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Junto a la tumba blanca por tenshi_kun

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Notas del capitulo:

Hola a todos!! les cuento que estoy feliz, feliz, feliz... es que termine de dar las materias de este año en la universidad, y me ha ido muy bien!!

Estoy tan contenta que subo antes el capi jaja.

En este capitulo ha pasado un tiempito desde que Albus nacio, ya casi tiene un añito... A leer!!!

Las fiestas de ese año sin duda habían sido las mejores hasta ahora. La mansión Drarry recibió a todos los que quisieran celebrar… Narcissa estuvo ahí, junto a su hermana Andrómeda y el pequeño Teddy, Ron y Hermione también, McGonagall paso solo un instante a saludar, igual que los señores Weasley que luego se fueron a la casa de Bill y Fleur… Aunque había un pequeño problemita.

 

El año había empezado muy prometedor para los jóvenes padres, Draco consiguió ser el único pasante en San Mungo por sus excelentes calificaciones, y Harry logró ser el ayudante del jefe de aurores. El pequeño Albus estaba creciendo cada día, sano y juguetón… travieso seria mejor decir, es que le gustaba mucho agarrar de las orejas a Kreatcher, y romper sus juguetes con la varita mágica para niños que le había regalado su madrina Minerva… Aunque había un pequeño problemita.

 

Se podría decir que cuando uno se siente completo y feliz, el tiempo pasa volando sin darnos cuenta. Luego de unas hermosas vacaciones de verano en el Valle de Goddic, Harry y Draco comenzaban el segundo año de sus carreras.

Ambos se desenvolvían perfectamente entre el estudio, su hijo, y sus amigos… después de todo aun eran muy jóvenes, pero habían demostrado responsabilidad y madures ante todos… Aunque había un pequeño problemita.

 

-Al, ¡ven aquí!, Albus NO.

 

Draco corría por toda la casa tratando de atrapar al pequeño Al que volaba velozmente en su escoba de juguete. Había llegado esa mañana con una lechuza, y desde que la vio no pudo bajarlo, gracias a merlín que al ser de juguete no se levantaba a gran altura, pero aun así la consideraban peligrosa.

 

Harry llegó ese día un poco mas tarde de la academia, y al entrar a su casa, vio, como todos los días, su sueño hecho realidad. La poción ya había hecho sus efectos, otorgándole al bebe rasgos similares a la persona que corresponda el amor de su verdadero padre. Día a día el pelo castaño de Albus se fue destiñendo, hasta llegar a ser una hermosa y desordenada cabellera platinada, su piel se había puesto mas blanca y suave como la leche, sus ojos no había cambiado, seguía teniendo el mismo verde intenso con los que nació… Albus era la combinación perfecta entre Draco y Harry.

 

-¡Hola!

 

-Harry, que bueno que llegaste… ¡mira eso!

 

-Una escoba de juguete – le respondió Harry, que veía orgulloso a su hijo dar vueltas en ella por toda la sala.

 

-El irresponsable de mi padre se la regalo.

 

-Haay Draco, no hagas tanto problema, es de juguete.

 

-Es una Saeta de fuego para niños, ¿Qué tal si se cae, y se lastima?

 

-Apenas está a un metro del piso.

 

-Es culpa de mi papá, cumple todos sus caprichos sin importar cuan peligrosos sean.

 

-Es un abuelo orgulloso, gracias a Merlin.

 

Harry dio por terminada la conversación, yendo hacia arriba para darse un baño, dejando a Draco aun corriendo detrás de la escoba.

La cena fue muy tranquila, con charlas acerca de sus estudios y demás, como siempre Albus tiro su papilla por todos lados (inclusive la cabeza de Draco).

 

Harry lo llevó dormir, mientras Draco se lavaba el puré de zanahorias y papas que tenia en el pelo… Aunque había un pequeño problemita.

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Gracias a Merlin era viernes, y había salido de sus clases prácticas en San Mungo. Paso a buscar a Albus por  la Mansión Malfoy, no sin antes darle un buen discurso de irresponsabilidad a Lucius (que ya había salido de Azkaban) por comprarle una veloz escoba a un niño de casi un año.

 

Draco sabía que los viernes Harry llegaba tarde en la noche luego de terminar los informes semanales con el ministro, así que después de dormir a Albus, se fue a relajar a su habitación con un buen libro.

 

Estaba muy aburrido, extrañaba a Harry, y necesitaba algo… algo… como si su mano tuviera vida propia comenzó a abrirse los botones de su camisa mientras se acariciaba el pecho, el abdomen, hasta llegar a la cintura de su pantalón e introducir su mano adentro. Eso era justo lo que necesitaba.

Draco comenzó a masturbarse suavemente, sin saber que Harry entraba por la puerta, al salir mas temprano de la academia.

 

El moreno subió las escaleras… la primera habitación era la de Sirius, luego la de Albus, entro, y le dio un pequeño beso sin despertarlo… cuando llegó a la puerta de su habitación, escucho unos suspiros y suaves jadeos desde adentro y se tenso, se puso nervioso, y se imagino lo peor.

Temeroso pero seguro, abrió la puerta lentamente, sintiendo como su alma volvía al cuerpo nuevamente.

Harry se quedo espiando la escena mas sexy y erótica que hubiese visto en su vida… el increíble rubio que tenia por novio, estaba en la cama, con su camisa abierta y… ¡tocándose!. Al instante sintió un tirón en sus pantalones, es que con semejante vista cualquiera lo sentiría.

 

-¿Necesitas ayuda?

 

-¡Mierda Harry! ¿que haces aquí?

 

-Como que hago… es mi casa.

 

-Si… es que…llagas temprano – balbuceaba Draco, aun avergonzado.

  

-Por suerte.

 

Harry se fue acercando lentamente a la cama, con mirada lujuriosa. A gatas se subió hasta quedar alado de Draco y susurrarle al oído.

 

-¿Quieres que termine por ti?

 

La respuesta del rubio fue un apasionado beso, que fue correspondido de la misma manera por el moreno.

Harry fue bajando delicadamente su mano hasta donde la tenia Draco minutos antes, y comenzó a moverla lentamente haciendo que su sexy compañero comenzara a suspirar.

Mientras movía la mano cada vez mas veloz, el Gry se entretenía con su boca, su cuello y sus pezones, haciendo que éste siguiera suspirando mas intensamente.

 

Y en ese instante apareció el pequeño problemita reiteradas veces mencionado.

 

El llanto de Albus en el cuarto de alado, interrumpió el caluroso encuentro entre ellos. A regañadientes Harry se levantó para ir a ver a su hijo, dejando a un Draco molesto, frustrado y muy excitado.

 

El verdadero problemita era que ambos ya habían olvidado cuando fue la última vez que habían tenido sexo decente, sin interrupciones, ni jornadas de estudio. Desde que habían comenzados sus carreras, y con la llegada de Albus, Harry y Draco le dijeron adios a esas apasionadas noches de sexo, en donde temían por su salud cardiaca y la resistencia de la cama… ahora solo debían conformarse con algunas caricias, antes que alguno cayera dormido por el cansancio, o sus encuentros no duraban mas de quince tibios minutos… había que hacer algo RAPIDO.

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En una de esas aburridas clases del día, Harry recordó que faltaba solo una semana para cumplir dos años junto a Draco… ya habían pasado dos hermosos años desde que se dieron su primer beso en la sala de los Menesteres. Harry comenzaba a planear en su cabecita como darle un inolvidable aniversario.

 

En el transcurso de esa semana, Harry había ido a la casa de sus tíos muggles a buscar lo ultimo que quedaba de sus pertenencias, y ahí descubrió el regalo perfecto para Draco, había olvidado completamente donde estaba, y de casualidad lo volvió a encontrar… sin duda sería perfecto.

 

El regalo estaba listo, ahora había que ir a hablar con Narcissa para que le haga dos favorcitos. Junto a Albus aparecieron en la sala de la mansión Malfoy.

 

Al verlos, Lucius se levanto de su sillón y corrió graciosamente hasta ellos.

 

-Hooola, ¡mi bebe! – dijo en un tono muy divertido, agarrando al pequeño y dándole vueltas por el aire, haciendo que éste riera de la forma mas dulce jamás imaginada. Para alivio de Harry y Draco, el mayor de los Malfoy se había enamorado a primera vista de su nieto.

  

-Hola Lucius, ¿como esta todo?

 

-Bien, como siempre – jugaba al niño, mientras acariciaba su nariz por la pequeñita del bebe.

 

-Necesito hablar con Narcissa ¿esta aquí?

 

-Si, esta tomando el té en la biblioteca.

 

Harry se encamino a hablar con ella, dejando a Lucius jugar con Albus… era obvio el cariño que el niño tenia por el hombre, y por su largo cabello, con el que jugaba todo el tiempo. El moreno toco la puerta y luego la abrió.

 

-Harry querido, que sorpresa – le dijo amablemente Narcissa.

 

-Hola Narcissa, ¿Cómo has estado?

 

-De maravilla Harry, estoy tan feliz de tener a Lucius de vuelta.

 

-Me alegro, deje a Albus con él, están jugando en la sala.

 

-Ama a ese niño, le recuerda a Draco de pequeño, es increible como nos ha cambiado la vida.

 

-Tienes mucha razón, es por eso que necesito pedirte un favor.

 

-Te escucho – y le hizo señas para que se sentara en el sillón.

 

-Quisiera saber si pueden cuidar a Albus el fin de semana.

 

-Pero Harry eso ni se pregunta, por supuesto.

 

-Gracias, veras… el sábado cumplimos dos años juntos con Draco.

 

-Dos años ya, si que pasa el tiempo.

 

-Y yo quería estar a solas con el, en realidad hace mucho que no…

 

-Que no…

 

-Bueno… somos muy jóvenes, en fin… solo quiero que cuiden al bebe el fin de semana.

 

-Claro Harry despreocúpate.

 

-Ah… antes de irme ¿tiene el uniforme de Slytherin de Draco?

 

-Si, tengo guardado el de todos los años.

 

-Que bien… porque Draco quiere el de su ultimo año, como recuerdo, ya que yo aun conservo el mío.

 

La mujer fue a buscar el uniforme y se lo dio a Harry, luego de intercambiar unas ultimas palabras salio de la biblioteca dejando a Narcissa con una sonrisa de costado y entendiendo absolutamente todo, sin que Harry le haya dicho nada.

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La noche del sábado había llegado, y Harry estaba frente al espejo retocando los últimos detalles, jamás en la vida imagino usar esa ropa, pero sabia que a Draco le gustaba y esa noche seria toda para él, visualizo el regalo… estaba listo en su cajita de terciopelo.

Draco debía de estar por llegar del hospital, así que Harry se apresuro a bajar, no quería perderse ni un segundo de la expresión de Draco cuando lo viera.

La puerta se abrió minutos después dejando entrar al rubio.

 

-Hola.

 

Draco no respondió el saludo, se quedo con los ojos desorbitados y la boca abierta cuando vio al mismisimo Harry Potter vestido de manera impecable con el uniforme de Slytherin.

 

-Feliz aniversario – le dijo Harry, al ver que aun no reaccionaba.

 

-¿Que haces vestido así?

 

-¿Te gusta?

 

-¿Estas bromeando?, es mi fantasía desde que estamos juntos, y debo admitir que antes también.

 

-Lo se, por eso lo hice – el moreno comenzaba a acercarse cada ves mas.

 

-¿De donde lo sacaste?

 

-Tu mama me lo dio.

 

-¿Mi mama? ¿Y que le dijiste?

 

-Una mentirita… a propósito, Albus esta con ellos, tenemos toda la noche… sin interrupciones – ya estaba completamente pegado a su cuerpo y observándolo con una mirada depredadora.

 

-Suena genial.

 

-Lo es.

 

Harry no quería perder ni un según mas, con pasión atrapo los labios de Draco, tan de repente, que éste dejo escapar un suave gemido de sorpresa.

 

-Por cierto – dijo el rubio separándose solo unos milímetros – feliz aniversario.

 

-Vamos a la habitación, hay algo para ti.

 

-Mmm, amo las sorpresas.

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, yo espero sus comentarios.

Les agradesco a todos por las cosas hermosas que me escriben, me hacen super feliz y con ganas de continuar... a este fic le queda poco pero tengo otros en mente ;)

Les prometo un super lemon como regalo de navidad jaja, Besos!!


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