LA INDIA
El pueblo reunido en las afueras del palacio aplaudía celebraba por anticipado la boda de su dorada alteza y la virgen elegida por los dioses para darle una prospera descendencia al pueblo que ya tantas guerras y dolor había afrontado. El matrimonio de Shaka de Virgo con Sun Rey de Los cinco Picos avivaba la aún no apagada esperanza del pueblo. Sin embargo, cuando el amor esta en el medio, hasta la mas inevitable de las decisiones cuesta llevarse a cabo.
-¿entonces es cierto? Me dejaras- las jades del pelilila se cerraron con la misma fuerza que su puño
-maldito campesino, te azotare por mil años- grito furioso un guardia conforme se limpiaba la herida que el huidizo joven había marcado en su cara
-¡ya Kanon! Retírate- advirtió el de melena dorada interponiéndose entre el soldado y su súbdito
-pero...- la protesta del guardia murío en su boca ante la severa mirada del rey que lo obligó a retirarse
-Sabes que eso es imposible- pronuncio con firmeza el ojiceleste una vez que estuvieron solos - pero sabes también que me debo a mi pueblo, Mu- dijo besando la frente del vasallo que le había robado el corazón desde que eran niños
-No podre vivir esperándote- la débil voz comprimió el pecho del rey que debió voltear para no caer en la tentación de huir con él-... comprendo, Shaka- fue en vez de un "te amo o un te esperare" las ultimas palabras que brotaran de la abatida voz. El tajo que Mu trazo en su cuello fue tan certero que ni el rey, ni sus sabios pudieron arrebatarlo de las garras de la muerte.
El pueblo reunido en las afueras del palacio aplaudió con el corazón y las esperanzas en las manos la boda de su dorada alteza y la virgen elegida por los dioses. Sin embargo, el matrimonio de Shaka de Virgo con Sun Rey de Los cinco Picos inicio como una débil llama alimentada en el deseo de salvar al pueblo y duro lo necesario para que hubiera un único heredero.
Dicen que mientras en el palacio el adorado príncipe celebraba su mayoría de edad cerca del Támesis el alma del rey terminaba lo que hacia 19 años había comenzado, terminaba de morir.
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GRECIA, 2500 AÑOS DESPUÉS
La cafetería Gorgona siempre fue su lugar favorito para estudiar, pero una cosa es el nivel secundario y otro el examen de ingreso a medicina en la mas importante universidad ateniense. Pese a que toda su familia y amigos aseguraban que era tan brillante que seria pan comido lograr obtener la beca, él no dejaba de leer y re leer en busca de cualquier punto o coma que pudiera hacer la diferencia entre el ingreso o el fracaso.
Sin embargo, es difícil concentrarse cuando de la nada se te da por recordar cuentos antiguos que según tu madre justifican porque tu tan "pasado de moda" nombre es el mas bello de todos los nombres, claro, eso lo decía porque ella si tenia un nombre común y corriente y no uno que siempre generaba en los otros el "me lo repites".
El rubio suspiro con pesar, sus pensamientos cada vez tomaban rumbos más inesperados, así no obtendría ni un dos se dijo para obligarse a continuar con la lectura.
No pudo, porque justo entonces lo vio a través del cristal.
Había algo tan familiar en ese colegial. Pero estaba seguro de que si se lo hubieran presentado jamás se hubiera olvidado el nombre. Era simplemente perfecto por donde lo mirara, exóticamente perfecto. Sus cabellos lilas apenas sujetos en las puntas, sus jades radiantes que se abrían y cerraban nerviosas cada vez que se acercaba a la puerta de la cafetería antes de finalmente retroceder, sus labios tan... pero en que demonios estaba pensando, si seguía yéndose por las ramas no rosaría el 0,5 en el examen se reprendió.
No alcanzo a girar la pagina cuando fue interrumpido por el nervioso sentar del pelilila en su misma mesa. Tuvo que pellizcarse para comprobar que no estaba soñando.
-¿entonces eres tu?- lo increpo de repente el menor a la vez que lo recorría ansioso y estrujaba incesantemente un papel entre sus dedos
-yo... si... soy- tartamudeo apenas el rubio. Tenia que estar soñando se repetía- shaka-
-¿ En serio? El mundo es extraño- dijo ya mas relajado el pelilila, incluso regalándole una alegre sonrisa- yo soy Mu- se presento el menor pero no extendiendo su mano, sino apoyando sus codos en la mesa y acercando su delicado rostro al consternado rubio sentado frente a él- supongo que deberemos besarnos para... saber... si es cierto...- acabo de decir casi en un suspiro.
Aunque no tenia la más remota idea sobre de que hablaba el pelilila, cuando sintió su calido aliento rozar su cara no pudo más que rendirse al impulso de probar esos labios tan...
-alto ahí o te encerrare por mil años- advirtió agitado un peliazul a la vez que abrazaba al menor- juro que lo planee por dos meses para que fuera perfecto hermoso, maldito auto, justo hoy me tuvo que dejar en medio de la carretera- rezongo sin dejar de apretarlo contra su pecho para fastidio del rubio presente
-¿Eras tu Kanon? Pero porque no me lo dijiste y ya- interrogo el aturdido pelilila
-mmmm veamos... entro en la sala de mi hermano y digo, sabes Saga me gusta el alumno que preparas para matemáticas ¿te molesto si le pido una cita? es solo un segundo- el griego representaba de un modo tan vivido la situación que incluso Shaka se echo a reír al mismo tiempo que el pelilila-... así que te gusta Mu, que lindo... maldito demente infeliz... es que acaso no tienes cerebro ... abusador de menores, pervertido... andar viendo menores a tu edad pero cuantos años tienes... llegas a dar un paso...- empezó a decir exagerando el timbre grave real de su voz- ... y ya sabes con lo bipolar que es hubiera sido capaz de mandarme en serio a la cárcel- pronuncio ya con su voz natural el peliazul- pero cuando mañana cumplas 18 serás mío ¿cierto?- inquirió recorriendo el perfil del menor antes de finalmente arrebatarle un beso al aturdido colegial.
Por algún motivo a Shaka eso le oprimió más el pecho que pensar que podría obtener un 0,0 el día siguiente. El griego no tardo ni dos minutos en arrastrar al pelilila consigo y sin siquiera darle tiempo a decirle adiós.
En la mesa Shaka hayo el papel que Mu estrujaba sin parar y leyó en una letra que lejos estaba de ser la suya.
"¿Sabias que quienes se encuentran en la mesa 4 del café Gárgola y se besan acaban por casarse algún día? Si quieres comprobarlo te espero..."
Sin duda el griego había sido muy ingenioso para ganarse al chico, aunque por poco le sale mal pensó molesto con su destino Shaka, quizás si lo hubiese besado cuando tuvo la oportunidad él seria el hombre de la vida de Mu. Fue entonces que reparo en la casualidad de que el joven se llamara como el hindú del cuento al que un rey llamado como él había amado tanto.
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5 AÑOS DESPUÉS
Se desperezo un momento antes de que entrara su próximo paciente. La insistencia de sus amigos por conseguirle una pareja a como diera lugar estaba causando estragos en su ordenada vida. ¿Acaso tan difícil era de entender que el amor de su vida era un chico que solo había visto una vez en una cafetería y con el cual no había dejado de soñar noche tras noche por cinco años? Es que por más romances ligeros que tuviera no creía que hubiese ser humano en la tierra capaz de hacerle olvidar la radiante mirada jade, la bella sonrisa, los encantadores rasgos, la majestuosa cabellera lila ni esos labios tan...
-Permi...- al entrar al consultorio el pelilila se quedo de piedra. Era increíble que su nuevo medido de cabecera fuera justamente el muchacho al que por poco besa en una acción absolutamente infantil. Quiso reírse por recordar ese día pero el rostro aturdido del rubio lo hicieron desistir- Soy...-
-Mu... te recuerdo-
-Hay cosas que mejor olvidar- le sonrió el joven sentándose en la camilla- era un adolescente demasiado ingenuo... ese Kanon y sus ideas- pronuncio divertido mientras el rubio alumbraba sus ojos con una linterna
-¿Entonces no era cierto lo del beso y el casamiento? Encontré la carta- interrogo Shaka a la vez que le sacar la lengua al pelilila- eres muy sano- carraspeo apenas. Era demasiada tentación a escasa distancia- ¿podrías...?- señalando su propia ropa y sonrojándose pidió el rubio
-A decir verdad los padres de Kanon se conocieron en esa mesa, se besaron y...- explico el menor descubriendo su torso y logrando que el Rubio se mordiera sus labios sin notarlo- y claro, se casaron- una corriente eléctrica recorrió su espina cuando Shaka apoyo el aparato metálico en su pecho. Lo inquietaba la suavidad con que esos dedos rozaban su piel, aun recordaba que cuando lo examino con la vista en esa cafetería concluyo que le encantaría ser besado por ese hombre- ¿estas casado?- Mu no pudo evitar interrogar
-a decir verdad he pasado los últimos cinco años esperando el regreso de alguien- confeso aun mas sonrojado el rubio pero sin desviar su mirada de las jades- he pasado cada noche pensando en...- Mu se había repentinamente puesto morado, podía adivinar que su corazón había multiplicado la velocidad, que su respiración estaba alterada. Evidentemente lo sabia se dijo a si mismo acercando su boca a la del aturdido pelilila que no comprendía porque había perdido la cordura justo en ese momento o quizás si, porque quizás el también se había quedado con las ganas de terminar algo que...
-así que aquí andabas amor ¿todo bien?- Kanon frunció el seño al entrar. Definitivamente hubiera preferido que su marido se atendiera con una mujer y no con un tipo tan guapo. Aunque el rubio se le hacia familiar de algún lado. De una u otra forma tenia la tarde libre para conseguirle un nuevo medico a su esposo.
-todo bien- saliendo del trance respondió el pelilila- ¿cierto doctor?-
-si, su...- Shaka temía comprobar sus sospechas
-marido- pronuncio sin contemplaciones el griego acercándose al menor para ayudarlo a colocarse la remera
-su marido goza de excelente salud- reuniendo fuerzas afirmo el de cabellera dorada
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2 AÑOS DESPUES
Si hubiera sabido que a los veintiséis años ser una eminencia en medicina significaba perder el poco espacio de vida decente que le quedaba quizás hubiera elegido otra carrera... no, no lo habría hecho meditó mientras pulía sus lentes de lectura, al fin y al cabo amaba su trabajo y fuera de el no había... nada.
-señor hay un joven que desea lo atienda- la voz de su secretaria lo saco de sus cavilaciones
-Shaina dije que luego de almorzar- le recordó el rubio por el comunicador
-él insiste señor, dice que es urgente, dice que se llama Mu-
Apenas sus oídos decodificaron el nombre se dirigió a la puerta. Sin embargo, el joven que aguardaba cabizbajo fuera de su consultorio distaba mucho de ser el chico radiante que lo había enamorado a primera vista. Estaba apagado. Al notar su presencia Mu intento formar una sonrisa que apenas fue mueca y le tendió una mano que se convirtió en un abrazo necesitado de contención.
-tienes que ayudarlo, por favor... por favor dijeron que tu podías y sino... por favor- le rogo.
Pese a la alegría que le causaba sentir el roce de su piel, saber que de nuevo estaba en el medio de su camino, así no lo quería, destruido no. Haría lo que sea por el.
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-así que tu eres el famoso Shaka de Virgo- pronuncio con un dejo de rencor en la voz el peliazul una vez que su marido los dejo a solas- Mu me ha hablado mucho de ti ¿sabes?- el griego hizo una mueca del dolor al sentarse en la cama- dice que eres el mejor en... estos casos-
-no creo ser el mejor, pero estoy especializado en este tipo de operaciones, si prefieres a alguien mas puedo darte referencias y...-
-Mu confía en ti-
-pero a quien tendría que abrirle la cabeza al medio no es a él- pronuncio con seriedad Shaka mientras ojeaba el legajo de Kanon
-jajaj al menos tienes mejor sentido del humor que el viejo que me atendía antes- resoplo el griego
-Kanon... supongo que estas al corriente de lo delicado de la operación-
-ahhhh ya me lo se de memoria "doctor" o me opero o me muero... o me opero y me muero, no hay muchas opciones para mi gusto-
-¿puedo?- pregunto la voz del pelilila que ya no soportaba no saber que tanto hablaban- Como respuesta el griego abrió sus brazos para recibirlo entre ellos
-dispondré los exámenes- exhalo el rubio forzando una sonrisa antes de dejarlos a solas
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UN MES DESPUES
Nunca había estado tan nervioso antes de entrar al quirófano. Le había prometido a Mu devolverle a su marido tras la operación pero no había sido capaz de explicarle que Kanon necesitaba mas que un milagro para salir vivo de esta. El tumor se había esparcido demasiado rápido, de manera demasiado fulminante.
Lo amaba aun más que un mes antes de reencontrarlo. Ver la devoción con que cuidaba del griego, el afecto incondicional que sentía por su pareja simplemente lo volvía mas perfecto, mas humano. Debía salvarlo como sea, debía hacer que esas jades centellaran radiantes de vida nuevamente se dijo a si mismo mientras se colocaba los guantes.
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-Mu háblame, Mu...- exigía el peliazul pero el pelilila no era capaz de emitir palabras. Solo se aferraba mas a su cuerpo- Mu ya hablamos de esto...mucho- articulo acariciando el pálido y húmedo perfil antes de arrebatarle un beso- te amo hermoso y sabes bien cuanto- murmuro al oído del pelilila que no podía hablar del miedo a perderlo.
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-no me mires así, prometo no hacerte visitas fantasmales si me matas- se burlo el griego del semblante pálido de su medico
-todo saldrá bien- lo animo el rubio despejándose de sus temores a la vez que daba paso a la anestesista
-cierto- suspiro el griego-... eso es posible- repentinamente el peli azul endureció sus facciones y sujeto de la muñeca al extrañado Shaka- pero, también es posible que no sea así- emitió jalando al rubio para que pudiera oírlo- le gustas, le gustas mucho-
-¿que?- se sobresalto el hindú pero no pudo zafar su mano de la griega
-que le gustas... y se nota, lo conozco demasiado, incluso mas de lo que el se conoce a si mismo-
-no entiendo-
-claro que entiendes... cuando lo miras, cuando esta cerca de ti, la molestia cuando me besa-
-Kanon debes relajarte para que la anestesia...- empezó a decir nervioso Shaka
-lo miras como yo- exhalo el griego empezando a sentir los parpados pesados- por eso no me molesta... ni me molestaría si...-
-ya Kanon, le prometí que todo saldría bien y así será-
-a veces con los deseos no alcanza ¿sabes?- murmuro a media voz el griego- y si así fuera, si eso pasa, la única promesa que debes cumplir es... cuidarlo- murmuro antes de perder su ultimo ápice de conciencia
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A veces con el deseo no alcanza.
-Lo siento- dijo saliendo abatido de la sala. Apenas tenia uerza para mirar a Mu.
-¿no pudiste o no quisiste?- lo increpo de repente el pelilila
-Mu... por verte feliz hubiese preferido mil veces ser yo- quiso explicarse mientras su garganta se cerraba del dolor de haber fallado a su promesa
-pero fue el... fue el... ¡Fue el!- ni siquiera entre Saga y Aioros lograron calmar al ariano y su rabia.
En cierto modo el rubio agradecía la sangre que brotaba de sus comisuras, por un momento había temido que el impacto de la noticia acabara por extinguir el espíritu del pelilila. Poco le importaba que lo odiara si seguía adelante, si las fuerzas no lo dejaban caer.
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UN AÑO DESPUES
-¿Qué haces aquí?- la pregunta lo sobresalto tanto que las espinas de las rosas que sostenía se hundieron en su palma
-lo siento Mu... es que... no creí que vinieras tan temprano, de saberlo- el rubio se veía tan apenado que el pelilila comenzó a reírse de él
- ahhh descuida, solo golpeo fuerte cuando estoy enojado, no te voy a lastimar, lo juro- afirmo alegre mientras acomodaba las flores que había traído en un cantero- a decir verdad no pude dormir en toda la noche, quise venir a primera hora a...-
-decirle que lo amas y que lo extrañas- completo el rubio arrodillándose a su lado para acomodar sus rosas blancas en el mismo cantero
-mucho- admitió el menor dejándose limpiar las mejillas por los pulgares de Shaka
-como él a ti-
-lamento lo de esa vez... no debí golpearte, ni gritarte, ni... se que hiciste todo lo posible... los médicos que te acompañaron me lo contaron... todo. Se cuanto trataste de reanimarlo incluso después de que... se fue-
-No fue suficiente- exhalo Shaka poniéndose de pie
-Lo intentaste pese a todo, aunque tus sentimientos estaban en el medio- murmuro el menor examinando la mano herida del rubio- eres... es tan fácil enamorarse de alguien así, tan inevitable- murmuro mientras liberaba la mano nervioso
-quizás... en otra vida, quizás la próxima vez que nos encontremos sea diferente- pronuncio pese a la opresión que dolía en su garganta. Viendo al menor con la vista clavada en el suelo Shaka se acerco lo suficiente para humedecerle la frente con un profundo beso.
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MESES DESPUES
Estaba agotado tras un día de trabajo hasta las ultimas horas del día, tras un intento de cita que termino con el durmiéndose en medio de la cena, tras la lentitud del trafico que debido a la tormenta hacían que el trayecto a su casa tuviera el doble de duración. No alcanzo a poner la llave en la cerradura de su puerta que una voz desde el portón de su residencia llamo su atención.
-estas empapado- articulo haciéndolo entrar- te traeré una toalla-
-descuida- gesticulo apenas el pelilila mientras recorría ansioso la sala
-siéntate ¿ocurrió algo?- interrogo preocupado el rubio sin salir aun de su asombro
-No. Solo quería verte- murmuro débilmente mientras desprendía su camisa- es que no pensé que llovería... ni que llegarías tan tarde ni... ¿sales con alguien?- finalmente se atrevió a preguntar
-Solo hay espacio para una persona en mi vida- respondió fijando su vista en las jades que se debatían entre observarlo o esquivarlo
-necesito decirte algo, es que... tu dijiste que quizás en otra vida y yo te deje ir y...-
-No importa Mu, entiendo cuanto lo amas y amaras y...-
-no entiendes, no es eso- pese al nerviosismo el pelilila tomo el suficiente coraje para tomar el rostro de Shaka entre sus manos- yo te amo- confeso hundiendo sus labios en los del aturdido medico quien acabo cayendo en el sofá por la pasión del contacto- siempre, desde la primera vez que te vi, desde... pero no sabia como decirlo, es que a veces, cuando quiero decir algo muy importante, pero muy, muy importante yo... no puedo y ... y Kanon siempre me decía que debía respirar y soltarlo para que dejara de doler y no podía y yo quería decirle que lo amaba ese día y no pude y ...- de repente estaba llorando de nuevo, aunque se había jurado al comenzar ese día no hacerlo otra vez estaba fallando
-Mu, él lo sabía, sabía cuanto lo amabas, te lo aseguro- dijo el ruio mientras limpiaba las lagrimas
-si... creo que el me conoce mas de lo que me conozco yo- asimilo el pelilila entrecerrando los ojos- quizás... no, el también lo sabia ¿cierto? Esto el lo...-
-si- le confirmo con una media sonrisa el rubio- creo que se nos notaba mucho-
-Cierto...- pensó el menor comprendiendo las ultimas conversaciones que tuvo con el su marido y que fueron las que finalmente lo alentaron a decir lo que tanto le pesaba adentro-... Shaka ...yo no quiero esperar a otra vida, a veces pienso que llevo cientos de vidas esperándote y me duele-
-a veces pienso que he pasado miles de años esperándote y que si ese día, en esa mesa, en esa cafetería te hubiera besado nosotros...- Pero el rubio no pudo seguir hablando porque la boca de Mu aprisiono por segunda vez la suya.
Enredo sus dedos en la cabellera húmeda para forzar mas contacto con esos labios tan... tiernos, suaves, sabrosos. Cuantas noches, días, años se habían consumido ya a la espera de recorrer esa piel, de acariciar esa espalda, de rodear esa cintura.
Le gusto el destello radiante que inundo la mirada jade y elimino esa neblina que por tanto tiempo las había oscurecido. Era tiempo de volver al principio, de recuperar su sonrisa. Delineo con sus dedos el marcado abdomen y escalo con sus labios hasta sus pezones. Se regocijo con los suspiros de placer que brotaron de la boca del menor mientras sus labios succionaban con esmero, con deseo.
Convirtió la humedad de la lluvia que había mojado el cuerpo del pelilila en vapor, sus manos ardían mientras descendían por esas níveas piernas. Mas delicioso no podía ser su cuerpo ni mas bello. Mordisqueo el tobillo derecho una vez que el molesto pantalón se hubiera apartado de su camino, lamio el firme sendero interno de sus muslos sintiendo estremecer su cuerpo, oyéndolo jadear.
Todo para llegar a su entrepierna y deleitarse con la visión erguida del paraíso. Acaricio con suavidad su miembro, con devoción. La excitación arranco un sonoro gemido de la boca del impaciente pelilila.
Shaka rodeo con cuidado el grosor para luego moverlo con lentitud, en un placentero vaivén que hacían hervir de placer a Mu. Cuando notó que estaba a punto de correrse en sus dedos llevo el caliente sexo a su boca. Lo palpo con la lengua antes de comenzar a succionarlo más y más, hasta que su garganta estuviese inundada de su exquisita sustancia.
Mientras el pelilila trataba de normalizar su agitada respiración y ritmo cardiaco, Shaka saboreo todos los rincones impregnados con algo de semen. El miembro de Mu no tardo en levantarse nuevamente ante las fogosas atenciones en su sensible entrepierna.
-por favor- rogo o gimió Mu a la vez que separaba sus piernas.
Pero Shaka se puso de pie para retirar apresuradamente su ahora estorboso propio pantalón. Sin embargo, antes de adentrarse en el cuerpo de Mu lo hizo acostar en el sofá y cerrar los ojos.
Finalmente se acomodo sobre el y recorrió con sus labios el largo y ancho de su cuerpo y con sus manos todo el lado de su anatomía que descansaba en el suave mueble. Llego a su boca y lo beso como si fuera la primera y ultima vez... y todas las del medio. Lo beso por completo.
Cuando el pelilila rezongo porque saco su lengua de su cavidad y su boca del perímetro, Shaka lo conformo con su miembro palpitante de deseo. Mu recibió con gusto al nuevo invitado a su cavidad, lo palpo con la lengua, lo degusto y succiono y...
-te amo- confeso el rubio retirando su miembro. Mu no llego a articular palabras porque apenas el sexo de Shaka rozo su entrada todo lo que broto de sus labios fueron suspiros, jadeos, gemidos y hasta incontenibles alaridos.
El rubio lo penetraba con una fascinante lentitud, lo colmaba por completo con cada movimiento en su interior. Lo penetraba tan hasta el fondo que Mu no tardo en perder la noción de si mismo, en no saber que parte era de cada cual.
Quizás sus cuerpos y sus almas habían sido hechos el uno para el otro desde el principio de los tiempos y ese era día en que su destino se decidía a unirlos para siempre.