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Sí mi general. No mi general por cateyed

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Mucha gente me ha preguntado a lo largo de mi vida por qué he acabado aquí, y aún hoy no sabría responderles .
Bueno, particularmente hoy no sabría responderles

Cuando entras aquí te hacen prometer que renunciarás a todo, a tu propio nombre, a tu vida, a todo lo que eres para convertirte en un ser nuevo que absorberá tu alma y te volverá dependiente e incompleto. Y tú lo haces, al menos lo hacen los tipos como yo

¿tiene sentido?, supongo que no.
La verdad, mientras espero que me indiquen que ande trato de arrepentirme de todo, voy a perder lo que más me importa pero aún así no puedo arrepentirme, y en el fondo no quiero, él, probablemente, tampoco se arrepiente, y eso me hace sentir menos solo.

Entré aquí como un ingenuo, no tenéis idea de lo que he visto en estos últimos años y de lo que he gritado en contra de ello a solas. Aún así hay algo mágico en esos gritos, en esa sensación ... buscamos la eternidad en este cuerpo gigante que se convierte en todo para nosotros, es una renuncia total y eso, aunque parezca incongruente, es lo que le da sentido, al menos para mí, verme capaz de mantenerme firme entre normas tan ajenas a mí mismo siempre me ha hecho sentir libre, y es un sentimiento que le ha dado sentido a los pocos momentos libres en los que he podido expandirlo y utilizarlo, fuera de las filas, libre de controlarme, libre y capaz de renunciar lo que nadie más puede!. quizás esté enfermo y solo busque una excusa para sentir adrenalina pero creo que si tuviera otra vida volvería a hacerlo mismo, está en mi sangre, solo puedo decir que es algo religioso

A todo esto, debería presentarme y, de paso, explicar de qué estoy hablando.
Me llamo Milo, y soy soldado desde que nací, aunque por supuesto no llevo ejerciendo desde tan temprano. Decidí libremente dejar de ser libre, sabiendo que el mundo hipócrita no permitiría realmente algo tan extraño, y puse mi vida en eso

Y ahora mismo me siento traicionado, aún cuando sabía que esto iba a ser así. debería sentirme traicionada por el ejército, y trato de hacerlo aunque solo sea para matar el tiempo, pero no puedo porque yo ya conocía esta mierda cuando entré, sin n embargo a los que pido son a los tipos que salvé, si es que salvé a alguien

Como dije, debo estar enfermo, pero fue lo que elegí
¿No os parece injusto??, la sociedad nos permitió dejar de serlo por fe pero luego nos exige responsabilidades como humanos...y nosotros mismos también...y no estamos preparados, y no debe ser así!, ¿qué maldito derecho tienen a ¡!!?

...bah, relájate Milo, las cosas son así, y lo sabes.
La sociedad simplemente nos deja existir y esa linea a la que ellos creen que nunca van a enfrentarse no es más que una charla de cafetería cuando salen las noticias por la tele. Aunque ahora, seguramente, dejará de serlo

Por cierto, eso lo digo porque ha estallado una guerra, de tantos frentes que ya nos e ni contarlos, desde el comienzo todos e comenzó a fraccionar para luego unirse en dos monstruos deformados. Y yo, claro, estuve dentro

Nos hemos metido aquí porque tenemos una manera concreta de comprender los conflictos de intereses, y si nos lo permiten es porque ellos también lo tienen, no hablo de guerra necesariamente, no es necesario irse tan lejos... si yo creyera que siempre hay alternativas para defender a tu gente no estaría aquí...quizás otros si pero yo no,  creo que no, ¿puedes decir que no cuando te ordenan disparar a otro soldado? claro que no, eso no tiene sentido, ¿y cuando te ordenan entrar en un combate abierto?, ¿y cuando te ordenan atacar a un grupo de ellos con armamento a distancia?, y cuando te ordenan lanzar una bomba? Y cuando te ordenan atacar a alguien desarmado? Y si te ordenan torturar para obtener algo que pueda salvar a los tuyos? Y a un civil que colabora con el enemigo de TU gente? Y a una aldea? y comenzar un genocidio?, ¿porqué si y por qué no?, ¿Dónde?, ¿desde cuando?. Intento justificar que als víctimas también son responsables pero no me lo creo, sin embargo no encuentro la línea que lo se para porque, para mi cerebro, desde la primera vez que atacas tú primero la línea deja de existir, y ya no evo nada inmoral solo distingo errores de cálculo

pero existe, a tu pesar, la sientes, nadie la entiende ni la ve pero todos, en el fondo, tenemos pesadillas con ella

¡no tiene sentido!, ¡¡no hay nada que, en las situaciones que yo he vivido en las que casi nadie lo sabe todo y... nadie es capaz de elegir así, o si ha vivido así...

no debería existir pero existe...gracias a mi entre otras cosas.

Supongo que, en el fondo, no hay una manera mejor de ordenarlo todo

Por suerte para mí nunca fui un sujeto que necesitara coherencia en su ética, mis sensaciones siempre fueron suficiente para mí.

Afrodita si era de esos.

De todas maneras, da igual del tipo que seas, al final nadie encuentra respuesta por ninguno de los dos lados y todos hacemos lo mismo al entrar y poner tu vida (creo que no me he explicado, ¡tu vida!) en esto, seguramente no me entiendes. Cierras los ojos, cruzas los dedos, tragas saliva, y rezas a quien recuerdes porque no te toque a ti tener que decidir entre lo que debe hacer un soldado y lo que debe hacer una persona. Porque entonces elijas lo que elijas sentirás que te has fallado

Digo esto porque la guerra ha acabado, y Afrodita y yo hemos estado en bandos contrarios. Y si, un poco tmabién porque le quiero, entre otras cosas...

Si hay algo que he aprendido es que esa línea existe, y es distinta para cada uno, no tienes derecho a traspasar la tuya pero tampoco a juzgar la del resto, yo no puedo hacerlo porque si me paré no fue por altruismo o por ningún tipo de imperativo moral, solo sentí que no podía avanzar más, no voy a juzgar a los que sintieron que no podían pararse

Libre...si pudiera enseñarte mi vida en fotos señalarías como momentos libres los momentos alegres pero esa maldita palabra ha perdido toda connotación positiva para mi

Cuando vives como nosotros la obediencia se vuelve parte de tu nombre, de ti mismo...después de eso, en los ratos que te quedan para ti, cualquier sorbo de vida sabe mucho más fuerte.

Bien, admito que no siempre he sido obediente en las cosas pequeñas, cuando me pegaba a Afrodita en la barandilla del puerto después de que los dos hubiéramos fingido beber demasiado para tener una excusa y restregar la cadera contra otro camarada no estaba siendo exactamente coherente con las normas del lugar, ni las veces que salía con mis amigos y acabábamos gritando en algún concierto de mala muerte para acabar con una resaca asesina  al día siguiente, ni las veces que empañábamos los cristales de cualquier habitación oscura...oh si...¡ realmente entonces me sentina vivo!, pero lo creáis o no, prácticamente nunca hicimos nada de eso en el tiempo de servicio; contábamos el tiempo con los dedos para poder salir de permiso pero solo eso.

Como dije esto era nuestra vida, y los dos estamos enfermos Hemos pasado más de un año sin vernos. En los primeros meses le he echado mucho de menos.

Durante el estallido de la guerra en grueso no he pensado en él y se que él en mi tampoco, en esos momentos no tienes tiempo ni humanidad suficiente como para pensar en anda más, solo calculas y te deslizas por la situación como pro un tobogán. Ahora mismo solamente quiero verle

Teóricos, militares, siglos discutiendo sobre si somos responsables de nuestros actos o no, si somos humanos, y hasta donde debe llegar la lealtad al mando a la que hemos jurado dedicar nada menos que nuestra vida. Se dice pronto, nuestras vidas, creo que no lo entiendes. Cuando te metes en esto por el motivo que sea solo cierras los ojos y rezas porque no te toque hacer tu pequeña interpretación personal de esos límites y esas reglas, porque no estés en una situación en la que tengas que plantearte si tienes derecho a obedecer o no. Y a nosotros nos tocó

La gente empieza a moverse y yo me muevo con ellos sin prestarles atención

Como ya dije, no puedes entenderlo, no lo entiendes, y tengo al triste desgracia de que incluso aquí dentro muchos tampoco

El momento en que contravine una orden, LA orden, se me ha quedado grabado en la memoria, tanto que ni mil muertes con reencarnaciones iban a poder borrarlo. Pero imagino que tú no lo entiendes..., simplemente no puedes.

Lo primero que sientes es un derrumbe, comos si alguien dispara contra tu mundo e hiciera que todo reventara peor, justo antes de que lso cristales estallen y se dispersen por todas partes y salirse de tu control permitiéndote la paz del impotente el mundos e congela, y esa es la peor parte...de repente estás tu y tu sangre desbocada en medio de una oscuridad gélida y destruida, solo como dios debió estar al principio y con la sensación de que tu poder para hacer algo equivocado es infinito. No creas que no era consciente de que si me sublevaba y me negaba a obedecer estaría muerto y ue mi única posibilidad sería unirme al bando contrario y hace exactamente lo mismo contra los que eran mis amigos. ¿Tienes derecho a negarte cuando te ordenan atacar a alguien desarmado? Y si te ordenan torturar para obtener algo que pueda salvar a los tuyos? Y a un civil que colabora con el enemigo de TU gente? Y a una aldea? Y... comenzar un genocidio?.
Te laten los ojos, como si pudieras desarrollar algún rayo láser que te permitiera leerle las tripas al mundo y entender que demonios quiere de ti, todo lo que te hace sentir orgulloso de ti mismo y seguro se vuelve amenazador, y sientes que no puedes confiar en nada, que te estas partiendo en dos. En ese instante eres más consciente de todo, de ti, del resto, del poder que tienen tus decisiones sobre el futuro...¿Qué actuamos mecánicamente?, ¡basura!, en ese momento el tiempo se detiene y tu sensación de responsabilidad se extiende más allá de toda lógica hasta darte ganas de vomitar de puro vértigo mientras sientes que el universo te mira mientras tu te debates entre dos decisiones que te repugnan, y todos los complicados planteamientos auto trascendentes que te hacían sentirte algo más que un trozo de carne en proceso de putrefacción empiezan a darse de palos con la ética básica y natural que te enseñó tu mamá a los tres años.

Básicamente, te doblas sobre ti mismo y empiezas a devorarte.

Recuerdo ese instante, mi mente trabajaba tan deprisa que me daba sensación de ahogo y mi cuerpo estaba alcanzando unos niveles de actividad cardiaca que no podían llevar más que a la muerte prematura mientan yo me mantenía quieto en el lugar, con el papel en la mano. consciente de mí mismo y del paso lastimoso de los segundos,  que me sentí por encima del bien y el mal; fue entonces cuando mi cuerpo debió verse al borde del colapso y de pronto se quebró, dejando tras él un fogonazo de luz y una certeza aplastante, acababa de comprender a situación y todo tenía sentido, era el regalo póstumo de mi mente superior destrozada que se marchaba dejando a los mecanismos automáticos los restos de su último descubrimiento.

No había salida posible para  mi ni para los míos, ¿volverme contra mi propio bando sin unirme a nadie más en busca de una muerte rápida sería una opción para mi solo pero tengo gente en mis manos, a mucha gente que depende de mí y que hará lo que le pida..menos probablemente eso, además que diferencia hay entre el baño de sangre que me ordenan y el que haría con niños que confían en mi?, no podía hacer eso; ¿desertar?, ¿para ir a dodne?, la úncia alternativa sería unirse al bando cotnrario,e socnderse para mí no e suna opción siquiera, porque no podría soportarlo y porque no funcionaría...la ´´unica saldia era obedecer ahora...¿Cómo me había metido en mitad de todo aquell?, ¿Quiénes habían hecho estallar aquello?, noté que había perdido la fe ciega en mis superiores y, cuando uno siente eso, las demás cosas solo pueden empeorar.

La mejor opción para todos era obedecer, o eso parecía, sin embargo no podía hacerlo, cada vez que intentaba entreabrir la boca para dar la orden algo me estrujaba la tráquea y no me dejaba ni hablar, era como golpearme contra un muro invisible.

Estuve dándome contra ese muro un tiempo, mucho, hasta que comprendí que si en la vida existía una decisión que tuviera que ser egoísta, una que fuera y tuviera que ser un triunfo del egoísmo era esta, porque no existía ninguna fuerza en mi mano capaz de resolverla más que el impulso de lo que sentía que quería hacer, sin deber, sin pensar en nadie, reduciéndome a un simple cerebro de reptil con impulsos injustificados que le permitieran salir de esa parálisis en la que las fuerzas externas, los valores, las otras personas, todo en lo que hay que pensar no hacían más que devorarse

Y salí de ahí con la explosión de egoísmo más amarga que he tenido, como todo los que salimos de esas situaciones vivos, fue algo tan puramente instintivo que ni siquiera podríamos arrepentirnos

Ahora que lo miro, quizás nos sea válido así, ¿pero a quien le importa ya?

Digo esto porque fue el momento subcampeón en la lista de infiernos que he pasado mientras estaba vivo.

El 20 de febrero a las 21.32 recibí una orden que me dejó helado.

Llevaba tiempo obsesionado con que aquello iba a ocurrir, desde que los mandos intermedios tuvimos que irnos desplegando cada vez más lejos unos de otros, y tenía marcas en los ojos que podían demostrarlo, sin embargo ninguno de mis hombres estaba alterado lo que significa que creían que yo estaba seguro de todo,

Eso es lo que llamamos aquí hacer un buen trabajo

Cada noche cuando me tumbaba en la cama entre mis compañeros le daba vueltas a todo lo que apreciaba. Había tratado de prepararme infructuosamente para ese momento, de ignorarlo o de usar todo mi optimismo, pero ahora estaba ahí, delante de mí, en papel indicándome bien claro el baño de sangre que se esperaba que comenzar a en ese mismo lugar, a esa misma hora. La escala de incremento exponencial en nivel de gravedad hecha de acciones poco pacíficas que habían llegado a desgastarnos, incluso a nosotros, a hacernos preguntas y a apiñarnos entorno de los deberes que considerábamos sagrados para evitar que nuestra propia marea interior nos arrastrara...muchos se aferraban al deber, a la seguridad que da tener a alguien sobre ti asumiendo responsabilidades, al recuerdo de su familia y seres queridos que, a estas alturas, estaban tan hasta el cuello que solo podrían salvarse si los de en frente morían primero, o al menos eso empezaba a creerse. Pero cuando leí aquello...supe que estaba en el mi punto de ruptura, en el que todos habíamos rogado pro no estar nunca. ¿Cómo habíamos llegado aquí?, ¿de verdad no había habido otra salida? eso ya daba lo mismo

Acababan de dar el pistoletazo de la verdadera guerra, y yo lo tenía justo entre las manos. Y yo lo sabía.

Los bandos esperaban a al reacción de cada uno de nosotros parta acabar de formarse y empezar a sangrar de veras.

La afección no es una de mis características, peor ni eso sirvió

En esa zona yo era el máximo oficial al mando. Lo que hiciera yo sería imitado.

El cavo que me había traído el telegrama se mantenía firme bajo el marco de la puerta, esperando algo de mi; pro mi parte permanecía en pie, dándole la espalda mientras en mi cabeza se mezclaba el cansancio y el desencanto acumulado por toda la mierda que se había ido levantando en los dos últimos años con los recuerdos de mi instrucción, de mis sueños infantiles y de todo lo que aquello representaba para mí. Se mezclaban la ética de mis padres con la de mis oficiales y una serie de conceptos éticos que jamás comprendí bien..y afrodita, se mezclaba Afrodita también.

Pero esto ya os lo he contado verdad?.

Cuando todo explotó y comprendí lo que tenía que hacer si no quería arrepentirme hasta después de muerto toda la adrenalina bajó dejándome vacío.
Cerré los ojos para darme un instante mientras me convencía de que aquello no había sido una pesadilla, el chico ya había esperado un rato, no le pasaría anda por cinco segundos más

Hablemos de quien es Afrodita.

Él ocupa mi mismo rango y, en esos momentos, debía estar recibiendo una carta idéntica a la mía y haciéndose trizas pro dentro como me estaba haciendo trizas yo. Estábamos en destinos muy alejados uno de otro, desde hacía un par de meses, instintivamente di gracias por eso.

 Empecé a pensar en qué ocurriría si tomábamos decisiones opuestas, qué pasaría si nos enfrentábamos, que pasaría si..si...
Como dije estábamos demasiado lejos como para enfrentarnos directamente, aunque si perdí hombres y plazas por movimientos que claramente llevaban su firma aunque fura desde lejos. Pude imaginarlo en el peor de los casos, que no era muerto en batalla sino capturado después de la guerra en la que, evidentemente, medio ejército iba a levantarse contra el otro medio (porque sabía que eso iba a ocurrir, en cuanto leí la carta y sentí ese escalofrío en mis huesos supe que mis compañeros sentirían lo mismo, y también decidirían) capturado, humillado y fusilado en mis narices pro el bando que yo mismo había defendido.
Traté de apartar eso de mi mente pero no podía, y en vez de desvanecerse la imagen cobraba fuerza a todo color; las voces del juicio que no me costaba en absoluto imaginar, su cara blanca en el suelo, con surcos verdes y morados en los ojos y en la boca que se iban exagerando cada vez más parar recordarme lo muerto que estaba mientras hilillos de sangre cada vez más abundante y roja se deslizaban hacia abajo desde una herida abierta que mi cerebro no tuvo la piedad de dejar fuera de cámara, he visto muertos suficientes como para estar seguro de que imagen iba a ser, podía construir cada detalle de un cadáver y lo hacía sin querer exagerándolo más aún... en mi mente, Afrodita mantenía los ojos abiertos y opacos mirando a la nada sin verme..y los colores de..de todo...sobre todo de la sangre eran anormalmente fuertes, como un espejo Y lo peor, lo que más odio es que tiene la cara tranquila, como si no le importara hijote puta!!.

Mi corazón latía tan furioso dentro de un cuerpo quieto que empecé a marearme, y cuando mi mente se nubló lo suficiente como para que la imagen de afrodita se debilitara conseguí reunir fuerzas y apartarla.

Recuperé la calma, o más bien me marché y dejé el piloto automático al mando, aflojé las manos dejando de torturar el papel y miré al muchacho que me lo había traído con firmeza. Mi voz sonó serena y clara, capaz de darle la orden de saltar a una montaña y de ser obedecida. Sonó así porque ya no era mi voz

- convoque a todo el mundo en el patio de armas, nos retiramos-durante una micro fracción de segundo se le pasó pro la cabeza la idea de replicar, pero solo durante ese tiempo

-¡señor, si señor!- saluda y se marchano tiene idea de nada, o quizás si...si, si que la tiene, sabe que algo no va bien, pero hace lo que le ordeno, ojalá yo pudiera hacer lo mismo.

El chico se va y yo le sigo con la vista.

Pienso en lo siguiente que debo hacer porque aún no entiendo del todo lo que acabo de decidir., ya he sido egoísta y he elegido lo que mi cordura me exigía para seguir conmigo, no atacaremos, ahroa me toca ser un buen mndo y epsnar en ellos, cuando lso reuna desertaremos y nos refugiaremos en el bando enemigo; si semejante locura sale bien lo mejro que peude apsarnos es que luchemos con ellos en flancos alejados de los lugares más importantes para nosotros y que no tengamos que participar directamente en las matanzas que decidan ellos, ganar con ellos y salvar a nuestra gente más cercana selectivamente por alguna clase de deuda de gratitud, eso es lo mejor a lo que ahora podemos aspirar.

Si sale mal para nosotros, es posible que este chico se libre, él y los que están por debajo de su rango alegando que solo seguían mis órdenes..resulta poco probable, peor no es imposible. Aunque para mi y los de mi rango no habrá ninguna posibilidad

Cuando el chico desaparece vuelvo a darle la espalda a la puerta y me quedo mirando gravemente la pared, justo a mi altura como si pretendiera retarla a algo, ¿cuantos habrán tomado esta decisión?, ¿seré yo solo?, ¡seremos tantos que no habrá guerra finalmente?, no lo creo...y en el fondo no quiero que ocurra, yo me he olvidado de los intereses de la gente a la que he jurado proteger, o de lo que se supone que son sus intereses, ¿que será de ellos si todos hacemos lo mismo?, quizás incluso no haya guerra...o quizás acaben con todos nosotros.

Estoy seguro de que lo que he hecho es lo correcto para mi pero no estoy seguro de que se alo correcto para los demás.

¿Qué habría elegido Afrodita?

Mientras camino por el cuarto me llevo la mano a los galones instintivamente y acaricio las mangas del uniforme con los dedos, no se si sigue significando algo...Ha empezado la cuesta abajo. Ni siquiera me doy cuenta de que estoy muerto de miedo

Dejo que las sensaciones humanas se deslicen por algún rincón olvidado de mí como alas atrofiadas, aún tengo unos minutos para poder liberarlas antes de que todo se ponga en marcha. Mi mente se aclara. Antes el mundo entero parecía estar en mis manos, ahora siento que todo está escrito y solo me queda ver como el destino se desliza cuesta abajo y nos lleva a todos con él. Exhalo aire y siento que me separo del cuerpo y, quizás por los nervios o quizás por al calma, me veo a mi mismo desde fuera. Desde aquí fuera todos e ve bien, mi miedo no me molesta, soy el ser mas rápido del universo y el mundo se mueve despacio a mis pies, comprensible...y en medio de esa calma artificial diviso, muy de lejos, como intuido, lo que seguramente ha elegido Afrodita; las piezas de mi memoria y lo que se de él, pequeños detalles de su carácter, pequeños comentarios sorbe como ve el mundo y frases aisladas dichas por casualidad comienzan a moverse a mis pies como un ballet formando la respuesta más probable, para seguir moviéndose después y formar una imagen del futuro y de todo lo que iba a traer con ella.

Él habrá obedecido, no creo que le haya resultado fácil, noc reo siquiera que a estas hroas haya logrado desenredar la maraña en que debe haberse convertido su cabeza, pero al final lo hará, no abandonaría a su gente aunque tuviera que empeñar su alma de camino, además, dirá, es lo que juró y lo que la humanidad le permitió que jurara.

Él es un buen soldado, sí, lo quise y admiré por eso. Y yo...bueno, supongo que la gente me dirá que fui una buena persona

Somos muy distintos, para una pareja se supone que eso es bueno, son diferencias de criterio que solo hay que respetar, que enriquecen la pareja, o la amistad, o lo que sea. Se respetan, y vive con ellas, hay grupos de amigos que no coinciden en anda. Sin embargo, por esa pequeña distancia tu y yo no vaos a volver a estar juntos en la vida. Y no porque no queramos¿Es eso justo?. ¿Hemos elegido esto?, han sido pequeñas diferencias, diferencias de opinión que cualquier pareja normal puede permitirse, cualquier persona, y nosotros no, ¿por qué?, los demás, esos pobres y adorables civiles a los que tanto dfeiendo hablan y comentan sus diferencias y nadie se ve obligado a hacer el menor esfuerzo por unirlas , ¿pro qué? Iban a hacerlo?, son diferencias buenas, inofensivas, claaaro que si, todos los humanos se las pueden permitir, les odio!, o, le sodiaría si tuviera fuerzas ahora para usa runa palabra tan grande, ¡basura trivial!, peuden permitirse comentar ideologías de adorno en un café mientras continúan vidas mecánicas llenas de lugares comunes en donde nadie les va a obligar a ponerlas en práctica jamás, y ellos tan felices así, es tan cómodo pensar algo que nadie te va a pedir que sues jamás para nada más complicado que echarle una charla divertida a un amigo que no está de acuerdo, y después podréis iros cogidos del hombro, y hablar, y besaros pro las esquinas quizás, y empañar los cristales de cuartos que no tienen que ser necesariamente oscuros ni perdidos ni ocultos..
¡Divertíos! porque  ahora, a mi, me van a obligar a ..a..., no no pienso luchar contra él directamente, pero..al menos..

.¿por qué tiene una brecha tan pequeña que crecer tanto?...yo...aún ahora, ni siquiera la veo importante
¿y tú Afrodita?, ¿como la ves?, ¿como..me ves ahora? 

De repente el destino se hace mucho más mecánico, mi sensación de flotar en la anda se hace más fuerte y todo, absolutamente todo, se vuelve más denso y negro. Ahora soy libre pero sin embargo estoy ausente de todo elloMe quedo de pié en medido e la habitación, siento que alguien me observa pero ni siquiera me inmuto, estoy demasiado perdido en mi propio sueño febrilVeo a afrodita de pié, caminando desarmado, con las manos esposadas al frente y probablemente sin uniforme entre un bloque de soldados que eligieron su mismo bando (porque yo ni ahora ni nunca podré llamarlos traidores, ni a ellos ni a nadie que haya sentido lo que yo cuando le dieron esa orden, y que haya tenido que reaccionar de esa misma manera)

Mi visión es piadosa, de modo que solo veo cargos más o menos altos, los mas jóvenes han sido indultados.

A los lados irá gente armada, y delante, y detrás, conduciéndolos por un pasillo hacia una enrome estancia en la que se encontrarían los mandos mas altos en una mezcla de juicio militar y escarmiento pírquense para enaltecerle ánimo de los ganadores que probablemente se consideren basura en su gran mayoría. Dentro del grupo de Afrodita muchos miran al suelo avergonzados y otros miran de forma arrogante, esos dos grupos son los que se arrepienten de lo que han hecho, pero también hay otros que caminan simplemente, como él, flotando y asistiendo como espectadores a su propia muerte, es un película que aceptaron y simplemente observa sin juicio el final lógico que han tenido mucho tiempo para aceptar.

A los lados habrá filas, quizás finas quizás gruesas, de oficiales y mandos menores en posición firme observando el paso de los prisioneros y asegurándose de que no habrá huída

Quizás algunos pensarán en escapar, los que eligieron mal y siguieron algún tipo de fin extenro o altruista en evz del egocentrismo puro que el corazón les grita.Yo estaré en una de las filas del pasillo, viéndoles caminar y reconociendo caras que consideré y considero amigas, hasta que las ejecuten.

Cuando Afrodita pase a mi lado no podré saludarle, solo pensar en silencio y seguirle con la vista. Él caminará hacia su juicio con la misma rutina con que extendía las sábanas de su cama y me ayudaba a extender las mías, o con que me sonreía para convencerme de que le ayudara a acabar con el servicio de lavandería cuando solo éramos cadetes y a él no le apetecía hacerlo solo. Me buscará entre la gente y cuando me encuentre me mirará en silencio, probablemente pensando en cuanto me va a echar de menos y en como me sienta el inuforme, para tratar de animarse con algo dulce, tal vez incluso me sonría como antes, para hacerme sentir mejro cuando vea la desesperación en mi cara, para indicarme que aunque no vayamos a volver a vernos no ha cambiado nada a pesar de todo. Y yo seguiré sin contestarle pero le seguiré con la vista hasta que desaparezca por la puerta y él entenderá perfectamente todo lo que quiero decirle, y volverá a sonreír antes de entrar en un cuarto del que lo mejor que puede esperar es una muerte razonablemente rápida.

Recuerdo cuando la tensión era demasiado fuerte y acabábamos enredándonos en cada esquina oscura dentro del propio recinto militar, conscientes de que si nos atrapaban estábamos muertos, pero con esa regla completamente asumida y, por tanto, muy tranquilos al respecto. Creo que gracias a eso nos lo tomaremos bien, en el fondo es lo mismo, fue un buen entrenamiento. Además, desde que la guerra empezó lo habíamos ido perdiendo todo, absolutamente todo, y al parecer perdernos el uno al otro no podía ser más que parte de aquel proceso

Cuando el portón de la sala imaginaria se cerró tras ellos yo apreté el puño de la chaqueta con la mano que tenía libre, antes de relajar definitivamente los dedos. Cuando aquella alucinación acabó cerré los ojos un segundo para poder enterrarla, luego los abrí, fue la última vez que pensé en él hasta ahora. Él, en alguna parte, seguro que hizo lo mismo, cerró los ojos, los abrió, dobló el papel cuidadosamente, lo dejó sobre una mesa y me enterró a mí y a sus tristes esperanzas de volver a verme en algún rincón donde no pudieran molestarle mientras él se dirigía a cumplir sus nuevos deberes, preparado para ser solo un sistema pragmático hasta que todo aquello acabara. Igual que yo, doblé la hoja y salí al patio donde mis hombres debían estar formando.

Más tarde todo se confirmaría; logré sacar a mi gente de allí casi de milagro y cuando me reuní con Aioria en el cavo me entregó una lista con los nombres de los que nos habíamos levantado, eramos más de los que había esperado, y Afrodita, por supuesto, no estaba entre ellos, algunos al sur, y al norte Alde pero uno de sus hombres decidió tomarse la justicia por su mano y advertir a los que seguían obedientes al general. Deathmask y Afro le habían interceptado en terreno abierto y le habían destrozado, fue lo último que supe de cualquiera de los dos.

Solo como dato curioso, Alde era amigo mío desde que tengo memoria, y  de Afro desde la academia.

Hoy es el día en que la visión que tuve la última vez que pensé en Afrodita debía haberse cumplido, pero no ganamos nosotros, y soy yo el que camina con las manos esposadas al frente y una especie de pijama por el mismo pasillo por el que fui muchas veces antes para ser ascendido, con Afrodita caminando casi siempre a mi lado, hoy a mi aldo solamente hay un extraño con un brazo claramente dañado, pero no va a necesitarlo allá a donde vamos. A los lados del pasillo se ordenan uniformes armados que nos miran con toda una variedad de expresiones, desde el asco hasta la comprensión, aunque esos son los de menos. Levanto un poco la cabeza y busco a Afrodita entre la multitud, aún no puedo verle pero estoy seguro de que está aquí.

Tropiezo y gracais a eso le veo, parado cerca de la puerta buscándome con discreción entre la fila de personas que van entrando, esta evz soy yo el que se encoge al ver la tristeza en sus ojos y piensa en lo bien que le sienta el uniforme.

Cuando paso casi frente a él y me ve me clava los ojos y yo le sonrío discretamente, sonreir aquí era más fácil cuando me lo imaginaba pero ahora me siento como un niño que aún puede ponerse a llorar; él me devuelve la sonrisa y manda el protocolo a pasear unos segundos para llevarse dos dedos al corazón cuando me ve pasar, haciéndome sonreír aún más, como ya os había dicho somos hombres muy distintos.
Cuando paso de su lado no me sigue con la vista, rectifica la mirada y vuelve a mirar al frente, yo me revuelvo un poco entre los empujones y giro la cabeza para verle durante un poco más de tiempo, total, no tengo anda que perder. Tiene los ojos demasiado brillantes, pero tranquilos y la boca encajada  con la mandíbula un poco hacia adelante, un gesto que cualquiera que haya estado en una guerra reconocerá y habrá puesto alguna vez, cuando quisieras llorar como un niño pero tienes que parecer tranquilo como un hombre.
Cuando le veo así se me rompe el corazón y me dan ganas de salir corriendo hacia él, nunca le he visto afectado ante nada, no de manera emotiva, y ahora que por fín lo veo tan tierno, voy a morir.
Ni se me pasa por la cabeza pensar en mí hasta que el avance del grupo me mete en la sala y la silueta de Afrodita desaparece tras la hoja de la puerta, entonces puedo mirar al frente y darme cuenta de donde estoy, de lo que he hecho realmente por primera vez en meses, y de lo que me merezco. En algún punto del pelotón alguien rompe a llorar y el eco nos sacude a todos. Trago saliva y, tras un instante de confusión vuelvo a mirar adelante, hacia la mesa de oficiales; el lugar es mucho menos majestuoso que antes e incluso las paredes están dañadas, es increíble que los combates llegaran hasta aquí. Me basta mirar la cara del juez para comprender que no habrá piedad para nadie, pero no me arrepiento de nada, aunque esté asustado tengo la conciencia tranquila y lo máximo que cualquier soldado podría pedir, sé que alguien llorará por mí esta noche
Notas finales: espeor que os haya gustado ^^peud eque haya epílogo pero no creo

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