Junto a la tumba blanca por tenshi_kun

El 31 de diciembre había llegado, y los chicos decidieron que seria buena idea festejarlo, y no dejarlo pasar como navidad.

Al atardecer se ducharon juntos, se vistieron elegantemente, mientras el elfo, ordenaba la sala, y preparaba la comida. Luego de esfumarse, ambos bajaron, y quedaron impactados por la maravillosa labor de Kreatcher.

El elfo había dejado solo las luces de las lámparas de pie encendida, y juntos con las del árbol, la escalera, y la que decoraba la chimenea, que crepitaba con leños levemente, le daba a la sala un ambiente calido, y reconfortante. El mantel en la gran mesa era rojo, y en el centro lo decoraba un enorme pavo, había velas, vino, y dos platos con bajilla lujosa, uno frente a otro.

Harry y Draco se miraron emocionados, y se dispusieron a disfrutar del delicioso banquete. Una ves que quedaron satisfechos, se sirvieron dos copas de champagne, y se sentaron en el sillón, frente a la chimenea. El reloj marcaba las 11:05 de la ultima noche del año.

-Ya falta poco – le dijo Harry - quieres decir tus buenos deseos para el próximo año.

-jaja – reía Draco – estoy seguro que debe ser una costumbre muggle.

-Pues si, lo es, tenemos que hacer algo antes de las 12.

-Yo tengo una idea – Draco se acercó a Harry – podríamos ir junto a la tumba a recibir el año…¿te parece?

-Draco, no lo había pensado, pero es genial.

-No quiero que el pobre Dumbledore esté solo un día como este – bromeaba, con algo de verdad – además quiero enseñarte algo.

Harry se sintió nervioso y ansioso, los mismos sentimientos que experimento en el camino hacia el cuarto de Draco, la noche de su cumpleaños.

Tocaron la lata oxidada, y cayeron en los jardines.

Nevaba muy levemente, y sin embargo, no hacia un intenso frío. Los chicos pusieron dos rosas como de costumbre, siempre se volaban con el viento, o la nieve las marchitaba.

Draco tomo ambas manos de Harry, se miraban fijamente a los ojos, con la tumba blanca frente a ellos, la luna brillaba, y el aroma de las dos rosas, llegaba hasta donde estaban.

-Harry – comenzó Draco – quiero darte mi verdadero regalo.

-¿El verdadero? – respondió Harry confundido, ya que a él le había gustado mucho el pijama.

-¿De veras piensas que un Malfoy, regalaría un pijama, viejo y usado?

-jajaj, pues si, lo pensé, pero creí que querías darme algo tuyo.

-No, solo te lo di para despistarte…éste es el verdadero.

Draco metió la mano derecha en el bolsillo de su pantalón, y saco dos anchos anillos de plata. Harry había quedado paralizado mirando como brillaban, brillaban mas que la luna.

Draco tomo la mano izquierda de Harry, y coloco el anillo (que tenia su nombre grabado por dentro) en el dedo anular del moreno. Harry, repitió con manos temblorosas, por la emoción, lo que su rubio había hecho. Volvieron a tomarse de las manos, si la tumba hubiese sido un sacerdote, seguramente se estuvieran casando.

-Esto solo es un símbolo – comentó Draco – no hay nada en el mundo que pueda representar lo mucho que te quiero…no – se corrigió -  lo mucho que te amo.

Harry sentía que todo alrededor daba vueltas, Draco Malfoy le estaba declarando su amor, le había dicho, que lo amaba. El moreno no podía articular palabra.

-Te amo Harry, no se como paso, no se cuando paso…pero es así, yo simplemente te amo.

Harry saltó a los brazos de Draco, temblaba y estaba comenzando a sentir como las lágrimas se agolpaban en sus ojos.

-Oh Draco, yo también…yo también te amo.

Ambos se quedaron así, simplemente así…abrazados, mientras la luna los iluminaba, la nieve caía suave sobre sus cuerpos, y Dumbledore era testigo de tan maravilloso e impensado amor.

-¿Cómo paso, como fue que esto paso, Hurón? – Dijo Harry rompiendo el abrazo, para pegar su frente a la de su amante, e intentar reflexionar.

-No lo se cara-rajada…no lo entiendo.

-Entonces no tratemos de buscar una explicación.

-Lo único que se es que te amo, y quiero vivir el resto de mi vida a tu lado – lo alejo unos centímetros para poder verlo directo a los ojos – Harry…acepto irme a vivir contigo.

-Oh, Draco, me hace tan feliz escuchar eso.

En ese mismo momento, miles de fuegos artificiales comenzaron a estallar en el cielo, sin duda provenían del castillo, indudablemente ya eran las doce.

Draco y Harry miraban el cielo maravillados, luego bajaron la mirada, para encontrarse.

-Feliz año nuevo, mi amor – le dijo Harry.

-Año nuevo, vida nueva…junto a ti – respondió Draco

Luego se besaron, y esta ves lo sintieron como nunca. La palabra “te amo” había sellado definitivamente su relación. Los fuegos seguían iluminando el cielo, la luna parecía brillar mas, y la nieve se había detenido.

-Larguémonos de aquí – susurró Harry al oído de Draco.

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Draco y Harry estaban dentro de la habitación principal, estaba iluminada solamente por tres velas, y los ojos de ambos.

Fueron despojándose de sus ropas lentamente, al mismo tiempo que intercambiaban, besos, caricias, y miradas.

Draco acostó a Harry en la enorme cama, y se deshizo de sus pantalones, y su ropa interior. Comenzó a besar debajo del ombligo de su amante, para subir lentamente, repartiendo húmedos besos por la extensión de su cuerpo. Llego a sus labios y los beso.

El rubio ayudó al moreno, quitando el resto de ropa que envolvía al primero, se entrelazaron, y comenzaron a disfrutar del calor del cuerpo de la persona que amaban.

Los besos comenzaban a ser mas intensos, los movimientos mas fogosos, las manos de ambos recorrían sus cuerpos, que comenzaban a adquirir un tono brilloso, producto del calor.

Draco atrajo a harry hasta su cuerpo, colocándolo arriba, estaba agitado, y se lo veía emocionado.

-Te quiero dentro mío Harry.

-Ya estuve muchas veces dentro tuyo – le dijo algo divertido.

-Pero esta noche es diferente.

Draco lo envolvió entre sus piernas, y el moreno lo penetró suavemente.

Se sentían completamente distintos a las otras veces, si bien eran emociones diferentes, eran igualmente hermosas, y únicas.

Esa noche estaban haciendo el amor por primera vez, era un acto de amor, y de unión, absolutamente entregados, el uno al otro.

-Te amo Draco – le susurraba Harry al oído.

-Yo también te amo, Harry, te amo tanto.

Los anillos brillaban a la luz de las velas, sus cuerpos parecían ser uno solo, sus besos se profundizaban, sus gemidos se elevaban, sus dedos se enterraban cada vez mas en la piel que ardía.

Harry apoyo su frente en la de Draco, y ambos terminaron en perfecta sincronía.

Luego de unos minutos de recuperación, Draco habló:

-Gracias Harry, has cambiado mi vida.

-Gracias a ti por dejarme cambiarla.

-Lamento haber tardado tanto.

-Tenemos toda una vida para recuperar el tiempo perdido.

-Una vida nueva a partir de esta noche.

-Te amo Draco.

-Y yo te amo a ti Harry.

El príncipe de Slytherin y el elegido, se abrazaron, y se quedaron dormidos, soñando con proyectos y expectativas para el futuro…un futuro no muy lejano.

Indudablemente estaban hecho el uno para el otro, complementados a la perfección, cada un tenia lo que al otro le faltaba, y eso daba un equilibrio y una estabilidad difícil de conseguir. También había amor, un profundo y verdadero amor, que nadie podría destruir…o quizá, eso pensaban.

Lejos de ahí, dentro de la madriguera, Ginny dejaba asomar una leve risa de costado, pues había encontrado una poción infalible, para separar a Harry y Draco, para siempre.