-·~¹'°¨°'¹i|¡ Moriría con tu ausencia ¡|i¹'°¨°'¹~·-
Por: Kazumi-chan
Primer y único capitulo:
"Lloraras"
- No podemos seguir juntos, entiéndelo, me voy... - dijo dándole una de sus muchas miradas llenas de frialdad.
Hoy ha terminado el amor de los dos
Quizás amarte tanto, ese fue mi error
Hoy no sentirás nada pero pronto veras
Que el amor que te di nadie lo igualara
Los hermosos ojos brillantes y llenos de vida, ahora se encontraban aguados y tristes, su cuerpo tembloroso, de rodillas en el piso apoyado en sus manos, para no derrumbarse, mientras que su rostro mostraba confusión, no creía lo que sucedía, repentinamente se quiere marchar, dejarlo, el hombre que ama, se encontraba ahora con sus maletas en mano, mirándolo con indiferencia, listo para en cualquier momento salir por esa puerta que le daba cercana, ya todo ahí acababa, No sabia la razón de su partida tan repentina, ni el motivo, solo recibió un; "Me largo, me canse de ti", cuando llego a SU hogar, después de ir a una junta con el presidente de NG, Tohma Seguchi.
Te marchas para siempre sin explicación
Y entre tus maletas, mi corazón
Te vas sin decir nada, sin importarte mi dolor
Pero se que algún día sentirás lo que yo
- Por que..., por que... no me dejes... - dijo casi in entendible, por su hermosa voz entrecortada por el llanto, recibiendo una mirada furtiva del escritor - Yukiii - dijo sollozando
Shuichi sencillamente no lo creía, tan bien que les estaba hiendo las cosas, y abruptamente decide irse, sabia que debía de ser por ese envidioso de Tohma, alguna burrada le habrá dicho, para que el escritor estuviera así, no aguantaba las tremendas ganas lanzarse a el y a la mala mantenerlo allí..., no podía se que lo dejaba así de sencillo, sin una explicación, sin nada, sentía que el alma le quedaba en un hilito, su voz, le era difícil hablar, la tristeza abarcaba hasta su garganta, y inundaba su corazón, no lo quería perder, no quería perder al ladrón de su alma, su virginidad, su corazón..., el cual tenia prisionero.
Y lloraras, y te recordaras
De aquellos bellos momentos
Que solo conmigo has de pasar
Y lloraras, y te arrepentirás
Cuando te sientas solo con ganas de amar
Lloraras...
El rubio, miro a una esquina pensativo torturando a su corazón con aquella imagen que tenia de su pelirrosa, llorando amargamente, pidiendo una explicación, odiaba verlo llorar, odiaba verlo triste, y sobre todo, odia verlo sufrir, Pero dejarlo, abandonarlo era la solución, la solución a ese enorme pesar que llevaba.
Cuando beses otros labios, y no
Sientas el calor que sentías conmigo
Cuando veas que ya no hay marcha atrás
Vas a querer regresar y muy tarde será
Shuichi a sus anchas se puso de pie, y con toda su fuerza de voluntad se dirigió hacia el, repitiendo; "Por que?" , la gran cuestión, por que lo hacia, que cosa tan mala hizo como para que el rubio fuera así, nunca a hecho nada malo en su relación, no era de ese tipo de personas que solo querían estar con otras para sonsacarle dinero, conseguir mas fama, etc.
En verdad lo amaba..., amaba a ese rubio, el mas hermoso hombre que nunca conoció, amaba su forma de ser, cuando lo trataba con cariño, su boca, su cuerpo, sus ojos..., todo, hasta le gustaban, sus movimientos, No hay nada que no ame de Yuki Eiri.
A veces nos envía un amor sin ser correspondido
Que lleva a mi corazón en pedazos partido
No me digas que el tiempo que pasamos se ha perdido
Solo recuerda los momentos bellos que hemos vivido
Vas a llorar, cuando quieras besarme
Recordaras los momentos en que tu solías amarme
Vas a sentir lo que yo estoy sintiendo
Este dolor tan grande que me esta matando aquí adentro.
Llego a sus anchas al escritor al cual se le aferro y comenzó a dar pequeños y débiles golpes en el pecho, mientras sus bellos ojos derramaban lagrimas de sentimiento, un sentimiento angustioso, que quemaba en su ser...
Y lloraras, y te recordaras
De aquellos bellos momentos
Que solo conmigo has de pasar
Y lloraras, y te arrepentirás
Cuando te sientas solo con ganas de amar
Lloraras...
- Ya... deja de llorar, Shuichi... - dijo a lo cual, Shuichi lo miro sorprendido, no solo por lo dicho, sino por el hecho de que el rubio también lloraba - Me lastima, el hecho de que sufras por mi...
Sinceramente no estaba preparado, aunque simulara ser tan fuerte como un témpano, en su interior muy pero muy dentro, era tan débil y delicado como un castillo de barajas, tampoco podía soportar el dejar solo a su felicidad, a su enorme pedazo de cielo, Shuichi es la única persona a la que en verdad a amado en aquel mundo sin sentido para el, Shuichi era para el todo, y mas...
- Dime que fue esa cosa mala que hice..., dímelo por favor..., antes de que te marches, quiero saberlo... - dijo sujetándose de los hombros del mayor, buscando soporte para no caer desplomado.
- No es tu culpa..., es la mía... - dijo, al momento en que delicadamente soltaba las maletas
- Eh? - dijo, y después ambos cayeron suavemente al piso
- ¿Cómo puedes amarme tanto?, yo, un miserable, que no hace nada mas que hacerle daño a sus cercanos, solo por que no puedo afrontar mi pasado... - dijo, mirando al pelirrosa, el cual lo sujeta del rostro y mira fijamente
- Simplemente..., amándote, no eres un miserable eres el mejor hombre y novio que nunca he conocido, y eso me basta para amarte mas cada día, te amo..., te amo..., y quiero que sepas que de ninguna manera me causas daño, exceptuando cuando me dices algo ofensivo, eso ya no me importa..., solo busco en ti, tu felicidad, junto a mi, busco hacerte feliz, ayudarte a olvidar tu pasado, tus malos recuerdos y colocar nuevos y buenos, pero eso no puede ocurrir, si no, nos esforzamos para que puedas superarlo... - dijo todo mirándolo fijamente y con sinceridad, y con una mirada seria y decidida, una que nunca había visto en sus ojos amatistas.
- Te quiero, Shu-chan... - dijo apoyando su coronilla en el calido pecho del pelirrosa, el cual sonrío levemente, se había complacido con por lo menos escuchar un te quiero, por el momento eso le bastaba.
- No me vuelvas asustar así..., enserio te hubieras marchado, y no se que haría, me moriría sin ti... - dijo acariciando los cabellos del rubio, el cual lo miro
- Shuichi..., te amo..., sin un verdadero motivo, no me alejare de ti, por que te necesito - dijo y lo beso, un beso muy diferente a los demás, casto y grato, el cual fue lento y pausado, haciendo sentir al otro el característico sabor de su amante.
El beso se intensifico, volviéndose mas necesitado, si pudieran ambos se comieran, o mas bien eso intentaban, sin darse cuenta ambos ya estaban parados, y pasando torpemente por el pasillo, para llegar a su habitación, y entregarse el uno a otro, esa noche no será igual que las demás, esta estará aun mas llena de placer, delirio, orgasmos, pasión, y sobre todo amor.