Estigmas de las almas de hielo
Prologo
Ren Tao
Tiene más de 7 años que termino el torneo, mi vida pasa tranquila y sin novedad, estoy apunto de terminar la carrera universitaria que por deseos de mis padres fue la de administración de empresas, que por cierto odio, pero aun síi mis notas no son malas, tomo clases con Manta Oyamada, ya que estoy en Japón desde hace tiempo, Yoh y Ana están próximos a casarse y siguen igual, según sé su pensión va muy bien, pero no me meto en sus asuntos. De Chocolove no se mucho a veces viene, o nosotros vamos a América, el doctor Fausto sigue con Ana, mas bien bajo sus órdenes y Lyzerg está también en un facultad muy importante en Londres, de los hermanos Usui tiene tiempo que no sé, según Yoh les va bien pero nunca he vuelto a ver al baka de Horo, casi podría decir que desde la vez que tuve el incidente con Hao y casi muero el Usui me evita; Ryu tiene un restaurante y por ultimo pero no menos importante Tamao, trabaja con Ryu, ella por más de un años y medio es mi novia... me di cuenta que ella ya no estaba enamorada de Yoh y su carácter fue un poco menos tímido, es linda y muy amable ha aprendido a cocinar mi comida favorita, y por insistencia de mis padres del que tuviera una novia , y su notoria atracción hacia mi no tuve otra opción que pedirle que fuera mi novia, le he dicho innumerables veces que no tiene que trabajar pero es inútil siempre hace algo.
Ella no me molesta, no me desagrada y hasta he llegado a tenerle un cariño muy especial, pero no más que eso; pocas veces la abrazo y aunque soy detallista con ella, no puedo sentir más que un aprecio sincero. Sé que ella es una chica atractiva últimamente ha madurado mucho en todos los sentidos de la palabra, cuando salimos noto como otros la ven, y a decir verdad somos una pareja envidiable.
No se si ella lo note, pero no la amo, aun así siempre está mi lado haciéndome sentir bien.
Horo horo
Mi vida pasa lentamente, muy lento y aunque han pasado algunas cosas que no entiendo y me entere de algunas que son dolorosas, no he hecho nada en particular, tiene tiempo que no voy a la capital, estoy muy lejos bueno a casi 6 horas, no es tanto pero no tengo tiempo, mi hermana ha crecido mucho y creo que ya no tengo que cuidarla, estudio biología, encontré un empleo y mi campo de plantas está muy bien, aunque no está por el mundo entero; creo que era un exagerado cuando lo quería por el mundo entero jaja pero bueno después de todo, la edad si hace madurar a las personas, no he tenido tiempo de nada y no tengo amigos, añoro los viejos tiempo donde me divertía con Asakura Yoh, y hacia enojar a Ren, aunque ver a Ren es algo que no quiero, no estaría mal visitar a los demás Jajá tomare vacaciones...
Capitulo 1
Encontrado un nuevo hogar
Pov’s Horokeu Usui.
Viernes 14 de noviembre algún lugar de Japón.
Estoy detrás de un autobús lleno de paja, bueno pues, soy Horokeu Usui, y tengo algo así como 22 años, estoy de viaje y no estoy seguro de en que parte de Japón me encuentro, y bueno pues voy atrás de un autobús porque me escape de casa, otra vez, y no pude sacar gran cosa; solo un cambio de ropa y algo de dinero que he ahorrado.
Voy hacia casa de Yoh, sé que llegar sin avisar no es buena idea, pero que mas da... ¿qué puede pasar? seguro Ana ya habrá madurado y ese horrible carácter habrá terminado para convertirse en una linda y calmada chica, la novia prefecta para Yoh jeje.
Pues mi vida sin más es horrible y apesta tal vez tanto como este autobús... Que traían ¿cerdos? ahh parece que si...
Mi padre siempre está molestando por así decirlo y mi madre murió durante el torneo, yo me entere cuando regrese; Pilika y yo nos sentimos muy culpables por no estar en Hokaido cuando ella murió, lo único bueno es que su espíritu permaneció hasta que llegamos, para despedirnos, lo paradójico es que nunca se fue y ahora ella es mi espíritu acompañante jeje es algo extraño traer a tu mamá todo el tiempo... bueno aunque ella no se comporta como mi madre y tiene la un apariencia de un chica de 17 años, es muy vanidosa y linda, esta ayudándome a escapar de mi padre, ya que koloro tiene una misión muy importante que cumplir, “ahuyentar a cuanto hombre se acerque a Pilika” y bueno aunque mi mamá es mi espíritu “normal” no es débil y hemos desarrollado algunas técnicas, se que ella era importante en nuestra tribu, pero nunca me dijeron porque, y aunque a veces le intento preguntar ella cambia el tema maratónicamente, no sé qué es lo que esconde pero no solo me lo oculta a mi si no también a mi padre y a Pilika, aun así parece que está feliz al venir conmigo, pues ella nunca ha salido de la tribu según dice.
Sábado 15 de noviembre... algún punto cercano de Tokio... creo...
Pues si hay que admitirlo, Estoy perdido y ni cómo encontrarme, mi madre está igual que yo, no damos una entre los dos, espero que encontremos la casa de Yoh, hoy no comí muy bien, las tarjetas de crédito ya las cancelaron, lo más probable es que mi padre ya halla notado mi ausencia, el viaje es cansado hasta pensé que estar muerto y ser un espíritu era mejor para no caminar.
5 horas más tarde.
Bueno oficialmente me estoy muriendo de hambre pero creo que ya estoy cerca, por lo que vi ya estoy en los alrededores de la colonia Funbari, pero nunca creí que encontrar la casa del drogado de Yoh fuera tan difícil, pues todas las casas son iguales, cuando yo llegue por primera vez era más fácil pues Koloro encontraba las direcciones, se aprendía el camino y me guiaba pero ahora… Entre tanto le pregunte a una chica por la dirección de los baños termales, me miró de pies a cabeza luego sonrió pícaramente y luego muy amablemente me dijo: “por la derecha, luego izquierda, derecha y por ultimo izquierda” pero creo que solo jugaba conmigo, seguí las instrucciones al pie de la letra sin notar que ¡solo rodee la cuadra!, pues con las instrucciones que me dio llegue al mismo lugar, y la encontré otra vez ahí casi botada de la risa.
Y me dijo: ahí lo tienes las aguas termales Funbari”
- Se burlo de ti- dijo mi madre riéndose mientras yo quería que la tierra me tragara.
Estaba enfrente de la casa de Yoh desde hacía ya una hora, pero al parecer habían cambiado la entrada y se veía diferente que frustración la chica se fue, yo me disponía a entrar; fue entonces cuando lo vi e irremediablemente sonreí.
Pov´s Ren Tao
Sábado 15 de noviembre “Aguas termales Funbari”
Hoy salimos Tamao y yo a dar una vuelta por el centro de la ciudad ya que es su día de descanso, quería comprar una nueva espátula, aun no entiendo cómo le entretiene tanto estas cosas de la cocina, a mi me fastidian no es el tipo de cosas por las cuales me agrade su compañía, además Ana “yo mando a todos” Kouyama me pidió el gran favor de llevarle unos estados financieros, no se para que y no me importa, pero mínimo no es tan aburrido como solo salir por ahí para comprar una tonta espátula… visitar a Yoh es hasta cierto punto agradable.
Ya de regreso note algo peculiar por la entrada de la casa, que últimamente había cambiando mucho, pues ya era más “comercial” y parecía la entrada a un hotel.
Había un tipo alto en la entrada parado y estaba acompañado de un espirito de una mujer, algo que no era muy común ya en este tiempo pues eran pocos los shamanes que hay por aquí, el tipo tenía una mano en la puerta y desprendía una aura de frustración. Pobre diablo suspire traía una pequeña maleta de lado, ropa sucia y pantalones degastados. Cabellos azules…
Luego Tamao corrió hacia él y me sorprendió lo que sucedió.
- Joven Horo, ¿se encuentra bien?- dijo mientras se poso frente a él y le sonrió, cuando escuche su nombre, creo que cerré un poco los ojos y sonreí, era él…
- Sí, estoy bien, ¿Quién eres?- la miró extrañado, bueno hay que admitirlo Tamao había cambiado, pero no era para que la mirara como embobado, ¿eso eran celos?
- Es Tamao idiota, ¿que tanto le ves? – me acerque rápido, le conteste poniéndome enfrente, ella sonrió y él me miro como nunca antes lo había hecho, no sé cómo interpretar su mirada.
- Ren…- dijo casi en un susurro, y vi directamente en sus ojos, se veían un tanto tristes, pero aun conservaba ese brillo que hacía ya mucho tiempo antes me había gustado ¿¡gustado!? No, solo eran interesantes.
- Hoto- dije para evitar mirarlo a los ojos luego tomé a Tamao de la mano para entrar a la pensión. El seguía con ese espíritu de una mujer, era extraño que él no trajera consigo a Koloro,
- Vamos joven Horo pasemos, debe estar cansado- volvió a hablar Tamao para que juntos entráramos a la casa de Yoh.
Luego vi como Horo y su nuevo espíritu platicaba algo, no sé qué pero se veía algo nervioso, no sé qué paso con mi novia, pero estaba prestando atención al cabeza de hielo, demasiada para mi gusto.
Yoh y Ana nos recibieron también vieron al vagabundo que acababa de llegar, el castaño rió tontamente y Ana prácticamente lo metió en la lavadora, pues no permitiría que un indigente hiciera que se perdiera el encanto de su lujosa posada. Y bueno yo le entregue sus dichosos papeles mientras ella y Tamao platicaban, fui por algo de leche a la cocina donde también estaba Yoh comiendo una naranja.
- Hoy no tienes entrenamiento – le dije mientras daba un sorbo a la leche.
- Hay no me recuerdes cosas feas, no ves que si Ana escucha esa palabra no lo dudara.- me miro con escalofríos.
- Hummm, eres un debilucho.
- Ren, no es para tanto, ahora que acabo el torneo; hasta dentro de 500 años hay que preocuparnos.- y bueno tenía razón, cuando el torneo termino no sabemos exactamente lo que sucedió, porque lo que sé nadie es el shaman King, y todos estamos un tanto tranquilos. – pero qué bueno que Horo regreso.
- Ahh era Horo, yo creí que era un vagabundo- dije con sarcasmo, pues trataba de olvidarme de él.
- Si, a mí también me sorprendió ver cómo llegó, pero lo que más me sorprendió es su espíritu, es una bella mujer.- dijo mientras tomo otra naranja y empezó a rodarla por la mesa.
- Ah, no lo noté - mentí, ya la había notado y de alguna forma me molestaba el hecho, no sé por qué.
- Es muy linda, espero que cuando termine de bañarse nos la presente, tal vez es su novia, y murió… la mirada de Horo estaba algo triste. – escuche con atención lo que decía, y a decir verdad yo también había notado esa tristeza en sus ojos.
- Quien sabe- le conteste, cuando escuchamos que Horo ya venía de regreso.
- Ahhh que bien me siento ahora- casi grito
- Ya no apestas – le dije cuando lo vi y algo en mi se sintió diferente. El había cambiado sus hombros estaban más anchos, su piel seguía blanca y traía una playera negra pegada y unos jeans azules… se veía simplemente bien.
Pov´s Tamao Tamamura
Ya estábamos de regreso, la señorita y Ana se veía un tanto contenta, el ver llegar a nuestro amigos es algo que, nos alegra a todos, incluyéndola a ella, aunque no lo demuestre, ella y Ren se parecen mucho, nunca demuestra lo que sienten aun así son personas muy cálidas.
Ahora la señorita está muy ocupada revisando los estados de cuenta de su pensión, pues está pensado en ampliar aun mas su negocio, yo generalmente solo le hago compañía, pues aunque ella vive muy feliz con el Joven Yoh, ella la mayor parte del tiempo está sola en casa ya que su prometido tiene que entrenar.
Es entretenido mirar al señorita, me hace recordar viejos tiempos, ella solía intimidarme un poco y bueno sabía que yo estaba enamorada de Yoh, aunque eso es cosa del pasado…
Yo entendí que entre el yo jamás habría nada.
- Un fiesta - dijo mientras me miraba, ella se dio cuenta que estaba un tanto distraída.
- Si sería lindo una fiesta de bienvenida para el joven Horo – le sonreí, mientras servía algo de té.
- Hummm- tomo una galleta la mordió y volvió a ver los estados financieros.
- Iré a avisarle a los demás – le dije, luego me levante y fui con los demás.
Pov´s Horokeu Usui
Si por fin había llegado, y exactamente lo que menos me imaginaba encontrar era a Ren en la puerta. Y menos en la condición tan deplorable en la que me encontraba, ya que él se veía simplemente grandioso, bueno no tanto, pero el es Ren Tao, traía una camisa blanca y un pantalón negro su mirada y su cara habían madurado, tenía la cara estaba más fina pero sus ojos dorados eran totalmente inconfundibles, muy al contrario que con la primera persona que me tope.
Estaba mirando la puerta con algo de nostalgia cuando alguien me nombro, era un achica de cabellos rosas y un tanto largos, un cuerpo muy bien delineado que se adornaba con un vestido rosa, era simplemente linda, y no pude evitar ver su parte delantera.
Ren se interpuso, era ni más ni menos que Tamao, quien lo hubiera dicho, se veía algo irritado, pero no le preste mucha atención, mi mamá solo miraba con atención mientras yo me quedaba hasta cierto punto embelesado mirando al Tao hasta que note como se tomaron de las manos… algo dentro de mi dolió.
- Es lindo el chico ese – dijo mi mamá, cuando Ren y Tamao se adelantaron.
- ¿Estás siendo sarcástica? – le pregunte, pues ella nunca, nunca lo es, y a decir verdad Ren es del tipo de personas que nunca causa una buen impresión y no esperaba que esa fuera la excepción.
- No… en serio creo que es lindo, además vi como te le quedabas viendo algo debe de tener además de ese horrible carácter para que llame tu atención. – me dijo con una sonrisa, si ella me conoce, pero no es para tanto. Yo no le encuentro lo lindo. Bueno tal vez un poco
- No, no tiene, nunca lo he entendido Ahhh vamos a entrar – le dije.
Yoh y Ana estaba ahí y a decir verdad ellos sí se veían muy parecidos y por desgracia no habían cambiado en nada y digo desgracia, porque en cuanto Ana me vio casi podría jurar como una llama acecina en sus ojos se encendía, ye me arrojo al baño, bueno yo también quería ducharme, pero ni siquiera me dio tiempo de saludar.
Después de darme un gran baño.
Ahora si voy con todos los demás, al fin un baño con agua caliente, definitivamente el clima de este lugar es muy agradable, estar en este lugar me hace sentir bien.
- Hummm- medio gruñí un poco cuando escuche las dulces palabras del chino (nótese el sarcasmo), luego vi a Yoh y sonreí para sentarme con ellos en la mesa.
- Me da gusto que nos vistes- dijo Yoh mientras rodaba una naranja. – y dime ¿cómo has estado? –
- Pues por aquí por allá, jeje nada en particular – bueno, no tenía ganas de decirles que había escapado de casa, pero mi mamá…mientras que Ren parecía un tanto distraído.
- ¡Hola!, ustedes también son shamanes, que lindos amigos tienes Horin- ella hablo, y para colmo estaba abrazándome enfrente de todos cosa que me avergonzaba, no quería andar por ahí diciendo que mi mamá estaba conmigo siguiéndome a todas partes.
- Hola ¿Tu también eres una Ainu? Verdad- dijo Yoh mirándola con curiosidad, bueno tal vez ni tengan idea de que es mi madre con la apariencia que trae, un vestido de la región blanco una cinta en los cabellos como la que yo tengo y el cabello largo, largo.
- Sí, soy… - y cuando lo iba a decir ella entro…
- Joven Ren, hoy me quedare con la señorita Ana, si gusta se puede adelantar – la rosadita le estaba hablando a Ren, cosa que me sorprendió hasta donde yo sabía ellos casi no se hablaban, luego se habían tomado de la mano, poco después mis dudas se aclararon. Ya que Yoh notó mi cara de extrañeza.
- Ahh, no lo sabes, Ren y Tamao son novios – sentí como si corazón se hubiera detenido un instante, mi madre me vio con preocupación y Ren solo miro hacia la ventana que se situaba al otro lado de mi…
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