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Promesas inevitables por Manabuu

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Inevitable X

Parte A

 

Ya llevamos casi dos días en este estado. Y la verdad es que no comprendo lo que ha ocurrido, ha sido tan rápido que no logro entender nada, y lo peor de todo es que ni siquiera le puedo preguntar a Aki-chan, ya que si lo hago, Aoi-san empieza con sus gritos y lo que menos necesitamos ahora son esos chillidos. Inexplicablemente no ha parado de llover y lo que más sorprende es que no haya habido alguna inundación hasta el momento, por lo menos no todo es mala suerte para los tres. 

Me coloco junto a la ventana y  veo el agua deslizarse... si estuviéramos en el departamento ahora estaría tomando chocolate caliente viendo la ventana o estaría preparando la cena junto a Aki-chan y Aoi-san, pero no...  Doy un suspiro y vuelvo a mi posición de antes, ¿hasta cuando pensará estarse así?...  Aoi-san está apoyado sobre el volante, lleva así desde ayer, ni siquiera se ha movido para ir al baño o comer algo, solo se ha quedado con la cabeza y los brazos sobre el volante pensado en quién sabe qué cosas o tal vez durmiendo, miro el techo alfombrado del auto y doy otro suspiro...  ¿por qué tuvo que pasar esto?, se supone que todo iba a ir bien desde... oh, verdaderamente no entiendo, cierro los ojos y recuerdo lo calentito que se estaba ahí... incluso extraño mi futón a más no poder...  recuerdo...

Recuerdo que cuando Aoi-san dijo que no podíamos subirnos a la cama un ganas desmesuradas me invadieron, era lo de siempre, cada vez que te dicen que algo está prohibido algo crece en tu interior y ¡zas!, dices y por qué tengo que obedecer, y entonces esperas la ocasión perfecta para probar que nada puede estar vetado o más aún que tú puedes vencer esa orden, y eso fue lo que hice... me resultó un poco difícil de convencer a Aki-chan al principio, pero, cuando se tiró en el futón y sintió lo duro que estaba se acercó a mi oído y me susurró que lo intentara, aunque claro, él no me ayudaría en lo más mínimo, ¡y yo lo logré!, pero sabía también que si dejaba dormir a Akira este no me ayudaría nada así que tuve que moverme toda la noche, cosa que tampoco planeé tanto, porque para ser sincero la espalda me mataba, Aoi-san puede ser muy cruel cuando quiere y ese momento lo entendí... así que solo esperé con paciencia para treparme a la cama e inmovilizarlo de modo eficiente... el resto ya es pan comido, ¡ah cómo extraño la cama!...  y la comida también... tengo tanta hambre, pero Akira dice que lo mejor es esperarnos... sé que sigue enfadado, pero yo no puedo hacer nada al respecto. Bah tonto Akira, claro ahora me dice que soy yo el que oculta las cosas, ¿y él qué?, ¿acaso soy yo él único en hacerlo? Parece que hubiera olvidado la vez en que no me dijo lo de Aoi-san... sí pues, como para él eso es normal... ¡qué cólera que me da!, si pues, ni siquiera pudo dignarse en, ni siquiera me dijo que...  se habían bañado juntos...  no es que sea algo importante, es más ya no me interesa en lo más mínimo, ¡sin embargo!... aún así... ¡Por qué tuvieron que bañarse juntos!, eso no es justo, Aoi-san no conoce en primer lugar a Aki y... ¡Y!... y se bañó con él... pero en verdad no me importa... ya que, ya que ni yo... ¡no es justo, yo conozco de más tiempo a Akira y no se me pasó por la cabeza hacer algo así!, aunque tampoco es como si yo quisiera hacerlo, en lo absoluto, no quiero bañarme con él, pero no, es decir, no le veo tampoco que este bien que ellos lo hayan hecho... aunque Aki-chan me dijo que...

 

¡Taka, espera, te digo que te esperes!

¡No quiero esperarte!

¿Por qué estas así?, ¡te das cuenta el espectáculo que estás armando!

 

Me enfadé tanto por lo que me dijo que le grité que se fuera al diablo, sin embargo él quiso detenerme en la entrada del edificio pero yo fui mucho más rápido y entonces le di una patada en la pierna, así pude escaparme, yo corrí y corrí, pero entonces, yo me caí, tuve suerte que mis reflejos funcionaron y pude colocar las manos porque sino iba a terminar sin nariz; a duras penas logré levantarme, lo peor fue que Aki-chan ya estaba casi detrás de mí, así que solo me quedó correr y correr lo más que me dieron las piernas, en ese momento yo odié tener piernas cortas, pero por lo menos, al parecer el golpe que le di a Akira había funcionado... él seguía gritándome a todo pulmón y la gente que pasaba a nuestro lado nos miraba con cara de descontento... llegué a la parada de autobuses y me subí en el que justo estaba por partir, cuando creí que por fin lo había perdido de vista me decidí a buscar un lugar donde sentarme, supongo que mi cara roja asustó a algunos por lo que me dieron un asiento... ya sentadito recordaba las palabras de Akira y la rabia subía y subía cada vez más... fue entonces que varias personas empezaron a murmurar cosas extrañas, algunas de las que iban de pie se fueron al extremo del autobús, incluso algunos que iban sentados se pusieron de pie y fueron a mirar a la ventana del fondo, me intrigó eso... ¿qué sucedería?... al cabo de segundos algunos volvieron a sentarse, entonces les pregunté a un par de chicos por lo que pasaba.

 

¿Que, qué es lo que ocurre?, pues hay un loco corriendo detrás del autobús.

¿Alguien corriendo?

Sí, y eso que ya vamos varias cuadras. ¿No es verdad Makoto?

Pues sí, Aya-san. Pobrecito, creo que iré a decirle al conductor que se detenga.

¿En serio hay alguien corriendo?

Que sí.

 

Algo me picó... casi dudando me paré de mi asiento y me aproximé donde el tumulto chismoso, apartando brazos y cuerpos logré acercarme a la ventana gigante de la parte trasera, una mueca de dibujó en mi cara... era Akira... me miraba con las mejillas a punto de explotar, también me hacía señas, volteé el rostro y regresé a mi asiento. De repente el autobús se detuvo y Aki pudo subir finalmente, la gente lo observaba como bicho raro, él se apoyó en una baranda que tenía la cabina del conductor y empezó a buscarme dando grandes bocanadas de aire, giré el rostro hacía la calle... yo no lo conocía, quién sería ese hombre loco que se pone a correr como tonto detrás de un bus que no tenía intenciones de detenerse. Fingí no conocerlo...

 

E-ey tú, ¡Takanori!

...

No te hagas el tonto, eres un... sabes cuánto he tenido que correr pedazo de...  ¡oye!

...

¡No piensas hablarme eh!

 

Akira siguió hablándome fuertemente pero yo no le dije nada, fue al cabo de un rato que la gente empezó a quejarse, le dijeron que me dejase de molestar y demás cosas, pero Akira no les hizo caso, al contrario creo que eso fue lo que le fastidió más...  incluso llegó a jalarme del brazo, cuando eso pasó un tipo se paró de su asiento y se plantó al lado de Akira, le mentó la madre y le dijo que se metiera con alguien de su tamaño, aquello me molestó, ¡ni que yo fuera un enano para no defenderme solo!...

 

¡Oye tu hijo de puta déjalo en paz te digo!

¿Ah?, quién te crees tú mierda para decirme lo que tengo que hacer o no, así que lárgate este no es tu asunto estúpido.

Pues sí es mi asunto crees que no tiene a nadie que lo defienda.

¡Yo puedo defenderme solo!

¡Cállate Taka!, ¡y tú lárgate si no quieres que te muela a palos!

¿Así?, ¡pues no, no me apetece idiota!

 

Al final yo quedé postergado, aquel tipo me dio miedo, llegó a tocarme y a cambiarme de lugar, aquello me asustó mucho, porque quiso abrazarme por lo que intenté empujarlo y bajarme en la siguiente parada pero no pude, la pelea se puso fea  y más cuando el hombre ese intentó golpear a Akira, por suerte y otras personas intervinieron así que con el tumulto pude bajarme sin llamar mucho la atención, caminé rápido; no obstante me preocupé por Akira y si le pasaba algo malo... quise regresar pero me contuve y seguí caminando, cuando estuve a punto de voltear la esquina sentí una mano en mi brazo, Akira me había seguido, estaba furioso, me empezó a gritar y entonces yo, no lo soporté, lo empujé y seguí caminando...  pero fui detenido otra vez por él...

 

¡Te digo que te detengas, qué es lo que te pasa!

¡Déjame!

Eres un crío y te portas como un...

¡¡Sí, soy un crío y qué, por lo menos no soy como tú que eres un mal amigo y no me dices nada!!

 

Mi voz se quebró entonces, sentía tanta rabia que seguí caminando a pesar que mis piernas temblaban del miedo.

 

¡Lo siento!

 

Me detuve en seco.

 

Lo siento en verdad, pero es que, no sé, no pensé que... es decir esto es tonto...

¡¡Estás diciendo que soy un tonto!!

No, no, por qué te alteras, no digo que eres tonto solo que... no es como si hubiese matado a alguien y no te lo hubiera contado...

¡Pero igual!

Pero Taka, solo fue, solo fue un baño y ni siquiera lo recuerdo para variar.

¿Qué?, cómo ni que te acuerdas, ¡¿qué cosas has estado haciendo mientras que yo estaba desangrándome en el hospital?!

Tranquilo, no lo recuerdo, qué quieres que haga, creo que me dio fiebre, ya sabes que a veces me da fiebre y...

Pero igual, no fue cualquier cosa, ¡te bañaste con él!, tú te bañaste... con él...

Pero...

Ni siquiera yo... ni yo...

¿Es eso entonces?

¿Eh?

Si por eso estas tan molesto, bueno...

 

Estaba tan confundido que no me percaté de su cercanía... un susurro caliente rozó mi rostro y mi cuello...

 

Si es por eso entonces, podemos bañarnos lo dos...

¡¿Ah?!

 

Mi rostro se encendió entonces, casi aterrado me alejé lo más que pude de Akira.

 

¡Qué bobadas estas diciendo Susuki Akira!

Solo decía que si estabas enfadado por eso, podríamos bañarnos lo dos también...

¡Yo no quiero bañarme contigo! Q-qué, qué te hace pensar que yo quiero hacer eso contigo, ni loco ¡nooo!

Está bien, ya entendí... lo siento, te prometo que te contaré todo...

Mmm...

Taka...

¿Qué quieres?

¿Sigues enfadado?

No.

Vamos entonces al súper.

No quiero.

Taka, tenemos que hacer las compras, no hay ni una lata de leche en la casa de Shiroyama.

Estoy cansado, quiero irme.

El cansado debería ser yo luego de la corrida que me di...

¡¿Qué has dicho?!

Nada. ¿Vamos ya?... te compraré algo...

 

Le di una ojeada a Akira, tenía un semblante suplicante. A regañadientes lo seguí, Aki-chan no cesaba de hablar y hablar, me decía las cosas que deberíamos comprar, que por fin teníamos un lugar en dónde quedarnos, que hablaría con Shiroyama para que yo pudiese bañarme solo y demás cosas, que podríamos pasarnos a la sección de ropas para ver si quería alguna pañoleta o chuchería... hasta que por fin llegamos, corrí en pos de un carrito rojo y dejé a Akira detrás, él tuvo que correr para alcanzarme y fuimos por las secciones para surtirnos de lo todo lo que nos faltaba, al cabo de un rato mi disgusto empezó a disiparse... era imposible estar enfadado con Aki-chan... realmente imposible, ya que cada sonrisa que me daba hacía que un poco de aquella rabia se evaporara... 

 

¿Quieres cerezas Taka-chan?

Bueno... pero mejor no.

¿Por qué?, te gustan mucho, además mira y con chocolate.

¿Me las harás Aki-chan?, y si las hacemos como croquetas dulces.

 

Al final mi mal genio se desvaneció al igual que el pesar que tenía. Por que la sonrisa de Aki-chan es lo más lindo que yo puedo tener y si... y si él... ah, lo lamento Aki, pero no puedo decir nada, lo prometí, lo siento, así que ya no te enfades conmigo, pronto te contaré y espero que tú estés dispuesto a escucharme... supongo que lo de la llamada te fastidió tanto... y quién pensaría que esa sería nuestra última noche en la casa... después de apagar el casi incendio de la cocina y soportar la alarma contra incendios que se activo y que nos mojó, con todas aquellas calamidades en torno puedo entender algo tu enojo mas no esa indiferencia extraña cuando dormimos en el futón... supongo que me malacostumbre a dormir muy junto a ti... ¿te asusté verdad?, Aoi-san lo murmuró desde entonces: aquella pesadilla que tuve... desde ese día tú no te apartabas de mí lado, solo hasta que yo me desvanecía de tu abrazo y me colaba hasta llegar a la almohada de Aoi-san, pero antes de eso yo podía sentirme seguro contigo, hasta esa noche, debí suponerlo, debía suponer que aquello era una señal que las cosas cambiarían. Pero no me di cuenta. Tú te arrimaste para el lado opuesto al mío y giraste tu cuerpo, me diste la espalda y ni siquiera me diste las buenas noches, me sentí tan mal que me ignorarás que tuve que aguantarme el llanto y las ganas de patearte para que te cayeras del futón y por fin me hicieras caso... no lo hice... solo guardé silencio y me pasé la noche pensando en ti y en lo molesto que te encontrabas... no me dieron ganas de subir hasta la cama y hacerle la vida imposible a Aoi-san, por el contrario, aquella gracia había perdido el encanto, así de ese modo me pase observando las sombras en las paredes, incluso cuando la noche estuvo más oscura yo seguía despierto inventando conversaciones conmigo mismo... tuve ganas de escribir pero me detuve... así en silencio empecé a crear una melodía triste... tan triste que ahora ya no la recuerdo, supongo que debe de haberse ahogado en mí como todas las cosas que tanto me lastiman... espero que algún día vuelva a emerger, y entonces poder escribirla y cantarla... cantártela... sin embargo supongo que el sueño me venció cuando el día ya estaba alumbrando porque no me di cuenta, o tal vez sí, que Aoi-san salió... la cuestión es que casi dormido escuché que tocaban la puerta, tú estabas en el baño y al parecer no tenías las ganas de atender así que me tocó a mí...  Cuando me aproximé a la pantalla para ver quien era no vi a nadie, por lo que me volví al futón, traté de acurrucarme para volver a conciliar el sueño pero otra llamada del timbre parecía impedírmelo, fastidiado volví a levantarme pero no vi nada, mandé al diablo a los que estaban jugando así y entonces me cruce con Aki-chan tenía su cepillo en la boca y un leve rastro de dentífrico de menta en la comisura de los labios, pasó por lado sin decirme hola o cualquier palabra, me tiré entonces en la cama, estiré mi brazo para coger una almohada cuando entonces volvieron a tocar; está vez fue Aki-chan quien miró por la pantalla, creo que al no ver a nadie se aventuró a hablar por el comunicador, preguntó si alguien estaba ahí y al cabo de segundos una voz chillona se esparció por el audífono que teníamos junto a la pantalla, salté de la cama y fui corriendo a plantarme al lado de Akira, fue cuando la vi... una mujer de cabello corto y negro, tenía los labios más rojos que nunca antes imaginé, me fijé también que un tic en su ojo izquierdo empezaba a temblar, sus ojos pequeños se instalaron directamente en los míos, obvio que ella no podía saberlo, sin embargo esa mirada me hizo temblar, Akira le preguntó que quién era y ella nos salió con que le abriésemos la puerta inmediatamente, creo que eso cabreó a Akira que le dijo que ella no era nadie para venir a hablar así y que al fin y al cabo el dueño de la casa no estaba y por eso no podíamos abrirle. Me quedé pensando en eso... era como si fuésemos niños pequeños y nos hubieran dejado nuestros padres a cargo del cuidado de la casa, así que por eso no podíamos abrirle la puerta a ningún desconocido...  jamás pasé por algo parecido cuando era pequeño... ¿sería este el sentimiento de aquel hecho?... ni con mis padres me pasó algo parecido y ahora, ¿Aoi-san dónde estás?

 

¿Aki-chan y si conoce a Aoi-san?

De todos modos no lo ha mencionado siquiera. 

 

Akira le dijo que no podía abrir la puerta y la mujer empezó a chillar que nos dejáramos de tonterías y que llamáramos a Shiroyama de una buena vez.  Di una mirada asustada a Akira, esa tipa sí que conocía a Aoi-san y esto no me estaba gustando... entonces me acordé de algo... hace algunos días Aoi-san había recibido varias llamadas de una mujer... la última vez que pasó fue cuando él desconectó el fono, ni una sola vez quiso contestarle, tuve suerte en que él no borrará algunos mensajes por lo que pude escucharlos... ¡pero yo no soy chismoso!, no y no, solo me dio curiosidad, esa mujer parecía muy preocupada... 

 

Aki-chan tal vez sí sea importante.

¿Por qué?

¡Ay Akira ya no estés fastidiado conmigo!

¡No estoy fastidiado!

¡Sí estás, mira cómo me hablas!

¡¿Yo?!, jaaa, ahora soy yo, pues yo estoy bien no es mi culpa que estés sensible...

¡No estoy sensible!

¡Ahora escúchate cómo hablas!

¡Tú eres el que me pone así!

 

Me callé al instante... ¡demonios Takanori qué acababas de decir!... levanté el rostro para mirar a Akira y me di con sus ojos expectantes, bajé la mirada y en aquel silencio la voz histérica de la mujer nos sacó de foco.

 

¿Y ahora qué hacemos Aki?

Nada.

¿Eh?

Qué quieres que hagamos, no le voy a abrir para que luego Shiroyama se ponga histérico con nosotros, quieres que nos envíe a la mierda y más con el problema que creo que tiene, bah, ¡maldita sea!

 

Traté de decir algo, mas Aki tenía razón, no sabíamos quien era y si se trataba de alguien que quería robarnos, no, ni hablar, Aoi-san nos mataba y eso... seguro luego nos despellejaba y nos cortaba en pedacitos para finalmente tirarnos al mar... no, no, yo no quiero morir así... di un suspiro y me fui a sentar al mueble negro de cuero, apoyé mi cabeza en mis manos.  Me crispaba los nervios cada vez que la mujer emitía sus gritos...  fue que...

 

Oiga quiero que me abra inmediatamente la puerta o llamaré a la policía, es más... quiero que les muestre la orden, muestre el documento, ¡he dicho que lo muestre!, mire tengo una orden por escrito así que...

 

Me aproximé a la pantalla y leí al orden, Akira estaba un poco asustado... al lado de la mujer había un hombre de traje, nos dijo que era su abogado y que si no abríamos la puerta estaríamos atentando contra la ley de no sé que miércoles... oh Dios...

 

Aki...

No me mires así.

Pero Aki...

 

Tanta fue la insistencia que al final terminamos dejándolos entrar. Nos asustó ver a dos policías al lado de la mujer esa... por suerte luego se fueron... la mujer casi me botó al pasar, se plantó al medio de la habitación e hizo un ademán a unos tres hombres que estaban en la puerta esperando. Inspeccionó luego con sus ojitos diminutos todas las piezas, me dio un estremecimiento horrible, se acercó al estante donde estaban los equipos de sonido y la súper tele que Aoi-san nunca me dejó tocar, luego entró al baño y hurgó muchas cosas, Akira la seguía por todos lados sin decir nada, y el abogado iba detrás de ellos dos...  regresó a la sala y abrió los armarios ahí sí Akira dio el grito...

 

¡Oiga que se cree para abrir los muebles así!

Quiero que vea todo señor Yamada, fíjese y apunte.

Sí señorita.

Oiga le hablo a usted, ¿está sorda?

No tengo que hablar nada contigo y sí te diría que te largues de aquí.

¿Ah?

¡Pero está loca, quién se cree para venir a invadir una propiedad que no es suya!

Creo que todo lo que hay aquí sí es mío.

¿Eh?

Bueno creo que estamos listos para el embargo, ¿verdad señor Yamada?

¿Embargo?

Pues creo que necesitamos que el individuo este presente, ya sabe cosas de rutina.

 

¿Embargo?, la cara de Akira se desconfiguró y la mía se puso muy fría, ¿cómo que embargar? di una mirada a los hombres que esperaban, sus bostezos me erizaron la piel... eran de una empresa de mudanza... entonces, sí era cierto, pero... me desesperé y cogí mi móvil, di clic al nombre de Aoi-san y empecé a esperar para que me contestara... pero nada, no respondía...  me acerqué a Akira y él sacó su móvil... la llamada se hizo eterna hasta que...

 

¡Maldita sea contesta rápido Shiroyama!...

¡Akiraaa!

¿Qué pasa el niñito no quiere contestar?, jaaa, sigue igual de siempre, vaya estúpido.

¡Aki-chan!

Pero igual creo que podemos ir empaquetando las cosas, ¿verdad?, no tengo todo el día para esto, señor Yamada.

Pero señorita...

Creo que empezaremos con las guitarras...

¡Ay nooo, Akiraaa!

  Joder, ¡contesta!... ¡Vente rápido Shiroyama!

 

Aki-chan lo puso en altavoz de los nervios que tenía, mientras la tipa se aproximó a las guitarras... no lo soporté y la empujé, me coloqué delante de ella y detrás de las guitarras, sin embargo ella cogió una de ellas... entonces empezó entre los dos una especie de forcejeo... ¡no esas guitarras no, Aoi-san se enfadaría demasiado!...  con mis gritos y los gritos de ella y la voz estruendosa de Aoi-san...

 

¿Qué?

Hay una tipa aquí, dice que tenemos que desalojar el apartamento.

¿Ah?

                                                              ¡Aki-chan!                   

Carajo Taka cállate, joder que te vengas rápido ¡dice que va a embargar tus cosas!

¡¿Embargar?! ¡Está loca, quién se cree esa mujer!

 

Ella sonrió cuando escuchó la queja de Aoi-san, me tiró la guitarra y fue donde Akira, intentó cogerle el móvil, sin embargo Aki fue más rápido, no obstante al final se lo quitó.

 

No sé, pero... ¡ey, oye dame mi móvil!

Hola Yuu, pensé encontrarte aquí pero no fue así, no sabía que tenías amiguitos nuevos viviendo contigo, realmente eres sorprendente...

 

Me quedé frío cuando escuché el modo en que le hablaba a Aoi-san... Akira estaba con el puño en el aire temblando...

 

¡Qué mierda haces tú en mi casa!

No, no, jajaja, corrección, mi casa, ¡es mí casa ahora!

 

¿Su casa?... no entendí... no que era el apartamento de Aoi... él dijo que era un apartamento propio...  no pagaba alquiler... era su casa.

 

¿Ah?, jajaja, por favor, no tienes mejores cosas que hacer, jajaja.

No le veo el motivo para tu risa Yuu-chan.

Deja de decirme Yuu o sino no te mataré. No eres nadie para decirme así hija de puta.

Oh, ¡Yuu-chan se enfadó!, jajaja, bueno no me importa, vente rapidito si quieres despedirte de tus cositas.

¿Eh?, sí como no, porque no vas a joderle la vida a tu noviecito, ¿oh no supongo que seguirá medio muerto por lo que pasó verdad?

¡Maldito!

 

La tipa tenía el rostro rojo de la furia.

 

Pero sabes que Yuu-chan el que ríe último ríe mejor y creo que para nosotros es así, creo que eso te pasa por no hacerle caso a tu mamita.

¡Deja de hablar de ella puta!

Al parecer Yuu-chan no fue corriendo donde su mami, aunque ella dijo que estuvo llamándote toda la semana…

¡Hija de puta!

¡Sí, pues para tu mala suerte, tu madre es como una puta ahora también!

¡Deja de hablar así de mi madre imbecil!

¡Pues es la verdad, ahora son ustedes los que se morirán de hambre!

 

Aki-chan se pegó a mi lado y me tomó de los hombros, temblaba… yo no sabía que hacer o decir junto a las guitarras… la tipa cortó y le tiró el celular a Akira, acto seguido dio un grito y se sentó en el mueble negro.

 

Media hora, solo esperaré media hora.

 

Fueron los veinte minutos más largos de toda mi vida, puesto que Aoi-san llegó más rápido de lo previsto, cuando lo vi entrar aventando prácticamente a los tipos que estaban apañados en el marco de la puerta sentí un alivio gigante en mi estómago, se plantó en medio del lugar frente a la mujer que no dejaba de sonreírle de manera casi maniática.

 

¡¡Tú lárgate de mi casa ahora mismo o llamaré a la policía!!

¡El que se debe ir eres tú mal nacido!

Sabes… estás agotando mi paciencia Haruna, estoy diciéndote por las buenas ¡¡así que mueve tu culo rápido antes que me olvide que eres una puta mujer!!

¿En serio?, señor Yamada por favor déle el documento.

Sí señorita.

 

Aoi-san le arrancó el papel de las manos y empezó a leerlo, sus ojos empezaron a agrandarse desmesuradamente, entonces Aki-chan se le acercó asustado por la cara que había puesto, pero Aoi-san lo largó, así que regresó a mi lado…

 

¿Qué se supone que es esto?

Una orden.

Y piensas que te voy a creer, por favor, jajaja, no soy imbecil.

Pues es legal.

¿A no me digas?, ¿en serio?, oh, es una tontería, jajaja, estás loca, estás  mal, jajaja.

Entonces no sabes nada, jajaja, pensé que lo sabías y lo entenderías.

¿Entender qué idiota?, oh es un sucio juego como los que siempre has intentado. Pues porqué no vas de limosnera y le pides que te de dinero, acaso eso no hacía tu madre, no le veo el problema en que… 

El está muerto. Está muerto y nos dejó todo Yuu-chan…

 

Fue entonces que yo sí corrí… dejé en manos de Akira la guitarra y corrí al costado de Aoi-san al ver como este se tambaleó… su cuerpo estaba rígido, ni siquiera temblaba.

 

Aoi-san...

Cállate enano… ¿muerto?

Pues sí Yuu-chan muerto, muerto… pero creo que de todos modos siempre nos amó más a nosotros que a ustedes…

Es mentira.

Pues  no, así que esta propiedad me pertenece, ya que todo lo tuyo es ahora mío y…

Espera un momento, esta casa no tiene nada que ver con él.

¿En serio?

¡Claro que sí, es mi casa!

¡Pero olvidas quién te la compró!

Mi abuela no tenía nada que ver con tu padre.

¿En serio?, la serie de cuenta no dice eso… ¿verdad señor Yamada?

Pero esto es una tontería es decir…

No señor Shiroyama, la señorita tiene razón, el departamento pertenece a los nuevos bienes de…

¡¡Me llega al pincho eso!!, está casa es mía y tengo los papeles que lo dicen y…

Los papeles no sirven, la herencia lo decreta así señor…

Te dije Yuu-chan al final me quedaría con todo lo que tú tenías…

 

Akira se aproximó a mí y me jaló del lugar… me llevó junto a las guitarras y me susurró…

 

Taka esto no esta bien, va a terminar feo…

¡Aki-chan!

No hables solo escucha… ve a la cocina.

¿Eh?

En la cocina, al lado del freezer esta esa mochila púrpura que tú ya no querías, ¿te acuerdas?

Sí, y qué hago…

Mete toda la comida que encuentres ahí…

¿Eh?, pero Aki, por qué…

No jodas y haz lo que te digo, ve rápido, evita no llamar la atención…

 

Me escurrí hasta llegar la alacena, justo días antes habíamos ido de compras al súper, metí los tres tazones de ramen, sopas instantáneas, las galletas dietéticas de Aoi-san, algunas latas de zumos, me fui hasta el freezer y lo abrí despacito hasta alcanzar algunas frutas, luego volví a los cajones y metí todos los dulces que pude coger…  volví como si nada al costado de las guitarras, luego Akira me mandó al baño a que me guardara las cosas que habían ahí, fui y uno de mis bolsos guardé los jabones caros de Aoi-san así como su amado bálsamo del que tanto se ufanaba, luego los cepillos de dientes, las rasuradoras y otras cosas que descubrí que había. Al salir Aoi-san estaba gritando a todo pulmón ya que los hombres empezaron a coger las cosas para ponerlas en las cajas que habían traído.

 

¡¡Esas son mis malditas cosas, son mis cosas y están compradas con mi dinero, maldita sea déjalas!!

¡Así, entonces muéstrame las facturas!

 

Todo se volvió horrible cuando se acercaron a las guitarras… la tal Haruna dijo que se las llevaran porque eran suyas, Aoi-san se puso como loco cuando tocaron una clásica, aquella que se encontraba en el extremo izquierdo… se notaba que era algo usada, pero el color del cedro, tan oscuro, no hacía más que embellecer aquel modelo antiguo… vi con terror como Aoi-san dio el grito al cielo cuando los dependientes la tomaron, Akira tuvo que cogerlo de los brazos para que no golpeara a uno de los hombres… pero tanta resultó ser la frustración de Aoi que terminó arrebatándola, la mujer entonces rió y se la quitó alegando que ahora le pertenecía, al final la metieron en una caja junto con las demás guitarras que ya estaban bajando; entonces cuando estuvieron a punto de coger la Yamaha negra, fue Akira quien dijo que era suya y que se la iba a llevar junto con su bajo y mi acústica, también salió diciendo que la ropa no podían llevársela porque era una barbarie hacerle eso a alguien, la tipa le contestó mal y entonces Akira le dijo que era una pordiosera y que si tanto quería llevarse la ropa, incluso los boxers de Aoi, entonces sería como una degenerada que no respetaba la intimidad de las personas, la mujer se puso furiosa, pero Akira no podía hacer nada porque con las justas y lograba coger por la cintura a Aoi-san para que este no moliera a la mujer… entonces Akira me dio una mirada y yo entendí lo que tenía que hacer, saqué nuestras maletas de debajo de la cama y una maleta de Aoi que estaba en el armario y me puse a vaciar todo lo que pude, la mujer estuvo a punto de quitarme un par de camisas muy caras de Aoi-san pero yo no la dejé, la empujé y la mandé a volar, en esos cinco minutos logré vaciar casi todo menos algunas cosas pues el abogado estaba hasta las narices en lo que yo hacía, corrí en pos de la maleta donde puse la comida y salí con ella de la cocina, me llevó al diablo y coloqué en una bolsa la sandía que habíamos comprado, tomé una de las maletas y empecé a salir… fue necesario la presencia de tres oficiales para sacar a Aoi-san… incluso vi al señor Nakamura, el portero, con una pena en los ojos cuando tuvo que coger las maletas de Aoi y Akira… yo llevaba las llaves del auto en mi mano, cuando bajaron a Aoi-san, la mujer estuvo a punto de arrebatármelas, pero entonces Aoi-san la mandó a la mierda y le dijo que el auto se lo había comprado él con su dinero, que incluso podía mostrarle los papeles y así fue, en compañía de los policías y de Akira subieron a recoger los documentos y para mala racha de esa mujer del mal,  Aoi-san pudo confirmar que el auto estaba a su nombre, pero esto no fue todo… Aoi-san intentó sacarse una de las guitarras pero fue detenido por uno de los hombres… Akira se lo llevó a rastras de ahí… fue entonces que todos terminamos dentro del auto, bajo las risas de aquellos que nos habían echado de manera tan indecorosa y de la pena del señor Nakamura que no cesaba de repetir que dejasen en paz al señor Shiroyama…

Cuando Aoi-san estuvo a punto de arrancar el auto Akira se puso histérico, le dijo que él manejaría porque no tenía ganas de morir en un accidente, entonces Aoi-san lo mandó a freír papas y partimos de ahí… me asusté al ver la velocidad a la íbamos… entonces me di con que la gasolina estaba baja… Aoi-san paró brutalmente en un minimarket que tenía un cajero… salió de ahí para cambiar dinero supongo, Akira lo siguió y yo solo salí y me quedé junto al auto… al cabo de un rato Aoi-san empezó a gritar, lo que pude escuchar fue que no tenía ni un yen en su cuenta. Acto seguido se metió al market junto con Akira, observé a través de las lunas del local que nuestro pobre guitarrista cogía del chaleco al dependiente, luego vi que el muchacho asustado le enseñaba la computadora… Aoi-san salió y volvió a su viaje brutal, llegamos a un banco y la reacción fue la misma…

 

¿Aki-chan qué pasa?

No tiene ni un centavo.

¿Ah?

No tiene dinero Taka, no tiene ni un yen en sus cuentas…

Pero y las tarjetas…

Canceladas, bloqueadas, ni idea, están muertas…

 

Cuando se nos acabó la gasolina nos quedamos varados al lado de un restaurante modesto, justo en una esquina poco concurrida, la lluvia empezó a azotar, las maldiciones de Aoi-san no se hicieron de esperar hasta que se derrumbó… lo vi caer en el volante mientras gritaba e insultaba en todos los idiomas conocidos e inventados…  sus puños amoratados por la presión que ejercía, el silencio que nos invadió a todos…  justo ahora sigue lloviendo, veo a través de la ventana como la demás gente come y es feliz y pienso que porqué a nosotros nos pasa esto… Akira me hace una seña y yo sacó un par de galletas, se las doy, Akira intenta mover a Aoi-san pero no responde… así en el silencio del silencio solo los crujidos se comen… solo así…

 

Continuará…

 

 

Notas finales:

 

Hola a todos, ¿cómo están?, en primera mil gracias por leerme y ser pacientes con este capi, mil gracias, ya llegamos a ocho mil… oh no lo creo, jajaja, cuando llegue a diez mil seré feliz, jajaja. Todos sus reviews se encuentran contestaditos, también muchas gracias con el apoyo por el otro fico que empecé, no pensé que me leerían tantas personas.

 

Bueno yendo al capi en sí, qué les pareció, estuvo rápido para mí, aunque resultó ser largo, muchos pensaron que se trataba de Mika pero no, y bueno con la mujer que llamaba era la madre de Yuu… así que ya pueden imaginarse un poco la relación que lleva con su familia, ¿ya saben quien es Haruna?, solo puedo decir que las mujeres en la vida de Yuu son un dolor de cabeza, así que mejor se pase al otro lado, ¿no creen?, y bueno no olvidando a Taka y Aki, eso fue lo que pasó con ellos cuando Taka se enteró que se había bañado con Yuu, más dramático, creo que esa escena de la corrida detrás del bus se me quedó por las series coreanas que he estado viendo, jajaja. Lo de la llamada misteriosa de Taka aún queda en suspenso… preguntas, ¿quien es Haruna?, ¿tendrá alguna relación con Junichi?, ¿qué pasara con nuestros chicos?, pucha se paran quedando sin hogar a cada instante, creo que lo he dejado detenido verdad, para el próximo capi habrá más movimiento, lo prometo.

 

 

Pensaba no actualizar la próxima semana pero creo que lo haré… aunque tal vez no sea un capi muy largo o tal vez sí… ahora sí, este este es mi mes favorito setiembre, ya que en este mes cumplo años, jojooo, pero todavía falta, aunque para decir la verdad este mes se perfila un poco extraño y triste, sin embargo creo que es una alegría escribir y escribirles a ustedes… oh Dios estoy sentimental y es que me he dado cuenta que si no escribo no me siento bien conmigo y creo que eso es también gracias a ustedes que me leen y siguen este fico, ya que sin los lectores no existiría el fico en sí, así que gracias!, quería decir eso justo ahora… jojoooo, más rarooo… etto… me voy fugo y espero que les haya gustado aunque este un poco detenido, nos vemos la próxima semana.

 

Es cierto Ruki está enfermo de gastroenteritis, ha tenido que postergar algunas presentaciones, ojala y se ponga buenito--- seré loca pero me he leído un motón de cosas sobre la gastroenteritis y no es muy grave---, lo que puedo decir es que ese niño malo ha comido algo que le ha caído mal a su salud y tendrá que hidratarse mucho, ojala y se ponga bien pronto, ne.

 

Cuídense y nos vemos luego.

 

Manabuu.


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