Draco había ido a la mansión Malfoy a visitar a su madre para su cumpleaños, y Harry aprovecho para ir a la madriguera, aunque le había dicho al rubio que no iba a hacerlo. En realidad el moreno estaba preocupado por Ginny, no particularmente por ella, sino, por el bebe.
Harry entró a la madriguera recibido amablemente por Molly y Arthur.
-Que bueno que viniste, Harry, ¿Como has estado? - preguntó el hombre.
-No muy bien… me preocupa Ginny, es decir, tiene a mi hijo dentro suyo.
-Harry, no tienes nada de que preocuparte, aquí la estamos cuidando, ella no cometerá ninguna locura – lo tranquilizaba Molly.
-Si, lose… pero me gustaría hablar con ella.
-No creo que sea buena idea, ella aun esta muy dolida.
-Pero tengo derecho a saber como está, puede repercutir en el bebe.
-Despreocúpate Harry, el embarazo marcha bien, cualquier cosa que suceda, buena o mala, te enviaremos una lechuza.
Harry iba a replicar e insistir, pero en ese momento se abrió la puerta trasera, dejando ver a un triste Ron. Este al ver a su amigo se paralizó.
-Hola Ron.
El pelirrojo no le respondió, se dio la vuela para irse por el mismo lugar donde había venido.
-Creo que debes ir a hablar con el primero.
Harry obedeció a la mujer y salio algo asustado al patio trasero, donde estaba su amigo sentado en un tronco viejo. Cuando lo vió llegar, levanto la mirada y dejo asomar sus lagrimas.
-Ron, es tiempo de hablar.
-Ya es tiempo.
-Amigo, ciento no haberte dicho lo de Draco.
-Es tu vida Harry, no debes darme explicaciones.
-Jamás les oculte nada, ni a ti ni a Hermione, pero esto era bastante complicado.
-Lo entiendo – le decía, aunque parecía no ser sincero.
-Que actitud Ron, no me convence lo que dices.
-Es que no me importa con quien andes Harry, no estoy dolido por que nos ocultaste lo tuyo con Malfoy.
-Entonces…
El pelirrojo dejo de mirar el piso, para clavar su mirada en las esmeraldas de Harry.
-Sabes lo que es enterarse que tu hermana hizo una de las peores pociones del mundo mágico y se la dio a mi mejor amigo… sabes lo que se siente escuchar a tus padres decirle a tu hermana que es una decepción y una vergüenza para la familia… sabes lo que siento al saber que mi hermanita espera un hijo al que no quiere.
Harry se había quedado sin palabras frente al llanto de Ron, lo único que pudo hacer fue abrazarlo tan fuerte como jamás lo había hecho.
-Lo siento tanto Harry… aun no puedo creer lo que hizo Ginny – le decía, hecho un mar de lágrimas
-No debes disculparte amigo.
-No quiero imaginarme cuanto has sufrido… te mereces ser feliz luego de todo lo que pasaste.
-Soy feliz Ron, te tengo a ti y a Hermione, estoy enamorado como un gran tonto, y voy a tener un hijo, no puedo pedir nada mas.
-De veras Harry, ¿quieres al bebe?
-Claro que si Ron, y tendrá muchos tíos.
-¿Hablas en serio?
-Claro que si, ustedes también son su familia, el bebe tiene derecho de crecer junto a ustedes… además no podría hacerlo solo.
-Y que hay del hurrón.
-Si a Draco te refieres…el está muy feliz también, pero ambos somos muy jóvenes y queremos estudiar aun, así que necesitaremos ayuda.
-Yo amigo, yo cuidare al bebe cuando tu no puedas… yo lo haré.
-Así será Ron.
Los amigos volvieron a abrasarse, y para el alivio de ambos, toda esa pesadilla había pasado.
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El tiempo transcurrió pasiblemente y rápido… tanto así, que Harry debía apurarse para hacer su discurso de graduación, unas pocas semanas mas, y se despedirían de Hogwart.
Era un fin de semana, y Draco junto a Harry, estaban terminando de arreglar algunos detalles de su casa.
-¿A que te refieres? – le preguntaba Harry algo confundido.
-Ya sabes… aquí ya no viven los Black, no crees que deberíamos llamar a la mansión de otra forma.
-Puede que tengas razón, es nuestra ahora… ¿Qué tienes pensado?
-¿Que tal la mansión DRARRY?
Luego de meditarlo unos segundos, Harry respondió:
-Alguna vez te dije cuan perfecto eres – Se refería a la maravillosa idea de su pareja, camino hasta él y lo abrazó.
-No es necesario, lo se.
-Slytherin arrogante.
Junto a estas palabras, Harry lo empujó en el sillón más grande de la sala y se lanzó sobre él.
Lo empezó a besar apasionadamente, mientras que Draco abría las piernas para dejar a Harry en medio, y así sentir el exquisito roce de sus miembros debajo de la ropa.
El moreno mordía al rubio, estirando su labio inferior, haciéndolo gemir… pensaban que estaban en lo mejor, pero… una inoportuna lechuza golpeo con su pico en la ventana.
-Demonios, maldito animal – se quejaba Draco.
-ooooh ¡ya voy ya voy! – decía Harry que se levantaba con dificultad, y mucha fuerza de voluntad.
Harry se acercó a la ventana y la abrió, le dio a la lechuza un dulce, y luego de desatar la carta de su pata, se fue volando.
-¿Que sucede? – le preguntó Draco, al ver que Harry veía la carta algo nervioso.
-Es de Molly.
-Y bien… que esperas.
-Que tal si son malas noticias… leela tú.
Draco rompió el sobre y comenzó a leer la carta, Harry miraba atentamente todas sus expresiones, eran de asombro, sus ojos se abrían cada vez mas, comenzaban a brillarles, y su labio inferior temblaba.
-Draco, no me asuste, ¿que paso?
-Un niño – dijo, al mismo tiempo que una pequeña lágrima caía sobre su mejilla.
-¿Que cosa?
-El bebe… será un niño.
Harry le arrebato la carta de la mano para leerla, la carta decía.
Querido Harry: Ginny fue a hacerse los respectivos estudios que requiere el embarazo, el bebe esta en perfectas condiciones, y por la poción, nacerá justo 9 meses después de ser concebido… si mis cálculos no me fallan será el primero de noviembre. Envíales saludos a Draco. Por cierto… será un niño!! Felicitaciones.
La carta temblaba en las manos de Harry, sus hermosos ojos verdes comenzaron a llenarse de lágrimas… un niño, un varoncito, la emoción no le cabía en el pecho. Levanto la vista para encontrarse a Draco, con una mirada soñadora y sus mejillas sonrojadas.
-Seremos padres de un niño – Le dijo Harry
Pero Draco no le contestó, lo abrazo muy fuerte y lo beso.
-Primero me salvas la vida… luego salvas a mis padres, y ahora compartes tu hijo conmigo…
Draco no pudo terminar de hablar, Harry había tirado la carta al suelo, y luego se dejo caer sobre el cuerpo de Draco.
Invadidos por la emoción y la alegría, comenzaron a hacer el amor, sintiéndose las personas mas afortunadas del mundo… sin duda después de tanto sufrimiento, venia una hermosa recompensa.
Luego de demostrarse físicamente cuanto se amaban, y lo felices que se sentían, ambos estaban tirados uno arriba del otro sobre el enorme sillón. Draco sobre Harry, le delineaba la cicatriz con su dedo, mientras hablaban.
-Que te parece James Lucios Potter Malfoy – le sugería Draco.
-No, no me gusta… en realidad solo puedo pensar en un solo nombre.
Draco dejo de acariciar su cicatriz para decirle:
-¿Albus?
Harry acertó con la cabeza, y sonrió.
-Me parece perfecto Harry… Albus Potter Malfoy, suena perfecto.
-Y que tal… Albus Drarry Potter Malfoy.
-Mejor aun.
Luego de hablar por algún tiempo, los dos se quedaron dormidos, soñando con ese niño que les cambiaria la vida, si era posible que sus vidas pudieran cambiar aun mas.