- Si te besara, ¿Qué sería lo peor que podría pasar?
Esa frase era lo único que resonaba una y otra vez dentro de su cabeza al verse apresado en esos brazos. No se sentía inconforme con la situación pero sabía que el cariño que demostraba aquel joven que lo sostenía contra su pecho no estaba dirigido hacía su persona.
- Víctima de despecho. – fue lo que salió de sus labios para describir el caso del azabache que lo aferró aun más fuerte y bajo su rostro para besar repetidas veces la mejilla izquierda del rubio.
- Indudablemente. – dijo entre los besos otorgados el Uchiha.
- Idiota.
El contacto entre sus labios se dio sin preámbulos, no titubearon, no se sonrojaron, solo sintieron.
Naruto se sorprendió un poco al notar la lengua de Sasuke colándose desesperadamente en su boca, pero prefirió dejarse llevar a comenzar una discusión relativamente innecesaria. Se relajó un poco más manteniendo sus brazos a los costados de donde no se habían movido desde que Sasuke lo hubiese abrazado.
El aire les rozaba la cara, era frío y húmedo. No se preocupaban por la circulación de la gente pues el banco en el que se encontraban estaba un poco alejado y la iluminación no dejaría que fuesen reconocidos.
Al separarse ambos bajaron la mirada y la dirigieron al frente, soltaron una pequeña risa y esta vez ambos se abrazaron.
- Lo de Sakura si que te dio fuerte. – se burló Naruto apoyando la barbilla en el hombro de Sasuke.
- Sí. – el incomunicativo pelinegro llevo una mano hacia el cabello rubio y entrelazó sus dedos con las finas hebras.
- Por eso ahora todo te sirve, ¿no? En estos momentos todo es bueno.
No es que se estuviera menos preciando, pero sabía que su amigo no le tenía un interés genuino, todo se había dado por casualidad. Sasuke estaba dolido, Naruto estaba ansioso y como el contacto entre ellos no les había disgustado decidieron ceder a ese arrebato.
- Tonto, sabes que no es por eso.
Y la mentira se palpaba tan claramente en esa frase que el rubio rió un buen rato antes de ser callado por otro beso de Sasuke.
El Uchiha dejo un brazo alrededor de la cintura del blondo y posó su mano a un costado del cuello de Naruto para masajearlo lentamente. Uzumaki en realidad no quería tomar acción pues no quería algo más que besos entre ellos.
Cuando el brazo que el pelinegro había dejado en su cintura comenzó a recorrer toda su espalda comprendió que Sasuke sí que quería llegar a otro nivel, por lo que corto el contacto suavemente dejando cortos besos en los labios del otro en el proceso.
- Esto es raro. – comentó el rubio como quien habla del clima.
- Un poco, - aceptó su amigo aún rodeándolo con los brazos, acomodando la espalda del rubio contra su pecho - pero si que estuvo bien.
Hablaron un rato, Sasuke trataba de explicar la situación mientras Naruto se burlaba de sus vanos intentos pues la mente del pelinegro era un rompecabezas y pensaba que no había necesidad de complicaciones.
Sasuke se acomodó mejor en el banco para volver a besar al rubio pero sonó un celular y Naruto contesto de inmediato causando un gruñido de parte del azabache. Pronto cortó la llamada informándole al Uchiha que pronto su tutor iría a recogerlo.
- Te acercamos a tu casa, de todas formas esta de camino. – sugirió el rubio con una sonrisa amable.
- Gracias. – dijo el pelinegro correspondiendo a su sonrisa.
Cuando Iruka-san llegó por ellos ambos saltaron dentro del auto conversando como si nada hubiese pasado, como los amigos que eran. Dejaron a Sasuke en su casa e Iruka siguió conduciendo hasta llegar al apartamento donde vivían. Naruto estaba agotado pues había tenido un día pesado, así que se tiro sobre el colchón y se quedó dormido de inmediato.
Despertó en la madrugada y decidió ponerse el pijama. De camino al baño noto que su celular, que descansaba sobre el escritorio, irradiaba una lucecilla en la pantalla. Tenía un mensaje de parte de Sasuke que decía “Dobe” a lo que el rubio simplemente contesto “Dulces sueños” y siguió con su camino.
La mañana siguiente fue fría en más de un sentido.
Llegó demasiado temprano y solo encontró a Sasuke en el aula, lo saludó amigablemente con un golpecillo en la nuca. El pelinegro solo lo observo unos segundos y volvió a centrar su vista en el libro que tenía entre las manos. Naruto no vio algo anormal en su comportamiento así que dejó todo pasar pero una pequeña opresión se hizo presente en su estomago y ese sentimiento aumentó al ver que Sakura conversaba fluidamente con el Uchiha momentos después.
Ciertamente su amigo no le gustaba y no se fijaría en alguien como Sasuke para ser su pareja pero aún días después el recuerdo de aquel beso se hacía presente cada vez con más frecuencia e inundaba sus sueños diariamente.
- Lo peor sería… que no pueda dejar de pensar en ti.
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