Efecto de Luna
Un chico de trece años, pelo desordenado y unos hermosos ojos verdes se encontraba caminando por los desérticos pasillos del castillo, iba con una dirección clara, era la hora de la cena, así que la mayoría - por no decir que casi todo los habitantes del colegio - estarían en el Gran Comedor, pero él sabía que su profesor de DECAO, el profesor Remus Lupin estaría en su despacho, lo había revisado en su mapa así que decididamente se encamino hacia aquella habitación.
¿Por qué el de su desesperada visita?
¿Por qué no esperaba hasta la clase que se daría al otro día?
Eso era muy simple, hace algunos días que su profesor no le hablaba, no le miraba y le evitaba como la peste y Harry se sentía muy mal. Y es que de verdad admiraba y se podría decir que con el poco tiempo que lo llevaba conociendo a su profesor le tenía un gran aprecio o algo más, aunque no se había detenido a pensar en ello.
Es por eso que le dolía que su profesor no le pusiera atención y no era un berrinche claro que no, era obvio que algo le molestaba, porque ahora ni siquiera le miraba con esos hermosos y cariñosos ojos dorados, algo que hasta Ron se había percatado, así que no iba a esperar más, viendo que sus intentos de hablar con su profesor no habían funcionado tenía que tomar medidas drásticas…
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Se encontraba en frente de la puerta, suspiro y golpeo la puerta, espero algunos minutos infernales antes de que escuchara la tranquila y calmada voz de su profesor del otro lado diciéndole que pasara.
Harry abrió la puerta lentamente, lo primero que se le vio era la cabeza, luego de darse cuenta que su profesor estaba solo sentado en su escritorio revisando algunas hojas y no le miraba, entro completamente a la sala.
Cerro tras de sí y camino rápidamente, para quedar enfrente del escritorio, no quería que su profesor se diera cuenta que era él y lo echara antes de poder entrar completamente al lugar.
- profesor… - dijo con voz débil
- es muy tarde señor Potter para que este en mi despacho, debería estar en el Gran Comedor
Harry abrió sus ojos asombrado, su profesor no había levantado nunca su rostro para mirar quien era el que había entrado a su despacho, pero luego asumió que como gran mago que era, esas cosas debían ser fáciles de descubrir ¿cierto? Además que podría haberlo reconocido por la voz…
Y por otro lado… ¿Potter? Desde cuando lo llamaba por su apellido cuando estaban solos…
- es… que yo… - toda la seguridad se había ido por un retrete al ver aquella mirada, era un dorado increíble, sabía que su imaginación le estaba jugando una mala pasada, porque en ese momento aquellos ojos se veían aun mas dorados, como un liquido espeso demasiado atrayentes…
Harry se había quedado embrujado ante aquellos ojos…
- y que era lo que venias a decirme – Remus trato que su voz sonara calmada y con cariño como siempre se expresaba, pero aun así se notaba su reticencia
Fue así como Harry salió de su estupor – yo quería saber si le había hecho algo malo – dijo seriamente
Remus se asombro ante lo dicho por su alumno – pero… ¿de qué habla Potter?
- de eso mismo, nunca me había tratado así antes, usted ya ni me hablaba, ni me dirige la palabra, ¿es que acaso hice algo que le molestara? ¿Le ofendí? ¿Qué le hice para que me tratara así? – dijo de carrerilla, había guardado tantas cosas, tantos sentimientos que cuando comenzó a hablar no pudo parar – yo… yo quiero saber por qué en clases me ignora, porque no me dirige la palabra, es como si yo no existiera para usted y… - no pudo seguir hablando, bajo su rostro y se quedo mirando el suelo como si fuera la mejor imagen del mundo
Remus suspiro audiblemente, la verdad es que había una razón muy válida para su forma de actuar, pero no le podía decir a Harry la verdadera razón de su trato hacia él, no podía decirle… tenía que tratar de solucionar el problema sin decirle la verdad y tan poco de hacerlo sentir mal…
- Harry lo siento mucho pero no quiero que pienses que has hecho algo que me molestara, eres un excelente alumno y una muy buena persona, no quiero que sigas creyendo que hiciste algo mal o que me ofendiste – le dedico una hermosa sonrisa
Harry había levantado su rostro cuando su profesor había comenzado a hablar y al ver esa sonrisa solo para el se había sonrojado adorablemente…
Remus se quedo mirando a Harry directamente viendo claramente su sonrojo – no me lo estas haciendo más fácil… – pensó para sí, hace cuatro días que se comportaba así con Harry y es que pronto vendría la luna llena y ya le estaba afectando de una forma que nunca espero, y si seguía con esa charla no sabría que sería capaz de hacerle a Harry y lo que menos querría era lastimarlo, eso jamás se lo perdonaría… tendría que terminar la conversación ahora mismo sino quería hacer algo que se arrepentiría por el resto de su vida – sabes Harry no me he sentido muy bien últimamente, perdóname si es que te he tratado diferente este tiempo…
Harry se alivio por un lado al saber que su profesor no le odiaba o algo así, pero por otro se asusto al saber que podía tener algo grave…
- ¿se encuentra bien? – acercándose a su profesor, pasando por el lado del escritorio y estando a unos pasos de su profesor
- sí, si no te preocupes, nada que Madame Pomfrey no pueda curar – dijo nervioso estaba demasiado cerca, demasiado, podía oler su embriagador aroma y eso lo atontaba, lo embriagaba completamente, y estaba seguro que pronto perdería el control si Harry no se alejaba
Harry le miro a los ojos perdiéndose en aquel mar dorado, sin estar consientes de sus actos, Harry acerco su mano a la mejilla de su profesor acariciándola suavemente…
Remus no pudo, se esforzó contuvo el aire, cerró los ojos e imagino que estaba en el peor lugar del mundo, pero no pudo evitar, aquella mano pequeña y suave que le acariciaba tiernamente su mejilla, aquel aroma delicioso, demasiado delicioso.
Su lado racional se perdió al abrir los ojos y ver a su alumno a unos pasos de su cuerpo, al respirar nuevamente y sentir como su aroma se llenaba completamente en sus pulmones…
Harry quedo completamente sorprendido al sentir como la mano de su profesor se aferraba fuertemente en su brazo y lo jalaba rápidamente hacia el mayor, sintió una mano entre su pierna y como lo jalaban, en un segundo había quedado sentado en las piernas de su profesor.
---Remus abrazo fuertemente a Harry, este tenía cada pierna a un lado de él y su rostro estaba en el pecho del mayor, mientras que Remus tenía su rostro en la cabeza de Harry oliendo su dulce aroma.---
Remus comenzó a acaricias la espalda de Harry suavemente…
Harry se estremeció al sentir esas caricias, le gustaba, le gustaba mucho, nunca nadie le había tocado así y se sentía bien…
Remus no pudo evitarlo y tal vez tampoco podía, ya no era su deseo como un ser humano normal sino que su condición de licántropo también se lo pedía y ya su raciocinio se había hachado a volar hace mucho tiempo…
Harry abrió los ojos completamente asombrado y se estremeció involuntariamente, cuando sintió aquella caliente y húmeda lengua tocar su cuello de arriba abajo, lentamente...
Remus comenzó a dar cortos besos en el cuello de Harry, mientras se dirigía lentamente hasta su oreja – delicioso, verdaderamente delicioso… - susurro con voz ronca
El de mirada verde sentía su piel arder, aquellas caricias eran deliciosas y esas palabras le habían dejado encantado, pero todo quedo de lado al sentir como unos dientes le mordían el lóbulo de su oreja, su boca se abrió pero no dejo salir ningún gemido…
El mayor se separo lentamente para mirar aquel ser tan hermoso que tenía entre sus brazos, aquella cara sonrojada y esos ojos verdes que le miraban directamente y esos apetecibles labios que le llamaban a gritos que le besaran, Remus coloco cada mano en un lado de las mejillas de Harry, y se acerco lentamente, cuando tenía los labios del menor a unos centímetros de los suyos, dejo que su aliento acariciara aquellos apetecibles labios que se entreabrieron inconscientemente, saco su lengua y los mojo, antes de acercar sus labios y besarlos lentamente…
Sus ojos verdes se cerraron de golpe al sentir por fin como esos expertos labios cubrían los suyos propios, sus manos se aferraron fuertemente a la túnica del mayor, mientras que sentía como esa lengua pedía permiso para entrar a su boca...
El mayor comenzó un beso más profundo, mas lujurioso, con su lengua incitaba a que el menor también participara en aquella danza de labios y lenguas, y esa inexperiencia del más pequeño solo aumentaba su deseo, el deseo de tenerlo solo para él, de marcarlo como suyo y así evitar que otros se acercaran a lo que por derecho le pertenecía…
Remus sin control de su mente, deshizo la túnica de Harry a tirones algo bruscos, desasiéndose de sus lentes, que le estorbaban la visión de esos perfectos ojos verde esmeralda…
Harry sintió como su túnica había sido sacada y también sus lentes, pero no le dio importancia, nada tenía una verdadera importancia si tenía esos labios entre los suyos. Tuvo que se pararse con molestia y frustración, el maldito aire no lo había dejado continuar con ese contacto…
Remus le volvió a besar, una de sus manos se metió por debajo de la camisa sintiendo la cálida y suave piel de su alumno…
El moreno jadeo cuando el beso fue cortado por el mayor…
Sus ojos dorados se fijaron en los verdes, para luego atacar aquel delicado y suave cuello, besando, lamiendo y mordiendo, mientras que su mano seguía subiendo por el torso del menor, hasta llegar a una de sus tetillas, con un dedo comenzó a hacer círculos, luego se le unió otro dedo que comenzaron a pellizcar y acariciar esa sensible zona hasta ponerlos erectos…
- Ahh… - gimió Harry al sentir esos dedos en su pecho, en su pezones, su mente estaba completamente nublada, dejo caer su cabeza en el hombro de su profesor respirando con dificultad
A sus odios llegaron claramente aquella melodiosa voz, pero al mismo tiempo de sentirse fascinado con aquel gemido, despertó abruptamente de aquella ceguera mental, en donde sus instintos habían salido a flote dejando renegado en un rincón oscuro su verdadera forma de ser.
Se separo rápidamente de Harry para mirarlo directamente a los ojos, los vio nublados por el deseo y confusión…
Harry sintió con malestar como era alejado de ese caliente cuerpo, boca y manos, miro directamente al dueño de aquel que le provocaba todas esas sensaciones, nublado por su deseo y también por al confusión de ser separado de su profesor…
Remus no podía, no podía permitirse aquello, Harry era solo un niño de trece años, en donde su vida había siempre carecido de afecto y cariño, no podía aprovecharse de aquello, no podía, simplemente lo quería demasiado como para dañarle…
El azabache pudo sentir como unos fuertes brazos le cubrían y lo acercaban al pecho de su profesor, Harry sin entender muy bien todo lo que había pasado, coloco su mejilla en el fuerte pecho de aquel hombre que le abrazaba, podía sentir el acompasado latir de su corazón, cerro sus ojos con una media sonrisa en los labios al sentirse querido…
El castaño beso los rebeldes pero suaves cabellos de su alumno y suspiro audiblemente para luego susurrar con dolor – perdóname pequeño, perdóname…
Harry abrió los ojos algo confuso iba a preguntarle a su profesor que era lo que quería decir con eso cuando todo se volvió negro…
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Harry despertó violentamente tenía algunas gotas de sudor en su cuello y estaba sentado en su cama completamente desordenada, miro a sus lados y vio a sus compañeros de cuarto aun dormidos, suspiro con pesar, aquel sueño le atormentaba, sabía que era algo muy importante, pero cuando despertaba siempre olvidaba la mayoría de este, solo recordaba unos hermosos ojos dorados…
Sacudió su cabeza en forma negativa y se levanto de un salto de su cama, era aun temprano para ir al Gran Comedor a tomar su desayuno, pero una ducha no le vendría mal, a demás como su ultimo año en Hogwarts no quería desaprovechar su tiempo, amaba demasiado el castillo como para ahora que Voldemort no estaba, no disfrutara como un alumno normal que tiene su ultimo año en aquel castillo donde había pasado muchas gratas e ingratas experiencias, pero donde también había conocido a una familia que aunque no era de sangre era tan o más valiosa aun…
Sonrió bobamente aunque no se había percatado de eso, ya que estaba ensimismado en sus pensamientos y es que no era para menos, después de todo hoy tendría DECAO a última hora pero con el mejor profesor que Hogwarts podría contar, con su profesor favorito…
Remus Lupin…
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Remus aun podía sentir su pequeño y frágil cuerpo entre sus brazos, esa calidez que nadie le había podido entregar, aquella inocencia que muy pocos poseían en esos tiempos… aunque habían pasado los años aun no podía olvidarlo y sabía perfectamente que jamás podría olvidarlo…
El profesor de DECAO se encontraba sentado en su aula, sentado frente al escritorio mirando distraídamente el oscuro y solitario salón, vio su calendario que tenía varias “X” y que quedaban diez días para que llegara a un día en específico marcado con un círculo rojo…
Suspiro audiblemente, sabía que debía controlarse o podría dañar a la persona más importante para el… daba gracias que en esa oportunidad su raciocinio había llegado justo a tiempo, porque sabía que un segundo mas y hubiera terminado… violándolo… en esa ocasión tuvo que desmayarlo para no lastimarlo y daba gracias que él lo hubiera olvidado, porque aunque lo amaba con todo su ser no podría permitir que su pequeño estuviera condenado a estar a su lado, después de todo ¿Qué le podría ofrecer…?
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Las puertas fueron abiertas y todos los alumnos de séptimo año entraron ruidosamente encantados de poder tener esa fascinante clase de DECAO y sobre todo con el mejor profesor que hubieran tenido, Remus Lupin…
Remus recibió a todos sus alumnos con una enrome sonrisa y una cálida bienvenida…
Sus ojos se cruzaron…
Harry sin poder evitarlo se estremeció ante aquella mirada que le dirigió su profesor y trago duro, no sabía porque pero tenía la urgente necesidad de quedarse solo con su profesor y averiguar que significa aquella mirada…
Remus se estremeció y sintió como su lobo interior se exaltaba con aquella espectacular mirada verde y aquel adorable sonrojo – esto será muy, pero muy difícil… - y lo peor de todo es que le quedaban diez días, no quería imaginarse lo que podría llegar a sentir cuando quedaran tres o dos días, “su interior” ya había tomado la decisión… – serás completamente mío…
≈≈≈≈≈≈ Los efectos de la luna para los que padecen la licantropía al enamorarse es simple, perderán el control de su conciencia, el lobo interior tratara de tomar control del cuerpo y hará lo posible de “marcar” suyo a lo que por “derecho” le pertenece, para que nadie ose siquiera en tocarle, ninguna criatura se acercara a la persona que tanto como el humano y su parte lobo han elegido como su pareja. Entre más tiempo haya pasado sin tener contacto “intimo” con la persona elegida mas fuerte será el deseo de poseerlo, de marcarlo, de hacerlo completamente suyo…
Efecto de Luna ≈≈≈≈≈≈
Fin.-