Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Junto a la tumba blanca por tenshi_kun

[Reviews - 285]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Perdon si tarde un poco... pero ya está aqui.

A leer!!!!

Luego de proporcionarles un estricto castigo a las chicas, Minerva se desplomó en el sillón detrás de su escritorio, contemplando ese libro de terciopelo negro gastado, que hacia tantos años no veía, y dudaba que siguiera existiendo.

 

El libro conocido como “magia negra del amor” era una especie de diario que estaba en la escuela desde que ella era estudiante, todas las brujas que lo encontraban, (por lo general eran grupos de jovencitas) escribían en él algún conocimiento sobre hechizos, pociones o encantamientos referidos al amor, y a como conseguir el corazón de la persona no correspondida.

 

Simplemente no podía entender como una chica de su propia casa fuera capaz de preparar semejante poción, cruel, y en donde se advierte que tendrá un rechazo para con su hijo… sin duda Ginny Weasley no estaba enamorada, estaba obsesionada con Harry Potter, y eso era mucho peor, y mas peligroso.

 

Luego pensaba en el salvador del mundo mágico, en todo lo que había sufrido ese chico y ahora, que estaban rehaciendo su vida, alguien la frustraba por un capricho. En Draco también pensaba, en lo fuerte que había sido, y aun es, al enfrentar el desprecio de casi todos los alumnos del colegio.

 

-Harry Potter y Draco Malfoy… ¿quien lo hubiera creído?

 

Se decía Minerva en voz alta… pero luego recordó que alguien que si lo consideraba posibles, ese fue Albus Dumbledore, cuando le dijo: “En todo Hogwarts, no hay dos personas tan distintas, y tan parecidas a la ves como Harry y Malfoy”.

A McGonagall comenzaron a brillarle los ojos, no solo por el recuerdo del difunto director, sino también, por lo que debían de estar pasando los chicos… era muy injusto, y lo que mas odiaba, era la injusticia.

       _______________________________________________________________

 

Los padres de Ginny habían vuelto desesperados de Rumania, tras la noticia de la salud de su hija.

 

-Ginny, hija, ¿Cómo estás? – le decía su madre, mientras la besaba.

 

-Estoy bien mama, no era necesario que vinieran.

 

-¡Como que no! Nos preocupó mucho la carta de Ron.

 

-Hija, ¿Dónde está Harry? – le preguntó algo molesto su padre.

 

Ginny hizo señas de no saber.

 

-¡Como que no sabes!, ¡que clase de padre es!

 

-Papá cálmate – le dijo Ron – creo que está en la oficina de McGonagall.

 

-Mejor aun, tengo deseos de hablar con ella, vamos.

  

Los señores Weasley, Ron, Hermione y Ginny, se dirigían a la dirección.

Tocaron la puerta del despacho, y la mujer se apresuro a guardar el libro que había sacado del cuarto de la joven, cuando los vio a todos ahí, se sorprendió.

 

-Hola a todos, ¿a que debo la sorpresa?

 

-Que tal Minerva, solo queríamos saber porque no se nos informo acerca del estado de mi hija – dijo el señor Weasley, algo enfadado – lo supe por una carta de Ron.

 

-En realidad no fue nada grave, no era mi intención preocuparlos.

 

-¿Y se puede saber donde esta el padre de la criatura, que no está con Ginny?

 

-Lo siento profesora – se disculpó Ron – creí que Harry estaba aquí.

 

-Pues ya ve que no, pero enseguida lo mando a llamar.

 

Minerva salió de su despacho, y unos metros mas adelante se encontraba el sr. Flinch.

 

-Puede usted ir a buscar a Harry Potter, dígale que venga urgente a mi oficina.

 

-Enseguida directora.

 

-¡Espera!, también dile a Draco Malfoy que lo espero en quince minutos en mi oficina.

 

-Claro.

 

Minerva iba a poner fin a esa injusticia.

 

Harry obedeció al instante, y como rayo fue al encuentro de la directora. Cuando entró, se quedo impactado al ver a todos los presentes.

 

-Oh Harry Querido – lo saludó Molly – ¿como has estado?

 

-Bien, gracias – mintió Harry.

 

-Al fin apareces muchacho – lo ataco el padre de Ron – ¿no deberías estar alado de Ginny?

 

Minerva notó que Harry se había quedado sin respuesta, y estaba comenzando a ponerse nervioso, así que salió al rescate.

 

-Seguramente Harry trabajaba en su discurso de graduación, yo se lo encargué.

 

-Muy bien… pero ahora debemos preparar otra cosa – dijo el hombre.

 

-¿Qué cosa? – preguntó Harry

   

-Como que cosa… la boda por supuesto.

 

La mirada de Harry  era de terror y desesperación, parecía que Voldemort hubiese vuelto. Ginny trataba de ocultar una sonrisa de victoria que hizo a McGonagall temblar de furia.

Harry no respondió, ya que un golpe en la puerta llamó la atención de los presentes.

 

-Adelante – dijo McGonagall

 

Draco entró, pero se paralizó en el umbral, al ver a todos ahí. El corazón de Harry se detuvo.

 

-Disculpen, yo vuelvo luego.

 

-No, no señor Malfoy, quédese un momento, por favor.

 

Ninguno de los presentes entendía nada, aunque la sonrisita de Ginny desapareció por completo. El rubio entro resignado, y el moreno comenzó a flaquear notoriamente.

 

-Prosiga, señor Weasley.

 

Algo confundido por la situación, el hombre obedeció a la directora.

 

-Bien…como decía, hay que comenzar a planear la boda.

 

Harry pareció cobrar fuerzas, sin duda la directora había hecho eso a propósito, tenia a Draco enfrente suyo, para demostrarle cuanto lo amaba.

 

-Yo no voy a casarme – dijo Harry firmemente.

 

-¡Como que no! – dijeron al unísono todos los pelirrojos.

 

-Yo me haré cargo del bebe… pero no voy a casarme.

 

La madre de Ginny comenzó a consolar a la chica, ya que lloraba, el padre se acerco peligrosamente a Harry para continuar:

 

-y dime… ¿Por qué no quieres casarte?

 

-Porque yo no la amo, yo estoy enamorado de otra persona.

 

El corazón de Draco palpitaba velozmente, mientras que Minerva sonreía orgullosa de la actitud del chico.

 

-No la amas… creo que eso no cuenta a la hora de acostarse con alguien ¿verdad?

 

-No recuerdo haberme acostado con ella – Harry seguía muy firme en su posición.

   

-¡Pero esto es cosa de locos!, mi hija no es una cualquiera Potter, ese niño que espera es tuyo.

 

-Ya se que es mío.

 

-¡Entonces!...a ver, Ginny, explícame de que habla el padre de tu hijo.

 

Ginny estaba aterrada, todo su plan se venia abajo, y ese maldito de Malfoy en la oficina solo hacia ponerla mas nerviosa. Al ver que nadie respondía, McGonagall entró en acción.

 

-Creo que yo se explicarlo – dijo – ¿reconoce esto señorita? – le dijo, mostrándole el diario.

 

Ginny no miró, solo lloraba.

 

-Tu si lo reconoces, ¿verdad Molly? – la madre de la chica aserto con la cabeza, se había puesto pálida.

 

-¿Que demonios es eso? – preguntó Ron.

 

-Esto lo encontré en la mesita de luz de Ginny, es un libro conocido como “magia negra del amor”, me temo que su hija realizó una poción del libro, y se la dio a Harry.

 

-Pero esto es inaudito – soltó el padre – Ginny di algo.

 

Pero la chica solo lloraba, su silencio no era mas que una confirmación.

 

-Alguien me puede explicar que hace Malfoy aquí – soltó Ron, para cortar el ambiente pesado que había.

 

Harry llegó a la conclusión que ya era la hora de enfrentar a sus amigos con la verdad, y de demostrarle a Draco que jamás lo traiciono. Pero por algún extraño motivo, tal vez el miedo, se paralizó… otra vez, Minerva al rescate.

 

-Harry, ¿quieres mostrar tu mano izquierda, por favor?

 

Ante la cara de confusión de todos, Harry lo hizo, dejando ver el ancho anillo de plata, que brillaba como pocos.

 

-¿Que significa esto profesora? – Comentó Hermione.

 

-Señor Malfoy, ¿quiere mostrar su mano izquierda?

 

Draco lo hizo, pero no había anillo en su dedo.

 

-Lo imagine – comentó McGonagall – me permite…

    

La mujer se acercó a Draco, y metió sus finos dedos dentro del cuello de la camisa del rubio, para dejar en libertad una larga cadena plateada. de donde pendía el mismo anillo de Harry.

 

El moreno no pudo contener un pequeño gemido de felicidad, acompañado de las lágrimas que comenzaban a brotar de sus ojos, Draco solo bajo la cabeza, ante el descubrimiento de su profesora.

 

-No entiendo nada – replico Hermione

 

-Señorita Granger, es usted muy inteligente… ¿no se da cuenta lo que pasa aquí?

 

Pero antes de que alguien respondiera, el moreno saco toda su valentía Gryffindor y escupió la verdad, le pese a quien le pese.

 

-Draco es la persona de la que estoy enamorado… y no voy a permitir que una mentira me lo arrebate.

 

-¡Como que mentira! – saltó Ron furioso, pero Harry no tenia miedo.

 

-Reconoce el error de tu hermana Ron, me engaño dándome esa horrible poción… pensó que con un hijo podría atraparme, pero no resultó.

 

Draco sentía ganar de lanzarse sobre él y besarlo hasta dejarlo sin aire, Harry se sentía mas valiente y poderoso que nunca… mientras Ginny lloraba el descubrimiento de su secreto, Hermione parecía petrificada, Ron y su padre se habían quedado sin palabras. McGonagall solo miraba satisfecha como esa injusticia llegaba a su fin.

 

Todos comenzaron a discutir por algo que no entendían, o mas bien, no querían aceptar, se había vuelto una batalla verbal entre todos los presentes, o casi todos, porque cierto rubio y cierto morocho, estaban perdidos en su mundo, como si nada a su alrededor existiera… mientras los otros discutían, Harry y Draco de acercaron, y como si hubiesen salido de una larga agonía, apoyaron sus frentes acompañado de un profundo suspiro de alivio.

 

Ginny vio la escena y enloqueció, saco su varita y apuntó contra Draco, convocando con toda su furia:

 

-Avada kad…

 

-Expelliarmus – Minerva fue mas rápida, e hizo volar la varita de la chica lejos de sus manos.

 

Como una fiera, Ginny se lanzó directo al cuello de Draco con un grito de furia… pero Harry se interpuso para que no lo dañara, al mismo tiempo que Ron tomaba a su hermana por detrás, para impedir esa locura.

   

La pelirroja estaba bajo un ataque de histeria increíble. Trataba de soltarse de su hermano a las patadas, lanzando puñetazos en dirección a Draco, que estaba cubierto por el cuerpo protector de Harry… sus gritos junto a su llanto, eran similares a de las mandrágoras.

 

-¡Llévenla a la enfermería! – Hablo Draco por primera vez

 

Sin mas discusión todos salieron de ahí, menos Harry, Draco y Minerva.

 

Los chicos se fundieron en un abrazo interminable

 

-Jamás te mentí Draco… te amo tanto.

 

-Lo siento Harry, lo siento muchisimo.

 

El beso que se dieron comenzaba a intensificarse… y McGonagall hablo, para que no pasaran a mayores.

 

-¿No habíamos quedado que tendrían sus encuentros fuera del castillo?

 

Los chicos se separaron, rojos como el fuego que sentían dentro.

 

-Profesora, muchas gracias… gracias – dijo Harry, para luego abrazarla.

 

-¿Como supo lo de la poción, profesora?– le pregunto Draco.

 

McGonagall agacho su cabeza y les respondió:

 

-Hace muchos años, yo también realice esa poción.

                   

 

Notas finales:

Titule el capitulo con el nombre de ella, sin duda que se lo merece!

Espero les haya gustado, dejen reviews :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).