El sol brillaba sobre el campo de Queddich, la jornada era algo fría, pero en el sol se sentía agradablemente calida. Las escobas pasaban con una velocidad peligrosa cerca de las respectivas torres repleta de los alumnos que alentaban sin cesar a sus jugadores.
Griffindor y Slytherin jugaban esa tarde en Hogwarts. La Snich estaba en libertad y los buscadores de sus equipos intentaban localizarla.
Draco y Harry perseguían la pequeña pelotita dorada, por cualquier lugar a que ésta los llevaba. Los chicos deberían olvidar por un momento su creciente relación, y tomarla para darle la victoria a su casa.
Estaban los dos a la par, se deslizaban a gran velocidad con sus brazos extendidos, dispuestos a terminar ese partido.
Mientras que esperaban a que la Snich apareciera, Harry había pensado seriamente en dejar ganar a Draco, seria algo muy bueno para el rubio, ganaría nuevamente la confianza de sus compañeros y volvería a ser protagonista, como lo había sido antes de ganarse el desprecio de todos…menos el del moreno, su moreno, que pensaba en el constantemente, en como hacerlo sentir feliz y querido.
En ese momento Harry desciende la velocidad de su escoba, escasos segundos, nadie lo notaba a tantos metros de altura…solo que alguien estaba a su lado, y lo noto perfectamente. Draco se estiro unos centímetros mas y tomó la Snich.
-Draco Malfoy atrapó la Snich, y recibe 150 puntos…Slytherin gana. – dijo la voz del chico relator.
Draco bajo de su escoba, y el resto del equipo se le lanzo arriba, en un abrazo infinito, mientras que en la torre de las serpientes, todo era algarabía, y uno que otro alumno lanzaba fuegos de artificios desde su varita.
Distinto era el comportamiento en la torre de los leones, que no podían creer que su chico dorado, que el salvador del mundo mágico, haya sido vencido por esa serpiente mortifaga.
Harry trataba de poner cara de desconcierto y tristeza, pero en el fondo estaba muy feliz al ver como se llevaban en andas a Draco, rumbo al vestuario.
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Dentro de la torre Gryffindor no se escuchaba ni el menor sumbido, todos se habían ido a dormir luego de la derrota, o estaban haciendo deberes en la sala común.
Harry ya no aguantaba mas sus miradas de reproches, así que decidió salir de ahí. Seguramente Draco estaba en pleno festejo en su casa, así que se resigno a no verlo hasta el día siguiente…como no tenían nada que hacer y quería alejarse, opto por ir a visitar la tumba blanca.
Estaba lo suficientemente cerca, cuando se percató que alguien mas estaba ahí…
-¿Draco?
Harry se acerco presuroso, efectivamente era Draco…¿que hacia ahí?, ¿porque no estaba festejando luego de la victoria?. Finalmente se acerco para que sus dudas fueran aclaradas.
-¿Draco?, ¿que haces aquí?
El rubio giro para verlo, y el moreno lo miro asustado y confundido, el rostro de Draco estaba bañado en lágrimas, y esa mirada triste había vuelto. Harry odiaba verlo de esa forma, sentía que su corazón se le retorcía.
-Draco, ¿que sucede? – dijo acercándose para abrazarlo.
El Sly se aparto bruscamente, rechazándolo
-¡A ti que te sucede Harry!, ¿porque hiciste eso? ¿Porque me dejaste ganar?
-yo...bueno…yo – Harry no sabia que responder.
-Ya que no sabes, intenta responderme esto. ¿Porque estas conmigo harry? – dijo Draco, optando por una mirada fría y seria.
-¿como dices? – pregunto aun mas confundido.
-Me tienes lastima ¿verdad?
-No, claro que no – dijo seguro, acercándose a intentar abrazarlo nuevamente, pero el rubio lo rechazo.
-Es la única explicaron que encuentro…¡¡lo que hiciste hoy fue por lastima!!
-No, jamás haría eso, lo hice porque te quiero, y quiero verte feliz.
-¡No es cierto!
Pero antes de que Draco pudiera seguir hablando, Harry se lanzo sobre el, y lo abrazo de tal forma, que el rubio no pudo escapar.
-Escúchame bien Draco – dijo sin soltar el abrazo, en susurros a su oído – yo no te tengo lastima, yo te quiero, te quiero cada ves mas…y el solo hecho de verte llorando o triste me destroza el alma – seguía, apretando mas fuerte el abrazo – quiero verte reír siempre, quiero que seas feliz – aparto sus labios del oído de Draco, para dejarlos muy cerca de sus labios, mirándolo fijamente a los ojos – y quiero ser YO quien te haga feliz Draco, en todo, en todos los aspectos de la vida, quiero hacerte feliz.
Harry ya comenzaba a sentir un nudo en la garganta, sin mas que decir, beso a Draco con tal pasión y sentimiento, que pensó que el tiempo se había detenido. Solo eran ellos dos… y Dumbledore como testigo de esa unión, que cada ves se hacia mas fuerte.
-¿De veras Harry? – dijo Draco con un hilo de voz – ¿de veras me quieres?
-Cada vez mas Draco, jamás pensé sentir tanta pasión por una persona. El solo verte me alegra el día, el sentir tu aroma hace hervir mi sangre, tus ojos hacen que pierda sentido de todo lo que me rodea.
-jaja, ya lo note, en la clase de pociones – dijo Draco divertido.
-¡Mierda! – grito Harry – Debo entregar la poción para mañana, ¡lo olvide por completo!
-Yo no lo olvide – dijo Draco, volviendo a el esa mirada que a Harry tanto le gustaba.
-¿Porque no me lo recordaste?.
-No te preocupes, yo la hice por ti.
-¿Que tu que?
-Se que soy increíblemente sexy y te distraigo de las clases – dijo draco en un tono tan divertido que hizo sonreír ampliamente a Harry – pensé que lo olvidarías pensando en mi…
-Ahhh jaja un Malfoy tenia que ser – dijo abrazándolo mas.
-Así es, pero este Malfoy te salvo de un peor castigo, y este Malfoy quiere su recompensa.
-mmm, estoy de acuerdo, ¿Qué tienes en mente?
-Esta noche en la sala de los Menesteres, te llevare la poción y el pergamino.
-Pues…yo estaba pensando en otra cosa – acotó Harry – que tal si nos encontramos en los pasillos y me das la poción, y el fin de semana nos vamos los dos a mi casa.
-¿A tu casa, con los muggles?
-No, claro que no, a la mansión Black en Grimmauld Place, Sirius me la heredó.
-Suena bien – dijo Draco apretando mas a Harry y acercándose sensualmente.
-Tendremos todo el fin de semana para nosotros.
-Es justo lo que tenia en mente.
Los chicos comenzaban a palpitar el encuentro del fin de semana, solo faltaban dos dias. Se comenzaron a besar apasionadamente, mientras que sus manos se colaban dentro de sus ropas.
-mmm ya, basta – dijo Harry rompiendo el beso – que pensara Dumbledore viéndonos así.
-Creo que pensaría que es mejor hacer el amor, que la guerra.
Harry sonrió con este comentario tan acertado. Draco fue hasta un árbol, cortó dos hongos de sus raíces, y con un movimiento de varita los trasformo en hermosas rosas rojas. Una se la dio a Harry y otra se la quedo el.
Se pararon frente a la tumba y las colocaron juntas en forma de X.