Harry estaba emocionado, exaltado, nervioso…y ya no podía deducir bien todo lo que sentía en ese momento. Volvió a leer el papel, Draco quería verlo, no lo haría esperar ni un segundo.
Salio corriendo del gran salón, pero algo le estorbó.
-Hola Harry, ¿puedo hablar contigo? – dijo Ginny impaciente
-Ahora no Ginny – dijo apurado sin frenar sus pies – en otro momento.
A Ginny ya no le estaba gustando ese comportamiento, siempre que quería hablar con su ex novio, el simplemente la ignoraba de la peor manera…la pelirroja comenzaba a ponerse de muy mal humor al sospechar que Harry tenia otra…y no solo iba a averiguar quien era, sino que también, acabaría con ella, y recuperaría a su moreno.
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Harry esta parado frente a la puerta de la sala de los Menesteres, nunca había estado tan nervioso, parecía que su corazón se le saldría del pecho…arreglo un poco su ropa y su pelo, aunque sabia que era inútil, y se decidió a entrar.
Se sintió algo perdido al entrar. Al parecer Draco había imaginado la entrada al gran comedor, esa escalera tan ancha de piedra…parado al final de ella, estaba esperándolo el rubio con esa sonrisa a la que se estaba acostumbrando.
Llego hasta él, y quedaron enfrentados mirándose el rostro.
-Así que es cierto…Harry Potter ha venido a Hogwarts.
-no entiendo nada – dijo Harry riendo.
-Se que no puedo retroceder el tiempo tantos años – Dijo Draco – esto es lo mas cercano que se me ocurrió.
Harry solo lo miraba, cada ves le parecía mas maravilloso y misterioso.
-indudablemente aquí es donde comenzamos con el pie izquierdo – siguió el rubio – el día que rechazaste mi amistad.
Harry se tensiono un poco, claro que recordaba ese día, no pudo dejar de sentirse mal. No podía pronunciar palabra.
-Soy Malfoy, Draco Malfoy – le dijo, estirando su mano, tal como lo había echo hace 8 años.
Harry con una sonrisa comprendió que Draco trato de volver a ese momento y hacer lo correcto, eso era exactamente lo que debió haber hecho, no insultar a Ron, ni mostrar ese frío y cruel semblante.
Harry estrecho su mano encantado, y dijo:
-mas vale tarde que nunca.
Draco también estrecho su mano…pero con un movimiento en su brazo, empujo a Harry hasta su pecho quedando muy cerca de sus labios.
-mas vale tarde que nunca – dijo Draco para luego besarlo en esos hermosos labios, que ante había ignorado.
Ahí estaban El príncipe de las serpientes y el león dorado…besándose en la falsa escalera de la entrada a Hogwarts.
Harry se sentía en las nubes, esos labios que había esperado impaciente, ahora estaban sobre los suyos fundiéndose en un hermoso y apasionado beso…sin duda era mucho mejor que en sus sueños.
Las finas manos de Draco estaban a ambos lados de su cuello, cuando comenzó a bajar sobre su pecho para luego envolver su cintura en ellos.
Harry tenía sus dedos enredados en los platinados cabellos del Sly. Ambos chicos fueron intensificando sus caricias y el poder de sus besos, sus lenguas comenzaron a librar una batalla dentro de sus bocas, solo cundo se les hizo necesario el aire se separaron solo unos milímetros, no muchos.
-Esto es tan extraño…y hermoso – es lo único que pudo articular Harry.
-Lamento lo de la otra tarde…es que me sorprendiste – dijo Draco.
- no me pude resistir.
- yo tampoco puedo ahora.
Eso fue lo ultimo que dijo Draco antes de volver a besar a Harry…esta ves fue mucho mas apasionado y demandante, sus cuerpos estaban completamente enredados al igual que sus lenguas, las manos comenzaron a entrar por sus ropas dejándola en contacto con la pie de su amante, lo que produjo que los chicos emitieran gemidos casi inaudibles.
Las manos de Draco parecían mas expertas y traviesas, comenzando a tocar las nalgas de Harry, para luego girarlas y apoyarla en su miembro…por lo que el moreno se tensó y se separo un poco.
-¿sucede algo? – pregunto Draco con cara de susto.
Para no quedar mal Harry solo dijo:
-me tiemblan las piernas.
Claro, mas bien era por el miedo de que Draco se diera cuenta que nunca había estado en una situación así…al parecer, el rubio la comprendido a la perfección.
-Entiendo, quieres sentarte y hablar, creo que nos merecemos una larga charla – dijo Draco reprimiendo las ganas de volver a tocarlo de esa manera.
-Aquí no, hay un mejor lugar – dijo Harry.
El Sly entendió perfectamente cual era ese lugar. Los chicos salieron de la sala y se encaminaron hacia la tumba de Dumbledore, para tener una extensa y madura conversación.