Capitulo dos: En el bosque prohibido…
Habían pasado exactamente dos semanas desde ese encuentro con el Slytherin y no había recibido ni una mirada de esa maldita serpiente, se la pasaba todo el día leyendo o sino encerrado en su sala común, gracias al mapa de los merodeadores también sabía que algunos días se iba al bosque prohibido, pero no podía saber exactamente donde se dirigía ya que se perdía del límite del mapa…
Muchas veces se preguntaba si alguien le había hechizado o dado alguna poción sin que él se hubiera dado cuenta, es que no era normal que estuviera pensando y vigilándolo todo el tiempo, aunque el beso que se habían dado ya era algo fuera de lo normal, pero… es decir… la verdad es que ni siquiera sus pensamientos eran coherentes, estaba claro que tenía un pequeño problema, que con cada minuto que pasaba empeoraba considerablemente, ya ni siquiera podía poner atención en clases y lo peor de todo era que esa maldita serpiente no le ponía ni la más mínima atención, ya hasta dudaba que se hubieran besado
¿Es que para él no había significado nada?
¿Y es que acaso para el mismo significa algo más que un simple beso?
Tomando una decisión se levanto enérgicamente de su cama y tomo el mapa y reviso donde se encontraba, después de encontrarlo salió corriendo por los pasillos, sin ponerle atención a los llamados de sus amigos que estaban en la sala común.
Cuando llego a las puertas del castillo vio nuevamente el mapa y ahí lo vio, su nombre comenzaba a borrarse al entrar más por el bosque prohibido, Harry no lo pensó dos veces y guardando el mapa en su túnica, corrió rumbo al bosque.
Estaba completa y absolutamente perdido, lo sabia… desde que esa roca en forma de sapo que extrañamente le recordaba a su “queridísima” profesora Cara de Sapo, la había visto más de cinco veces, dio con la brillante deducción que estaba perdido, bufo molesto.
Se fue a un árbol y recostó su espalda en el, tratando así poder pensar en alguna forma de salir de ese maldito bosque con por lo menos todo su cuerpo entero, suspiro frustrado, maldecía una y otra vez su estúpida imprudencia.
- si sigues así voy a creer que te encanta perderte…
Harry dio vuelta su rostro bruscamente al escuchar esa voz y maldigo internamente por hacerlo, su cuello le iba a doler más tarde, pero eso no le importo, estaba más abstraído en contemplar aquel sujeto que le robaba su cordura, que se había metido en su cabeza y no quería salir por nada del mundo.
Harry se quedo literalmente con la boca abierta (muy literalmente) viendo la apariencia del frio alumno de Slytherin, tenía la camisa con tres botones desabrochados y fuera del pantalón, la corbata suelta, la capa totalmente abierta y sus cabellos castaños estaban algo desordenados, simplemente era ver a un sexy demonio con eso increíbles ojos oscuros que le miraban fijamente y siempre le ponían tan nervioso.
- te quedaras todo el día babeando por mi – le dijo burlonamente con una media sonrisa
- maldición – pensó Harry ni siquiera podía molestarse por aquel comentario, es que era demasiado sexy – ¿es que ya me volví loco?Theo suspiro y tomo la mano del Gryffindor, adentrándose más al bosque, al parecer en un momento del camino las neuronas de Harry comenzaron a trabajar, por que recién como diez minutos caminando y aun de la mano, Harry se dio cuenta…
- eh? ¿Adónde vamos? – dijo al nervioso, mirando hacia los lados sin saber en donde se encontraban, nunca había ido por ese camino
Theo lo ignoro completamente…
- oye, Nott – siguió algo molesto por el silencio de su compañero – emmm – trato de soltar su mano discretamente, pero Theo la llevaba firmemente apretada – Nott…
- Theo – dijo secamente
- ah? – Harry había dudado, se preguntaba si había escuchado mal
- me dicen Theo
- emmm Theo, ¿Por qué no me sueltas mi mano? – no es que no le agradara, pero ya se estaba poniendo muy nervioso
- no
- ¿Por qué? – ya estaba algo enojado
- porque te puedes perder – ladeando un poco su cabeza para mirarlo y sonriéndole burlonamente
Harry hiso un mohín…
*********
Harry quedo por segunda vez en el día con la boca abierta, el lugar era increíble…
Frente a el había un hermoso lago (mucho más pequeño que el gran lago) de aguas cristalinas, estaba rodeado de arboles, así que en el lugar le llegaba el sol completamente, el pasto estaba corto y verde, con algunas flores silvestres de muchos colores.
Mientras Harry se había quedado observando embobado el lugar, Theo se sentó y recargo su espalda en un árbol muy cerca del lago, le llegaba completamente la sombra, desde sus bolsillos saco un pequeño libro y con la varita lo agrando a su tamaño original.
El Gryffindor respiro hondamente y fue a sentarse cerca de Nott, estaba tan cerca del agua, que se saco sus zapatos y calcetines, se remango los pantalones y puso sus pies en el agua, estaba cálida, así que empezó a jugar suavemente con sus pies, mientras que Theo se perdía en su lectura.
Harry ya había sacado sus pies del agua y ahora su espalda estaba recostada junto a la de Theo en el árbol, el de mirada verde miraba el cielo algo nervioso, quería sacarle más palabras al chico que estaba a su lado, tenía una voz muy atrayente, se preguntaba por qué no hablaba más a menudo.
- eh Nott, es decir Theo ¿ya habías venido aquí? Cierto – sin mirarlo
- si – dijo como repuesta
- ¿muchas veces?
- es uno de mis lugares preferidos – siguiendo con su lectura
- y… ¿Cómo lo encontraste?
- fue cuando quería estar solo y en silencio, mi cuarto estaba ocupado, la sala común había mucho ruido, la biblioteca estaba cerrada, no me apetecía estar encerrado en alguna aula en desuso así que fui al bosque prohibido, caminando en los alrededor encontré este lugar, es idóneo para estar en silencio, creo que nadie sabe de este lugar, aparte de mi y ahora tu
Harry no sabía si seguir preguntando o callarse, después de todo Theo venia aquí cuando quería estar en silencio y… “solo”, en este momento se sentía un intruso, pero aun así quería hacer la última pregunta, no importando que con eso hiciera que el castaño lo echara a maldiciones por no dejarlo concentrase en su libro…
- ya veo, mmm ¿entonces por qué me trajiste?
- no me importaría que vinieras, mientras no le digas a muchos de este lugar, no hay problema, aunque no sé si te acurdes del camino, cuando quieras venir me dices y te acompaño – dijo sin ninguna emoción en su voz y sus ojos fijos en su libro
Harry estaba en una nube de felicidad, esa respuesta fue mucho mejor de lo que esperaba, al parecer no le desagradaba su presencia como en un principio pudo llegar a pensar…
********
Harry sentía una mano que le acariciaba sus desordenados cabellos, se estremeció involuntariamente el viento helado de la tarde ya le estaba afectando y le había dado algo de frio, ¿viento? ¿Por qué debía haber viento cuando estaba en…? ¿Dónde estaba? Abrió lentamente los ojos, vio un hermoso cielo despejado y ya con los colores del atardecer, miro hacia la derecha y vio muchos árboles, aun seguía en el bosque pero ahora estaba completamente estirado en el suelo, o eso era lo que creía, miro hacia su izquierda y se encontró con una ¿camisa? ¿corbata? ¿túnica? Miro hacia arriba y vio a Theo que le sonreía burlonamente aun acariciándolo con una de sus manos sus cabellos, la otra aun sostenía el libro y en ese momento se dio cuenta que su cabeza descansaba en las piernas del castaño, se preguntaba como había llegado a esa posición y porque Theo no lo había apartado, pero se sentía tan cómodo que no quería levantarse, pero el frio que comenzaba a hacer no le dejaba disfrutar completamente el momento.
- será mejor irnos al castillo – dijo seriamente guardando el libro en su bolsillo, ya que había apartado su mano que acariciaba el cabello del azabache y con la varita había achicado nuevamente el libro
- si – susurro no queriendo sonar muy decepcionado
- Harry…
- se escucha también mi nombre cuando sale de su boca – pensó embobado el Gryffindor
Harry miro fijamente a Theo, ambas miradas se unieron intensamente, Theo se acerco nuevamente al azabache, Harry entre abrió sus labios en anticipación. Ambos fueron los que acortaron las distancia, como su primer beso en el pasillo, primero fue solo un rose, para luego dar paso a un juego de lenguas, un juego demasiado placentero para ambos, con desgano se separaron por la falta de aire, se miraron intensamente, Harry se sentó en la hierba y se paro rápidamente no quería que Theo viera su más que notorio sonrojo.
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Fueron lentamente por el bosque de la misma forma como cuando fueron hacia el lago, es decir de la mano, ya era más que tarde y se habían perdido la cena, a Harry no le molestaba ya que podía conseguir algo de comida con sus amigos en su dormitorio.
No intercambiaron ninguna palabra en el trayecto en medio de la oscuridad y soledad de los pasillos sin soltarse de la mano.
Harry estaba nuevamente tan metido en sus pensamientos que no se había dado cuenta a donde iban, hasta que reconoció en el pasillo donde se encontraban y ese cuadro de esa mujer rellenita (XD!) se detuvieron enfrente del cuadro.
El azabache iba a decir algo, pero todo fue olvidado cuando unos labios se apoderaron de los suyos, queriendo prolongar el momento al máximo, paso sus brazos por el cuello del más alto, mientras que Theo paso sus brazos por la cintura del más pequeño.
Aun abrazados se separaron del beso, Theo beso superficialmente al azabache, dio media vuelta y se alejo por los oscuros y silenciosos pasillos.
Harry tuvo un Deja Vû (n/a: o como se escriba ¬¬) suspiro derrotado y maldiciéndose mentalmente, aunque había sido una tarde magnifica, no había podido o mejor dicho se le había olvidado preguntarle, ¿porque diablos le había besado en el pasillo y mas encima después lo ignora?, y cuando por fin lo había podido encontrar solo y con todo el tiempo del mundo para preguntarle no lo había hecho y para colmo, había que agregar mas preguntas, ¿por qué lo había besado en el bosque y ahora en el pasillo? ¿Por qué lo fue a dejar frente de su casa? Pero había una pregunta aun más poderosa y que era para él mismo y aun no tenía una respuesta clara…
- ¿Por qué me gusta que me bese y me duele cuando me ignora?
Continuara…