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Putita por Pame_otaku

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

*Songfic basado en canciones de los Babasonicos.

*Oneshot (Tal vez, Threeshot)

*SasuNaru

Notas del capitulo:

Ohayo!!  ^^

En base a que tal vez la pagina AMOR YAOI se cierre T.T y a que preferia capear de hacer el trabajo de taller escribiendo yaoi xD subi este fic que tenia guardado y en realidad no pensaba subir hasta que terminara aunque sea un fic (ejem, Naruko).

En fin, lo escribi mientras me gustaban algunas canciones de los Babasonicos (que ahora, no soporto mucho en realidad ¬¬  )

Espero les guste y no olvideis comentar ^0^

 Capitulo 1: Tenias que ser de todos…

Sin piedad dejás atrás

un séquito de vana idolatría.

 

Le había costado más del dinero que sacaba en un mes eliminando a varios de los enemigos de Orochimaru (respaldado eso si por Taka al completo). Aquella desorbitante cantidad de dinero había desembolsado sin dudar en aquel cheque que acababa de firmar con su pulcra y refinada firma.

 

Sos tan espectacular que no podés ser mía nada más.

 

Era ridículo. El jamás caía en banalidades de ese tipo, aun así, no sabia porque, pero lo hizo.

Había pagado. Pagado por una puta.

Una putita,  bella y altiva.

 

Tenías que ser de todos.

 

Todo se remontaba a una oscura noche, en que había estado como siempre de guardaespaldas de su jefe el viperino.

Sasuke Uchiha que solo buscaba un poco más de poder e influencias solo para cazar a su hermano y matarlo con sus propias manos. Se acompañaba de su grupo “Taka”, dos chicos (Suigetsu y Juugo) y una chica (Karin) que el mismo había escogido por sus habilidades y sangre fría.

 

Aquel trabajo le desagradaba tanto como su vida, en la que su apariencia perfecta y bella, su personalidad fría y atrayente y sus bolsillos llenos del dinero que generosamente le llenaba Orochimaru le hacia sentirse tan asqueado como estar frente a su hermano y/o jefe viperino.

 

La piel, los labios donde roza la bambula serán mi prado, mi vergel.

 

Se había sentado como siempre a  la izquierda de Orochimaru, ya que la derecha la ocupaba la “mascota” de este, Kabuto, su asistente fiel y amante ocasional.

A Sasuke le asqueaban tanto como estar sentado ahí y vigilar una vida miserable y ruin que merecía ser exterminada. Tanto como las miradas de quienes le adoraban en secreto.

Desde Karin, hasta la desconocida pelirrosa que insistía con un contacto visual con el Uchiha, todas buscaban algo de aquel vacio y frio chico, algo que jamás conseguirían.

Todo era por la venganza. Debía resistirlo y no dejarse arrastrar por el hoyo negro que le estaba carcomiendo desde la personalidad, a los sueños y recuerdos, y lo volvía un cascaron vacio pero a la vez lleno de un odio impoluto hacia su hermano, el asesino de su familia al completo.

 

Ya sé el camino a la fama no significa nada si no hay una misión. ¿Cuál es? Hacerte muy putita, probar tu galletita con toda devoción.

 

Vigilando a aquellos que podían resultar sospechosos, escucho el anuncio de la llegada de uno de los más importantes grupos peligrosos de la ciudad: Akatsuki.

Sabía que su hermano se había unido a ellos y que ahora estaba en una misión de trata de blancas  lejos de aquí, así que no le importo demasiado el hecho de que el mismísimo líder de aquella organización estuviera presente.

-Pein-san esta aquí-murmuro Orochimaru poniéndose de pie de golpe. Sasuke enarco una ceja extrañado de que su jefe, uno de los máximos líderes de la mafia se pusiera así de tenso y tratara con tanto respeto a una persona.

Lo imito al igual que Kabuto, al ver acercarse a un joven de no más de 26 años, con el cabello anaranjado en puntas, y con bastantes piercing repartidos por su rostro, rodeado únicamente de sus seguidores.

Vestía de negro al completo, a excepción de su corbata totalmente roja, del color de la sangre.

Tenía un rostro frio y serio, y en cuanto estuvo a pasos de Orochimaru, el aludido hizo una exagerada reverencia que hizo que su largo cabello negro rozara el suelo.

Sus empleados lo imitaron.

 

Ya sé, ya sé cuál es... ya sé.

 

Sasuke levanto sutilmente el rostro mientras los lideres se saludaban, cuando extrañado vio tras Pein a un chico. No tendría más de 17 años y tenia cara de soberano aburrimiento.

 

Derramás esa impresión de ser la acción que encarna la ternura.

 

Era bajito y delgaducho, con la piel tostada y los ojos inhumanamente celestes. El cabello era de un rubio vistoso adornado con pequeñas flores dispersas en el, y sobre las mejillas tenia tres marcas a cada lado. Vestía con un kimono  con bordados de flores calipsos en los extremos, a simple vista pasaba como una chica de extrema belleza.

 

A tu alrededor no hay humildad, la Venus es caricatura.

 

Al notar la mirada del Uchiha sobre él, le miro disimuladamente y tanto sus ojos claros como los oscuros del Uchiha chocaron de frente. El chico rubio le sonrió un segundo, de forma tan provocativa que un escalofrío recorrió la espalda del moreno que quedo de una pieza embobado viéndolo.

 

Tenías que ser de todos. 

 

-Veo que esta acompañado-comento de pronto Orochimaru con interés, y el rubio volvió su mirada al frente.

-Así es-respondió secamente el de Akatsuki moviendo sutilmente el brazo, el ojiazul entendiendo aquello dio un paso al frente- Es Naruto, mi acompañante.

 

La piel, los labios donde roza la bambula…

 

-Mucho gusto ttebayo-saludo con elegante inclinación volviendo los ojos amarillentos de Orochimaru a unos cargados de insano deseo.

 

serán mi prado, mi vergel.

 

-¿Cuánto?-soltó sin pensarlo el viperino y entonces Sasuke lo entendió. Una puta. Eso es lo que era aquel desquiciante pequeño.

 

- Bastante ¿No, Naruto?-comento Pein sonriendo y el ojiazul junto a él sonrió también,   y sin que el resto lo notara miro significativamente a Sasuke que trago pesado- Bien, nos vemos Orochimaru-concluyo Pein y Naruto junto a él hizo una reverencia volviendo a su puesto tras el líder de Akatsuki.

 

Ya sé…

 

Desde ese día una extraña obsesión consumió a Sasuke. Debía conseguirlo, y aunque sea estar respirando el aire que botaba aquel muchacho provocador.

 

…el camino a la fama no significa nada, si no hay una misión.

 

Lo averiguo por su cuenta, metió a Taka a esto, y hasta le pidió consejo a Orochimaru y al final gracias a su insistencia y tenacidad logro una cita con Naruto.

Una noche tan cara como jamás pagaría por una.

 

¿Cuál es?

 

Cuando cancelo aquel cheque y entro a la habitación donde debía encontrarse con aquel rubio, las manos comenzaron a temblarles sin control.

En cuanto entro, se encontró con aquellos ojos brillantes mirarle divertido.

 

Hacerte muy putita,

 

No necesitaba decir nada. El deseo le estaba quemando desde adentro, no se fijo en nada a su alrededor y totalmente cegado  cruzo la habitación de un par de zancadas.

Tomándolo de aquella minúscula cintura y rozando su nariz (que expulsaba aire caliente tal como toro embravecido) por la tostada piel de la putita, metió sus dedos con ansias dentro del kimono anaranjado que usaba esta vez.

 

…probar tu galletita…

 

-Naruto-dijo en un ronco susurro, pronunciando una vez más aquel nombre que escucho aquella primera vez y que se había repetido sin cesar en su mente desde ese entonces.

-…Sasuke-respondió sonriendo, sabiendo lo que provocaba en sus clientes.

 

…con toda devoción.

 

Y así aquella noche, Sasuke supo lo que era realmente desear algo (que no fuera su venganza) con todo el corazón y lograrlo.

Gastando ridículas sumas de dinero siguió viendo a Naruto cada vez que podía, siempre estaba justo de dinero y hacia el doble de trabajo solo para conseguir aunque fuera una noche al mes con el rubio.

Estaba volviéndose adicto.

Cada vez que entraba a las diferentes habitaciones lujosas de los hoteles que Naruto pagaba, se encontraba aquel cabello brillante y bello, esa piel delicada y suave, esos ojos hermosos, ese cuerpo delgado y esos labios pequeños y rosáceos, le estaban generando una nueva y extraña sensación: la de felicidad.

 

Ya sé, ya sé…

 

Y aun así, de un tiempo a esta parte, otro pensamiento le estaba carcomiendo las ideas: el que Naruto no fuera solo de él. No era un pensamiento. Los celos comenzaban a punzarle muy cerca del corazón.

No importaba cuanto besara el pecho de Naruto, el cuello de Naruto, las mejillas de Naruto,  siempre le quedaba la sensación de que alguien más, le tocaría de la misma forma que él, antes o después. Y eso lo trastornaba. Eso lo estaba trastornando.

 

Cual es... Ya sé.

 

-¿Sucede algo teme?- pregunto Naruto con el pecho desnudo, sentado sobre las blancas sabanas del hotel.

Sasuke le rozo el pecho con la yema de los dedos. Naruto. Naruto. Naruto. Era todo lo que resonaba en su cabeza y pecho, y gracias a su obsesión no se le había ocurrido nada mejor que mandar a los chicos de Taka a seguirlo e investigarlo.

 

Ya sé, ya sé…

 

Y solo le habían confirmado lo obvio: Naruto era una puta. Una putita que complacía a los más acaudalados de los negocios oscuros del mercado. Desde Sai un joven coleccionista de obras de arte del mercado negro, hasta Gaara del desierto un joven líder de un país cercano a Konoha, Suna.

Ambos tenían el doble y hasta el triple de recursos que Sasuke, y por más que le diera vueltas al asunto, no tenía nada que ofrecerle a Naruto. Nada.

 

Cual es... Ya sé.

 

-¿Qué haces con los otros?-soltó Sasuke sin pensar, arrepintiéndose de inmediato. El rubio se sorprendió un segundo.

El sentimiento posesivo que estaba generando en el pelinegro ya lo conocía en otros, y sabía manejarlo.

Debía cortar ahora cualquier indicio de propiedad que no existía. Ya que él no era de nadie para siempre, el solo pertenecía a sus amantes momentáneamente por las horas que pagara, y solo casualmente.

Caprichoso, pero experto en aquellas artes, hace mucho había aprendido a separar el corazón del cuerpo.

 

Ya sé, ya sé…

 

Y aun así, no supo porque, pero aquel rostro bello, entre lo triste y vacio de Sasuke, le recordó su propia imagen años atrás, cuando siendo huérfano se inicio en lo más bajo de la prostitución para poder sobrevivir.

-Aburrirme-respondió sonriendo amablemente para luego abrazar al ojinegro metiendo su rostro bajo el cuello del moreno- Y pensar mucho en ti, Sasuke teme.

-Mentiroso-contesto el Uchiha. Sabía que aquello era mentira, pero le alegro de forma estúpida. Realmente le alegro.

Debía aceptarlo.

Así matara a todo el que se acercara a Naruto, o juntara todo el dinero del mundo, aquel chico volátil ya tenia una vida, igual que él y su venganza.

 

Cual es...

 

Naruto se separo de él y Sasuke le beso con cariño la frente.

Le rozo el rubio cabello, ligeramente sudado y pegado a su frente.

Sus ojos traviesos brillaron con  dulzura. El Uchiha pasó sus pálidas manos por los hombros tibios del ojiazul, descendiendo por ellos, volviendo la piel de gallina del más pequeño.

Lo acostó en la cama y termino de quitar el bello kimono del rubio.

El vientre plano de Naruto subía y descendía con ligereza.

La caliente y ávida lengua del moreno fue creando un camino de salvia por aquel bello cuerpo, que reía divertido ante aquellas húmedas caricias.

Enredo sus dedos en el ébano cabello en punta de Sasuke, el que alzo sus ojos negros que chocaron otra vez con esos ojos celestes como la primera vez.

El de las marcas le acaricio el rostro siempre serio de Sasuke, el cual los detuvo apretándolos entre sus dedos.

Los acerco a sus labios y los beso, para luego enredarlos con sus propios dedos.

Ya sabia cual era la situación, y aunque le punzara aun con dolor, en estos momentos, solo en estos momentos, podía olvidarlo y amarlo sin control.

-Naruto…-le susurro al oído, saboreando aquel nombre mientras le mordía el lóbulo. Naruto  flecto sus rodillas, mientras ayudaba a que Sasuke entrara en él.

-Sasuke…-respondió con cierto dolor al sentir la primera penetración en él, y luego la salida. El placer comenzaba a embriagarlo. A embriagarlos.

Iba desde las rubias cejas, para seguir por los parpados y luego por las mejillas marcadas del Uzumaki.

Le acariciaba el rostro intentando grabar en su mente el rostro sonrojado de Naruto, solo para guardarlo entre las semanas que no lo vería, y que su “dobe” estaría con otros.

Iba con más rapidez, mientras penetraba más y más adentro, haciéndolo jadear de placer, tan sensualmente y espectacular, que llenaba de una sensación que le explotaba en el pecho a Sasuke.

Y debía conformarse con eso. Solo con eso.

Lo sentía, la sensación caliente que le recorría el bajo vientre y que exploto dentro de Naruto.

Un nuevo orgasmo. Como siempre (y solo) le pasaba con Naruto.

Y miro aquel rostro sonriente que le besaba, y abrazaba.

Y también miro la mañana, que le indicaba que la noche con la “putita” había terminado, ahora debía trabajar y tal vez (solo tal vez) mientras intentaba cumplir su venganza, podría lograr que Naruto fuera solo suyo, y no fuera de todo. Como la putita que era.

Ya sé.

Notas finales:

Les gusto??

Si me insisten arto, tal vez le haga conti, pero solo si me insisten a rabiar xD porque de verdad que ahora no me gustan nada-nada los Babasonicos, en fin, si es que le hago conti a  este Oneshot, se titularia:

 

Capitulo 2: Era programable en cuestiones del amor…

Que es la canción "Yegua" y seria contado por el Naru.

 

Capitulo 3: Te llame, para vernos…

Que es la canción "Pijamas" y seria contado por el Sasu.

 

*Ojo, las conti son solo suposición =)

Y sigo insistiendo que me ayuden las lectoras de Chile y voten por mi aqui, ne? http://www.ideasjovenes.cl/proyecto.php?id=108

 

 


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