Desde que comencé a salir con el, sabia que el no era un chico feliz y normal, tenia en mi mente sabido que las cosas no serian para nada normales entre nosotros dos y menos ante el y su vida.
Nuestra relación comenzó una mañana de otoño, cuando por culpa de la lluvia ambos quedamos encerrados en las instalaciones de la escuela y no pudimos hacer nada más que hablar entre nosotros. Solo hablábamos de tareas, de nuestros padres, los que nos molestaba, los que nos hacia sonreír, de mi abuelo, de su hermano menor, de su hermana mayor, de nuestros amigos, de nuestros rivales, en fin una y mil un cosas salían espontáneamente de nosotros. Para mi era muy fácil charlar con el, era mas que un amigo y con el podía ser muy abierto comparado con Oishi y los otros, el me entendía y yo a el, a pesar que nuestras vidas eran muy diferentes, darnos consejos útiles el uno al otro era algo muy habitual, que le tuviera paciencia al hermano, que escuchara a su hermana, que hablara con mi padre, que ayudara a mi madre, que fuera menos estricto, que el fuera mas serio, que escuchara a su madre, que no mal interprete a su padre, eran cosas que siempre solían decirse una tras otra ves.
Pero llego un momento en que el silencio reino, ambos nos miramos y sonreíamos el uno al otro, éramos los únicos quienes conocían las facetas ocultas, los rostros tras de la mascara del otro, la verdad oculta detrás de un disfraz. El me miro sonriente, pero lo note algo preocupado, estaba con la mirada baja esta vez, le pregunte que ocurría que de pronto el decayó de sobremanera, algo no típico de el y fue cuando lo note, estaba mirando al suelo, sonreía con tristeza.
-¿Sientes algo por el?- me pregunto mirándome abriendo sus ojos.
-No se a lo que te refieres- le respondí sin inmutarme, no tenia idea de que estaba hablando.
-¿Sientes algo por Echizen?- me pregunto esta vez mientras miraba la lluvia caer- si es así, no me molestare- me dijo en un tono triste, cosa que me conmovió.
Durante varios meses atrás, yo tenia una atracción hacia el, siempre estaba conmigo, me apoyaba y seguía en todo, era como Kabaji con Atobe, pero con una persona que dice lo que siente, que se expresa abiertamente y sobre todo que me escuchaba, que no me decía el si porque si, el era alguien con quien siempre quería estar, me hacia tener sueños húmedos y hasta sonreír y reír de ningún motivo aparente, así era el, con quién yo me expresaba y a quien yo quería.
-Por el no ciento nada- le dije sentándome a su lado.
-Estas muy pendiente de el- me dijo en susurro, por su tono de vos parecía celoso.
-Es solo el futuro pilar del equipo, nada más, pero si siento algo por alguien Fuji…por ti- dije acercando mi rostro al de el.
De un segundo a otro ambos estábamos besándonos, no hubo mas nada que decir, podía sentir los brazos de Fuji alrededor de mi cuello mientras los míos estaban alrededor de su cintura, mi cuerpo se movía solo al compás de los labios de Fuji, pero…sentía que temblaba, el beso era apasionado, un beso lleno de amor se podría decir, pero desde mi posición sentí los pies de Fuji temblar, cuando nos separamos abrase a Fuji y le susurre que no tuviera miedo, no le iba a hacer daño, al menos a el no.
Paso el tiempo, nuestra relación no era del todo buena, debido a los temblores cuando nos besábamos, no importaba donde fuese que nos besábamos, en un parque, en mi casa o en la suya, se ponía a temblar, pero luego…aquello empeoro, cuando estábamos solos, ya sea en el baño, en los vestuarios o en nuestros cuartos, durante el beso comenzó a llorar. Cuando comenzaron los llantos así también comenzó mi preocupación, Syusuke no decía nada cuando les pedía explicaciones, pero temía que algo malo le pasara, era extraño que una persona solamente llorar cuando besaba a aquella a la que amaba…indague entre su grupo de amigos, desde Eiji y Kawamura hasta Saeki de la Rokkaku e incluso les pregunte a aquellos que eran como sus enemigos, desde Yuushi Oshitari de la Hyotei hasta Kuranosuke Shiraishi de la Shinteoji, pero las respuestas eran nulas, nadie tenia idea de que hacia que Fuji llorar o temblara, me sentía impotente y decidí preguntarle a sus hermanos, los que me dieron una pequeña ayuda, ni ellos se lo explicaban pero Syusuke se tensaba con el mas mínimo rose cerca de de piel cuando esta estaba descubierta, sea su brazo, su pierna o su mano, al sentir el mas mínimo rose con la piel de alguien se tensaba de forma rápida, pero mas allá de eso nadie mas sabia nada, jamás lo vieron llorar salvo por golpearse de niño o temblar, salvo ocasiones en las que se quedaba hasta tarde viendo películas de terror cuando tenia cinco años y no podía dormir salvo que estuviera en la cama de sus padres.
Con esa información y un poco más aliviado decidí que ya tenía la respuesta, pero no era la que deseba tener, la solución al problema seria que lograra que Fuji me tomara más confianza, eso lo lograría llevándolo a hacer cosas conmigo y hacer cosas con el.
Llevarlo a pescar fue muy divertido a pesar que estaba un poco mal vestido para la ocasión con pantalones cortos y una remera polo naranja con franjas rojas y azules, estaba allí riendo y divirtiéndose lanzando una y otra ves la caña de pescar al agua, se emocionaba con tan solo sentir el sedal estirarse al tener un pez en el anzuelo. Después de eso llevarlo de caminata tuvo su divertido, le gusto escalar la montaña que elegí para el, un terreno de los fáciles para el estaba seguro, podía ver como se le subía la adrenalina a la cabeza, otra cosa que hacia además de caminar la subida fue subirse a los árboles para ver el paisaje, saco mil y un fotografías de cada árbol al que se subió y en mas de una ocasión se me subió enzima para mostrar que estaba feliz, lo mas bello de todo fue cuando llegamos a la cima, el saco un par de fotos de la vista de la cuidad y luego comenzó a sacarme a mi, lo que me molesta un poco porque me saco de mis pensamientos mas de una ves. Al día siguiente fuimos a hacer carpintería, lamentablemente para mí Syusuke era muy hábil, entre los dos logramos hacer una linda casa para pájaros, una casa para perros, un buzón, y muebles en miniatura de una casa, a los que Fuji le dio un excelente terminado debo admitir. Terminados los paseos, me toco llevarlo conmigo al consejo de estudiantes, el solo se disponía a observar mientras yo como presidente hacia de todo, pero no se quedaba quieto por mucho tiempo, porque solo veía algo y preguntaba que era o para que servia, es mas de puso a leer las leyes que tenia el consejo y me pregunto el porque se crearon y establecieron esas leyes, al final del día pensé que fue mala idea, pero cuando vi su rostro, cambie de opinión, lo que si nunca jamás lo volvería a llevar ahí.
Toco el turno de hacer las cosas que le gustaban a el ni mas ni menos, y esas eran muy complicadas de explicar, lo primero que hicimos fue ir a cuidar por todo un día sus cactus, lo admito me aburrí, pero como era su pasatiempo yo no tenia porque reclamarle algo, es mas estaba allí para ganar mas confianza con el y no la perdería por mas aburrido que fuera ver las plantas. Lo siguiente en la lista fue para nada aburrido, fuimos a esquiar en un lugar con nieve artificial y a una pista de patinaje, admito no me fue fácil lograr hacer las cosas bien, pero con la perseverancia todo se puede. Lo que seguía en la lista de cosas que le gustan a Fuji eran, ir a ver al comité del anuario, cosa que a muchos de los integrantes molesto, al principio, estaban revelando algunas fotos, yo desde lejos me quede viendo, pero note a Fuji algo tenso así que me le acerque y puse ayudar un poco con el revelado de fotografías, las que eran todas mías, en ese lugar pude tomarle la mano a Syusuke y como si fuera magia lo sentía agarrándomela, no estaba tenso lo que era un gran avance.
Las cosas fueron saliendo bien haciendo todo eso, íbamos y veníamos, hacíamos todas las cosas que nos gustaban juntos, y cada vez mis manos y las de el se juntaban mas, hasta que pude besarlo sin problemas, sin sentirlo llorar o temblar, para mi ese el final de un gran problema, pero en realidad esos temblores y el llanto, el tensarse cuando sentía a una persona tocarlo, eran solo indicios de un gran problema, de un problema que afectaba a Syusuke desde hace mucho tiempo y yo tenia que solucionar antes que fuera demasiado tarde.
Estaba alegre por lograr que entre nosotros hubiera mas confianza y desde mi punto de vista nuestra relación avanzaba de a pasos agigantados para mejor, ya no podía sentir algún celo por sus amigos u adversarios y el menos por los míos, la confianza entre nosotros hacia que todo fluyera como magia, no había nada que nos separa hasta que supe la que las cosas no tenían nada que ver con la confianza, tenían que ver con algo mas y comencé a sospechar el día que tuvimos nuestro primer intento de hacer el amor, aquel día funesto donde Syusuke lloro con amargura ante mi y por mi culpa, nunca me perdonare lo que hice...
Aquel día lo recuerdo como si fuera ayer, estaba en mi casa junto con el, lo invite a cenar, ya que mi padre cenaría esa noche con nosotros después de largos meses de trabajo, el sabia que mi familia no era como las otras, mi padre era un hombre muy severo y mi madre mucha veces no lo apoyaba con su forma de criarme…ni hablemos de mi abuelo, aunque en diversas razones el…era quien me hacia sonreír sin razón alguna. Mi padres desde pequeño me enseñaba todo lo que yo tenia que saber para llevar el apellido con orgullo y ser igual o mejor que el, mi madre solía luchar por mi felicidad siempre aunque eso contrariara las decisiones de mi padre y mi abuelo…decidía no meterse en las peleas.
Esa noche la cena corría con normalidad, mis padres hablaban con Syusuke como si fuera parte de la familia, en mas de una ocasión el les hizo sonreír, cosa que casi nunca recuerdo mi padre allá hecho, lo trataban como a un hijo mas, pero para mi eso no era problema, si aceptaban a suke como su hijo lo aceptarían como mi pareja…o eso esperaba. Terminada la cena nos fuimos a prepararnos para dormir, no era la gran cosa, solo ponernos unos pijamas y meternos a la cama, era la primera vez que ambos nos veríamos semí-desnudos y dormiríamos juntos en la misma cama, pero mis instinto me fallaron esa noche. Una vez nos desvestimos fue donde estaba Fuji poniéndose el pantalón, lo agarre de la cintura y comencé a besarlo, entre besos lo lleve a la cama, por el momento todo iba bien, hasta que le saque los bóxer, allí note que se tenso, continué besándolo, me pareció normal, iba a ser nuestra primera vez, todos pasan por eso, pero luego comenzó a temblar, también note eso normal, hasta que baje a su hombría y comencé a masturbarlo, allí fue cuando me alarme y le escuche llorar. Rápidamente volví y comencé a besar sus labios mientras mis manos terminaban el trabajo en los bajos, Syusuke cambio de humor y comenzó a forcejear para que lo dejara, podía sentirlo arañándome así que con una mano mantuve quietas las dos manos de el en su pecho…hasta que el logro zafarse de mi boca y auricular palabras “ya no” “no quiero” dijo llorando varias veces, fue cuando me detuve y lo abrase, cambiamos de posición, yo abajo y el sobre mi, comenzó a llorar, parecía que lo hubiera lastimado muy profundo, podía verlo, escucharlo, sentirlo llorar, lloraba desesperado, pero la noche no termino allí, después que se calmo lo bese…pero de nuevo comenzó a llorar, algo le estaba pasando, algo grave, lo peor fue cuando le pregunte y aumento su llanto a tal punto de llamar la atención de mis padres, de suerte estaba con mi bóxer y el sobre mi tapado con las cobijas, al verlo mis padres entraron y comenzaron a preguntarle cosas, pero el respondía con llanto.
-Tranquilo amigo, no pasa nada- dijo mi padre, al parecer creyó que tuvo una pesadilla- ya se que te ara sentir mejor una taza de leche tibia, Ayana ¿podrías traerle un poco?
-Por supuesto- le dijo mi madre con dulzura.
-Iré…ya se, en el ático hay juguetes viejos, te iré a traer a Tommy- dijo mi padre saliendo a toda prisa.
-¿Quién es Tommy?- me pregunto
-Un oso de peluche con el que dormía cuando niño- le explique mientras mis manos aun estaban en su cintura.
-Iré por unas cobijas- dijo mi abuelo saliendo del cuarto.
Syusuke se levanto a toda prisa y se coloco el pijama, luego me dio el mió y se recostó rápidamente, mis padres llegaron y le dieron el vaso de leche, mi antiguo osito y una frazada- muchas gracias- dijo tomando los tres y acostándose.
-Que buen chico, sigue el ejemplo hijo y duérmete tú también- dijo mi padre mirándolo sonriéndole.
Aquello comenzó a alarmarme, jamás pensé que el lloraría así o se pondría así, pero mas que nada era mi culpa, desde ese día me jure que solo aria eso cuando Syusuke quisiera y se sintiera listo, por mas que mi cuerpo quisiera lo contario el era mi primera prioridad y nada tenia que cambiarla, pero malinterprete esos indicios y por mi culpa Syusuke sufrió de sobremanera ¿Por qué no hice nada ante eso? ¿Por qué no me preocupe antes? Syusuke a sufrido de una manera que nadie debería, a pasado por algo terrible a lo que yo antes debí evitar…siento que es mi culpa lo que paso, debo remediarlo.
Continuara