ÿþLa habitación estaba siendo inundada por la melodiosa suave música de aquel piano viejo que el tanto amaba.
El pelirrojo movía diestramente sus largos dedos sobre las teclas blancas del piano; se hacía levemente hacia adelante y atrás y; con los ojos cerrados saboreaba la música.
El le miraba la espalda; recta, cuadrada y delgada. Sus ojos miraban todo el lugar, realmente no era muy esplendido pero; el tenerle hay hacia de ese teatro algo celestial.
Sus dedos jugaban el contorno de una copa de cristal cortado; aun quedaban gotas como evidencia que lo que él había estado bebiendo era vino tinto.
Mecía entre sus pequeños dedos la copa con fines de hacerle derramar sobre la alfombra gris.
Dio un respiro. Avanzo hacia el pianista. Arrojo la copa sobre la silla de alabastro en la que se encontraba anteriormente sentado. Toco el hombro del joven y este; al voltearle la mirada...&
En sus labios se enmarco una sonrisa y pensar que todo empezó así
_ ¿va a salir; joven amo?- pregunto una jovencita con ropa de mucama.
_ Así es; Marie así que no me esperes- aliso su saco blanco de seda
_ joven amo-menciono la muchacha de cabellos negros en hilo de voz
_ dime Marie-le volteo a ver para luego desviarle la mirada
_va a ir usted con Monsieur Meevas verdad-pregunto tímidamente
_así es pero tu-le giño un ojo-No sabes a donde fui-le sonrió
_joven amor vaya con dios-le sonrió tímidamente sin verle a los ojos
_Marie& si dios existiera mi madre sería insoportable-le dio la espalda y salió.
No tenía pensado hacer que Philips le llevara; eso sin duda seria el holocausto de su relación con su madre. Seguro que le diría que fui con Matt y al regresar me esperaría un sermón.
Vivía en la rué royal; el centro de Londres no se encontraba muy lejos. Cruzo la avenida esquivando carruajes, autos maldito invento -pensó
aunque el conocía la localización de el teatro; Aion gustaba de cerrar los ojos y dejarse guiar por el suave ruido del piano de Matt; el siempre tocaba a la misma hora; quizás porque disfrutaba de hacerlo o; porque sabía que siempre a las 5:28 Aion llegaba a oírlo tocar.
Entro silenciosamente en el callejón; Matt ya sabía que él era valiente pero aun así le pedía que tuviera cuidado ya que ¿Qué buscaba un chevalier en un teatro en el centro de la ciudad? Realmente a Aion no le importaba, el siempre había sido visto como Aion von Schaffer el hijo de Claire; el notario público y tormento de la bella Cosette; una mujer de piernas largas y rostro seductor. Desde pequeño se le veía correr por el mercado local con algunas bolsas de compra y detrás; por supuesto; le seguía con paso veloz madeimoselle Colette con el Cristo en los labios recogiendo lo que iba tirando. Había sido un caballero desde infante. Cuando iba a algún recado o se dirigía a la iglesia con su chaleco liso sin un solo pliegue. Los domingos lucia un prendedor de lazo con un reloj en el centro al lado izquierdo de su pantalón. Cualquiera que haya conocido a Aion se preocuparía por su cambio de conducta.
Ya iba para la 8º vez que Claire al entrar a la taberna Pettitte levan y reconocía entre los marineros una cabellera negra y espesa; caminaba hacia él y encontraba a su hijo de 14 años rodeado de tarros vacios de cerveza y Claire; llevaba a su hijo a casa mas muerto que vivo.
Y Cosette ya no soportaba el tener que abrirle la puerta a tantas tanto que acudían a su mansión con la misma pregunta ¿se encuentra Aion ? Ella solo las dejaba pasar para luego hacer con su mano enguantada una L que significaba hacia la izquierda la ultima habitación pero claro; ellas ya sabían la localización de la recamara de su hijo.
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