Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Estoy escondido, ¿Cuándo me encontraras? por Yuu_neko

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola~ Yuu desu ^^

One-shot nacido en una noche de ocio y sueño -.- Me inspire en un tema llamado Decode de Paramore y como podran leerlo, este contiene algunos fragmentos de la cancion en español.

                Dedicado a Sumire, quien queria ver a un Takeru deprimido ^^

 

El esconder todo sentimiento bajo una falsa mascara de felicidad es cuando te das cuenta que pierdas hasta tu misma esencia de la vida en sí. Toda persona que me rodea y dice conocerme es realmente irónico, al menos en mi caso lo pienso así. Mi faceta de alegría me consume en mis momentos de máxima soledad en donde no logro suprimir todo mi dolor; las lagrimas hacen que mi rostro se queme en tristeza acumulada y mis ojos no hacen mas que pedir algún atisbo de luz por mas pequeña o lejana que ésta se encuentre, la oscuridad me esta carcomiendo macabramente. Tu distanciamiento y traición no hicieron mas que destruir todo el frágil mundo que construí en torno a ti, todo se vino a bajo en tan solo un minuto y me encerré en una caja de cristal tan frágil que con cualquier cosa podría quebrarse.

 

 

 

 

Como puedo decidir lo que esta bien cuando tu nublas mi mente...

Como podré nunca tener lo que es mío...

 

 

 

 

Estoy en mi departamento sentado a un lado de la fría ventana observando el melancólico día acompañado de la lluvia chocando contra el suelo y no puedo evitar sentir enormes ganas de gritar en medio de mi propia tormenta interna. Todo es tan vacío y sin sentido en este lugar que no puedo evitar que mis lágrimas de desconsuelo profundo surquen mi cara rápidamente y me abrazo a mi mismo tratando de buscar algún alivio que haga que mi doloroso llanto pare para luego mirar al espejo y ver a un Takeru carente de emoción alguna, roto por dentro y sin un corazón que tenga latido alguno dando una señal de vida, pero no... Soy un triste muñeco con esta maldita mascara tan neutral que debo producir repulsión de solo mirarme.

 

Camino a paso lento en dirección a la cocina buscando un escape a este sentimiento mientras abro un cajón y saco como un autómata un cuchillo muy afilado el cual cumple la función de hacer mi dolor, algo físico con el que puedo descargarme. Observo el cuchillo y coloco la parte afilada en la palma de mi mano mientras aprieto muy fuerte y miro la sangre que sale recorrer mi brazo velozmente, es curioso ya que ya estoy tan acostumbrado a este dolor que mi cara no se contrajo al sentir el corte en mi palma; caí en mis pensamientos y no me fije que ya estaba en el suelo quién sabe hace cuanto tiempo y contemplé toda la sangre que me rodeaba y nuevamente me perdí en tristes recuerdos torturándome aun mas si es posible. ¿Masoquista? Puede ser...

 

 

 

Pero como hemos llegado aquí...Creo que lo se

 

 

 

Siento como todo mi cuerpo esta entumecido y vuelvo a la cruel realidad, me siento tan sucio... sin alma. "Hoy tengo ensayo" pensé, y sin el menor animo me levanto del suelo y me dirijo nuevamente al baño, abro el grifo, lavo mi cara y mi mano temblorosa, después de ver que al menos la sangre seca que estaba alrededor ya se había esfumado seque mi mano y abro una puertecita que esta a un costado del espejo y saco un botiquín donde encuentro una venda que coloco alrededor de mi palma cuidadosamente. Me maquillo para esconder rastros de lágrimas y luego me dirijo a mi habitación y encuentro mi celular encima de mi cama que chilla estrepitosamente anunciando una llamada, camino hacia éste y contesto...

 

- ¡Maldita sea, Takeru! ¿¡Donde mierda estas!? Hace mas de hora y media que tendrías que haber aparecido, y mira que casualidad... ¡¡Tu aun no llegas!! - escucho al baterista de mi banda que me grita alterado por mi ausencia.

 

-Em... si, lo lamento, Mitsuru. Es solo que desperté algo enfermo pero en treinta minutos estoy en la compañía - escuche a mi voz temblorosa y sin emoción alguna. Esto va mal...

 

-¿Ocurrió algo? Tu voz suena algo distinta - preguntó mi compañero cambiando radicalmente su tono colérico a uno mas suave, "Mierda Takeru, la voz, ¡La voz! Tanto tiempo que llevas teniendo la fachada de una persona alegre y ahora vienes y lo estropeas en un mínimo descuido" me reprendí mentalmente mientras procuraba sonar algo mejor.

 

-No, nada es un simple dolor de cabeza, ya se me pasara. Si quieres que este en treinta minutos más, será mejor que corte. Adiós... - y sin esperar respuesta colgué.

 

Busqué con la mirada mi armario y me dirigí en esa dirección y saque lo primero que encontré y me vestí, salí de mi habitación y camine cruzando el comedor y llegue hasta la puerta de la cocina y como si de un muñeco sin vida se tratara, entre en un letargo y limpié todo rastro de mi sangre, un intento de liberación por  así decirlo... Cuando todo ya estuvo en absoluto orden, desperté... Ya llevo mucho tiempo en esta situación, me pierdo a mi mismo, hago cosas de las que hay veces en que no recuerdo nada, es como si todo se tornara negro en mi mente y me bloqueara. No tome desayuno pero no me importa, caminé hasta las llaves de mi auto y salgo de mi departamento; no me dí cuenta y ya me encontraba en el estacionamiento de la compañía cerrando la puerta de mi auto, a paso normal me encamino hasta el elevador...

 

-¡Al fin llegas Keru-chan! - gritó infantilmente Chiyu corriendo hacia mi abrazándome. Yo solo sonrío en forma leve y acaricio su cabeza.

 

-Ya tranquilo que nos dejas sin vocalista, Chiyu - dijo Yuji en fingido llanto

 

-¡Eh! ¡Dejen de parlotear y comencemos el ensayo de una vez! - gritó Mitsuru ya arto de esperar a mi llegada.

 

Todo fue como si alguien hubiera colocado un disco en mi cabeza donde estaba todo gravado de antemano para cantar y moverme sin mucha alegría en mi cara. Como solo era un ensayo, nadie dijo nada y pasaron por alto ese "pequeño" hecho, no estaba haciendo mi trabajo muy bien que digamos. Masato ya estaba tan desesperado por salir de aquella sala que según él lo ahogaba y hacia que se mareara, entonces al menor descuido de nuestro baterista y salio corriendo agitando los brazos en modo de felicidad. Aproveché el descanso que nos habían dado y salí como un rayo de la sala para caminar por los pasillos y dirigirme a la azotea del edificio. Estos malditos pensamientos me están torturando más de lo debido, no puedo evitar sentirme desesperado y sin ningún equilibrio en mi vida, ya estoy en lo alto de la compañía y siento una leve llovizna, caigo al suelo sin fuerza alguna para seguir de pie y nuevamente me pierdo en un engaño de mi mente que me arrastra hacia mas soledad, cualquier recuerdo feliz ya no existe en mi memoria y solo surgen los dolorosos momentos que envenenan mi sangre; grito en medio de la nada y nadie escucha mis ruegos de salvación, caí en un poso tan profundo que no puedo salir por cuenta propia. Me lastimaste tanto que vaciaste esta alma que carece de intensidad para vivir. Creaste a un ser con tanto dolor y rencor que solo por defenderme de tu egoísmo procure lastimarte a ti también al menos para que sintieras una minima parte de lo destruido que me sentía en ese momento, aun ahora todo sigue igual.

 

 

 

 Has visto lo que hemos hecho

Vamos a hacer unos tontos de nosotros mismos...

 

 

 

¿Cómo puedo impedir que todo en mi se sumerja en un abismo que no tiene fin? Me tiro al acantilado y siento que caigo pero nunca choco contra el suelo, mi propio ser me traiciona, hace que no encuentre un escape, siempre atrapado ¿¡Qué hacer!? ¡Grita! ¡Grita! No... mi voz nunca es escuchada, estoy vacío, ¿Alguien me querría siendo que no tengo un corazón con emociones felices? La sola mención de la palabra feliz hace que todo esto suene terriblemente ridículo. ¡Que alguien me salve! No hay luz, siento que algo aprieta cada vez más, mi herida que nunca a sanado. Soy la creación menos deseada en este mundo, soy un zombie, no tengo esperanza ni vida en mis ojos. ¡Sálvame! ¿No me escuchas? ¡Vamos, responde! Me desmorono...

 

 

 

Hay algo que he visto en ti...Puede que me mate

Quiero que sea verdad...

 

 

 

 

No me había dado cuenta, pero enfrente de mí había una persona que estaba siendo testigo de mi perturbación, lo miré, nunca pensé encontrarme a alguien como el observarme con un dolor reflejado de mis ojos. Sus cabellos negros estaban ya mojados por la llovizna y caían gotas que surcaban su cara rápidamente. Su mirada me desnudaba, él hurgaba en mi interior, mi mascara se rompía con tan solo una mirada de él ¿¡Por qué!? El solo sentirme tan indefenso enfrente de alguien que ni siquiera me a dirigido la palabra es algo frustrante, doloroso... ¿Eres una alucinación? ¿Me salvaras? Nadie puede hacerlo...

 

 

Sin poder evitarlo mis ojos se envuelven en lágrimas desesperadas por salir, tapo mi boca evitando que un gemido de dolor sea escuchado por él, pero es inevitable, me escuchó y ahora veo como está arrodillado y me atrae hacia el y me envuelve con sus brazos apretándome y yo no puedo controlarlo mas, alaridos de dolor comprimidos por mucho tiempo se escapan de mis labios, mi llanto es aun mas intenso bajo sus brazos y siento su tibio cuerpo que me defiende de este frío que siento. Si, definitivamente me encontraste. Te encontré, al fin... Pero... ¿eres real? No te esfumaras, ¿verdad? No me dejes aquí, no ahora, no... no ahora que siento que esto es verdadero y que en verdad si hay esperanza para mí. Siento que todo se detiene y puedo disfrutar de tu dulce consuelo, no te conozco, no me conoces pero descubriste mi falsedad y quebraste la mascara de felicidad que me defendía del sufrimiento. Nadie lo veía pero tú fuiste capaz de hacerlo. No sé cuanto tiempo a transcurrido desde que estamos abrazados en medio de la lluvia, pero notas que al fin mis lagrimas ya no surgen de mis ojos hinchados y rojos, para luego separarme de ti, pero yo no quiero.

 

 

- ¡Por favor no te vayas! No me dejes... - dije en un susurro alterado, mientras observaba desesperado su cara.

 

- No lo haré, voy a permanecer contigo - me respondió en un susurro mientras acercaba sus labios a mi frente y me besa dulcemente, yo cerré mis ojos disfrutando de esta calidez emanaba de sus labios aunque estos estaban fríos por la lluvia, era algo especial y muy difícil de explicar.

 

- Gracias - dije suavemente mientras nuevamente unas lágrimas surgían para después confundirse con la lluvia.

 

- No llores, creo que lo has hecho por mucho tiempo y no creo que valga la pena que derrames más lágrimas, no ahora al menos... - dijo acercándose mas a mi cara y juntando mejilla con mejilla. "Él es realmente muy dulce y cálido" pensé. No dije nada mas y me deje envolver por su cariño.

 

 

- ¡Muéstrame tu mano! - dijo en un tono alterado tomando entre sus manos la mía. "Esto va mal... se va a enterar y con esto ya es suficiente". Me miró y sus profundos ojos negros me observaban con reprobación. - ¿¡Qué rayos te haz hecho!? ¡Tu mano está sangrando! - gritó exasperado.

 

- N-no es nada, solo me pasé a llevar con un chuchillo mientras cocinaba - dije terriblemente nervioso.

 

-No me mientas, tienes mas cortes en tu muñeca

 

- P-perdón, yo...

 

- Maldición no debiste, tendrías que haber buscado a alguien que te ayudara, ¿¡Acaso tus compañeros no son tus amigos!? ¡Maldita sea, ellos tendrían que haberte ayudado, tendrían que haberse dado cuenta en qué estado estas! - se notaba lo enojado que estaba, pero no entiendo por qué, no es su responsabilidad y ni siquiera es una persona que habite en mi circulo social.

 

-Yo... no entiendo, por qué, ¿Por qué te preocupas tanto? No nos conocemos Aoi, nunca hemos cruzado mas de diez palabras.

 

- No, no lo entiendes y tampoco te lo diré pero nunca debiste llegar tan lejos - dijo desesperado, me abrazo firmemente, apretándome aun más a él. - No alguien como tu... te estas lastimando aun mas provocando esto, te prohíbo hacerlo nuevamente. - dijo posesivo.

 

- ¿¡Qué no lo entiendo!? Pues claro que no, tu eres un desconocido en mi vida y llegas de un momento a otro preocupándote incluso mas que yo de mi mismo o incluso que mis propios amigos, creo que al menos merezco saber ¿no crees?

 

- No lo haré, limítate a prometerme que no te cortaras nunca mas

 

- ¿Perdón? Creo haberte dicho que no tienes ningún derecho en mi vida - dije fríamente y es que no quiero que nadie mas me lastime, no, no lo soportaría una vez mas, ya me es suficiente sentirme así de vacío y destruido en este momento. Al decirle esto su cara denoto un dolor incomprensible para mi.

- Si, llevas razón. No soy nadie en tu vida - dijo dolido mientras sus brazos ya no me apretaban hacia su pecho y se deslizaban hasta colocarse a un lado de su cuerpo, arrebatándome la calidez que el me había regalado. De pronto sentí un dolor aún mas profundo, todo en mi vida dura tan poco... no vale la pena estar a mi lado, todo es frágil, todo se rompe en mil pedazos. El frío embargo mi cuerpo y me abrase a mi mismo buscando algo de la calma que sentía cuando Aoi me abrazaba, pero no... ese sentimiento desapareció tan pronto como llegó.

 

- N-no me dejes, no ahora que te encontré, p-por favor... - y nuevamente caí al piso sin fuerzas para estar en pie y enfrentar un nuevo abandono. Ya lo sabía... no era real, lo real no es tan perfecto; nadie quiere un muñeco usado y sin alma.

 

- Si tan solo lo entendieras... todo sería mas fácil - aquello lo dijiste en un susurro solitario y nuevamente me envolviste en tus brazos y sentí tu dulce aroma...

 

La verdad se esconde en tus ojos y esta colgando de tu lengua

Empezando a hervir en mi sangre pero tu crees que no puedo ver

la clase de hombre que eres , si es que en realidad eres un hombre.

Bueno, encontrare la forma de saber eso por mi misma.

 

 

 

Estoy gritando que te amo tanto

Mis pensamientos que tú no puedes descifrar.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).