Juguémosle una broma a Fuji
La mañana transcurrió lenta en la escuela Seigaku, sobre todo en una de las aulas. La mayoría de los estudiantes y el profesor incluido miraban el color de cabello de Momoshiro, el cual intentaba contener sus ganas de salir corriendo de allí mientras trataba de no hacer caer una lágrima que tenía en su ojo derecho y que amenazaba con manchar de agua su libreta de notas.
Al fin sonó el timbre del receso y el muchacho moreno ¿o debería decir rosado? Suspiró con gran pesadez. Le había salido mal la primera broma pero ya la segunda no sería él quien la planearía. A pesar de que quería una venganza hacia el maestro de la maldad y el engaño conocido como “El Tensai Fuji Syusuke”, no iba a proponer ideas, sólo a cumplir y limitarse a observar.
Durante el receso de nuevo se volvieron a juntar los miembros del club excluyendo notoriamente a Fuji y Tezuka, que parecían muy ocupados mirando un libro de Historia de la literatura francesa, el cual parecía más interesante que comer o simplemente disfrutar de la hora libre. Ryoma empezó a reírse tras la rabieta y el ataque de histeria que le dio a su amigo Momoshiro cuando le reprochó el porque en vez de ayudarlo a quitarse la pintura del cabello salieron huyendo de allí dejándolo solo enfrentándose a la mirada aterradora de Tezuka Kunimitsu.
- Tezuka me castigó, tengo que dar hoy veinte vueltas a la cancha más el entrenamiento normal durante una semana –suspiró Momoshiro.
- ¿Eh? ¿Por qué? ¿Le dijiste de la broma? –preguntó Eiji. Momoshiro se sonrojó.
- No, es que me impuso ese castigo por andar haciéndome el idiota jugando con pintura y porque el rosa no me queda –bajó más la cabeza apenado y los demás compañeros empezaron a reírse de sus desdichas-. ¡Pero ésto me ha enseñado algo! No volveré a planear nada, creo que soy yo quien planea mal y termina así como terminé. Así que se los dejo a ustedes.
- Mmm yo tengo pensado en un plan –dijo Eiji con una sonrisa colgándose en Oishi.
- ¿Tienes que colgarte de mi cada vez que hablas? –musitó sonrojado Shuichiro.
- ¡Siiii! Me da inspiración –dijo abrazándolo más.
- Bien Einstein. ¿Cuál es tu plan? –preguntó Kaidoh.
- Bueno, verán…..
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Broma Nº2: El puré en el casillero.
Definitivamente ahora estaban seguros que Eiji no estaba muy bien de la cabeza. Momoshiro miraba con duda como llenaban el casillero de Fuji con puré de papas rancio de la cafetería. Ryoma sonreía para sus adentros mientras Kaidoh e Inui intentaban sostener el balde que contenía esa pastosa y poco saludable comida. Durante ese tiempo les dio ganas de vomitar a todos, porque en mayor o menor medida, esa porquería olía horrible y seguro debía saber mucho peor.
Inui colocó muchísimos datos inservibles a su libreta, mientras Eiji limpiaba el resto de comida que había quedado en el intento de colocar más de lo debido del puré en aquel estrecho lugar.
- ¿Por qué puré? –preguntó Kaidoh con inteligencia.
- Pues….porque Fujiko odia el puré de papas, y como este puré es rancio lo odiará más. Además era lo único que encontré en la cocina –dijo Eiji y todos se miraron con una gotita de sudor en sus cabezas.
- Bueno, en si es una buena idea –Oishi trató de verle el lado positivo a todo.
- ¡Oh! ¡Tú si me entiendes! –dijo Eiji colgándosele a Oishi nuevamente.
- Por cierto Eiji ¿sigo poniendo más o así esta bien? –dijo Kaidoh.
- No, ponle un poco más –dijo Kikumaru.
- No me parece buena idea eso de jugarle una broma a Fuji-san –musitó Takashi bajando la mirada. Ryoma toma la raqueta de Kawamura y se la extiende.
- Toma esto Kawamura-sempai –dijo el bajito dándole la raqueta. Kawamura la tomó y sus ojos brillaron.
- ¡BURNING! AY QUE HACER PAGAR A FUJI TODAS LAS BROMAS JAJAJAJAJA –gritó. Los demás se asombraron. Nunca se cansarían ni se sorprenderían de ver la bipolaridad compleja que tenía Kawamura cuando tomaba cualquier cosa que tuviera un mango similar a la raqueta. De repente escucharon unos pasos.
::::::::::::::::: Minutos antes.
Por otro lado ellos no sabían que de muy de cerca Fuji los estaba observando con mirada penetrante a todos los que se encontraban allí y podía deducir aunque no lo hubiera visto con sus propios ojos, que algo pasaría si abría el casillero. Por lo tanto se distanció un poco de la ventana que daba a los vestidores y caminó hacia Tezuka.
- ¿Mitsu? –musitó tiernamente a lo que Tezuka se dio la vuelta.
- ¿Qué pasa suke? –preguntó.
- ¿Puedes hacerme un favorcito muy chiquito? –dijo con inocencia absoluta, algo que hacía creer a todos que era un nene que nunca rompió un plato.
- ¿Qué? –preguntó.
- Bueno, verás, necesito que vayas por algo a mi casillero –dijo.
- ¿Eh? ¿Y por qué no vas tú? –preguntó intrigado.
- Porque es una sorpresa –sonrió-. Pero bueno, si quieres que te la diga te la digo.
- ¿Una sorpresa?
- Si, verás, compré dos boletos para ir a ver el abierto de Tokio en dos semanas, vendrán muchos tenistas famosos y podremos ver a varios de ellos –dijo tomándole la mano-. Y tengo las entradas en mi casillero, pero quería que fuera una sorpresa y que las vieras tu mismo.
- ¿Qué? ¡Claro que voy por ellas! –dijo Tezuka seriamente mientras se encaminaba a los vestuario
::::::::::::::::::::::::: Actualidad.
Los pasos se iban acercando poco a poco y alertó a los demás miembros del equipo a tomar posiciones rápidamente y fingir que se cambiaban. La puerta se abrió de par en par viendo a Tezuka allí con sus anteojos brillar. Fuji venía atrás muy sonriente. Todos quedaron del color de papel cuando vieron que Kunimitsu se dirigía a los casilleros, sobre todo a uno en particular: “El de Fuji”.
- ¿Eh? Tezuka, tu casillero es ese –dijo Eiji sudando, señalando el casillero junto al que intentaba abrir.
- Ya lo sé Eiji, no soy tonto –dijo Kunimitsu.
- Entonces ¿por qué abres el casillero de Fujiko? –dijo aun más nervioso.
- Porque tengo que buscar algo –dijo y se oyó un clic-. Ya lo abrí.
El blanco inundó las caras de todos los que estaban allí, y una gran sonrisa decoró el rostro de Syusuke cuando Tezuka empezó a abrir su casillero; pero fue interceptado por un Kikumaru que lo empujó y salió bañado en puré rancio. Fuji se llevó una mano en la boca con asombro y no sabía si reír o si carcajearse al ver a Eiji, el neko, completamente bañado en puré que tenía un color verde bastante extraño.
Todos se quedaron con cara de poker mientras Tezuka parecía enojarse y ponerse un porquitín violento, lo que hizo que Eiji temiera por su vida e integridad física.
Pasaron sólo unos minutos cuando Kikumaru estaba corriendo por las canchas junto con Momoshiro, el cual tenía menos vueltas que dar al contrario de Eiji que duplicó la cantidad y ahora debía hacer 40 vueltas.
Kawamura, Echizen, Kaidoh, Oishi e Inui se miraron de reojo. ¿Quién sería el próximo en tramar la venganza hacia el castaño de ojos azules? De lo que estaba seguro era de una cosa, ninguno volvería a cometer el mismo error de Kikumaru y Momoshiro, de eso estaban seguro.
- Bueno, ¿quién será el próximo en tramar la broma? –preguntó Inui sacando su libreta.
- Podrías ser tú ¿no? ¿A acaso tus datos no te ayudarán en una buena broma? –trató de provocar Kaidoh.
- Claro que me ayudará, yo seré el próximo en darle una lección a Fuji.
- ¿El próximo? Hasta ahora él se a encargado de darnos una lección a nosotros –dijo sabiamente Ryoma.
- Ok, lo diré de diferente forma. Seré yo quien le de su merecido –musitó Inui con pose de héroe de historietas.
Y es que al contrario de los demás miembros, Fuji era no sólo un rival en el tenis, sino aquel que a pesar que sus brebajes tuvieran un sabor horrible, siempre se los tomaba sin sufrir la menor consecuencia y eso lo hacía un objetivo difícil de vencer.
Abrió la pág donde tenía todo los datos referentes al Tensai y sonrió.
- Tengo una idea de cómo hacer pagar a Fuji por todas y cada una de sus bromas –dijo Inui haciendo pose de héroe mientras colocaba en alto su libreta de datos.
- ¿Qué cosa? –preguntó Echizen.
- Bueno, verán….
- ¿Si? –preguntaron los restantes alzando la ceja.
- Esto es lo que haremos…………
-……..
-……..
- ¿Y bien? –preguntó Kaoru cansado.
- Este….bueno, ahora no me viene nada a la mente –golpe y al piso. Inui termino inconciente luego de un certero puñetazo a dúo de Ryoma y Kaidoh.
- En estos momentos me simpatizas demasiado, enano –dijo Kaoru a Ryoma.
- Mada mada dane.
- Siempre me pregunte porque decías eso –dijo Oishi un tanto extrañado y Kaidoh tanto como Echizen levantaron los puños-. Jajajaja digo ¿no?
- Bueno, este –Inui se vuelve a parar y se quita el polvo de la ropa-. Ese golpe me ayudó a pensar en algo.
- ¿En qué? –preguntó Momoshiro que había terminado las vueltas.
- Bueno, ¿qué es lo que más ama Fuji? –cuestionó Inui a sus compañeros.
- ¿Su raqueta? –respondió Echizen en forma de pregunta.
- No, tiene varias.
- ¿Su hermano? –esta vez fue Oishi.
- A ese ya tiene quien lo cuide.
- ¿A Tezuka? –esta vez fue Kaoru el que habló.
-¡Por supuesto que…..no! Saben que el otro día le hizo tropezar a Tezuka y por eso nos hicieron dar 40 vueltas porque Fuji dijo que fuimos nosotros ¿lo recuerdas? –dijo Inui.
- Como olvidarlo –suspiró Eiji que volvió a la conversación.
- ¿Entonces de que hablamos?
- De lo único que haría que Fuji se desvive. ¡El cactus! (1)
- Cierto, es tan punzante como Fuji ese cactus –dijo con dolor Momoshiro.
- ¿Y que planeas hacer? ¿Secuestrar al cactus? –preguntó como una broma Echizen.
- Eso es una buena idea –anotó Inui.
Ante la mirada perpleja de los demás miembros del club “Juguémosle una broma a Fuji”, Inui siguió planeando que hacer con el cactus de el muchacho sádico. Tal vez enviarle en sobre uno por uno esos pinches, o cortarle una parte, ser realmente cruel con la pobre planta que tanto quería Syusuke.
De eso, sabremos en el próximo capítulo
Segunda broma. FRACASO
Continuara.