El aburrimiento es el primer paso de la desesperación.
Era domingo, sin escuela, sin entrenamiento, sin nada bueno en la televisión ya saben uno de esos días en los que tienes más de quinientos canales y nada que ver, si ese era uno de esos días de puro y completo ocio.
En un sofá que estaba frente a un televisor apagado estaba un chico de pelo color castaño acostado solo mirando el aparato.
- ¿Por qué no lo prendes Syusuke?- pregunto llegando su hermana que tenía unas bolsas en las manos a la sala donde se encontraba el Tensai.
- Porque no hay nada que ver, es más interesante apagado- dijo dando un suspiro de resignación.
- Porque no sales a dar una vuelta- sugirió su hermana al ver que el castaño se empezaba a poner de cabeza en el sofá.
- Pero es domingo todo está cerrado, no hay nada en las calles.
- Busca algo que hacer Syusuke me vas a desesperar.
- Algo, ¿Cómo qué?
- No se ve a hacer travesuras o a nadar, no se has algo me desespera verte así- dijo y se fue hacia la cocina dejando pensativo al tensai.
- Travesuras, ¿eh?- se puso de pie y empezó a sonreír de manera demoniaca- sería interesante
El aburrimiento no es malo, te ayuda a pensar o hacer cosas que no hubieses hecho si estuvieses ocupado en otra cosa.
- Esto servirá- dijo tomando algo de su closet- creo que es todo- salió de su habitación.
- ¿Qué vas a hacer Syusuke?-pregunto confundida su hermana ya que el castaño cargaba muchas mochilas
- Divertirme un rato- dijo mostrando una sonrisa angelical
- Claro- la castaña soltó un suspiro- pero por favor no vallas a traumar, lastimar o matar a alguien o si lo vas a hacer no dejes evidencia por favor- dijo regresándole la sonrisa igual de angelical (kimi. no se como sean las familias normales pero en mi familia siempre me dicen eso n.n aunque no se por que jajaja)
- No lo hare hermana- dijo y se dirigió hacia la puerta- adiós
El aburrimiento tiene cura si tienes amigos que te ayudan.
Fuji paseaba por las calles de la ciudad tratando de encontrar a alguien con quien divertirse (kimi: no lo vallan a tomar de la manera mala he hablo en sentido sano…. Esta vez XD) al pasar frente a un establecimiento donde vendían unos bollos gigantes vio a un chico de pelo negro en punta.
- Primera víctima… Takeshi Momoshiro- dijo Fuji mirando al chico que hacía fila para comprar los bollos.
- Deme cinco bollos para llevar señor- grito el chico
- Claro- el señor tomo cinco bollos y los enrollo en un papel- aquí tienes- se los entrego
- Gracias- grito feliz Momoshiro y empezó a caminar
- Lo siento- dijo una chica de pelo negro largo, piel blanca, hermosos ojos azules y labios rosados esta llevaba un pantalón de mezclilla con una blusa blanca y una sudadera negra- perdona- se disculpo por segunda vez mirando hacia el piso donde se encontraban los cinco bollos tirados
- Mis… mis bollos ¡NO!- grito el chico tirándose al piso y empezar a llorar
- Perdona no fue mi intención- hizo una reverencia- si quieres puedo comprarte mas, en ese momento Momoshiro se levanto y le sonrió a la chica
- Está bien- fue su simple contestación para dirigirse junto a la chica hacia el puesto, pero al llegar el señor les dijo que los bollos se habían acabado- ¡NO!- dio un grito desgarrador para luego tirarse al suelo de nuevo y llorar
- Perdóname- la chica se disculpo, pero en su rostro no había ni la mas mínima muestra de arrepentimiento, al contrario sonreía tiernamente- si quieres en lugar de los cinco bollos te puedo besar- dijo acercándose al chico el cual solo atino a sonrojarse por la cercanía de la chica la cual era muy atractiva
- Yo… yo- empezó a balbucear
- Bromeaba no eres mi tipo- dijo la chica fríamente y echándose a correr dejando a Momoshiro petrificado
- ¡OYE MIS BOLLOS Y MI BESO!- fue el grito que se oyó por toda la cuadra.
- Objetivo… cumplido- dijo Fuji feliz detrás de unos arbustos quitándose una peluca de color negro de su cabeza y limpiandose el brillo labial con su manga luego empezo a sacar el rollo de una de las cámaras- ahora lo que sigue- dijo empezando a caminar de nuevo tal vez ese domingo seria para recordar y eso que apenas era medio dia.
El aburrimiento es el mejor momento para sentirse loco.
