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Navidad especial... por Masterred

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Primera parte

Las palabras de Julian se habían quedado en sus mentes, dando vueltas.

Sin saberlo, este joven las había plantado como una semilla en Ruichi y Sai; y este última tiempo habían estado creciendo, germinando, como una planta…

 

Fue una noche que todos se habían reunido y habían decidido salir a comer algo a la ciudad. Julian era un amigo en común de ambos; joven, rebelde… Usaba el cabello negro medio largo y con mechas de colores y tenía el extraño gusto de hacerse piercings en las cejas, la nariz y recientemente uno en e l ombligo… 

 

_ Pues sí, Sai… _había dicho_ Si no tienes suerte con las mujeres y estás cansado de terminar mal tus relaciones… ¿Por qué no lo intentas con un hombre?

 

Sai tomó su vaso de cerveza;

_ No seas ridículo, cómo voy a irme con un hombre… =SORY) _rió.

 

Ruichi acompañó a su amigo en la carcajada. El y Sai eran compañeros de trabajo desde hace algún tiempo, cuando su amigo se mudó a la ciudad.

 

Julian siguió insistiendo;

 

_ ¿Por qué no? No sabes lo que te pierdes… (ha) _le aseguró tomando una porción de pizza_ Y hasta tengo unos cuantos para presentarte…

 

_ Lo siento, Julian… Gracias por la sugerencia pero no… _se encogió de hombros_ No es mi gusto…

 

_ ¿No es tu gusto…? _el pelinegro levantó una ceja_ Y dime… ¿Alguna vez has estado con un hombre…?

 

Sai se sonrojó;

 

_ ¡No…!

_ ¡Entonces no me vengas a hablar de gustos!!! _se burló y dirigiéndose a ambos dijo_ No pueden saber hasta que no lo prueban…

 

Sai y Ruichi se miraron por encima de la mesa.

“No pueden saber hasta que no lo prueban…”

Ruichi se sonrojó y se encogió de hombros, sonriente y sereno como siempre, pero al poco rato encendió un cigarrillo. Sai decidió mirar hacia otra parte…

Luego de esa noche las palabras de Julian afectaron tanto a uno como al otro. Quedaron suspendidas entre ellos, perturbándolos constantemente…

 

“No pueden saber hasta que no lo prueban…”

 

X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X

 

Días después…

 

Esa noche Sai se vistió y se peinó con los dedos el cabello fino y rubio. Se miró al espejo. Seguía teniendo el mismo aspecto flacucho y de pajarito de siempre. Sus compañeros de trabajo siempre estaban metiéndose con él diciéndole que con lo menudo que era un niño se veía más amenazador…

Siempre intervenía Ruichi para ponerle fin a las bromas y las gastadas y recordarles que tenían trabajo que hacer.

Ruichi… Tan alto, tan sereno, tan simpático…

Era de esas personas que no se metían con nadie; hablaba poco y fumaba bastante. Sai siempre estaba recordándole sobre lo perjudicial que resulta el fumar, pero Ruichi siempre le ponía fin a todos sus sermones con lo mismo:

_ Lo dejaré cuando me muera, Sai, tranquilízate… =ppy) _y le sonreía tranquilamente.

Las palabras de Julian aparecieron en su cabeza otra vez:

“No pueden saber hasta que no lo prueban…”

Se calzó los zapatos y se levantó de la cama.

“¿Por qué estoy pensando en eso…?” pensó molesto.  Tomó su maleta ya armada horas antes y procedió a cerrar el apartamento y bajar las escaleras.

Estaba feliz. Al fin saldría de la ciudad y vería a su familia y pasaría las fiestas con ellos…

Estaba cansado de trabajar, de vivir sólo en ese pequeño departamento, de no poder moverse de la ciudad en la que se sentía un extraño. No había terminado de adaptarse todavía y extrañaba mucho a su mamá y a sus hermanos.

“Soy un tonto…” pensó “ya estoy grandecito  y debo aprender a cuidarme sólo… Pero extraño mucho mi hogar…”

Sólo cuando llegó a la calle y pisó la vereda llena de nieve se percató del frío que hacía. Se subió el cierre del abrigo y llamó un taxi para que le llevara a la estación de trenes…

 

X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X·X

 

Minutos después…

 

Ruichi miró el reloj de la estación mientras hacía cola para comprar los boletos de tren. Se pasó la mano por el cabello negro y largo. Necesitaba cortárselo, como le dijo Sai… 

_ Deberías cortártelo, ya te está llegando a los hombros… _le comentó mientras tomaban un receso del trabajo. 

 

Pobre Sai… Siempre cuidandome y preocupándose por mí…” pensó.

Sonrió y recordó a su amigo; en su mente apareció como el muchachito hiperactivo y nervioso que era. Menudo y chiquito, siempre peleándose con sus compañeros de trabajo.

El pelinegro pagó los billetes. Uno de ida y otro de vuelta; iba a visitar a sus tíos y su hermana que eran toda su familia.

Tomó su maleta y se dirigió a la cafetería para tomar algo caliente. Hacía un frío terrible y había nieve en todas partes…

No vió por dónde caminaba mientras encendía un segundo cigarrillo:

_ ¡Hey! _se quejó Sai soltando su enorme valija con rueditas.

_ ¡Lo lamento, lo siento! _se apresuró a disculparse Ruichi_ ¿Sai…?

_ ¡Ruichi! _Sai levantó la mirada_ ¿Q-qué haces aquí…?

_ Vine a sacar mis pasajes… _comenzó a decir pero reparó en su maleta abierta y tirada en el suelo_ Oh, cielos…

Comenzó a recogerla;

_ Lo siento mucho… _se disculpó el rubio dejando su maleta para ayudar a Ruichi.

_ No, fue mi culpa… No vi por dónde iba… _le sonrió.

Sai pensó en la suerte que tenía de que Ruichi nunca se tomaba las cosas muy en serio;

_ Así que viajas… Yo también me voy por unos días de la ciudad, a visitar a mi familia… _comentó el rubio.

_ ¿Unos días? _sonrió Ruichi incorporándose_ Con el tamaño de esa maleta parece que te irás un mes entero…

_ ¡Ruichi! =SORY) _Sai lo empujó riendo_ ¿Qué esperabas? Le he comprado regalos a todo el mundo, no veo a mi familia muy a menudo…

_ Sí, se te nota que estás ansioso… _Ruichi sonrió.

Sai sonrió y se sonrojó levemente, se rascó la nuca sin saber que decir para romper el silencio.

_ ¿Te acompaño a sacar tus pasajes? _le ofreció Ruichi.

_ Sí, claro… _ Sai empezó a caminar arrastrando su pesada maleta.

_ ¿Te ayudo con eso? _a Ruichi le pareció gracioso el tamaño de la maleta en comparación con Sai_ Se ve pesado…

_ No, yo puedo… Para algo tiene ruedas… _respondió el rubio, obstinado.

_ Anda, no seas orgulloso… =ppy) Deja que yo la lleve…

_ ¡No!

 

Los dos jóvenes se fueron peleando todo el camino hasta donde vendían los pasajes. Luego de que Sai comprara los suyos se fueron a la cafetería ya que tenían tiempo de sobra para tomar un café y comer algo.

Afuera, la nieve caía con más fuerza que antes:

_ Que bueno que nos topamos hoy, estaría muy nervioso esperando el tren yo solo… _le dijo Sai mientras revolvía el café_ Sin nada que hacer…

_ Podrías haberme contado que viajabas y nos veníamos juntos a sacar los pasajes…

_ No seas tonto… _Sai se rió con algo de esfuerzo_ No voy a molestarte con favores tan ridículos… =RRY)

_ No es ridículo, te habría acompañado si me lo hubieras pedido… _repuso el pelinegro_ Deberías tenerme más en cuenta…

Sai se sonrojó y clavó la mirada en su taza de café;

_ Si tú lo dices… _murmuró.

_ Para algo somos amigos, ¿no te parece? _Ruichi se desperezó hacia atrás en su silla.

_ Sí, eso creo… _levantó su taza de café_ Bien, te tendré más en cuenta de ahora en adelante…

_ Gracias… ¿Sabes algo, Sai? _Ruichi sonrió_ La paso muy bien contigo… 

Sai lo miró sorprendido;

_ Sí, yo… también… _se sonrojó y hizo un esfuerzo por mirarlo a la cara_ Eres muy agradable…

Se sostuvieron la mirada unos segundos. Ruichi le sonreía, Sai estaba rojo y le temblaban las manos. Otra vez las mismas palabras resonaron en sus mentes…

“No pueden saber hasta que no lo prueban…”

Sai carraspeó y bajó la mirada;

_ Y-ya es tarde… Hay que tomar el tren…

_ Es verdad… Vamos…

 


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