Una leve brisa de mar, sus ojos azules como aquel hermoso líquido cristalino que observaba, sus cabellos rojizos se ondeaban con el viento marítimo mientras esperaba la llegada de la persona que lo mando llamar allí.
Aquel hombre de camisa blanca holgada desfajada y con unos pantalones formales negros era visto por todas en el puerto, las mujeres presentes se sonrojaban al mirarlo parado en medio de la playa, otras no se acercaban a preguntarle por temor a su expresión facial, en tanto otras cuantas fueron de inmediato a acercársele sin conseguir nada.
Mírame...De vez en cuando siento que me estás olvidando. Y que no regresarás Mírame...De vez en cuando pienso que ya estoy muy cansado. De estar solo y de escucharme llorar Mírame...De vez en cuando miro atrás Y veo con miedoLo mejor de nuestros años correrMírame...De vez en cuando quiero escaparmeY tu mirada me envuelveY me vuelvo a perder Mira mis ojos...
Unos minutos después llego una limosina de esas antiguas, que solo los clanes de Japón poseían. El chofer se bajo del auto al llegar a la entrada del hotel, abrió la última puerta derecha y bajo la cabeza.
-Llegamos señor...-le dijo.
-Gracias, pero no es necesario que hagas eso...-le dice el joven que baja del automóvil.
Al descender, el personal se dio prisa para abrir las puertas del edifico, la gente que pasaba se inquietaba por su presencia, el aparente hijo de algún millonario ingreso siendo observado por todo el mundo a causa del alboroto que se hizo a su llegada.
Vestía con una chaqueta blanca, combinada con negro y rojo, unos jeas comunes, un calzado que hacia conjunto y una insignia dibujada en su espalada hizo a todos reconocer de quien se traba.
-Buenas tardes, ¿Me puede rentar una habitación?...-pregunto en el mostrador.
La mujer que lo atendía se sonrojo.-... Ah... Si, ¿Tiene reservación?...-tartamudeo.
El castaño se quedo sorprendido.-... No se, ¡Syo, ¿Tengo reservación?!...-grito.
A su llamado llego otro joven bastante parecido a su señor, sin embargo tenia puesto el traje de los ninjas de su clan. Syo se acerco.-... Si, esta a su nombre señor...-contesto.
-Vaya que es bueno tener cerca, aunque a mi edad ya no necesito de "guardaespaldas" me eres muy necesario...-agrega.-... Bueno señorita como le decía, si tengo reservación y esta a nombre de Kusanagi Kyo...-dice al recargar su brazo sobre el mostrador.
-¡¿K-Kusanagi Kyo?!...-exclamo incrédula.
Ambos chicos fueron de inmediato acosados por las miradas de hombres y mujeres del hotel. Kyo trato de calmar el ambiente, pero ya estaba descubierto y no había mucho por hacer.
-... S-si, ese soy yo... .... ¿Podría decirme cual cuarto me toca?...-inquirió.
El dueño del hotel, se acerco al joven heredero con confianza.-... Es la suite 567 que esta en el piso del emperador....-dice.
Los dos se helaron, ¿Había reservado la suite de presidencial para llamar la atención?, ¡Mataría a Syo si lo hizo por su "posición"! Aquella mirada de fuego se clavo en su subordinado, que rápidamente le explico lo sucedido en tanto caminaban a la habitación.
-... Esa no fue mi reservación Kusanagi-domo, yo les pedí una habitación de bajo costo hace tres meses, ¡Se lo aseguro!...-le juro.
Kyo le susurro.-Te creo, este tipo quería lucirse conmigo y con mi clan...-
-¿Qué no debería estar acostumbrado?...-pregunta.
-... No, ¿Por qué?, soy un miembro de Kusanagi, no su creador ni nada similar...-añade.
-Pero es el único que obtendrá por la pureza de su sangre el poder de Kusanagi, uno de los más grandes clanes de Japón a los que el emperador tiene respeto...-dijo quedito.
Ese comentario le valió al castaño un fuerte golpe que lo dejo fuera del ascensor, el dueño quedo petrificado de ver la reacción de Kusanagi.
-Será mejor que se baje del ascensor por su propio pie, a menos de que quiera probar el puño de un Kusanagi, se lo dejo a decisión...-dijo con esa voz amenazante que siempre muestra en combate.
-N-n-no no se preocupe yo me bajo solo...-respondió.
Apretó el botón para que las puertas se cerraran.-... Gracias, es usted una persona inteligente... Hasta la cena...-añadió complacido.
El joven heredero se dejo recargar sobre una pared, mientras esperaba llegar a su destino, debido a que del piso nueve al trece donde se encontraba su suite no hay mucha gente a causa del exorbitante precio. Cuando se abrieron camino a la salida y entonces encontró un corredor largo con cuatro puertas solamente.
- 565, 566 y 567... ¿Esta es la mía?...-se rasco la cabeza confundido.-... Bien, solo tengo trece horas para que el vuelo salga, es hora de apresurarme...-se dijo.
En el enorme cuarto de lujosos muebles, aquel joven cayó tendido encima de las sabanas finas y levanto sus brazos a su encuentro dejándose seducir por su textura. Tenía mucho tiempo de no dormirse en una lujosa suite, desde que abandono oficialmente los torneos, ya que en cada pelea en diferentes lugares del mundo los cuartos que le otorgaban por ser el ganador se veía recompensado. De pronto la nostalgia, lo hizo recordar a sus viejos amigos Benimaru Nikaido, Goro Daimond, Athena Asamiya y a Shingo Yabuki su autonombrado alumno, en ese instante recordó a que había venido.
Se levanto de la cama, se busco en una bolsa de su chaqueta y al hallarlo mostró un sobre sellado con una "J", con solo escrito el destinatario, sabia la razón de su misterio contenida: "Un nuevo torneo clandestino". Aunque la letra no coincidía con algún nombre de algún personaje que habría participado en el KOF antes, curiosamente olía a un cartel extraño en Estados Unidos y debía ir a investigar.
"Salvar a Kagura y a Yagami es una de mis obligaciones como el único miembro de elite de Kusanagi"-pensó serio.
-Si este torneo es lo que pienso, Ash podría estar mezclado y nuestro encuentro seria inevitable... Por eso tengo que irme a Estados Unidos...-murmuro.
"Destruir las ambiciones de Ash Crimson y devolver el orden del trío de los destructores de Orochi es una obligación de Kusanagi, devolverles sus poderes a Kagura y a Yagami es una promesa que les hice como Kyo..."-medito.
Yéndose arriba se quito lo que traía encima, luego entro a darse una ducha y después atendería su asunto importante.
*
De vez en cuando miro atrás
Y veo con miedoLo mejor de nuestros años correr Mírame...De vez en cuando quiero escaparme Y tu mirada me envuelve Y me vuelvo a perder Mira mis ojos...De vez en cuando siento enloquecer Mira mis ojos De vez en cuando siento enloquecer Mírame...De vez en cuando sueño con alguna locura Y no quiero despertarMírame...Una playa, la costa de Osaka donde ambos niños corrieron en busca de un famoso sombrero que debido al aire se fue. El pelirrojo y el castaño nunca lograron alcanzarlo, sin embargo no había esperanza alguna contra ese viento violento que ese día azoto las playas.
Se conocían de hace poco, pero no fue impedimento para que los dos pudieran relacionarse. Como todos los niños cada quien tenia definido el rol que querian ejecutar al crecer, uno seia un cantante y cantaría siempre para si mismo, el otro no tenia una idea, lo unico definido era que deseaba proteger a las personas que queria con su vida y sus poderes heredados por su padre.
Un fuego carmesi que no quemaba a su poseedor, un fuego púrpura contaminado por el odio y la ambición de sus antepasados que a cada momento acabaria por destruirlo también, sin percatarse no vivian en un mundo, sino en dos mundos totalmente diferentes y fuera del alcance de otro, pero que de ninguna forma pudo separarlos.
Hasta que cumplieron doce años, notaron la diferencia de sus mundos y ambos tomaron rumbos separados, Kyo por su egolatría y egoísmo se olvido de su promesa e Iori por causa de su odio, cegó su camino y se convirtió un zombi hambriento de venganza. Dos vidas separadas por dos mundos, tenían la oportunidad de verse cada vez que la luna se acercaba al Sol, ese día, es un veinticinco de Marzo, poco despues del inicio de la primavera.
De vez en cuando miento cuando buscas mis ojos Y preguntas como estás Mírame...De vez en cuando muero de rabia y de celos Pero nunca te lo dejo saber.Mírame...De vez en cuando qui ero escaparme Y tu mirada me envuelve y me vuelvo a perder Mira mis ojos...De vez en cuando siento enloquecer Mira mis ojos...De vez en cuando siento enloquecer Y esta noche quiero más
*
La marea subio, y la playa parecia deshabitada, pero aquel joven permaneció alli hasta que vino la persona que lo mando llamar en ese lugar. Cuando lo tuvo cerca, sintió como su piel se erizo, y lo obligo a permanecer mirando al frente, Kyo sonrío ya que esa se siempre la actitud fria para con él.
-... ¿Te hice esperar mucho, Yagami?-pregunto.
El frío pelirrojo no contesto.
De sobra sabe que no lo haria, luego procede a explicarle las razones que lo llevaron a convocarlo, sin antes mencionarle lo ocurrido hace unos meses en el ultimo torneo.-... Se que te resulta difícil hablar conmigo, debes enterarte que es reciproco, pero...-pausa.-... Vine a decirte que quiero que me esperes, solo un poco más...-dijo.
Sus palabras no sonaban como el Kyo que conocía, eso lo agarro por sorpresa, sin saber que podía responder. Después un rato de silencio, solo tenia una cuestión para su mayor enemigo.-... ¿Esperar, esperar que?...-pregunto.
Como nunca antes, Kusanagi se mantuvo firme y sin titubeos.- Yo derrotarte a Crimson y te devolveré tus poderes, para que puedas hacer tu sueño realidad...-agrego.
"¿Mi sueño realidad, a que se refiere?"-pensó confundido.
Saco una de sus manos de su bolsillo, luego dio la vuelta.-... ¿Mi sueño realidad, de que hablas Kyo?...-inquirió.
- ¿Quieres destruirme, cierto?, yo haré realidad ese sueño...-respondió.
Sus rostros pudieron expresar más de lo que podían por ellos mismos, la expresión de Iori era relajada, mientras que la de Kyo estaba tensa, pero con una extraña confianza. Eso quería decir que Yagami no venia con intensiones de pelear, ni hablar de cosas sobre su ambición, él vino por una razón que esta fuera del odio. El descendiente de Kusanagi estaba allí para hacerle una promesa que lo tenia tenso, sin embargo era alianza de confianza, quería que Yagami confiara en él y no desviara su camino como cuando fue niño, por primera vez deseaba estar seguro de hacer las cosas por el beneficio de alguien que no fuera solo el mismo.
-... ¿Mi sueño es destruirte?...-pauso.-Yo no tengo sueños, eso ya paso, tenia ocho años cuando te dije eso... No puedo creer que aun lo recuerdes, me parece, increíble que me digas eso...-añadió con una leve sonrisa asomándose por debajo de ese largo mechón rojo.
Y esta noche quiero más Que me abraces fuertemente Que en tus brazos soñaré Que el amor es para siempre.Que en penumbras un rayo de luz Nos envuelva a los dos.Vivimos atrapados en un juego de azar Tu amor es una sombra para mi libertad. Ya nada puedo hacer y no logro escapar De un fuego sobre pólvora que puede estallar"Pretendí entenderte ese día y te dije que haría lo posible para evitar que cumplieras tu sueño, sin embargo nunca hice nada y me dedique a presumirte mi fuerza, sin recordar cuan importante significaba para ti destruirme con tus propias manos..."-medito.
El viento aparto los cabellos castaños del semblante de Kyo y se pudo observar la determinación que tenía en sus ojos cuando se lo dijo.-... Espérame, espera y podrás verlo cumplido, no desistas hasta que lo veas hecho...-agrego.
Iori dejo que sus palabras entraran por su cabeza, pero se negaba a razonarlas. Luego de un silencio casi perpetuo, hablo.-Tú no sabes cual es mi deseo, ya te dije, yo no tengo ni sueños, ni deseos, solo me tengo a mi y a mis canciones... De todos modos, si el fuego de Yagami volviera a mis manos, volvería a ser contaminado por su odio y terminaría por destruirme, pero a mi mismo....-se dirigió al castaño.
-No es siempre la formación desde que eres pequeño la que marca tu vida y la esencia de tu fuego proviene de tu interior, tu hiciste que tu fuego fuera tan destructivo para ti, por la razón de tu frustración cuando te enfrentabas a mi... Yo te hice eso, ¿No te das cuenta?, mi egoísmo termino por contaminar tu espíritu y se que debo acabarlo, no quiero que me malinterpretes, yo soy Kusanagi, y si debo pelear en tu contra debe ser así, después de todo, ambos somos guerreros y en las batallas no se deben mezclar los sentimientos....-dice cuando lo mira fijamente.
"¿Por qué me dices eso?"-se pregunto.
Otro viento causo que el mechón de Iori se retirara y le mostrara sus ojos azules, un color que desde que se volvió un completo Yagami se tiñeron de rojo intenso, por tanto al no tener el fuego, su mirada asumió su propio tono.
Kyo dibujo una sonrisa con una mirada melancólica.-... No me había dado cuenta, pero tus ojos ahora son azules, como cuando eramos niños...-menciono.
Solo podíamos vernos cada veinticinco de Marzo, por que era un día especial, se decía, que era cuando la Luna podía acercarse al mar. Pero mi padre me contaba, que hubo una vez una pareja que estaba separada por dos mundos, pero que cada año se creaba un puente y ambos podían verse. Ese puente era nuestra amistad, sin embargo, terminamos por destruirlo cuando nuestros mundos se separaron, yo quiero creer en que se puede volver a unir, si eso lleva a que pueda acabar conmigo...
-¿Por qué hablas tan extraño?, es como si tuvieras que marcharte o que se yo...-dijo extrañado.
-¡Jajaja no tengo por que decirte, Yagami!...-su rostro adquirió relajación.
Entonces el pelirrojo se acerco y acaricio sus cabellos avellana que adquirían vida propia por el viento. A continuación sintió una nostalgia extraña.-... ¿Qué le paso a tu cabello?, era de un tono menos oscuro y tus ojos tenían un color de avellana sutil, no eran ámbar como ahora...-le menciono.
Kusanagi no respondió, ya que la respuesta podria haberlo delatado totalmente, mejor lo guardo y que pensara lo que quisiera.
-... Si eso es todo lo que venias a decirme, es mejor que no me hubieras llamado, vine desde Sapporo y fueron muchas horas hasta Osaka...-retiro su mano de la melena castaña.
-No era solo eso, hay algo mas...-agrego.
Rodeo con sus extremidades su cuello y beso sus labios. Fue una reacción inesperada que Yagami no pudo responder a tiempo, sin embargo al calor de su cuerpo, obtuvo la confianza de saber que sus corazones van por el mismo rumbo. Abrazo su cintura y ambos se dejaron llevar por el momento.
Y así te tengo que amar El tiempo acaba de empezar El tiempo no terminará Érase una vez una historia feliz Y ahora es solo un cuento de horror Ya nada puedo hacer,Eclipse total del amor Érase una vez una hazaña vivirY ahora ya no tengo valor Nada que decir,Eclipse total del amor...Mira mis ojos...De vez en cuando siento enloquecer Mira mis ojos...*
De vez en cuando siento enloquecer Y esta noche quiero más Que me abraces fuertemente. Que en tus brazos soñaré Que el amor es para siempre.Que en penumbras un rayo de luz Nos envuelva a los dos.Vivimos atrapados en un juego de azar Tu amor es una sombra para mi libertad.Ya nada puedo hacer y no logro escapar De un fuego sobre pólvora Que puede estallar...La habitación estaba sola, con solo los muebles como compañía, ya que al parecer quien lo había traído hasta allí, se habia marchado. Subió los parpados, se noto solo y se fue arriba, busco de inmediato al castaño, sin éxito.
Recargo su rostro encima de su mano, mientras pensaba, entonces se percato de la existencia de un sobre debajo de la almohada que alguna vez compartieron, la abrió y leyó con calma.
Cada letra era comprendida a la perfección, esa finura al escribirlas le decía que tuvo el tiempo para redactarla, pensarla y plasmar en el papel una despedida poco agradable, pero comprensible viniendo de Kyo.
"Yagami:
No fui a Osaka por las razones que te dije, se que es cruel, pero quería darme cuenta de cuanto he desperdiciado. Mi novia, mis padres, mis amigos y a ti, que no cabes en ninguna de mis prioridades. Por que no necesitas de mí para vivir, en cambio si tú me faltaras es obligatorio que debo morir... Cuando fuimos niños te dije que protegería a las personas que amaba con mis poderes, sin embargo ese deseo se olvido, es decir, me olvide de mi mismo y por tanto me olvide de lo que sentía por ti.
Es una promesa la que me une a Ash y no me detendré hasta verlo destruido, ¿Es que me dejaste traumado con eso?, perdón, se que le quito algo de dramatismo. No se cuando regresare o si esto es una despedida definitiva, tu sabes que no lo es.
Nuestro encuentro es inevitable, por que somos un perfecto equilibrio: El equilibrio del mundo "El Sol y la Luna". No necesitas saber que hago, por que no tiene importancia, te encontrare y si no es así, es por que aun no he acabado con Ash, te pido paciencia, acabare y luego podremos aclarar nuestros sentimientos sin pensar quien es el que debe salvar a quien. Se que mañana es tu cumpleaños, que para cuando despiertes será hoy, te deseo un feliz cumpleaños.
Suerte, feliz cumpleaños y hasta que nos volvamos a encontrar.
Se que no será pronto, pero espero que en ese tiempo mis sentimientos sean claros y pueda finalmente decirte lo que siento. Por ahora me despido, deseándote un feliz día."
Durante el trayecto al Estados unidos, el castaño no podía quitarse de la cabeza la misión que tenia, esa era buscar a Crimson y detener la ambición de tener en sus manos el poder de la trinidad que acabaría con Orochi. No se permitía olvidarla, por que detrás de aquel éxito se escondía un fin, si lograba hacerlo, podría ver el sueño de Yagami cumplido, mejor dicho, el suyo también. Cuando la ciudad de los rascacielos se veía tras la ventana, recibio una llamada.
-¿Bueno?...-pregunto.
-¡Hola Kyo, ¿Cómo estas, ya llegaste?!...-dijeron.
-Bien, eso creo, ¿Dónde me dijiste que iba a ser el torneo?...-le inquirió.
-En Nueva South Town, con un tipo de nombre Hiena, tienes que hablar con él y negociar tu lugar....-dice.
-Ya veo, ¿Cuántas probabilidades hay de que no sea una trampa?...-cuestiono.
-No muchas, Dulong me entero que Ash estaba interesado en ti, y que pretendía entrar si tú estabas por allí...-menciono.
Kyo complacido sonrío.-... Entiendo, si me busca, me va a encontrar...-pausa.-Me tengo que ir Beni, no sin antes decirte que cuides a mis padres, en especial al cabeza dura de mi padre...-agrego.
-No te preocupes yo haré eso, cuídate tú, por que no sabemos quien sea es tal Hiena y que relación tenga con tus perseguidores...-pide.
-¡Jajajaja, por eso no hay problema, yo acabare con ello y con los que se me pongan enfrente!...-alardeo.
-Si, si, yo se que tu lo puedes todo, ¿Podrías al menos disimular tu egolatría?...-le pregunto Benimaru.
-Lo siento, no es egolatría, es amor...-menciono.
- ¿Es que?...-silencio.-... ¡¿Kyo, Kyo que es?!...-la llamada parece haberse cortado.
*
Y así te tengo que amar El tiempo acaba de empezar El tiempo no terminará Érase una vez una historia feliz Y ahora es solo un cuento de horror Ya nada puedo hacer,Eclipse total del amor.Érase una vez una hazaña vivir Y ahora ya no tengo valor.Nada que decir,Eclipse total del amor...Eclipse total del amor...Eclipse total del amor...Mira mis ojos...Mira mis ojos...Mírame...Iori miro tras el cristal de la ventana, como en muy pocas veces se quedaba pensando. Su gato de color negro lo acompañaba en sus noches de soledad y también, aquella carta que desde hace un tiempo dejo de tener el color original, un signo de que habia pasado un largo tiempo.
Tomo su guitarra y comenzó tocarla, pensando que cuando volvieran a encontrarse lo mataría y amaría al mismo tiempo con la misma intensidad y con la misma pasión con la que hace música.
Un pastel de fresas a medio comer, un vaso de agua, un cigarro y una carta sobre la mesa eran sus compañías en las noches de soledad desde aquel veinticinco de Marzo.
"Ya casi volverá la primavera, y no has regresado. No importa, por que yo puedo vivir sin ti, pero tú no... Eso me hace pensar en que en cualquier momento volveré a encontrarte"
* Fin. *