Mi Mamá: fan del Yaoi por Pazu_chan

Mi Mamá: fan del Yaoi

Capitulo único.-

Tengo 16 años y voy a un colegio público cerca de mi casa, tengo el cabello corto de color castaño claro, ojos café oscuro casi negros, piel pálida y soy bastante alto mido 1.78, y para ser honestos y sin entrar en la vanidad soy bien atractivo, eso se los pueden confirmas muchas de mis auto proclamadas “fan”, soy capitán del equipo de futbol, no tengo unas excelentes notas pero me manejo en ello, tengo muchos conocidos, pero me conformo con mi gran amigo Leo, somos muy parecidos nos gustan casi las mismas cosas, es un poco más bajo que yo 1.75 si es que no mal recuerdo, su pelo es rubio y lo tiene hasta los hombros, el es el arquero del equipo de futbol así que siempre que juega o hace gimnasia se lo amarra en una coleta alta, usa lentes solo para leer y ver la televisión, tiene los ojos azul oscuro y también es pálido como yo y por su puesto también es guapo, el también tiene un grupo de “fan”, es muy divertido ya que podemos aprovecharnos de eso pidiendo favores, como que limpien la sala de clase en vez de nosotros o nos regalan el almuerzo o cosas así.

Mi vida es simple, me divierto como cualquier chico, jugando a la pelota, en el computador o en Play Station. Me gusta salir con mis amigos, ir al cine, a los videojuegos o vagar por la plaza.

Pero mi físico y amigos no es lo importante, sino lo que quiero contarles es acerca de otra cosa… mi gran calvario es mi… madre, si, ella misma, aquella “criatura” divina que me dio la vida… sé todo eso de que “madre hay una sola” y todas esas cosas que dicen acerca de las madres que siempre las ponen en las tarjetas del día de la madre y que durante el año a todo el mundo se le olvida hasta que una semana antes del día X sale las propagandas en la televisión de las grandes tiendas haciendo referencia al gran día de la madre y sus grandes promociones y buenos regalos como comprarle algún perfume extra caro o ropa de la última colección otoño-verano, pero mi madre es única, si sé que muchos dicen eso, pero es que en serio mi madre es… mmm… como decirlo “especial”, a ella tu no le compras un perfume o una blusa, carteras o joyas, no a ella le tienes que comprar un manga yaoi o un poster de alguna serie de anime, alguna chapita o una serie yaoi para mayores de 18 años, si como escuchan…

Si algún sicólogo o sociólogo les dice que es una parte de nuestra adolescencia es que busquemos algún grupo que nos identifique y que nos haga llegar a entender cuál es nuestro propósito en la vida y todas esas chorradas acerca de ¿porque estoy aquí? ¿Cuál es mi misión? Y todas esas preguntas existenciales que al fin y al cabo no sirven de nada… y que cuando pase los años y se forme una familia esa etapa será solo un recuerdo, pues bien es mentira o por lo menos mi madre rompe la regla principal, porque ella a sus treinta y tantos aun sigue viendo, comprando y prestándose anime, manga, poster, chapitas, peluches y muchos accesorios de animación japonesa… sin contar que va a todos los eventos otaku y hasta ha hecho cospley…

Borrando imágenes adicionales…

Y ustedes ahora se preguntaran como es que “eso” me puede molestar, es que “eso” no es todo, “eso” está bien, hasta a mi me beneficia por que no puedo negar que me gustan muchos de los anime que mi madre tiene en su gran colección. El problema es otro mucho más grave, es como una enfermedad contagiosa por que, por increíble que parezca mi madre contagio a la madre de Leo, aunque pensándolo bien hay inmunes ante aquella locura, mi padre, yo y quizás mucho otros, aunque lo dudo porque hasta Leo se ha metido en eso aunque no lo quiera reconocer…

Y es que mi madre es fanática del yaoi, no que fanática ni que nada, está completamente desquiciada con el temita de las relaciones entre chicos del mismo sexo, está completamente demente, se la pasa hablando de gay, de los lindo que se ven juntos, que los ukes son muy monos, que le encantaría ver a un chico embarazo, EMBARAZO por dios santísimo, es que… tan solo imaginármelo, no, no, no…

Borrar esa imagen de mi mente…

Respira, respira hondamente, bota el aire… cálmate…

Ahora… ¿en qué iba?

A si como les decía mi madre esta trastornada, ya hasta yo puedo aceptarla como es, es mi madre después de todo y la quiero muchísimo, pero es que…

YO NO SOY GAY!

Por todos los santos habidos y por haber, pero mi madre no, sigue con el temita de…

- hay pero si te verías monísimo con un chico más bajito que tu…

- ¿es que acaso no crees en el amor libre y fuera de condiciones físicas?

- ¿sabías que no tienes que ser afeminado para ser gay?

- arias tan feliz a tu madre si tuvieras un N-O-V-I-O

- hay muchas discos gay, son my buenas ¿Por qué no vas?

Y… sigue y sigue y sigue… no se cansa nunca, además hay que agregarle esos corazones en sus ojos y ese fondo rosa con estrellitas amarillas…

Pero lo peor de todo no es escucharla como un molesto zumbido de mosquito en tu oído todo el día, para eso tengo mi MP4, sino que hasta me busca pareja, un chico… UN HOMBRE! Pero es que…

¿Por qué a mí?

¿Es que acaso no me podría haber tocado una mamá normal en donde busque una buena mujer para su hijo y verse rodeados de nietos?

Respira, cálmate…

Oh si! y no exagero, han pasado más chicos por mi casa que mujeres, y puedo contarlas con mis dedos… mi tía, la mamá de Leo, la vecina… ¿mi madre cuenta?

Ninguna chica, ninguna compañera de colegio, nada! Mi madre las espanta con su cara diabólica que pone cuando ve alguna chica acercase a mí, como si fuera la peste… ¿no se supone que debería hacerlo con los HOMBRES que se me acercaran con dobles intenciones? Yo no odio a los gay, como dice la frase “ama y deja amar” o como sea, da igual el asuntito aquí es que ya me estoy volviendo loco, algunas veces me pregunto si mi madre se habría escapado del loquero…

Si con solo ver la cara del último chico que fue a mi casa, no es que yo lo trajera… sino que, fue porque falte a clase y un compañero de salón me fue a dejar mi tarea, era más bajo que yo y según mi madre era monísimo, le dijo que él sería perfecto para mi, que su figura pequeña y aquella carita angelical lo hacia un perfecto uke. Después de aclararle con manzanas y peras a mi madre de que aquel chico no era mi NOVIO ni nada por el estilo, fue todo peor para el chico… y es que mi madre le pregunto si era gay y el chico sin ver mis “sutiles” expresiones de que le siguiera el juego a mi madre y dijera que si, dijo obviamente que no, y allí mi madre le dio una cátedra acerca de los uke y los seme, y que yo era una fiel representación del dominante en una relación entre hombres y que él, pues por su altura y complexión física era el perfecto uke, el pobre salió con un severo conflicto sexual. Después de eso el nunca se volvió a acercar a mí, pero si lo vi mirando a varios chicos y sonrojándose violentamente, definitivamente mi madre andaba “ayudando” a los chicos en sus conflictos de orientación sexual, por no decir que anda creando mas gay para su propio deleite…

Y doy gracias al altísimo de que Leo sea alto, porque estoy más que seguro que si fuera mucho más bajo que yo nos aria la vida imposible, aunque no quiero ni recordar el día en que le presente a Leo mi MEJOR AMIGO, uff ese día fue terrible, tanto para mi, Leo y qué decir de mi santo padre, me da escalofríos con tan solo recordarlo…

Y bueno como en una de las tantas andadas de mi madre, hoy un día domingo en la mañana me encuentro en un centro comercial (mall), sentado en una de las bancas cerca de la entra esperando mi “cita”, que conste que mi madre me lo dijo mientras estaba haciendo el almuerzo y claramente tuve que aceptar… aquel cuchillo que mi madre manejaba se movía demasiado…

Bueno, lo que me conto mi mamá es que había ido a una entrevista con mi profesor de educación física, ya que este le quería contar acerca de una beca que podía conseguir por deporte para una universidad y cuando salió de la entrevista, según con las palabras textuales de ella, se había encontrado con un ángel, lo describió demasiado irreal, pelo negro hasta la cintura agarrado en una coleta bajo, ojos grises, piel algo morena, cara perfecta con unos hermoso labios y no sé que mas y obviamente más bajo que yo, como 1.70 o menos… sino supiera que me hablaba mi mamá, hubiera jurado que estaban describiendo a una mujer, pero era mi madre…

Después me digo que le había preguntado su nombre y este chico-ángel le había dicho que era Alexander, le pregunto si era gay y este extraño le había dicho que si… como le pudo haber dicho que si! A mi madre por todos los santísimos, es que no sentían el peligro al tener cerca a tal amenaza, espero que mi madre nunca llegue a adentrarse a mi mente y vea estos pensamientos, ya que como es no me extrañaría que me dijera…

- hey hijo puedo leer las mente de las personas, no crees que es genial?

De acuerdo mi mente anda algo fuera de lugar… ¿me pregunto a donde andará?

Suspiro antes de ver mi reloj, ya son las diez debe estar por llegar ese tal Alex, mi mamá me dijo que le había dado una foto mía, así que el debía “encontrarme” no puedo llegar a entender como aquel chico había aceptado, es que… ¿acaso era tan “especial” como mi madre?

Suspiro derrotado…

Abrí los ojos que había cerrado por el aburrimiento, cuando sentí como alguien tocaba mi hombro, al abrirlos y toparme con aquel… ángel, se me olvido respirar, sonó cursi, exagerado y todo eso, pero realmente lo sentí así, no podía quitar la vista de aquel ser que tenia al frente, era mucho más de lo que mi madre pudo llegar a contarme, el chico en cuestión, estaba vestido con unos jeans ajustados azul oscuro y una polera negra, literalmente babeaba ante aquella imagen…

Un momento…

Alto…

Era un chico, un hombre… maldición mi madre no podía tener razón, no me pueden gustar los hombres, ¿es que acaso con pasar tanto tiempo con mi madre se me ha pegado algo suyo? O quizás… ¿me inyecto alguna droga y por eso pienso esas cosas de aquel chico? O…

- hey? ¿Te encuentras bien? – Dijo algo divertido por el embobamiento del chico, que supuestamente no era gay - ¿eres Mark no?

- si… - luego de escucharme mi voz salir tan idiota de mi boca me repuse o intente… - eh, si… ¿eres Alex?

- si – dijo con una enorme sonrisa

- vaya tiene una sonrisa hermosa - ¿yo pensé eso? Nooooooooooooooo mi madre me drogo…

- emm… ¿vamos al cine? – dijo calmadamente

- si claro, no compre las entradas, no sabía que te gustaría ver…

- eres muy atento, gracias… mmmm… vi que había salido una de acción muy buena – dijo tranquilamente- ¿acción? ¿Acaso no querría ver alguna de esas películas rosas típica de mujeres desesperadas o que le encantan ver amores imposibles y terminaban llorando como posesas? Mientras los chicos caminaban tranquilamente hacia el cine, se podía apreciar una cabellera larga castaña y otra rubia, ambas mujeres llamaban la atención de todas las personas, ya que iban con largas chaquetas negras y lentes de sol oscuros, supuestamente para pasar desapercibidas…

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Después de ver una película demasiado idiota ya que la película de acción las entradas estaban agotadas, nos fuimos por unos helado, la verdad que el chico era simpático y lindo… - ¿lindo? nah! debe ser mi imaginación, yo no dije eso… - iba a un curso más alto que yo, es decir tenía 17, parecía de 15, era muy inteligente y le gustaba correr, aunque por ser algo bajo no quedo en la selección del equipo de atletismo… le gustaba casi la misma música que a mí, le gustaba el anime, era alegre y expresivo, ademas que atractivo… - ¿atractivo? quizás por culpa del helado mi cerebro se congelo…

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Me he pasado una tarde increíble, y yo que creía que iba a aburrirme de sobre manera, Alex es un chico simpático y algo descarado, si me di cuenta que coqueteaba con muchos, aunque la verdad lo hacía más en tono de broma…

No sabía cómo pero ya se había hecho tarde y había decidido irlo a dejar a casa, alegue en broma que como era una cita y yo era el caballero debía llevar a la damisela a su hogar antes de que su padre se molestara, Alex se había reído de lo lindo y no podía negar que gastar esas bromas con él era divertido, me siento cómodo con él, es algo extraño, es diferente a como cuando estoy con Leo…

Por fin llegamos, Alex vivía en unos departamentos cerca del mentro, yo solo debía tomar el metro que pasaba a dos cuadras para poder llegar a mi casa, me quede en la entrada del edificio al lado de Alex, nos quedamos un momento allí…

- nunca me dijiste porque aceptaste la propuesta de mi madre – le dije con verdadera curiosidad

- es un día domingo y no tenía nada que hacer, así que me dije ¿cómo no aceptar ir al cine, comer palomitas, dulces y helado gratis? – Dijo con una sonrisa divertida – esta es mi oportunidad de salir del aburrimiento – término riéndose

- oh ya veo… - no sé porque pero me desanimo aquella respuesta, es que ¿acaso esperaba algo?

- además…

 Le mire expectante…

- no siempre se puede salir con un chico tan guapo como tu…

Me quede embobado por aquellas palabras hasta que sentí como era besado en los labios, en realidad era un mero rose de labios…

- una cita, no es una cita sin un beso de despedida – dijo coquetamente

No sé en qué momento tome la suficiente confianza en mi mismo para hacerlo, pero tome a Alex de su cintura, se sentía realmente bien tener ese cuerpo cerca del mío, tome su rostro y le bese, al principio no me respondió  y cuando iba a separarme de él, Alex me correspondió el beso,  no puedo negar que fue el mejor beso que he dado en mi vida, si porque aunque nunca haya tenido novias antes no quiere decir que no he tenido algunos “romances clandestinos” a espaldas de mi madre, pero eso no era lo importante en ese momento, sino las sensaciones que tuve por aquel beso…

Por falta de aire nos tuvimos que separar…  

- ese si es un beso… - no supe la verdad si era yo el que lo dijo o mi otro yo…

- Alex… - para mi gusto el se detuvo y me miro – el viernes después de clase ¿Qué opinas? – estaba nervioso ante lo que iba podría contestar…

Sonrió seductoramente – seria un placer, te espero en la salía a las tres ¿está bien?

- si… - susurre sin poder creérmelo, una por qué Alex aceptara tan rápido y dos porque yo le había propuesto salir nuevamente con el…

- nos vemos… - susurre claramente a la nada ya que no me podría escuchar, no supe cuanto tiempo paso antes de que mi mente pudo ordenarles a mis piernas que se movieran y poder por fin marchar hacia el metro para llegar a casa…

En un callejón cerca del edificio donde habían estado Mark y Alex, se podían ver dos figuras, una sosteniendo a la otra, ya que la castaña se había desmayado antes de gritar que por fin podría morir feliz, mientras que la rubia estaba a punto de soltar a su amiga por que no es que pesara una pluma precisamente…

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Cuando llegue a casa mi mamá estaba preparando feliz la comida, supe inmediatamente por su sonrisa extra enorme, además de que sus ojos se veían corazones, estrellas amarillas le seguían, corazones y cupidos desnudos la envolvían, si… ella sabía todo, suspire derrotado mi madre había ganado después de todo, no me quedo más remedio que soportar ahora los gritos de júbilo y los planes que tenia para hacer una gran comida con mi “novio” y sus padres y eso que había sido solo una cita…

Me fui a dormir temprano no pude dejar de compadecer a mi padre de tener que soportar a mi madre sus constantes parloteos de lo bien que me veía con Alex y bla, bla, bla… algunas veces pensaba que debían canonizar a mi padre, es que no podía existir un humano normal que pueda soportar a mi madre tanto tiempo sin volverse algo desequilibrado mentalmente…

Sentí al rato como la puerta era abierta lentamente, sabía que era mi mamá por el olor, es extraño pero cuando pasas tanto tiempo junto alguien puedes llegar a sentir el aroma de esa persona, eso me pasa con mamá y mi padre. Sentí como se sentó a mi lado en la cama y me acariciaba los cabellos, ella sabía que estaba despierto, me beso mi mejilla y me sonrió y yo le devolví la sonrisa…

- Mark… - dijo con ternura – quiero que sepas que no quiero que te sientas obligado a estar con ese chico por darme el gusto o porque te sientes presionado por mí, ante todo está tu felicidad y si me dices que en verdad no te gustan los hombres lo entenderé, yo solo quiero que seas feliz… - dijo con verdadero amor…

- lo sé mamá y no se… pero quiero descubrir que es eso que siento cuando estoy cerca de Alex… - susurre como si fuera algún secreto importante…

- mamá ¿de verdad me dejaras espacio con Alex? – dije perspicaz, conocía perfectamente a mi madre

No pude evitar reírme y compadecerme de Leo, mi madre y la suya lo sacarían de sus casillas, aunque pensándolo bien, quizá no les costaría mucho hacer que Leo descubra que le pueden llegar a gustar los chicos…

- pensándolo bien creo que debería investigar los países donde se permiten casar a las parejas homosexuales, no vaya a salir mi madre con la sorpresa de algunos pasajes al extranjero… - dije para mi antes de dormirme, pensando que mi madre después de todo era una muy buena madre, aun siendo una fanática del yaoi, después de todo gracias a ella conocí a Alex ¿no?…