Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lazos.... por Gambit

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Despues de una gran demora aqui estoy con el segundo capitulo... aqui hace su aparicion uno de los personajes mas importantes...

He tomado una decision y no piensen q es un chantaje pero si no recibo comentarios la tendre q borrar ya q siento q la estoy escribiendo para nadie y q esta no es tomada en cuenta... espero q me apoyen para seguir adelante XD

Capitulo 2. Preocupaciones

 

Andrés preocupado condujo lo más rápido que se le permitía tratando de evitar el tráfico por algunas calles que le permitieron llegar al hospital lo antes posible, en donde hizo uso de sus influencias para que un doctor amigo de su papá los atendiera rápidamente, sin tener que esperar mucho.

 

            Los hacen pasar al consultorio del doctor en donde van atender a Diego, y  en cuestión de minutos hace acto de presencia dejando al herido con la boca abierta.

 

            Es un hombre de unos 40 años, de piel clara, rostro atractivo, cabello color castaño oscuro perfectamente peinado hacia atrás con algunas canas grises, ojos verdes, y usa unas costosas gafas cuadradas que en conjunto le da un aspecto interesante y seductor.

 

            Entro con un andar cansado tomando asiento en un cómodo sillón ubicado detrás de su escritorio y se dirige a ellos con cara preocupada.

 

            - Andrés que sucede me asustaste cuando mi asistente me informo diciendo que estabas aquí requiriendo mis servicios ¿Te sucede algo a ti o a Arturo?

 

- Disculpa Fernando no fue mi intención… aunque no puedo negar que ya papá esta muy enfermo cada día lo veo con menos ganas de vivir y ha decaído mucho - Contesta con la voz quebrada por el dolor algo que también refleja su rostro.

 

            Esta noticia entristece a ambos por igual, el doctor a pesar de saber todo lo relacionado con esa enfermedad  no puede evitar sentir un poco de miedo de que tarde o temprano su amigo deje de respirar, una amistad que viene desde muy pequeños tanto que se podrían considerar hermanos, porque sus familias siempre han convivido como si se tratara de una sola.

 

            Por lo que Andrés considera a Fernando como un hermano ya que lo conoce desde pequeño y ambos son muy unidos siendo confidentes, de las desdichas, secretos, desamor y todo por el estilo.  La rara enfermedad de su padre lo afecto hace un par de años provocando que sus pulmones se deterioren dificultándole la tarea de bombear oxigeno, causando un gran dolor por lo que tarde o temprano dejaran de funcionar llevándose la vida de Arturo.

 

            - Si lastima aunque es comprensible porque en la etapa en que se encuentra su enfermedad solo podemos hacer que lo que queda de su estadía en la tierra sea lo menos dolorosa posible y que la disfrute como nunca – Comenta con una mirada fría e inexpresiva que dice mucho de su carácter y su forma de ser.

 

            - Si eso tratamos… pero cada vez es más difícil- Contesta con voz afligida mientras unas lágrimas surcan su moreno rostro.

 

            Diego al observar a Andrés le da pena saber que su padre este muy grave y que sufra al pensar que algún día lo podrá perder. En cambio él es todo lo contrario tiene un padre sano y fuerte, salvo que no se la lleva ya que este lo desprecio al enterarse de que el es homosexual, por lo que Diego orgulloso se va de la ciudad para estudiar y poder vivir solo sin depender de nadie.

 

            -Bueno pero no hablemos de eso…

 

            - Si tienes razón… pero dile a Arturo que me llame para cuadrar un día de estos para ir a tu casa a examinarlo y platicar un rato con el.

 

            - Si yo le digo… y creo que le gustara hablar con un buen amigo como tu…  pero vine aquí por otro motivo quiero que por favor examines a mi amigo que sufrió una caída y creo que se figuro en tobillo - Contesta cambiando de tema radicalmente, para no seguir hablando de su padre porque es un tema que lo incomoda mucho.

 

            El doctor que hasta ese momento no había prestado mucha atención en Diego lo observa quedando mudo de la impresión al observarlo. Diego le sonríe por educación, nervioso por dentro. El otro le devuelve la sonrisa y por un momento se sienta la tensión que brota de los dos. Andrés molesto carraspea para que los otros recuperen la compostura.

 

            - Hola mucho gusto mi nombre es Fernando y muchos piensan que soy el mejor medico de la ciudad y yo creo que tienen razón – Alardea ignorando a Andrés, sonríe como todo un galán estrechando su mano mas tiempo del necesario.

 

            A Diego no le cae Fernando por pensar que es la gran cosa, pero por educación le devuelve el saludo secamente.

 

            - Hola yo soy Diego.

 

            - Ya que te lastimaste el pie acuéstate en esa camilla para poder examinarte - Señala la camilla que se encuentra a sus espaldas para comenzar su labor cuando el otro hace lo que le ordena.

 

            Comienza el análisis palpado la zona lastimada que ya se encuentra un poco roja e hinchada continua con esta tarea pero los dedos de este comienzan a acariciarle haciéndole cosquillas, después como si nada, ordenado que el chico gire el pie en el aire observando cuando el chico muestra muecas de dolor.

 

            - Creo que se trata de una fisura pero para estar completamente seguro prefiere hacerte una radiografía… si quieres me acompañas mientras Andrés nos espera aquí.

 

            - No yo los acompaños ya que soy el responsable de Diego – Se apresura a responder.

 

            - Como quieras – Molesto guía al chico sujetándolo suavemente del hombro hasta llegar a la sala de rayos X.

 

            Una vez allí Fernando hace que Diego ubique su pie sobre una mesa fría en la cual un aparato prosigue a registrar la placa.

Los tres vuelven al consultorio cada uno sumergido en sus pensamientos.

 

Fernando con su rostro neutro tratando de no mostrar ninguna expresión, para no revelarle mucho a Andrés ya que él conoce muy bien y no necesita que conozca su interés por el chico, aunque en este momento ya debió percatarse ya que no ha dejado d mostrarse extremadamente amable.

 

Diego tiene diversos cambios de estado ya sea que este disgustado por la actitud del doctor de tratarlo de seducir, concentrado en el silencio de Andrés o preocupado por la situación propia.

 

Y por ultimo esta Andrés que decide morderse la lengua para no armar un escenita por la actitud poco profesional del mayor, además no quiere que Diego en sus encantos ya que solo seria usado como las anteriores parejas del doctor.

 

El doctor comienza a examinar la radiografía para poner una cara que a ninguno de los otros dos le gusto.

 

- ¿Doctor que tengo? – Pregunta Diego esperándose lo peor por lo que se agarra de la silla fuertemente.

 

- Dime Fernando – Contesta y al observar el ceño fruncido del joven se apresura a responder – No te asustes que no es nada grave… solo es una pequeña fisura en el tobillo por lo que te lo debo enyesar para que solo sin movimiento suelde para que puedas estar bien.

 

- Ya me lo esperaba… el mismo análisis de Andrés – Confiesa Diego sin creerse que el chico llegara a ser tan inteligente además de apuesto.

 

- Ah ok entonces mis servicios fueron en vano – Contesta ofendido agachando la cabeza.

 

            - Si algo así – Comenta Andrés irritado sin poderse contener.

 

            - No mentira discúlpalo… de verdad que te agradezco mucho se nota que eres una gran persona como Andrés – Miente disculpándose por el otro, ya que no piensa eso porque por alguna razón que no logra comprender hay algo en el doctor que no permite que le caiga bien.

 

La actitud de Andrés con el otro le sorprende no se lo esperaba, ya que sabe que se comporta así por él y esto le agrada por lo que no puede quitar la vista de él por más que lo intenta trata de no observarlo con ojos de deseo, siendo sumamente difícil porque con el incomodo silencio no pasa desapercibido además de que cada vez que lo observa más le gusta con esa barba que le da un aspecto varonil y rebelde, pero eso no es todo porque con sus ojos oscuros y penetrantes que ocultan tantas cosas que en ese momento le gustaría confesar.

 

El doctor se siente ofendido por el comentario y agradece que Diego tengo el buen gesto de disculparse, eso hace que le tome aprecie pensando que es una buena persona. En cambio Andrés sonríe de medio lado porque sabe que la contienda de ganarse la confianza del chico es todo suya.

 

Nadie habla porque un silencio incomodo invade el consultorio, por lo que el hombre mayor comienza con la labor de colocarle en el desnudo pie la venda cubierta de yeso, y esta en unos minutos ya esta seca y dura, para incomodidad de Diego por el peso de este y por la imposibilidad de poder mover los dedos del pie izquierdo libremente. Luego el doctor le ofrece un par de muletas para poder desplazarse y el chico acepta resignado, consiente de que ahora todo será mucho más difícil en su vida hasta que le retiren el maldito yeso que lo ata a necesitar esos apoyos.

 

- Listo ya termine – Habla rompiendo la burbuja de paz en la que estaban atrapados, para después jugarse la ultima carta por el chico. – Si quieres te puedo acercar a tu casa porque con eso es muy incomodo andar

 

- No te preocupes que yo me encargo de él… agradezco tu ayuda pero ya es un poco tarde… me podrías decir cuando te debo para podernos ir.

 

- No me debes nada pasar eso somos amigos… además me encanto atender a Diego, espero verte dentro de quince días para ver como fue el avance del tobillo… y no olvides tomarte estas aspirinas cada seis horas por dos días para poder calmar el dolor y pueda estar mas tranquilo. – La ofrece una caja de aspirina que Diego acepta, sin poder creer los extraños suceden que acaban de acontecer, primero el tropezar con el encantador moreno y después ser atendido tan bien por el apuesto doctor, esos dos hombres algo se deben traer entre manos ya que nadie jamás había sido tan amable con él.

 

- Bueno entonces nos vamos… chao Fernando que estés bien te voy a llamar para vernos un día de estos – Andrés le estrecha la mano aliviado de poderse retirarse de una vez ya que quiere estar junto al chico, siendo impaciente esperándolo en la puerta del consultorio.

 

Diego ya se encuentra en pie apoyando todo su peso en las muletas. Levanta el rostro para despedirse del doctor, pero lo que encuentra no le agrada nada ya que unos ojos verde llenos de dolor y decepción lo observan tan intensamente dando la impresión de que le observara toda su alma y leyendo sus pensamientos. Su corazón se agita sintiéndose culpable sin saber porque como si la pena y el dolor fuera su culpa, por lo que prefiere no quedarse a adivinar, retirándose incomodo sin despedirse.

 

El hombre observa salir a los dos chicos y lanza un largo suspiro al aire. Ese chico tiene algo que lo inquieta, una extraña sensación que nunca ha sentido. La posibilidad de que sea amor a primera vista se cruza por su mente, desechando la idea rápidamente ya que el no cree en esas tonterías, el amor para él es solo un invento de los medios para vender más en épocas como San Valentín, Navidad y otras fechas que no tienen significado. Suspira fuertemente para después revisar unos papeles, continuando con su trabajo.

 

Andrés sintiéndose culpable ofrece llevar a Diego a su casa a lo que acepta deseando llegar a su casa lo antes posible para poder descansar, solo le indica la dirección de donde vive para ponerse en marcha.

 

- Pensé que nunca íbamos a salir del hospital – Comenta ya entrando en confianza, suspirando de cansancio.

 

- Si yo pensé lo mismo… aunque por lo visto no estabas tan aburrido ya que estuviste muy entretenido - Dice sarcásticamente ya que no le gusto para nada la actitud de Fernando se sentía traicionado por su amigo y la verdad deseaba aclarar las cosas con él.

 

- Pero de que hablas – Pregunta el chico a pesar de saber muy bien de que habla.

 

- No te hagas el loco, no me digas que no te diste cuenta de que Fernando estaba muy feliz ayudándote – Confiesa el otro deteniéndose en un semáforo en rojo.

 

La lluvia seguía cayendo aunque no tan fuerte como hace unos momentos, por las calles de la ciudad habían muy pocas personas, la luna en el cielo observaba el auto sonriendo de lo que los chicos estaban viviendo en su interior, la velocidad era más lenta de lo normal como si el conductor quisiera prolongar esos momentos lo mas que pudiera con el chico.

 

El castaño sabe que el moreno se encuentra celoso y esto lo halaga bastante, ya que nunca ningún hombre había mostrado ningún interés en él y mucho menos uno que acababa de conocer, por lo que quiere prolongar su satisfacción algunos minutos más.

 

            - La verdad que no me gusto su actitud… tu crees que con el dolor estaba atento a lo que pasaba a mi alrededor – Contesta riendo en su interior sin quitar su mirada de ese rostro que esta atento en la vía a pesar de que  no avanzan.

 

            El semáforo cambia a verde y Andrés acelera, divertido decide ser participe del juego del castaño por lo que le sigue la corriente.

 

            - Pero si te dolió tanto… lo que necesitas es un enfermero personal y yo me ofrezco para el puesto.

 

            - Jajaja muy gracioso – Sonríe entornando los ojos divertido por la situación.

 

            - No es broma estoy hablando en serio, quiero cuidarte y atenderte hasta que te quiten ese yeso… así que digas lo que digas y patalees siempre estaré allí como tu sombra. - Dice con firmeza hablando con sinceridad.

 

            - Si has lo que quieras… pero no creo que lo cumplas porque vas a terminar cansandote de mí.- Responde con un cierto de desafío que Andrés no pasa desapercibido pero justo cuando va a hablar es interrumpido. – Listo llegamos aquí es donde vivo.

 

            El edificio señalado por Diego, es alto de unos diez pies, pero su aspecto es deteriorado ya que la pintura es gris y se encuentra deteriorada lo que le da un aspecto lúgubre, encentrándose en una zona de clase media con sus calles oscuras y pocos transitadas dando a entender que esa zona no es segura.

 

            - Ya llegue si quieres paras aquí para poder bajarme – Dice agarrando la manilla de la puerta del auto para poder abrir y bajar.

 

            - Pero de que hablas si yo voy a bajar para asegurarme de que vayas a estar bien – Contesta estacionando en un espacio vacío para poder bajar del auto.

 

            - Bueno esta bien – Sonríe divertido el otro mientras junto se dirigen a edificio, una vez allí suben por las escaleras seis pies ya que el ascensor no funciona.

 

            Diego emprende el ascenso lo más rápido que sus muletas le permiten, aunque en más de una vez casi pierde el equilibrio estando a punto de tropezar siendo Andrés su salvador evitando que cayera al suelo, por lo que decide subir a su lado con su mano por la espalda de castaño para evitar sustos. Nadie habla solo se escucha las aceleradas respiraciones más por el contacto que por él cansancio de subir todos esos pisos, para finalmente llegar a la puerta de su apartamento, abriendo con sus llaves que no tienen ningún llavero según observa Andrés.

 

            El pequeño apartamento esta perfectamente ordenado y limpio, con una pequeña sala sencilla, con tres mullidos sillones en donde Diego se sienta para relajarse y poder leer y escribir en paz, una mesa decora el centro de la habitación en donde se encuentra una lámpara que alumbra el lugar con una luz tenue. Dos pequeños cuadros cuelgan de las paredes.

 

            A Andrés le gusta el lugar pequeño, sencillo pero acogedor y prosigue a preguntar.

 

-         ¿Vives solo o con tus padres?

 

            - Vivo con un primo aunque horita este trabajando ya que es mesonero.

 

            - Ahora me gusta más el lugar ya que es propio y tienes libertad de lo que haces.

 

            - Pues si tienes razón aunque a veces la soledad es cruel – Sonríe amargamente para dirigirse a la cocina - ¿Qué quieres tomar? – Grita para hacerse oír.

 

            - Té por favor si no es muy pedir… aunque creo que es mejor que yo lo prepare - Dice presentándose en la estrecha cocina.

 

            - No eso si no… ni que estuviera invalido… solo porque cojeo y necesite usar estas cosas… no quiere decir nada además tu has sido muy amable conmigo por lo que te quiero atenderte – Exclama alzando la voz más de lo necesario, mientras lo fulmina con sus ojos miel.

 

            Andrés prefiere guardar silencio tomando asiento en una pequeña mesa para no molestar al chico mientras prepara la bebida, ya que prefiere estar tranquilo porque no le gustaría descubrir el carácter del chico, aunque de alguna forma esto lo hace más interesante, y atento que quitarle un ojo no puede evitar sonreír al verlo moverse torpemente.

 

            - Aquí esta si quieres sírvete tu mismo porque no te quiero echar el té encima.

 

            El moreno hace lo que le indican saboreando el dulce té. Sus ojos se abren degustados de tan delicioso saber.

 

            - Tiene miel por eso es tan dulce – Contesta el otro al observar su cara.

 

            - Si tus ojos son igual de dulce que la miel. – Contesta haciendo énfasis en estas palabras.

  

            Sobresaltado despierta por una mano que le toca su hombro alzando sus ojos miel para encontrarse con unos turquesa que le pertenecen a Gabriel, su primo con el que comparte el apartamento, el es alto, de cabellos desordenados de color castaño, más oscuro que el de Diego.

 

            Parpadea sin comprender donde se encuentra, pero al observar todo a su alrededor y descubrirse en el hospital donde varios meses atrás fue atendido, los  recuerdos del accidente vuelven azotando su mente.

 

            Un rostro disgustado y deceocionado, un auto siendo arroyado por otro, una ambulancia que corre por las calles, una camilla cargando con un cuerpo más muerto que vivo. Miles de recuerdos amargos lo traen a una dolorosa realidad y suspira afligido tratando de contener el llanto, ya que allí dentro en sala de operación se encuentra Andrés ese chico que lo enamoro por las bellas palabras que pronuncio el primer día: tus ojos son igual de dulces que la miel. Esa frase confirmo lo que su corazón estaba sintiendo, ya que a pesar del poco tiempo de conocerlo Andrés le había llamado mucho la atención por la forma atenta y cariñosa con que lo trataba.

 

            Con anhelo recuerda los días que sucedieron después del sueño de hace unos momentos, tal como le dijo el moreno cumplió lo que había dicho convirtiéndose en su enfermero privado ya que lo buscaba a casa, lo llevaba a la facultad, estaba pendiente de él y nunca lo descuidaba por lo que una gran amistad nació entre ambos, pura amistad ya que nunca quisieron enseriar su relación a pesar de saber que ambos sentían algo por el otro.

 

            - Ten toma esto te hará bien – Dice el hombre que hace unos momentos lo despertó para ofrecerle una taza de café.

 

            - Gracias – Contesta agradecido saboreando la bebida caliente que le da un calor en su interior reconfortándolo.

 

            - ¿Como estas?

 

            - Yo bien pero dudo que Andrés lo este – Contesta sin muchos animos, temiéndose lo peor.

 

            - Tenemos que ser positivos te aseguro que todo ira bien… en unos segundos ya estarás junto al hombre que amas.

 

            Diego se atraganta con el café al oír aquello, por lo que observa a su primo sin lograr comprender.

 

            - Si no te extrañes… que yo se todo es que lo de ustedes era tan obvio, por lo que me extraña que nunca hallan sido algo más que amigos.

 

            - Pero no te importa que sea gay – Pregunta Diego confirmando todo un poco anonadado ya que esperaba una discusión o desprecio por parte del otro.

 

            - No estas loco eso es lo de menos, a mi no me importa si te gustan los hombres o las mujeres lo que de verdad vale es que seas una buena persona y siempre has sido así – Contesta el otro muy sonriéndote despeinadote el cabello con la mano en un gesto de cariño.

 

            Diego agradecido solo logra sonreír por primera vez en varias horas, mientras en su interior un gran miedo lo atormente, deseando que esa sonrisa no abandone su rostro con alguna mala noticia que pueda recibir.

Notas finales: Este capitulo me gusta y espero q tmb sea d su agrado...

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).