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18 Tonos por Eruka

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Notas del fanfic:

Para Beta-sama

Notas del capitulo:

Espero lo disfruten, y si es así, me dejen un review

^^

 

Las mentiras más crueles son dichas en silencio.

Robert Louis Stevenson (1850-1894)

Incluso aunque se repitiera a si mismo mil veces la falacia barata que se había creado, esta no iba a volverse mas verdadera.

 

Pero para comprender su predicamento, habría que retroceder unos años en el pasado…

 

****

El día en que Gaara conoció a Sai, no fue precisamente perfecto. Llovía y por si fuera poco (ya que el odiaba la lluvia), había olvidado su almuerzo. 

 

Era fácil, por que ellos debían estar juntos, necesitándose por siempre…

 

En la primera hora, la sensei entró de la mano de un chico que Gaara se sorprendió llamándolo “bonito”. Su corta melena azabache, y sus ojos de igual color, guardaban un tipo de misterio que resultaba de un modo atrayente. 

 

La sensei lo presento como Amane Sai y lo mandó a sentarse al extremo opuesto de Gaara.

 

Fuera de su impresión inicial, nuestro pelirrojo no mostró mas interés en el muchacho, y hubiera sido entonces, un personaje en su vida con la importancia de cualquier otro, de no ser por que el moreno, al contrario  de el, si que le tomó importancia, y comenzó a seguirlo.

 

No era un acoso del tipo que recibía su compañero  y casi amigo Uchiha Sasuke, al que las niñas molestaban con sus constantes chillidos y absurdas declaraciones de amor (absurdas por que para Gaara no tenia sentido amar a nadie mas que así mismo, eso era algo demasiado claro).

 

No, Sai le seguía en un permanente silencio de no ser por el “presente” que le escuchaba decir cada mañana, juraría que era mudo; y el pelirrojo, por el habito y ahora orgullo  de no perder la compostura, mostraba sus dotes como, digamos, “ignorador”, y no decía nada al respecto del ojinegro acosador.

 

De modo que ambos niños se ensañaron en una batalla de silencio para comprobar quien era mas frío.

 

En 6º a Gaara le ocurrieron 2 cosas; perdió y luego de eso, recibió su primer beso. Todo en la misma mañana seca de otoño (su estación favorita).

 

Aquel día, el pelirrojo entro al aula dando un gigantesco y perezoso bostezo, creyendo para realizar tan vergonzosa acción, que era como siempre el primero en llegar a clase.

 

Y se equivocó.

 

Ahí se encontraba su acosador personal.

 

Si había algo que en esos años había llegado a detestar de Sai, eran esas sonrisas falsas que le otorgaba a todos. Y en ese momento se la dirigió a él, acompañada de un:

 

-Parece que anoche no dormiste muy bien-comentó (en 5º había comenzado a hablar un poco).

 

Gaara se sonrojo, muy abochornado al notar que su falta había sido notada, seguramente rompiendo su perfecta mascara, pero intentó arreglarlo:

 

Disculpa mi falta de educación, Amane-san, ciertamente pase no muy buena noche-dicho esto, se dirigió muy digno a su asiento (en el primer puesto al lado de la ventana, a 6 asiento de Sai).

 

-¿No muy buena noche?-repitió  el moreno, aun con esa maldita sonrisa en el rostro-pobrecito...-

 

Y esa -maldita, terrible, perversa, detestable- palabrita, tiró de un golpe todas sus defensas, por que dicha con tanta lastima, le recordó las burlas y comentarios condescendientes de su familia…

 

Una lágrima inicial cayó sobre su cuaderno abierto, abriéndole camino a muchas más.

 

-¡no me llames así!-gritó, enterrando su cara con ambas palmas abiertas.- ¡no te atrevas a tenerme lastima!-su menudo cuerpo se sacudía, victima de espasmos casi violentos.

 

Tan concentrado como estaba en su llanto, apenas notó cuando los rígidos brazos de Sai le cobijaron en un protector abrazo…

 

Su llanto comenzó a disminuir, y el comenzó a sonrojarse por la cercanía del otro, que todo el tiempo había estado sumergido en un respetuoso silencio.

 

-Lamento haberte ofendido y lastimado-se disculpó Sai; Gaara descubrió en sus ónices ojos algunos rastros de lágrimas. Poco a poco, el pelirrojo descubrió su rostro por completo, y Sai se acerco despacio…

 

Compartieron un torpe y húmedo besito, que Sai manejó y dominó de la mejor forma que pudo, de modo que Gaara se sintió mimado y… querido.

 

No hablaron de tal escena hasta unos años después, pero desde ese momento se convirtieron en amigos inseparables, y la influencia de uno sobre el otro, los convirtió de a poco, en personas más fuertes.

 

Constantemente, Sai molestaba al  pelirrojo comentando lo bonito de sus rasgos, acompañando esto de cariñitos, que fueron convirtiéndose en el “día a día” del aguamarina, dando el resultado de casi necesitarlos.

 

 

Pero fue hasta el último día de secundaria, cuando volvió a probar los labios de Sai… y algo mas.

 

En la tarde de la graduación, cuando todos se encontraban en la fiesta organizada por Yamanaka Ino y Haruno Sakura (ferviertes admiradoras de Sasuke), ellos se dirigieron a la casa del moreno que como era usual, estaba sola.

La residencia de los Amane era más bien grande (aunque no tanto como la de los Sabaku) y por tanto Sai tenía su propia y enorme habitación con una privilegiada vista al jardín.

 

También como era usual, Gaara se recostó en la cama del pelinegro, acompañado de un libro de Poe, y Sai se sentó de cara a la ventana en una butaca grande, con su cuaderno de dibujo, mientras fingía dibujar el paisaje, siendo que en realidad le dibujaba a el (aunque el pelirrojo ni enterado).

 

-         Sabes, no puedo imaginarme al bastardo en esa fiesta- comentó Sai, captando la atención del aguamarina, quien asintió dejándole ver una minúscula sonrisa

-         Por lo que me dijo hoy Naruto, convenció a Sasuke prometiéndole algo hoy por la noche… pero no me explico que- repuso Gaara – tampoco me explico porque Naruto se sonrojó al decírmelo- en sus pálidos rasgos se adivinaba autentica confusión.

Sai soltó una risita en toda regla, sorprendiendo al ojiagua que se incorporo hasta quedar sentado con el libro en el regazo.

 

-         ¿En serio no te das ni una idea?- pregunto burlón. Gaara le dirigió una mirada de confusión, y luego negó con la cabeza- ¿tú sabes que Naruto y el bastardo son parejita?-

Gaara asintió (vamos, que era inocente pero no entupido), pero aun así se quedo viendo a Sai con curiosidad, no entendiendo que tenia que ver una cosa con la otra.

 

 

-Y eso… ¿no te dice nada? ¿En serio?-Sai se levantó de la cómoda butaca, poniendo el cuaderno frente a su pecho- ¿quieres que te lo dibuje?-se burlo, recibiendo un bufido del aguamarina.

 

-Explícame-exigió, molesto de no tener idea de lo que hablaba.

 

-Naru le prometió sexo-repuso el moreno simple y secamente. Por el rostro de Gaara pasaron en total 18 tonos de rojo (para un experto como Sai era fácil reconocerlos), hasta el punto en que comenzó a preocuparle…

 

-¿co…como… sexo…?Naru…to?-El pelirrojo se llevo una mano al pecho, intentando recuperarse del Shock de imaginar al pequeño y excesivamente inocente rubio teniendo sexo con el frío Sasuke.

 

-Perece que si te lo tengo que dibujar… por suerte aquí tengo un dibujo que puede servir-Sai le puso entonces en frente su cuaderno, y entonces…

 

Los ojos aqua se abrieron tanto, que el moreno creyó que se saldrían de orbita en cualquier momento, eso antes de quedar sordo por un:

 

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡maldito pintor pervertido y enfermo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!-

 

Dicho grito, resultado de observar el dichoso dibujo de Sai, en el que él se encontraba atado a la cabecera de una cama, totalmente  desnudo y vendados los ojos, mientras el azabache le metía su… solo de pensarlo,  Gaara volvió a experimentar sobre su rostro los 18 tonos, y casi sintió que se desvanecía…

 

-¿estas bien?-pregunto Sai con aire inocente, antes de que Gaara se dejara caer en la cama, demasiado cansado por la marea de emociones.

 

-Gaara… dime, ¿no deseas experimentar lo que esta en el cuaderno?-inquirió travieso.

 

El pelirrojo pensó en contestarle un rotundo “NO”, mas en cambio se encontró diciendo:

 

-sí-

 

No sintió el peso del moreno, por que este tuvo especial cuidado en no asustarlo innecesariamente, teniendo cuidado en sus movimientos, mientras le regalaba el deseado beso. Deseado, incluso aunque el pelirrojo no lo hubiera admitido ni en pensamientos, pero era la única verdad:

 

Se necesitaban por que eran perfectos el uno para el otro...

 

-Tendrás que desnudarte-comunicó el ojinegro, recibiendo un asentimiento casi efusivo del pelirrojo, quien comenzó con la tarea de un  modo lento y… ¿sensual? Poco a poco, el lechoso cuerpo quedo al descubierto, primero el pecho delgado y de botones rosados, y luego las piernas firmes y delicadas… para finalmente mostrar sus nalguitas redondas y su miembro rosado-Eres la mejor musa que podría pedir-dejó caer el pelinegro, mientras se dedicaba a atacar el cuello, dejándose desnudar por dos manitas conocidas.

 

-Sai…-suplicó, mientras se paseaba una mano en sus bajos, se sentía con tanto calor, que le desesperaba que el pintor no iniciara con los “juegos”-Sai-ese ultimo llamado, casi parecía un sollozo, lo que  hizo al moreno sonreír y atacar el caliente miembro…

 

Unos minutos después, yacía el cuerpo sudoroso del pelirrojo recostado en la cama de azules mantas, dejando sus piernas abierta para facilitarle el trabajo a Sai, que ahora le practicaba una felación bastante salvaje, por llamarle de algún modo en los inocentes parámetros del pelirrojo.

 

Se dejó correr en la boca de Sai con un gemido lleno de placer, y el moreno le ofreció una sonrisa dulce después de tragar su esencia.

 

-Serás uke-sentencio Sai casi de la nada, sorprendiendo al pelirrojo, que lo miró sin entender-me refiero a que serás digamos la… chica-explicó, intentando no escucharse demasiado mal (N/A: y falló).

Gaara parpadeó dos veces, antes de decidir que le daba lo mismo siempre que estuviera con él…

 

-De acuerdo-acepto.

 

-Que lindo… como un gatito-sonrío Sai con ojos perversos, antes de levantarle las piernas al otro, que se dejó hacer sumisamente. Mojó tres dedos con el semen de la anterior eyaculacion, y dirigió uno a la deseada entrada del pelirrojo, que se antojaba calida y apretada… deliciosa.

 

 

El menor gimió, demasiado excitado para que le doliera, y Sai se alegró ante esto, por que le permitió prepararlo rápido. Terminada la faena, se posicionó apuntando con su falo hacia el calido agujerito, y comenzó a sumergirse en el lentamente…

 

-Sai… mas… dentro…-suplicó, perdido entre un infierno de placer.

 

Una vez dentro, Sai se movió lento al principio, para luego comenzar a aumentar de velocidad, volviendo loco al pelirrojo con cada embestida.

 

 

-Gaa-chan…-gimió cuando sintió próximo el orgasmo, preparándose para decir la confesión mas grande e importante de su vida…-¡¡¡¡¡Te amo!!!!!-y se corrió entre las delgadas piernas…

 

Gaara escuchó las palabras, pero no pudo –ni siquiera por la pasión del momento-responderlas…

 

*******

Y ahora estaba ahí, unos años después de aquel incidente (que se repetía casi cada vez que se veían, es decir cada semana), y Gaara aun se repetía que el y Sai solo eran amigos…

 

-Amigos… vaya basura-comento el moreno, que lo observaba desde el otro extremo de la banca del parque. –Admite que me necesitas tanto como yo a ti-exigió-y termina esa falacia que te has impuesto.-

 

Gaara vio a su amigo, deseando que fuera así de sencillo… pero años de amistad, años de conocer a su alma gemela y… y entonces se dio cuenta de que si era sencillo…

 

-Te amo-declaró, casi riendo por lo fácil que resultaba decirlo-Con toda mi alma-

 

 

Sai entonces se acercó, tomando su pálida mano, para dirigirá a su rostro, y besarlo como nunca…

 

Notas finales:

Hoho, deuda saldada!!!!!!!!

 

 

Ahora solo me falta la tira comica, mmmm

 

Ojala les haya parecido tan lindo como a mi me parecio escribirlo, y me dejen un review ^^

 

Kisusssssssssssss

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