro de recordarse que este seria el mejor de todos los años.
__________________________________________________Harry despertó con los rayos de sol sobre su cara…era un día bellísimo.
Se levanto, se ducho y se arreglo con gran esmero, es que no solo estaba feliz, desde que la guerra había terminado. El colegio habia sido tomado por dominio Gryffindor, por cualquiera…menos Slytherin, quienes ahora, sufrían las bromas y chistes de absolutamente todo el colegio, se sentía mal al pensar que se lo merecían…pero no podía evitar reír siempre que escuchaba alguna burla hacia las serpientes.
Bajó a la sala común para darse cuenta que sus amigos ya habían bajado a desayunar, así que se dio prisa.
Caminado por los pasillos, saludando a quien se le cruzaba, aunque no los conociera, siempre con una gran sonrisa.
Pero esta sonrisa desapareció por completo cuando diviso que delante de el con paso irregular venia Draco Malfoy, completamente distinto a como lo conocía, es que estaba totalmente desalineado y su porte parecía el de un moribundo vago tratando de sobrevivir.
Al pasar por su lado esperaba alguna burla, alguna palabra hiriente, pero no fue así, Draco ni siquiera lo vio, paso a su lado como si no existiera, estaba como absorto, viviendo en su propia burbuja…no pudo dejar de sentir una tremenda lastima por el.
Llego al gran comedor y sonrió al ver a sus amigos, Ron y Hermione conversando muy cerca y jugando con sus manos, ahora ellos eran novios y la pareja más dulce de la escuela.
-mmm. Cuanto amor- bromeo Harry, haciendo que estos se separen solo un milímetro para saludarle.
-buenos días Harry- comento la castaña- se te ve esplendido esta mañana.
-se llama felicidad compañera, ustedes también lo estas- dijo Harry con una mirada mas evidente en su rostro.
Luego de desayunar y reír hasta el cansancio, se disponían a regresar a las mazmorras, cuando el pelirrojo hablo:
-oyes Harry, Herm y yo nos vamos un rato al lago, te invitaríamos pero…ya sabes- dijo divertido el chico.
-Ron!!- replico la castaña sonrojada- no tardaremos mucho Harry.
-Tomen el tiempo que quieran amigos, aprovechare a ir hasta la tumba de dumbledore.
-ándale saludos amigo- dijo Ron- nos vemos luego.