Seiya: Shun... este... yo... quería decirte algo... jejeje... tú sabes que bueno que yo... jejeje... tú me... jejeje... gustas mucho y bueno... no quieres... este... casarte conmigo... jejeje
Shiryu: la vida no puede ser vivida en soledad. Los dioses no nos han traído a este mundo para que transitemos el recorrido de la vida en soledad sino que nos han enviado para que caminemos juntos por los valles de lo desconocido, por las escarpadas laderas de la ignorancia y por las profundas corrientes de la sabiduría. Shun... ¿por qué no recorremos juntos esos caminos?
Hyoga: para mí lo más importante es mí mamá, si mi mamá está de acuerdo en que tú y yo nos casemos nos casamos, de lo contrario no. Mañana mismo nos vamos a Siberia y se lo preguntamos, estoy seguro de que ella nos responderá con la sabiduría que siempre ha tenido. Además hay que hablar con el cura... si el cura dice que es pecado tampoco nos casamos.
Mu: mira que Kiki es como mi hijo pero tú le caes bien. Los tres seremos una linda familia si nos ponemos de acuerdo y nos llevamos bien entre nosotros. De cuando en cuando me voy a Jamir, tú te quedarás cuidando a Kiki en el templo. A propósito... ¿ya te pregunté si quieres casarte conmigo?
Aldebarán: qué rico que cocinas... eres hacendoso. Lavas, planchas, coses y cocinas como los dioses. Eres práctico y eficiente, te gustan mis bromas... en resumen eres perfecto. Podríamos poner un negocito de comida rápida para los dorados. Aunque no el Templo porque después agarra mucho olor a comida. Si, sería ventajoso... ¿por qué no te casas conmigo?
Saga y Kanon: Cásate conmigo. ¡No!, ¡él se va a casar conmigo! ¡Yo soy el mayor me toca a mí casarme primero! ¡Yo soy el menor y soy más bonito! ¿¿Bonito?? Para bonito está el conejito. Tengo que ser yo que soy el cerebro y la fortaleza. ¿¿Cerebro?? No me hagas reír que me duele la boca. ¡Te va a doler el estómago de mis golpes! ¡Tú y cuantos más! ¡Shun ven para acá! ¡Kanon, suelta a mí Shun! ¡Qué no, que es mío! ¡No, es mío!
Máscara Mortal: a mí la parte que más me interesa del matrimonio es la viudez. ¿Tienes propiedades? Déjame ver tu cara para tomar tus medidas para la máscara. ¿Prefieres un ataúd de cedro o pintado de blanco? ¿Quizás de ébano?
Aioria: pásame una cerveza que estamos de relajo... festejemos el compromiso. ¿Quién se comprometió? ¿Nosotros? ¿Tú y yo? ¿Qué cosa? Que te besé. Pero te confundí con Shaina por lo del pelo, viste. ¿Ikki? ¿Qué Ikki me mata si te dejo plantado? Y bueno, ya que estamos... ¡continuemos de relajo!
Shaka: ¡Buda! ¡Buda! Responde a aquél que te llama... ¡Buda! ¡Buda! Ilumina mi mente para que tome una decisión... ¡Buda! ¡Buda! Haz fluir de mi boca las palabras justas para que él me conteste que sí. ¡Buda! ¡Buda! Que tu juicio sea mí juicio y tu voz sea mi voz... aunque mis manos no se te vaya a ocurrir que sean tus manos... que al conejito lo toco yo nomás.
Dokho el joven: Sé que soy un par de años mayor que tú pero eso tiene sus ventajas. Además con Sunrei no necesitarías ni lavar, ni planchar ni cocinar, ni nada por el estilo. Podrías dedicarte a la lectura para comprender que todo en esta vida tiene su equilibrio y que debemos encontrar sobre todo la justicia y la paz. Por eso considero muy justo pedir tu mano en matrimonio.
Dokho el viejo: Este pues... sé que tu posición económica no es muy favorable. Mira yo percibo una pensión de $4780 por mes y además tengo la propiedad de mi casita. No te pido que cumplas... porque ejem... el viagra no hace milagros pero... por lo menos podríamos hacernos compañía. ¿Qué dices? Tú hermano no matará a un pobre viejito o por lo menos que se espere a la boda para que te deje viudo.
Milo: ¿Casarme yo? ¿Yo? JAJAJAJA, el poderoso, sexy y maravilloso Milo, casarse contigo... pero ni loco, por más que seas tan bonito, dulce, tierno, con esos ojitos... ¡no pongas esos ojos de borrego! ¡No me vas a convencer! No, Shun... no llores que me molesta ver llorar... mejor quítate la ropa y después te contesto...
Aioros: ¡Shun, las flechas de Cupido reemplazaron a las flechas de Sagitario en mi corazón cuando me enamoré de ti! ¡Cupido me ha flechado abriéndome los ojos para poder ver no sólo tu hermoso envoltorio sino también tu hermoso interior! ¡Vamos a pedirle a Afrodita y a Himeneo que nos casen y nos unan por toda la eternidad!
Shura: ¡Olé! ¿Te gusta mi ropa de torero? Es mi ropa de gala en las ocasiones importantes. ¿Te molestan los destellos? Entonces te lo diré con rapidez para quedarnos con la luz de las velas que es muchísimo más romántico para estas ocasiones: Shunquierescasarteconmigoporqueenrealidadestoymuyenamoradodetiynomeimportaparanadaloquedigatuhermanoaunquemequememipreciosotraje.
Camus: Mira, Shun. Te he traído un regalo, un abrigo de armiño importado, cien por ciento sintético porque sé que estás en contra de las pieles verdaderas. ¿Te gusta? Que bueno, me alegro. ¿Por qué el regalo? Porque creo que ya es momento que nos casemos y como el templo es muy frío pensé que te vendría bien un abrigo extra.
Afrodita: Sería una idea maravillosa que nos casáramos. ¡Imagínate! Podríamos peinarnos juntos, bañarnos juntos, hacernos mascarillas de pepinos juntos, hacernos la manicura juntos, hacernos la pedicura juntos, trabajar en el jardín juntos y con tus cadenas podrías hacer unos jardines colgantes como en Babilonia. ¡Imagínate! ¡La novena maravilla del mundo! Porque son ocho no. ¿O eran diez?
Shion: Yo soy demasiado importante como para rebajarme a pedirte matrimonio. Si quieres casarte tendrás que pedírmelo tú a mí y no al revés. Por supuesto que debemos tener la separación de bienes, porque si llegamos a divorciarnos no te voy a dar la mitad del Santuario del Patriarca.
Shun: ¿¿Pero ustedes están todos locos?? ¿Cómo voy a casarme? Si yo soy muy chiquito, muy pequeño como para andar casándome. ¡No! ¿Qué me van ha hacer? ¡No! ¡No! No me corran... déjenme tranquilo. ¡Niisan! ¡Niisan! ¡Ikki! ¡Ayúdame! ¡Ikki! ¡IKKI!
Ikki: ¡Shunny qué te pasa! ¡Qué hace esta manga de chiflados corriéndote por el Santuario! ¡Shun! ¡Deja de correr!
Shun: ¡No puedo! ¡Que todos ellos me han pedido que me case con ellos!
Ikki: ¿Casarte? ¿Cómo que casarte? ¡Manga de chiflados! ¡Puño fantasma!
Se ve a una pila de caballeros tirados en el piso, algunos un poco más golpeados que otros. Shun llora asustado en brazos de su hermano que lo abraza protectoramente.
Ikki: ¡Eso es para que se les quite lo idiota por andarle diciendo estupideces a mi hermanito! Si él está muy pequeñito para andarse casando y mucho menos sin mi consentimiento. Además antes que él debo casarme yo porque soy el mayor.
Todos: ¡Entonces hay que conseguirle esposo a Ikki!
Ikki (tragando saliva): ¿Qué cosa? ¡Sepan que yo soy muy macho!
Todos: ¡Vamos a buscar a Marin y Shaina!
Ikki: ¡Alto ahí ustedes! ¡Vengan para acá!
Todos: ¡Sin niisan hay conejito!
Shun: ¡Tormenta nebular!
El ataque de Shun los envuelve a todos y los estrella contra el piso.
Shun: Para que aprendan que nadie, pero nadie se mete con mi hermano y menos para andarlo casando sin preguntarle. ¡Es mí niisan y yo le voy a aprobar la novia! ¡Ikki, vámonos de aquí antes de Hades se despierte!
Todos: ¡¡¡NO!!! Hades no.