Inevitable XXII - parte B
Antes que fueran las ocho de la mañana tomamos el bus para que nos dejará algo cerca de Shinjuku, no obstante a mitad de camino a Yune se le dio el loco y me dijo que lo mejor era ir en tren. Intenté decir no, pero si no lo hacíamos desaprovecharíamos el tiempo y podría ser que Taka se esfumara, le perdiéramos el rastro y para estar de nuevo con la angustia de no verlo o saber de él, ni hablar.
Total Reita, ya tienes que enfrentar tus miedos, no seas idiota, el tren no se va a descarrilar.
Me dediqué a ver las casas y calles, ahora que lo notaba ya no le tenía tanto miedo como antes, tal vez ya era tiempo de volver a subirme al metro también. Debería actualizar mi cartilla uno de estos días. En menos de lo que me percaté ya atravesábamos la estación. Observé mi reloj, las nueve menos veinte, corrimos por los pasadizos amplios repletos de estudiantes y oficinistas y nos fuimos por la zona de los rascacielos, tuve que apurar el paso ya que Yune me llevaba media cuadra de ventaja, cretino que a pesar de ser más bajo que yo y poseer las piernas cortas tenía un paso de los demonios. Corrí entonces cuando él se dedicaba a cruzar la autopista Kooshuu, trataba de ir con cuidado para no chocar con nadie.
¿No hubiera sido mejor tomar la línea de Odakyuu?
No me critiques y camina.
Me callé y lo seguí en silencio. Al poco vislumbré el cartel modesto de la agencia. Cómo habría llegado ayer que ni me acordaba que habíamos pasado por Kooshuu, por un establecimiento de Starbuck, sin contar con algunas tiendas de instrumentos y una disquera, ah diablos.
Entramos y nos fijamos que solo había un cliente antes que nosotros, por lo que tomamos asiento junto a la ventana. Estiré mis piernas, en realidad había sido una caminata suicida, jalé mi camisa y me di aire con una revista que había al lado, en una mesita de madera gastada. La ojeé mecánicamente sin detenerme a ver el contenido.
¡Señor Matsuura!
Oh, espérenme un momento ya sigo con ustedes.
Yune volvió a sentarse a mi lado y abrió el sobre de manila que llevaba en sus piernas, arqueó las cejas, me pidió un bolígrafo que no tenía, fue hasta la recepción y escribió algo, le devolvió el boli a la secretaria y regresó donde mí.
Reita.
¿Qué?
Te dije que sacarás una copia a tu identificación, demonios, dámela.
La saqué de mi billetera y se la alcancé. Lo vi renegar y acercarse otra vez donde la secretaria. Le pedía que le hiciera dos copias, ella aceptó sonriendo y Yune tomó asiento a mi lado calmado. Sin embargo a los instantes le fue a meter mano a los documentos una vez más.
¿Está todo?
Obvio... solo por está vez seré tu aval, pero que conste que estás cosas no son de mi agrado.
A mí tampoco me gusta.
Lo sé, así que te buscas un empleo... de suerte que aún no saben que renunciaste, por lo que la próxima semana vienes a actualizar los documentos, ya sabes cómo son en esta agencia, es un poco jodida, pero te dan buenas opciones, ya viste mi piso...
Sí. ¿Iremos directo con el señor Matsuura?
Claro y después me voy al centro a encontrarme con Ruki, lo llevo a Yoyogi y vamos donde ti y entonces haces funcionar tus mejores tácticas...
¡Yune!
¿Qué? Solo era una broma.
Lo veo haciendo un puchero y después mirar en otra dirección. No sé si sentirme agradecido o no de que Yune sepa de mi relación con Taka. No puedo estarme desvariando más porque el señor Matsuura nos llama a su oficina. Yune le presenta los papeles y empieza a revisarlos. Yo por mi parte vuelvo a darle un ojo al catalogo.
¿Algún problema Susuki-san? ¿Desea que veamos otras opciones?
Ah, no... Solo miraba. ¿Podemos ir?
Claro, vamos y vuelven a revisar el lugar, si encuentran algo que les disguste podemos hacer un nuevo recorrido y elegir otro departamento.
No creo que sea necesario señor Matsuura, como ya ve es el único que nos permite el dinero.
Ya veo, bueno esto está en orden, usted será el aval, en cualquier caso de demora de pago me comunicaría con usted después de haber contactado con los inquilinos.
Sí.
Matsuura-san llevó bajo el brazo el portafolio con el contrato y nos fuimos los tres para Yoyogi. Obviamente nuestro edificio no estaría en la zona comercial, eso me saldría un ojo de la cara y qué ojo, órganos y demás. El de nosotros era una zona aparte, modesta y con regulares edificios que habían sido construidos por la década de los noventa y que aún ahora contaban con un buen número de inquilinos y propietarios, no todos podían vivir muy lejos del centro de Tokio, por lo que esta zona era ideal, además, aquel piso nos había caído como anillo al dedo.
El problema era que no tenía ascensor y nuestro lugar era en el quinto piso. Pero bueno... mejor eso que nada. Matsuura-san abrió la puerta con el juego de llaves que tenía en el portafolio, ingresamos y de frente me fui a verificar una vez más el inodoro, no sé si tenía un fetiche, pero quería cerciorarme de ese detalle, las fugas eran una millonada, luego me pasé a la cocina y me fijé en el lavabo.
Los últimos inquilinos eran muy cuidadosos, todo está en buen estado Susuki-san.
¡Señor Matsuura!
Dígame Inou-san...
¿Está ventana es segura?
Claro, tiene doble refuerzo, además si algo ocurriese sabe que nosotros nos encargamos.
Bien, eh Reita, ya firma, ayer la revisamos cinco veces.
Jejeje, tiene usted razón Inou-san, ayer nos pasamos toda la tarde aquí. ¿Susuki-san va a firmar?
Me paseé otra vez por la habitación.
El hecho que hubiera elegido este departamento fue porque la habitación era en verdad muy amplia. A pesar que el piso fuera de madera y crujiera a cada tanto que caminábamos, el cuarto fue lo que me animó. Volví a la entrada. Un lugar pequeño... el cuarto estaba bien, teníamos balcón... baño conforme... a Taka le encantaría... y a Shiroyama también.
¿Tiene bolígrafo?
Sentados en las sillas que tenía la mesa de la cocina Yune y yo firmamos el contrato. El lugar tenía una parte amueblada, la pequeña cocina... el resto corría por nuestra cuenta. Una vez que Matsuura-san me dejó las llaves en mis manos y se hubo ido pude respirar profundamente.
Volví a la cocina y tomé asiento.
¿Qué ocurre?
Estoy cansado. Nunca antes había hecho esta clase de papeleos.
Tendrás que aprender, si no cómo vivirás con Ruki...
¡Yune!
¿Qué? ¡Es sólo una broma!
Lo vi sentarse a mi lado igual de agotado que yo.
Ayer luego de que me recogiera de aquel bar y me arrojara prácticamente a su bañera llena de agua helada fuimos, luego de tomarme un calmante, a buscar departamentos. El decía que la compañía que le ayudó a establecerse en Tokio fue muy amable y correcta con él, por aquel entonces su aval fue Shiroyama mmm... por aquel entonces Shiroyama era el aval de todos, ja... Estuvimos toda la tarde en compañía de Matsuura-san buscando departamentos por Sendagaya y Yoyogi y cuando estuvimos a punto de rendirnos dimos con este departamento que aunque este un tanto lejos de la estación era una buena opción. A las ocho de la noche nos separamos de Matsuura-san y nos fuimos a ver los documentos correspondientes, después de aquello solo tuvimos fuerzas para irnos a comer algo al centro, al puestito de siempre, y sin querer nos encontramos con Shiroyama... luego Shima, la fiebre y ahora estamos aquí...
Vas a tener que comprarte un frigorífico.
¿Mmm?
Si no dónde vamos a poner las cervezas para la inauguración. Vi cerca una tienda de electrodomésticos usados, ahí debe haber uno pequeñito, también una aspiradora de segunda, creo que de aquí a medio año una lavadora, y tendrán que colgar la ropa en el baño, además...
Me quedé mirándole... ahora que lo notaba, al parecer a Yune le gusta mucho eso de decorar casas y ver cuentas. Total, él es siempre el que se pasa haciendo cálculos con Tazawa-san...
Creo que le diré a Yuu que se encargue de las cortinas, obviamente yo iré a comprarlas, le diré a Ruki que me acompañe, la otra vez...
Taka...
Yune y yo nos miramos horrorizados.
¡¿Qué hora es?!
Casi las... ¡mierda la una!
Oh dios, oh diooos, Ruki sale a las doce y media, ¡vamoos!
Por casi y nos precipitamos por las escaleras. Sentí mi estómago saltando dentro de mis entrañas y el corazón a punto de estallar. Nos fuimos corriendo para la estación rumbo a Shinjuku, era un hecho palpable, definitivamente tendría que actualizar mis cartillas y volver a usar el tren y el metro, ya vería también cómo le haría entender a Taka que los otros transportes aparte del bus o los taxis eran necesarios, ya había pasado mucho desde el accidente, habría que enfrentar la situación.
Al bajar ambos corrimos acompasados hasta que Yune se paró en seco y provocó que yo patinará unos cuantos metros delante de él. Fui en su dirección y lo noté pálido como un muerto.
¿Qué tienes?
Nada...
¿Oye estás bien?
¿Porqué eres tan idiota Reita?
¡Ahhhh!
Cubrí mi frente con la mano izquierda, y ahora qué le pasaba a éste.
¡Tú tenías que quedarte en Yoyogi imbecil, Reita, ahh!
Ah, de verdad...
Rasqué mi cabeza nerviosamente, lo miré con cara de "y ahora qué mierda hacemos"
Pero no importa, me regreso.
Ah... ¡carajo! Vente para aquí.
Yune me jaloneo hasta quedar ocultos a la espalda de un puesto de revistas.
¿Y ahora?
¡No lo vistee!
¡No!
¡Estaba ahí Rukiiiii!
¿Qué?
Aguaité y los vi con dos mujeres realmente más altas que él. ¡Pero quienes son ellas!
¿Por qué está acá?
Y yo que sé, seguro se va algún sitio o...
¿Te está esperando?
¡Pero cómo va a saber que bajo en esta estación!
¡Porque es la única idiota!
Ah cierto...
Nos quedamos cortados sin saber que hacer... hasta que el ruidito odioso del ringtone de Yune hizo que por casi y se nos pararan en punta los cabellos.
¡Es él!, ahh.... bien, le pondré altavoz... ¿aló?
Yune-chan llevo aquí esperándote por más de media hora, no se supone que estarías a las doce y media. Ya son la una y cuarenta y cinco.
Ah sí, jeje... oh, ¡no te oigo!
¡Cómo que no me oyes, oyeee!
Ruki se escucha raro, lejos, creo que se corta... see cortaaa... ¡Se cortó!
¡Le cortaste!
¿Y qué querías que hiciera Reita?
Pues...
Ah, escuché la risa nerviosa de Yune y luego un grito que hizo que me apoyara en la pared cercana al puesto de revistas, moví un poco la banda que hacía de sombrilla, pero qué diablos, ni que se fuera a llover dentro de la estación. La mujer que atiende me da miradas extrañas, pensará que le voy a robar una revista, bufo a un lado y cojo una cualquiera...
Reitaaa, reacciona, que no es el fin del mundo, dame el número de Uruha.
¿De Shima? ¿Para qué?
Solo dámelo.
Ah, está bien.
Le alcancé mi móvil y el lo copio al suyo sin decirme nada. Volví a pasar las hojas sin agregar algo más, la mujer se paró a mi lado disimuladamente, pasé saliva...
¡Podrías llamarle a Ruki!... Claroo, le pedí tu número a Reita, llámale y dile que me encuentre en... ¡Ah mierda ahí está, mierda, mierdaaa!... Vente al centro... no, no toma la línea de Shinjuku sí... ah mierdaa, apúrate, cuándo estés ahí me llamas.
¿Va a comprar algo?
¿Eh?
Que Reita está aquí y se supone que iba a ser una sorpresa para Ruki, mierdaaa... me voy antes que lo descuartice, ¡ah, ya me vio, ahhh, rápido sal, no olviden guardar la llave debajo de...!
Está que mira y mira y no compra nada, ¡me va a ensuciar las revistas!
Solo estoy viendo, ¡para comprar hay que ver!
¡Tápate la cara Reitaaaa!
¡Denme mi revista, es un raterooo!
¡Acaso no entiende que solo estoy viendo!
¡Llamaré a la policía!
¡Reita que te tapes la nariz!
¡Yuneee!
Fue por culpa de esa mujer del cuerno con la que forcejeaba que terminé en el suelo con tremendo manotón estampado en la mejilla, Yune se aproximó a mí, pero entonces escuché ese dejé que hacía tanto no percibía. Mi cara estaba roja, mis orejas también y ni siquiera podía levantar la vista para mirarlo después de....
Así que era eso...
¡Ruki, esperaaa!
Yune corría detrás de ellos, logró alcanzarlos... me levanté sin que importasen los chillidos de la mujer del puesto.
Ruki, vale, ya sí lo hice, pero es por el bien de todos lo sabes, además tú querías ver...
¡Confié en ti y lo traes!
¡Ya cariño, Taka-chan tranquilízate, amor!
¡No me tranquilizo Rei, entiendes, y no me mires así Tomiko-chan!
¡Es que ya estás pasándote de la raya Taka-chan, ya deja de hacer berrinche!
¡No hago berrinche, a ver si Akira es tan hombrecito y saca la cara o dice alguna mierda ahora, vez, está ahí parado como un idiota, obvio que no le intereso aunque!
¡Pero si no le dejas hablar! ¡Reitaaa, qué haces ahí imbecil, ven aquí!
La gente nos miraba con muecas horrendas, sobándome la cara me puse al lado de Yune.
Vamos di algo, Reitaaa, yo no soy el novio de Ruki, tú lo eres y...
Te lo dije Yune, no quiero saber nada al respecto.
¡Taka-chaaan!
¡Niñatooo, no puedes irte así!
Miré el suelo, pensé que sería muy sencillo... pero la gente ahí... mirándonos, susurrando... ellos, la actitud de Taka-chan... sus amigas...
¡Qué esperas tontooo!
¡Au!
Me incliné hacia un lado y apreté mi mejilla, levanté el rostro...
¡Por qué te quedas como tarado, eres el novio de Taka-chan, qué esperas para seguirloooo, si yo fuera tú lo no dejaría ir así!
Tomiko, amor...
¡Taka-chan es mi amigo así que ve sino quieres que te parta la cara, ve por él ahoraa!
Oh dios, esto si es una mujer, si tan solo no fuera gay podría ir tras ti...
¡Qué te crees enano para hablarle así a mi noviaa...!
Los dejé discutiendo y corrí hacia la salida del metro... empujé a algunos que pasaban por mi lado, solo leves lo siento salían de mi boca. Reconocí su bolso morado y la forma de caminar que tenía, no pude hacer más que tomarlo por el borde de la pañoleta negra que llevaba puesta. El volteó asustado, sin embargo sus ojos cambiaron drásticamente al notar que era yo. La gente subía las escaleras directo a la calle...
No me dijo nada, solo se safó de mi agarre y ascendió.
¡Reita, es tu novio, no lo soy yo, dile algo!
Apresuré mis pies y lo alcancé del antebrazo, lo hice tambalear y empujar a un hombre con un portafolio, él tipo solo nos murmuro algo y se fue sin más.
Suelta Akira.
No. Taka, Taka por favor...
¿Por favor qué?
La lengua se me secó.
El cerebro también.
No obstante sus terribles ojos me acorralaron en la pared.
¿Qué ocurre? ¿Te da vergüenza? ¿Te da vergüenza que me acerqué de este modo a ti? Te da vergüenza que sea un puto gay y que no me puedas tocar a tu antojo en la calle, ¡no mires abajo!, a ver mírame, no dices nada, ¡NO ACEPTAS QUE ERES TAN GAY COMO YO!
Taka me empujó a un lado, algunas personas se detuvieron al escuchar los últimos gritos que él emitió.
¡Puto animaaal, dime algooo, por que no dices nadaaaa!
¡Rukiii, Rukiiiii!
¡Taka-chaaan ya bastaaa!
Yune llegó y lo intentó calmar, no obstante fueron sus amigas quienes prácticamente lo sacaron cargado rumbo a la salida del metro.
¡Suéltenmeeee, me valeee, qué acaso no han visto a un gay en la calleeee, imbecileees, tengo algo en la caraaa!
¡Taka-chaan, deja de gritar, quieres que nos arresten!
¡Me importa una mierda que me arresten, acaso no puedo gritar, si fuera mujer me dejarían gritar a mi antojooo ¿eh? ¿O es porque soy gay?!
¡Métete ahí, entraa!
¡No, no quierooo!
¡Qué te metas ahora!
¡Métete, métete yaaa!
Tuve que ir casi encima de Yune en el asiento delantero del taxi que abordábamos los cinco. Taka seguía gritando a todo pulmón, hasta que una de las chicas le tapo la boca ya que el conductor nos dijo que si no lo callaban nos dejaba en la parada más próxima.
¡Deja de moverte Taka-chan!
¡Cállense todos que me llaman al móvil, caracho!
Apoyé mi cara en el vidrio de la ventana.
Vale, ¿que sí? Pues me importa un bledo, se van a Yoyogi, aja, apunta la dirección...
Seguro era Shima. Me desligué de la conversación que mantenía Yune y me puse a ver las calles y las personas que caminaban. Una pareja llamó mi atención, aunque solo fueran unos segundos, al verlos de la mano hizo que las palabras de Taka volvieran a mis oídos una vez más.
No es que si fuera mujer todo sería más fácil...
No creo que se deba a eso... o sí...
Tampoco puedo manifestarme libremente... soy un cobarde.
¡Eh Reita!
¿Ah?
Que ah, ni que ah, levanta el culo, no vez que llegamos.
Subimos los cinco a nuestro piso, con Taka haciendo pataleta y causando que una que otra persona se asomara a la puerta por la bulla descomunal. Un segundo ajetreo fue meterlo al departamento, suerte y teníamos a esas dos mujeres ahí, ya que él no permitía que si quiera me acercase.
¡A la habitación, métanlo a la habitación!
¡Te jodes conmigo Yuneee!
¡Sí, sí, como no, me valee que te jodas conmigo, ya estoy acostumbrado a desesperantes como tú!
Luego de aquello, Yune les pidió que se fueran, yo no podía hacer nada, así que fue Yune quien inmovilizó a Taka, no sé que método utilizó, mas lo hizo. Las acompañe a la puerta y una de ellas volvió a amenazarme, solo pude susurrarles un gracias y cerrar la puerta tras de mí.
¡Qué haces apúrate Reita!
Voy...
Yune lo tenía sobre la alfombra, me dio pena verlos así.
¿En verdad estaba haciendo tonterías por nada?
¡Reita!
¡Sácate! No quiero saber nada de Akira, acaso no entiendes, vez, mírale, le vale, le vale una mierda que esté aquí, piensas que con un departamento me voy a poner a saltar en un pie, ¡eres patético Susuki Akira!
Ya cállate Ruki.
¡Un patético de mierda, ahora vas a decirme que vivamos felices aquí, cuando la mierda de trabajo que tenemos no nos alcanza si quiera para comer algo bueno en los almuerzos!
¡Ruki!
Miré al suelo.
Tenía razón.
¿Un departamento nos haría felices?
Eres injusto Ruki.
¿Injusto? Sabes bien Yune que...
¡Lo sé! Pero eres injusto, está bien enfadarse, pero también está bien ser comprensivo cuando te quieren pedir perdón. Un depa no te hará feliz, pero... pero la intención sí ¿Y tú qué mierda haces ahí Reita? Eres un estúpido, vas a dejar que el enano te hable....
¡¿Enano?!
¡No me interrumpas! Vas a dejar que este enano llorón te hable así, por lo menos defiéndete, ¿no? ¡Aclara las cosas! Yo no soy tu madre para decirte esto, ¡pero ustedes dos siempre me han llegado al culo por lo idiotas que son! Aburre verlos de este modo, desde siempre me cayeron muy mal porque eran imbéciles y no hacían nada por su cuenta para estar juntos, ¡Qué, acaso esperan a que venga un hada y les cumpla el puto deseo de estar juntos! Bórrense esa estupidez, yo no debería estar aquí en primer lugar ya que no somos un trío de relación, estas cosas deben de arreglarlas ustedes dos hablando o golpeándose o puteándose ¡pero solo los dos! También me jode cuando Uruha se mete en sus problemas, ¡o sea a caso no tienen cerebro para arreglarse solo los dos y ni siquiera sé porque les digo esto porque será como hablar al viento!
No tenía palabras, sin embargo...
Hablemos Taka... Taka, oye....
No quiero oírte.
¡Taka, yo!
¡No!
¡Sí! Yune tiene razón, ¡ya déjate de huevadas! Por lo menos escúchame.
¡No quiero hacerlo, por qué no hablaste entonces en la calle, te dije que dijeras lo que querías y te quedaste mudo ahí!
¡Ese lugar no era!
¿Apropiado? ¡Porque somos gays, ¿por eso?! ¡Piensas que no sé que te avergüenzas!
¡Claro que no, no me avergüenzo de lo que siento por ti!
¡Lo haces, porque sino me hubieras dicho de tu trabajo, lo de tu puto empleo, viéndome la cara de imbecil, eso es lo que te gusta!
¡Que no!
¡Que sí!, ¿Por qué no le dices a Aoi-san entonces?
La cara de Yune se quedó paralizada.
No se lo dices porque piensas que se desilusionara de ti, creyéndote el gran macho heterosexual...
Arrugué el puño.
¿Y tú qué? Díselo entonces Taka, díselo, dile que somos amantes, novios o lo que mejor te parezca.
¿Lo que mejor me parezca? Bien, ¡le diré que cogíamos a diario, que solo somos eso!
La sangre se me subió a las orejas, ¡por qué se portaba así conmigo!
¡No lo soporte, tenía unas ganas enormes de cogérmelo ahí, que sé fuera al diablo Yune, qué solo cogíamos, bien entonces! Me acerqué con esas intenciones, ¡vería ahora qué éramos solo eso!
¡Espera, espera Reitaaa! ¡Qué mierda vas a hacer!
Vete Yune
¡Que no!
¡Yune no te vayas!
¡Que te vayas ahora!
¿Qué fue eso? REITA POR UN DEMONIO... ¿Acaso no es Yuu?
Los tres nos quedamos en silencio.
Toda la adrenalina se me bajó de golpe.
¿Y si Taka le decía?
¡Mierda, eran solo palabras, tampoco quiero que se entere de este modo!
Más golpes en la puerta principal...
¡Pero mierda, acaso Shiroyama no puede estarse dos minutos sin jodernos a todos!
Ok, ok, él no lo hace, mas, ¡porque justo en este momento se le ocurre venir aquí! Miro a Yune totalmente aterrado, él me dice que sí con la cabeza y suelta a mi Taka que lo único que hace es retroceder hasta acercarse demasiado al ventanal sin rejas... Yune corre y deja entreabierta la puerta, lo que se me ocurre entonces es anteponerme y bloquear la salida.
Podrás patalear y gritar, pero no dejaré que te escabullas otra vez.
Los gritos de Shiroyama hacen que Taka observe la puerta y note mi posición. Lo veo tensarse y dudar... sabe que soy más rápido que él y que intentar competir con mi fuerza lo dejara fuera de combate... sin embargo finalmente lo veo dar un paso.
Apártate.
No.
Te digo que salgas.
No lo haré.
Taka me da una mirada de odio, pero no podrá intimidarme, no estamos como hace poco en la estación rodeados de gente por montón, esta vez su capricho no tendrá los resultados que él quiere, ya que estamos los dos solos aquí... no me dará vergüenza hacer muchas cosas que no hago con él hace tanto...
Akira sal, ¿quieres? Mira... Aoi-san está fuera, ¿ok?
No me importa.
Voy a ser insistente, mucho más insistente que antes.
No voy a dejar que todo resulte como tú quieres... ¡sabes lo preocupado que he estado por ti! ¿no lo sabes? Siempre crees que para mí las circunstancias son más fáciles, pero eso es solo tu punto de vista... ¡toma en cuenta mi posición también!
Taka acaso...
No quiero escucharte. ¿Por qué tengo que escucharte? Dices que me deje de idioteces, bien lo haré, me dejo de idioteces, lo que tuvimos fue una idiotez. ¿Piensas que porque te liaste con Yune voy a aceptarte pronto? No quiero aceptarte. ¿Te gusta usar a las personas?
Oye Taka...
Ni siquiera...
No voy a terminar contigo...
Pero yo sí, ¡a sí que por una mierda salte de ahí!
Taka corrió contra mí, solo pude aferrarme a la madera para que no saliera, lo vi forcejear contra mí, golpearme y demás...
Taka ya, ya perdóname,¿no crees que te pasaste de drama?
El golpe que me dio me dejó aturdido en el suelo.
¡Drama dices, ¿dramaaa?! Ha sido un puto mes, una puta presentación, odio esto, odio que me creas estúpido, te odio a ti y a todos, ¡maldito hijo de puta!
Ayudándome con la manija de la puerta como apoyo pude incorporarme y antes que el hiciese algo más o hablase, solo pude abrazarlo fuerte. Aún cuando su cuerpo se retorcía en mis brazos, aún cuando sus manos pellizcaban mi ropa y sus piernas no dejaban de dar fuertes golpes contra mí, no lo solté... porque sabía que sí lo hacía otra vez él se iría y está vez probablemente me tardaría mucho más en encontrarlo. Le dejé gritarme hasta que sus alaridos se fueron apagando y solo siguieron convulsiones de llantos... le besé muchas veces en el cabello, acaricie su espalda del modo en que le gustaba que yo hiciese, lo estreché fuerte... cuando pensé que ya estaría calmado me separé un poco de él y le obligué a verme, tuve que separar su mano izquierda de sus ojos...
Taka...
Volví a llamarlo muy despacio... entonces él me miró...
Taka ya no...
¡IDIOTAAAA!
¡MIERDA!...
Caí encima de él... maldito Taka-chaaan...
TE mereces eso y mucho más, piensas queee, aaaah, suéltame, déjame, ¿quieres que te reviente los huevos?
Me había dado de lleno en la entrepierna... aunque la visión se me nubló del dolor no lo solté... solo lo abracé fuertemente... ah si no fueras tú...
No sé cuanto tiempo estuvimos así... ah, Taka-chan... prometo que luego de esta rabieta tuya tú me las vas a pagar, ¡ah mierda!... me las pagas todas...
¿Chicos?
Gire la cabeza hacia la puerta y la vi abrirse.
¡Pero qué... Reitaaaa!
No hice nada...
¡Rukiiiiiiiii!
¡Esto es una porquería! ¡Sácamelo de encima!
Vimos a Yune ponerle el seguro a la puerta. Él se acercó a mí, pero yo no tenía intenciones de levantarme hasta que Taka me perdonará, él es obstinado con sus razones, entonces yo también lo seré. ¡Además aún me dolía ahí abajo!
¿Qué suena?
¿Qué suena de qué Yune?
¿No es tu móvil?
¿Acaso nos vamos a quedar así para siempre? Levántate Akira.
No, solo si me perdonas.
Por la puta... carajo, yaaaa.
Taka logró sentarse y yo me aferré a su cintura... vi por un lado a Yune tirado de lado sobre la alfombra, se mataba de risa en silencio, él ya se daba por enterado que Taka no sería fácil de convencer.
¿Aló?... ¿quién habla?... ¡Ohh, hola, jaja, qué tal!
Levanté el rostro al ver el cambio radical de humor que tenía mi Taka, no obstante él ni siquiera bajó la vista para verme, al contrario me ignoró por completo.
No se supone que estás trabajando tiempo completo ¿eh?... ¿yo? Estoy por Yoyogi, no ahí no... pero luego estaré por Shinjuku, sí lo vi... ¿ahí no fuimos aquella vez?
¡Con quién coño hablaba ahora!
Me senté sobre sus piernas entonces.
Bien, claro, puedo acompañarte luego, sí, pero vamos en bus, vale... jaja, qué tipo de empleado eres ¿eh? Creo que no ha pasado ni dos semanas y ya... bien almorcemos antes, estoy ahí en media hora, claro, en el centro, jaja... ¡eh, eso no es cierto, fuiste tú!
Taka...
Yune se sentó junto con Taka y agudizó su oído... Taka ni siquiera se inmutó.
¡Dicen que van al cine!
Me lo gritó entredientes.
Así que era el puto que la otra vez...
Ne, no te preocupes, jaja... ¡¡oyeeee!!
¡Me levanté con el móvil en la mano, pero quién se creía para hablar con alguien con ese ánimo, sé supone que estoy frente a su nariz!
Por la puta madre, ¡devuélveme el móvil!
¿Quién coño eres?
¡¡Akira!!
¡¡Pelea, pelea!!
¿Ahhh? ¡¡No te metas con mi novio hijo de puta!! ¡No le vuelvas a llamar!
Akira, dame esooo, no te atrevas con él.
Y le corté.
¿Qué hiciste?
¿Te gusta ese imbecil?
¿Qué?
Los ojos de Taka se agrandaron enormemente, vi la venita de su cuello latir furiosamente. Yo aún mantenía el móvil en mi mano sudada, sin embargo mi garganta estaba seca, desierta como si la respuesta que me diera sirviera de lluvia o alivio para poder...
Dame el móvil.
¿Te gusta él?
Pude escuchar claramente el crujir de la ventana, de igual modo el sonido de una palmada en mi mejilla, el tercer bofetón en lo que iba el día.
¡¿Qué?!
¡Ruki!
¿Solo tienes eso en la cabeza?
El móvil se estrelló contra el suelo y sujeté su carne con fuerza.
¡¡¡Pues sí, es lo único que tengo en el cabeza por tu culpa maldito Matsumoto!!!
Atrapé su boca a la fuerza, que se fueran al diablo todos, incluso Taka, estaba harto, harto de sus tonterías.
¡Dejaaa, de-déjame!
¡Vete Yuneee!
¡Pero, pero!
¡Que te vayas ahora!
¡Yune no!
¡Pero no lo vayas a violar Reita, lo siento Ruki-chan luego me cuentas, bye bye!
¡Yuneee!
Continuará...