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Mi Felicidad Y Mi Pecado por Nessa Yaoi

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               Mi Felicidad Y Mi Pecado

 

Capitulo  I - Remordimiento De Conciencia.

 

- ¡Que bien! Después de mañana seremos libres como pajaritos, ¿Dónde pasaras las vacaciones esta vez, Naruto? - pregunto el chico de ojos y cabello negro en una cola de caballo en su cabeza.

- Creo que en casa, mis padres estarán fuera de la ciudad a causa de sus trabajos, así que mi hermano y yo  pasaremos solos estas vacaciones - contesto el rubio de ojos azules metiendo los libros en su mochila.

- ¿De nuevo?

- Se que no debería quejarme, trabajan muy duro para que ni a mi hermano ni a mi nos falte nada, pero... - saliendo del aula al pasillo.

- Los extrañas, ¿No es así? Al menos tienes al pesado de tu hermano para que te haga compañía y así no sentirte  solo, no como yo que soy hijo único.

- ¿Y crees que eso es un consuelo? Dentro de un año mi hermano ingresara a la universidad, a mi todavía me faltan tres años de preparatoria y solo de pensar que estará lejos de mi, me dan escalofríos - saliendo del edificio de aulas.

- Podría visitarte de vez en cuando, así también me harías compañía, sabes perfectamente que eres el único amigo que tengo - poniendo su brazo sobre los hombros del ojiazul.

- Ah, ¿Lo soy? - riéndose del comentario.

- No te burles o te castigare - haciéndole cosquillas en su costado.

- No, Shikamaru, cosquillas no, por favor... - tratando de esquivar las manos del moreno.

      Desde la puerta principal del colegio alguien observaba la escena con una mirada no muy grata, de hecho, sus manos se aferraban tan fuertemente a los barrotes que sus nudillos se pusieron blancos.

- Ahí esta tu perro guardián - comento por lo bajo el cola de caballo.

- No le digas así, Shikamaru - reprehendiendo al moreno.

- Pero si no te deja ni respirar, se que los hermanos se cuidan unos a otros, pero lo de él es excesivo, por dios santo.

- Es lo que hacen los hermanos mayores, baka, si tuvieras uno lo entenderías - alzando su mano en saludo para su hermano.

- Si como no... - murmurando tras el rubio.

- ¡Date prisa, Naruto! Aun tenemos que pasar por la tienda antes de regresar a casa - le recordó el chico de profundos ojos negros y hermano mayor de nuestro querido rubio.

- Lo siento, lo olvide - llegando al lado de su hermano mayor.

- Tan apresurado como siempre, Itachi - apuntillo el moreno.

- No me gusta perder el tiempo como a ti, Shikamaru.

- La simpatía no es uno de tus fuertes, ¿Cierto? - el rubio miraba de uno a otro como si fuera el arbitro en una pelea de campeonato.

- No empiecen ustedes dos, ¿Si? Siempre es lo mismo cada vez que se ven, ¿Por qué no pueden llevarse bien? Ya me tienen harto - saliendo a la calle  dejando atrás a los dos contrincantes.

- ¡Detente ahí, Naruto! - grito Itachi.

- ¡Oye, espera!  - grito a su vez el moreno.

- ¡No quiero hablar con ninguno de los dos hasta que se comporten como gente civilizada y aprendan a llevarse bien! - siguiendo su camino.

- ¿Ves lo que conseguiste? - reclamo Itachi al moreno.

- ¿Yo? La culpa es tuya por no dejarlo ni a sol ni a sombra, más que su hermano pareces su novio, maldición.

- Jamás... vuelvas a decir eso, ¿Esta claro? - agarrando al moreno por el pecho  haciendo que sus pies quedaran de puntillas en el suelo, y empujándolo  bruscamente luego.

- Solo fue un comentario, cielos... no tienes que te molestes tanto, rayos - arreglando su ropa.

- Jamás, ¿Me escuchaste bien? Jamás vuelvas a mencionar algo así  - con una mirada tan fría que bastaría para congelar un desierto entero, luego de eso,  Itachi apresuro su paso para alcanzar a su hermano menor.

- Me dejaste atrás, baka - dándole un coscorrón al ojiazul.

- ¡Oye! - sobándose la cabeza.

- ¿Sigues molesto conmigo? - mirando de reojo al rubio.

- ¿Y como quieres que este? Mi hermano y mi mejor amigo se pelean cada vez que se encuentran, lo que todos los días,  poniéndome a mi en medio obligándome a tomar partido por uno de los dos,  no se me hace justo que me obliguen a decidir entre ambos, por todos los cielos... - explicaba malhumorado el ojiazul -  Mira, tú eres mi hermano y Shikamaru mi mejor amigo... son dos afectos completamente diferentes, demonios.

- Siempre exagerándolo todo, como es habitual en ti - caminando con su mochila al hombro y sin apartar su mirada clandestina hacia el menor.

- No exagero, no logro entender el porque de tu actitud hacia Shikamaru, que yo sepa no te ha hecho nada malo, ¿Qué es entonces?

- "No quiero que interfiera entre tú y yo"  Cosas mías.

- Es en serio, hermano.

- Lo que digo también lo es.

- ¡Entiende! Todos los días es lo mismo, cada vez que se ven comienzan con sus absurdas discusiones,  que por cierto, la mayoría de las veces ni siquiera entiendo, y me presionan para que le de la razón a alguno de los dos en particular, tú eres mi hermano y Shikamaru...

- Tu mejor amigo, hasta ahí todo esta bien, sin embargo...

- ¿Sin Embargo...? ¿Qué pasa? - tratando de que Itachi terminara la frase.

- Llegamos - parándose delante del supermercado.

- Otra vez me deja con la incógnita de saber que está mal entre ellos dos - murmuro el rubio entrando tras su hermano.

      Luego de las compras regresaron a su casa, dejaron las bolsas en la cocina y subieron a su habitación a cambiarse el uniforme escolar por ropa más cómoda y veraniega, Itachi no podía apartar la mirada del cuerpo de su hermano, aun sabiendo que lo que hacia estaba mal, no podía rechazar el impulso de observarlo aunque sintiera que la razón y sensatez oprimían su mente hasta casi provocar que sus venas estallaran,  el oponerse al llamado y  racionalidad de su propia conciencia cada vez se hacia más difícil de soportar,  con ira hacia si mismo aparto la mirada y salió de la habitación hacia la cocina.

- "Esto no puede continuar así, la agonía se hace cada vez más pesada e inaguantable, ¿Por qué? ¿Por qué tenia que pasar esto? Naruto... ¿Por qué tenias que ser mi hermano? Es la primera vez que reniego el tener tu misma sangre en mis venas... ¿Desde cando empecé a verte diferente? ¿Desde cuando eres Naruto el hombre y no mi hermano? Maldición, estoy enfermo, lo mejor seria alejarme de ti, pero no tengo las fuerzas ni la suficiente entereza para hacerlo, por más que lo intento no puedo dejar de amarte como lo hago, de mirarte con deseo, de soñarte cada noche y de hacerte mío en cada sueño... llenar de caricias tu cuerpo y hacer que nuestras almas vuelen juntas cuando..." - apoyando de un golpe sus manos sobre la mesa.

- ¡Hermano! ¿Qué harás para la cena? Estoy hambriento - dijo el rubio abrazándose a la fuerte espalda - Yo guardare eso -  con una sonrisa mirando las bolsas de la compra sobre la mesa.

- "Kami, si en verdad existes, ayúdame a no perder la cabeza" - separando con algo de brusquedad al menor para alejarlo de su cuerpo.

- ¿Qué sucede, hermano? Solo quería... - no entendiendo la reacción del mayor.

- Ayudarías más no estorbando,  yo me ocupare de lo demás - sin mirarlo saco los artículos de las bolsas para colocarlos en su lugar - Ve a darte un baño mientras preparo la cena.

- ¿Cómo, sin ti? Puedo esperar hasta que...

- ¿No te parece que ya estamos grandecitos como para seguir bañándonos juntos? "Además de que no podría verte desnudo sin llegar a excitarme y babear como si fuera un pervertido, aunque analizando la situación... tal vez lo sea"

- ¿Y que tiene de malo? Es más divertido  cuando lo hacemos juntos, hermano - poniendo carita de niño regañado.

- "Hermano, odio esa palabra"  Tienes quince años, ya no eres un niño - dijo seriamente.

- Ya entendí - saliendo de la cocina con tristeza en su semblante.

- "Perdóname, Naruto... mi amor"

- ¿Por qué estará de tan mal humor? Nunca me había hablado así, con esa mirada tan seria e inexpresiva - murmuraba el ojiazul bajo la ducha, al rato...

- ¡Maldita la hora en que se descompuso el aire acondicionado! Acabo de salir de la ducha y ya estoy sudando - abanicándose el rostro con la mano -  Si no fuera porque serrando las ventanas moriríamos asfixiados...  andaría desnudo, fíjate - parado en la puerta de la cocina.

- Como para no fijarme, si prácticamente ya estas  desnudo "Lo que de por si, ya es una completa tortura para mi" - viendo el diminuto pantaloncillo que el ojiazul llevaba puesto  mostrando sus largas y contorneadas piernas, además de un torso bien formado - La comida ya esta lista, iré a ducharme... en verdad hace mucho calor aquí - no diciéndolo por el clima de verano precisamente - Mañana mismo me encargare de llamar al técnico para que repare el dichoso aparato de los demonios - quitándose el delantal y saliendo apresuradamente de la cocina.

- ¡No tardes mucho o la comida se enfriara! - preparando la mesa para la cena.

      El moreno se metió en el baño y serró con llave,  no quería que el ojiazul entrara  y se encontrara con la  monumental erección que adornaba la parte baja entre sus muslos,  rápidamente se quito la ropa y se metió bajo la ducha, pero ni aun así,  el agua fría no calmaba su hinchado y deseoso pene, intentando aliviarse lo tomo con una de sus manos mientras la otra descansaba en la pared de azulejos, serró sus ojos y echo su imaginación a volar hacia el cuerpo despampanante y semidesnudo de su hermano menor que esperaba en la cocina. 

- "Aaahh, Naruto... si pudiera hacer esto contigo, seria la gloria...  y también mi  condenación al infierno, pero no me importaría arder en las llamas por el resto de la eternidad si pudiera hacerte mío...  aunque fuera solo una vez, seria my egoísta de mi parte arruinar tu vida como el destino arruino la mía... no quiero verte sufrir por un pecado que solo debería cargar yo" Naruto... aaahh... - apresurando su masturbación al sentir que llegaba al clímax.

- ¿Qué tanto estará haciendo? Estoy que me desmayo del hambre - murmuro con la cabeza recostada sobre la mesa - Al fin, por tu culpa ya se enfrió la comida - dijo a su hermano al verlo entrar a la cocina.

- Lo siento, me entretuve un poco, el agua estaba deliciosa - sirviendo los platos.

- Al menos te ves más relajado, hasta parece que te quitaste un peso de encima - el moreno se paralizo por un par de segundos.

- "Más bien diría que de abajo,  para ser exactos" Ya come y calla - sentándose a la mesa.

Luego de la cena y la limpieza...

- ¿Qué te parece si jugamos un rato? Esta vez si que te ganare - jalándolo por el brazo hacia el salón donde un gran televisor y una consola de video juegos los esperaban.

- Siempre dices lo mismo y nunca lo cumples, todo se queda en simples amenazas, además puede que salga un rato por ahí - deshaciéndose del agarre.

- ¿Salir? ¿A dónde? ¿Con quien? - con cara de desilusión.

- ¿Tengo que explicártelo todo? "Debo salir de aquí aunque sea por unas horas, se como terminan estos ratos de juegos contigo, nos sentaremos en la alfombre, reirás mucho creyendo que podrás ganarme, luego te enfadaras por perder... al menos por un rato, querrás dormir con tu cabeza apoyada en mis piernas mientras me pides que acaricie tu cabello como he hecho desde que éramos niños, ya que para ti siempre ha sido como una canción de cuna que  llama al sueño, pero  ya no puedo hacerlo sin sentir que mi auto-control se derrumba a cada segundo que paso en su compañía" Hay cosas que solo me conciernen a mi.

- Comprendo, disculpa si te moleste con mis caprichos, se que tienes tu propia vida, solo... ten cuidado en la calle, ¿Esta bien? - encendiendo el televisor y la consola para luego sentarse en la mullida alfombra y empezar su juego, el moreno regreso a la habitación.

- ¡Demonios! No me gusta verlo así, Naruto... - refiriéndose a la tristeza reflejada en los ojos azules - "Tengo que salir de aquí antes de que regrese al salón, lo aprisione entre mis brazos y  lo devore a besos" - quitándose la ropa y arrojándola con rabia sobre su cama.

- "¿Una chica? Eso debe ser, es muy normal que salga con chicas, ya tiene diecisiete años, pero por alguna razón... al pensar en eso me hace sentir enfermo" - cavilaba el rubio mientras sus vidas en el juego se perdían una a una sin  remedio.

- ¡No estés mucho tiempo ante el televisor o se te secaran los ojos, baka! No se cuanto tardare en regresar, así que no me esperes despierto - asomando su cabeza por la puerta del salón, el rubio no dijo palabra hasta que escucho que la puerta se serraba.

- No lo hare, Itachi baka - susurro con apatía botando el control a un lado y acostándose en la alfombra.

      Itachi caminaba con la chaqueta sobre su hombro y sin un rumbo fijo a seguir,  aunque ya había comenzado el verano,  las noches aun eran frescas y agradables para dar un tranquilo paseo, sin un lugar en mente a donde dirigirse vagó por las calles hasta que llego al parque, no muy lejos de su casa,  y se sentó en uno de los bancos más cercanos a la entrada principal, la brisa fresca lo obligo a ponerse la chaqueta mientras observaba la luna y pedía a las estrellas el poder ser capaz de arrancarse desde lo más profundo de su corazón los sentimientos de amor que albergaba hacia su hermano menor, no supo cuantas horas estuvo ensimismado mirando el cielo nocturno,  pero sabia que era tarde y que debía volver a su infierno particular y a la prohibición de poder experimentar en el cuerpo del menor lo que sentía por él.  Abrió la puerta sin hacer ruido y coloco su chaqueta en el gancho de pared dispuesto para tal fin, en toda esa penumbra, sus ojos negros captaron la luz proveniente del salón como una saeta atravesando la oscuridad haciéndola vulnerable y sin secretos que ocultar.

- ¿Aun sigue jugando? Cielos... - susurro entrando en el lugar.

      El rubio aun permanecía sobre la alfombra, dormido y acurrucado con su propio cuerpo daba la impresión de  ser alguien desvalido y abandonado por todos, el moreno tomo la manta de sobre el sofá para cubrirlo de la brisa nocturna, no quería despertarlo, lo conocía bien y sabia que lo acosaría a preguntas del donde y con quien había estado, siempre lo hacia cuando salía sin llevarlo consigo, así tendría tiempo de inventar algo antes de la mañana del día siguiente.

- Rayos, ya es de día - levantándose y estirando sus brazos - Oh, mi espalda, el suelo es bueno para un rato, pero no para toda una noche - dijo poniendo la manta en su lugar - Itachi... - hiendo a la habitación.

- ¡Cuidado! Ya despertaste, dormilón - dijo el moreno en medio del pasillo con sus brazos llenos de libros.

- Más o menos, ¿Qué estas haciendo? - viendo la habitación hecha un completo desorden.

- Mudándome - entrando en la puerta de enfrente a la habitación de ambos.

- ¿Mudándote? ¿Pero porque? Siempre hemos estado juntos, Itachi, ¿Por qué ahora quieres...?

- Necesito privacidad y creo que tú también - siguiendo con el traslado de sus cosas.

- ¿Llego la hora en que  soy una molestia para ti, no es así? lo sabia, sabia que tarde o temprano esto sucedería - sentándose en su cama.

- No es eso "Soy yo el que podría convertirse en un peligro para ti"

- Entonces, ¿Cuál es el motivo? Dime - bajando su cabeza.

- Entiende, ya no somos niños, somos dos adultos que requieren de cierta intimidad, ¿Comprendes? Es fácil de entender.

- Lo único que entiendo es... - interrumpido por el timbre del teléfono.

- Atiende, podrían ser papá o mamá - disponiéndose a desarmar la cama.

- El escritorio se queda aquí, lo necesito...  en todo caso podríamos compartirlo - saliendo de la habitación.

- El teléfono - le recordó el mayor.

- Residencia Uzumaki - dijo sin interés alguno.

- ¿Cómo estas, mi rubio amigo? ¿Naruto...? ¿Estas ahí? Di algo, rayos.

- Aquí estoy, Shikamaru - dijo sin ganas.

- ¿Qué te pasa? Por tu voz...  seguro discutiste con tu hermano, ¿Cierto? - dijo molesto el de cola de caballo del otro lado de la línea.

- Mi hermano y yo no discutimos, hablamos.

- Deja a un lado a ese tonto cabeza dura y salgamos, iré a buscarte y pasaremos éste día juntos, ¿Qué te parece? Da igual, voy para allá - cortando la comunicación para no dar tiempo al ojiazul a negarse.

- ¿Me ayudas? Coloca eso por allá.

- Lo siento pero tendrás que hacerlo solo, voy a salir - sacando ropa del armario.

- ¿Quién era al teléfono?

- Shikamaru, pasaremos el día haciendo el vago,  y quizás veamos una película después,  ya sabes que es un cinéfilo de primera - sonriendo aunque no tenia ganas de hacerlo.

- No quiero que regreses tarde, ¿Entendido? Y más vale que se lo digas a ese cabeza hueca o tendrá que vérselas conmigo después - dijo en tono serio el moreno - Si necesitas dinero, ya sabes donde esta - sin cambiar de tono.

- No creo, Shikamaru se encargara de todo,  ya sabes...  como en una cita, no trabajes demasiado,  hermano - saliendo de la habitación luego de cambiarse de ropa.

- "¿Una cita? Ese malnacido... ¿Qué es lo que busca? Si pretende..." - apretando sus puños con rabia y sobre todo celos - ¿Qué hay del desayuno? ¡Naruto!

- ¡Comeremos algo por ahí! - escucho antes que la puerta se serrara.

- ¡Por todos los diablos del infierno! Naruto...- pateando un cojín en el piso - Ese idiota con cara de paciencia esta acabando con la mía, deliberadamente quiere apartarlo de mi a como de lugar, como si se hubiera dado cuenta de que yo... no, eso es imposible - sentándose en el piso con las manos en su cabeza.

      El rubio caminaba con la mirada en el suelo y las manos en sus bolsillos, trataba de dilucidar el real motivo de la decisión de Itachi para cambiarse de habitación, ya que sus razones no lo convencían del todo, imaginaba toda clase de cosas y ninguna le satisfacía.

- ¿Qué es lo que ocultas y no me quieres decir, Itachi? Últimamente guardas muchos secretos, hasta hace poco lo compartíamos todo, siento como si me hicieras a un lado... que soy una molestia para ti, hermano" - pensaba con tristeza y melancolía hasta que sus ojos se toparon con unos zapatos deportivos que conocía muy bien.

- Menos mal que no soy un poste de luz o estarías  viendo estrellas aunque sea de día, ¿Qué es lo que pasa contigo? Quede muy preocupado cuando hablamos por teléfono - pasando su brazo por la espalda del rubio.

- Solo tú hablaste y decidiste... por si no lo recuerdas, baka.

- Como sea, ¿Vas a decirme que paso? Te conozco, te ves triste y eso no es normal en ti, chico de la eterna sonrisa - apretando el hombro del ojiazul - Apuesto que el cabezota de tu hermano tiene algo que ver con eso - siguiendo con su caminata sin dejar de abrazar los hombros de su querido rubio.

- No es nada, en serio, solo que últimamente mi hermano se comporta muy extraño conmigo, esta distante, casi no hablamos,  y esa es la parte que más me molesta puesto que siempre nos lo contábamos todo, nunca había habido secretos entre nosotros... hasta ahora - murmuro con un suspiro.

- No será... que esta interesado en alguien y no quiere que lo sepas aun, hasta no estar seguro, digo - opino el moreno.

"¿Enamorado? No puede ser... eso no es... no es verdad, no puede serlo" ¿Con que propósito? ¿Por qué tendría que ocultarme algo así? eso es ridículo - sintiendo que su pecho ardía con  un sentimiento llamado celos, aunque aun no lo sabia.

- No te preocupes, lo hará tarde o temprano, así que no le des tanta importancia al asunto, ¿Vamos al parque de diversiones? Quiero probar la nueva montaña rusa ¡Dicen que es genial!

- Sabes que detesto las alturas, ni siquiera me he subido a la antigua sin la compañía de mi hermano.

- Puedes sujetarte a mi tan fuerte como quieras, yo te protegeré - dijo al oído del rubio.

- "Te protegeré, son las palabras que Itachi siempre me decía cada ves que nos subíamos a los juegos mecánicos, hermano, ahora tú..." Mejor no... o dejare mi estomago allá arriba, además, recuerda que mañana tenemos un partido de básquet y no quiero enfermarme - poniendo el pretexto perfecto.

- Solo es un partido amistoso para despedir el semestre, pero tienes razón, no quiero que por eso dejes de asistir al baile de la noche, lo pasaremos de maravilla - con sus ojos brillando

- ¿Ya tienes pareja?

- Te tengo a ti, ¿Qué más puedo pedir? Tendré la mejor pareja de todas - sonriendo ampliamente.

- ¿Qué dices?  No soy una chica, baka

- ¿Y eso importa? Eres mejor  para mí que cualquiera de ellas, yo... yo te amo, Naruto - mirándolo a los ojos azules.

- ¿Qué tú que? Déjate de bromas, ¿Quieres? Shikamaru, eso no es... gracioso - al ver la cara de seriedad del moreno.

- No bromeo, Naruto, se que parece sorpresivo el habértelo dicho así... - poniéndolo frente a él con sus manos sobre los hombros.

- ¿S-Sorpresivo, dices? ¡Es una bomba! Espera, Shikamaru, yo...

- ¿Cuánto tiempo hace que nos conocemos?

- Desde el jardín de niños, ¿Porque?

- ¿Y aun así te parece algo repentino? Dame un poco de crédito, ¿Si? Pensaba decírtelo en el baile de mañana, pero yo... no podía esperar más - abrazándolo con ternura, el ojiazul permanecía aun inmóvil por la sorpresa - Después de todos estos años a tu lado, el sentimiento de amistad se convirtió en amor sin que me diera cuenta, y aun que tú no me correspondas de la misma manera, por favor... no me apartes de tu lado,  ¿Puedes darme una oportunidad? Aunque sea pequeña, ¿Lo pensaras? Dime que lo harás - apoyando su frente en el hombro del rubio.

- Shikamaru...

- No me respondas ahora,  piénsalo un poco, no hay ninguna prisa, aun sabiéndolo... ¿Todavía quieres pasar el día conmigo? Te advierto que tratare por todos los medios de robarte un beso aunque me golpees la cara después, mi querido rubio - guiñándole un ojo.

- Eres un tonto - sonriendo.

- Tal solo soy honesto, que es más de lo que se puede decir de otras personas.

- ¿Lo dices por mi hermano, verdad? Él me dirá lo que le pasa cuando crea que debo saberlo.

- Ya deja de pensar en eso y vamos a divertirnos - agarrando la mano del ojiazul.

       Pasearon todo el parque de diversiones, más en ningún momento, el moreno soltó la mano del ojiazul hasta que llegaron al puesto de tiro al blanco.

- ¿Cuál quieres? Lo ganare para ti - hablando muy cerca de la cara del rubio.

- Ese de allí - señalando un gran peluche negro en forma de perro.

- ¿Seguro? Si lo observas bien, tiene un gran parecido con tu hermano.

- No digas tonterías, ese es el que quiero.

- De acuerdo, tú mandas - consiguiendo el peluche luego de tres intentos.

- Ya es hora de regresar, ¿No lo crees? - comenzando a oscurecer.

- Todavía  no,  aun falta un lugar - sonriendo de medio lado.

- Hay no, ¿Te refieres a...? - poniendo cara de paciencia y resignación.

      Luego de la obligada película, Shikamaru  acompaño al ojiazul hasta su casa preguntándose porque el día no tendría  48 horas en lugar de 24 para estar más tiempo a su lado, para el moreno ese había sido un día fabuloso, y a su ver, una verdadera cita podríamos decir.

- ¿Te divertiste tanto como yo? Quisiera pensar que si - poniendo su mano en la mejilla del ojiazul - Duerme bien, no me gustaría que mañana parecieses como un zombi en la cancha, sabes que dependemos mucho de ti aunque éste sea solo un partido amistoso, Hasta mañana - acercando sus labios a los del rubio, éste ladeo su cara y dejo que el moreno besara su mejilla.

- Hasta mañana - entrando en la casa.

      Itachi aguardaba en el salón frente al televisor  reprimiendo los celos y comiéndose las uñas, no tanto por la tardanza del rubio, si no por la detestable compañía en la que estaba, escucho la puerta al serrarse haciendo que su enfado disminuyera sin siquiera sospechar lo que vendría después.

- Ya estoy aquí - sentándose en la esquina del sofá se dejo caer de espaldas con sus piernas colgando y su cabeza muy cerca de los muslos del mayor.

- ¿Quieres cenar? - haciendo que observaba la pantalla cuando en realidad lo miraba de reojo.

- No me hables de comida, entre las manzanas acarameladas, el algodón de azúcar, las palomitas y soda del cine, creo que voy a enfermar - dijo colocando el peluche sobre su cuerpo.

- ¿Y eso? - mirando con malos ojos al intruso del que no se había percatado hasta ese momento.

- Shikamaru lo gano para mi en el tiro al blanco,  ¿Sabes? hasta dijo que se parece a ti, hermano - abrazando al peludo sobre él - Me hará compañía ahora que me dejaste  solo - entristeciendo la mirada - Cielos... me siento estresado, ese baka y sus películas,  no se como me deje convencer de ir al cine, me la pase todo el tiempo con los ojos serrados y abrazado a Shikamaru,  pobre... de seguro le deje mis dedos marcados en más de una parte, aunque no creo que le haya importados mucho después de... - quedándose pensativo, los dedos de Itachi se clavaron en el cojín que tenia en su regazo al escuchar lo dicho por su amor imposible.

- ¿De que? ¿Hay algo de lo que deba estar enterado? Dime - sintiendo el cuerpo como si le clavaran mil agujas.

- Si mal no recuerdo fuiste tú el que dijo que necesitábamos privacidad, ¿Cierto?   Voy a dormir, mañana tengo partido, ¿Terminaste con la mudanza? Espero que no me hayas dejado la habitación hecha un desastre, buenas noches, hermano - acarreando con su peluche hasta su habitación.

- ¿La película que "no viste" era de terror? - pregunto antes de que el menor dejara el salón.

- Así es,  pero no te preocupes,  esta vez no iré a refugiarme en tus brazos como he hecho cada vez que tengo pesadillas, si es eso lo que te preocupa puedes relajarte,  ya no soy un niño... tú mismo lo dijiste - dejándolo solo en el salón.

- "¿Relajarme? ¿Relajarme, dices? Después que me dejas con esta incertidumbre, ¡¿Me pides que me relaje?! ¿Qué fue lo que paso en esa salida? Debe ser algo bastante inquietante para que me lo hayas querido decir, ¿Qué me estas ocultando, Naruto? ¡Maldición!" - lanzando el cojín contra la pantalla.

- "Es cierto que se parece a ti, por eso lo elegí... aunque no te sustituye, ¿Por qué me siento así? ¿Por qué me duele tanto que me ignore? ¿Por qué? Itachi..." - abrazando con fuerza el peluche hasta que se quedo dormido.

      Después de un largo rato su sueño comenzó hacer inquieto y perturbador,  abrió sus ojos violentamente mientras su rostro sudaba lo que su mente rechazaba, más no lo que su cuerpo pedía, unos brazos que le proporcionaran un sueño tranquilo y acogedor, algo  que el susodicho peluche no podía darle, solo los brazos que se encontraban detrás de la puerta frente a la suya podían hacerlo.

- Itachi...  te necesito - susurro con su mano y frente apoyadas en la puerta de la habitación del mayor.

      Se mantuvo inmóvil por unos segundos decidiendo si entrar o no al lugar donde ya no se sentía bienvenido, un espacio donde no había momentos que recordar pero si secretos que develar, respiro hondo y abrió la puerta con cuidado para no hacer ruido, solo la luz de la luna que se filtraba por la ventana iluminaba la habitación, lentamente se acerco a la cama donde Itachi dormía tan solo con la fina sabana tapando su cadera, los ojos del menor recorrieron con avidez el cuerpo del durmiente, el calor en sus mejillas le hiso darse cuenta de su sonrojo y confusión, muchas veces antes ya había visto la desnudez de su hermano, sin embargo, ahora percibía  sensaciones nunca antes experimentadas anteriormente, un deseo nuevo para él, un deseo que lo asustaba y llenaba su mente de preguntas difíciles de responder.

- "¿Por qué me siento tan nervioso?  He dormido a su lado muchas veces antes, entonces... ¿Por qué la duda? ¿Por qué tiemblo al pensar en ello? Mi cuerpo se siente inquieto y deseoso ¿Qué es lo que me pasa? Es mi hermano... además de ser hombre,  por dios santo, Itachi... ¿Por qué me haces sentir de esta manera?  ¿Podría ser que yo...? No, no es posible" - apretando sus ojos con vergüenza por pensar algo semejante.

- ¿Hasta cuando vas a estar parado ahí? Sabía que vendrías tarde o temprano - haciendo a un lado la sabana para que  se acostara a su lado.

- No se porque vine en realidad...  bah, no importa - apartando su vista y caminando hacia la puerta.

- ¿Te marchas porque no quieres darme la razón de que todavía eres un niño? - el ojiazul se detuvo de espaldas al moreno al llegar a la puerta.

- Según tú, ¿Qué tengo que hacer para convertirme en hombre? ¿Perder mi virginidad, tal vez? - sin atreverse a mirar al moreno.

- Hmmh, es la posibilidad más acertada -  sentándose en la cama  apoyo su espalda en la cabecera pensando que seria él quien se la arrebataría.

- Es bueno saberlo, tengo al candidato perfecto para eso... gracias por el consejo, hermano - dijo antes de serrar la puerta.

- ¿Q-Que fue lo que dijiste? Naruto... - susurro alarmado - "¿Un candidato? ¿Por qué un "él" en lugar de una chica? ¡No, no... primero muerto antes que permitir que alguien más te toque! ¿Quieres obligándome a cometer una locura? Desde ahora ya no seré  Uzumaki Itachi...    seré solo el hombre que te ama desesperadamente y se niega rotundamente a perderte, he tratado de convencerme que una chica no seria problema, pero... ¡Tampoco es lo quiero! Me volvería loco si alguien te tuviera, besara tus labios, acariciara tu cuerpo, alcanzara tu alma, tu amor... definitivamente no, todo eso solo puede ser mío, mi pequeño, solo mío..." - haciendo una promesa así mismo de que nadie tendría lo que era suyo ya que estaba convencido de que  era solo su derecho, aunque...

      Día siguiente por la mañana, el rubio se alisto para ir al colegio ya que el juego de básquet seria el primer evento del día de despedida del semestre escolar, aunque el suceso principal y más esperado por todos era el baile que serraba ese ciclo estudiantil y daba inicio a las vacaciones de verano.

- ¡Me voy o llegare tarde! - grito desde la puerta.

- ¡Naruto, no te marches sin desayunar! - grito el mayor desde la cocina.

- ¡No hay tiempo! ¿Vendrás al partido?

- ¡Siempre lo hago,  baka!

- ¡Nos vemos allá entonces, no tardes! - serrando la puerta de golpe.

- Ese tonto... - corriendo a su habitación para vestirse, aunque sabía de sobra que no podría darle alcance.

- Me tenias preocupado, hasta pensé que no vendrías - dijo Shikamaru al ver entrar al rubio a los vestidores.

- La culpa es tuya, no debí ver esa endemoniada película, ¿Por qué siempre me dejo convencer por ti?   - cambiándose la ropa por el uniforme del equipo.

- Porque me quieres mucho, además no se de que te quejas  si todo el tiempo mantuviste los ojos serrados, tonto - atándose los cordones de sus zapatos deportivos.

- Pero no los oídos, baka, esos gritos espeluznantes...  aun me ponen la carne de gallina - sentándose al lado del moreno para hacer lo mismo.

- ¿Vendrás al baile conmigo? Por favor... - poniendo su mano sobre las del ojiazul que aun amarraban sus propios cordones, el rubio levanto su vista.

- ¿Por qué no? Shikamaru, sobre lo que dijiste ayer... - levantándose.

- Ya te dije que no quiero que me respondas todavía, no quiero que te presiones en darme una respuesta, ¿Esta bien? Vamos - sonriéndole -  Es hora de salir a ganar - poniendo su mano en la espalda del ojiazul.

      Todos los integrantes del equipo salieron con gran entusiasmo y vitalidad a la cancha,  el rubio se distraía buscando  a su hermano entre la multitud que llenaba el gimnasio hasta que dio con él en la segunda fila de los asientos laterales, más su alegría se opaco al reconocer a la persona sentada a su lado, una estudiante que cursaba el mismo año escolar que su hermano, y que se pasaba todo el tiempo persiguiéndolo y acosándolo a pesar de los desplantes y malos comentario que éste hacia frente a ella,  palabras y acciones que al parecer no hacían  mella en la obstinada voluntad de la  chica.  

- ¿Qué sucede, Naruto? - pregunto el moreno al ver su cara de enfado.

- No es nada,  vamos a jugar, para eso estamos aquí, ¿O no? - aproximándose al centro de la cancha después de que todos los nombres de los jugadores fueran anunciados.

      El pitazo inicial dio comienzo al partido junto con la algarabía en las gradas, el rubio era uno de los máximos anotadores del equipo, lo que hacia que le fuera pasado el balón cada ves que estaba en manos de cualquier jugador del equipo anfitrión, pero sus tiros eran erráticos y muchas veces equivocados ya que tenia una fuerte distracción que lo sacaba de concentración,  y porque no decirlo, de sus casillas, lo que afectaba terriblemente su juego.

- ¿Qué pasa contigo? Hoy no pareces tú mismo, Naruto - comentó Shikamaru con su mano en la nuca del rubio,  los celos de Itachi hacían fiesta en su pecho como si fueran diablillos en miniatura.

- Estoy un poco cansado,  es todo - agachado con las manos en sus rodillas y respirando agitadamente.

- ¡Coach! - grito el moreno pidiendo cambio.

      El cambio fue efectuado y el rubio pidió permiso al entrenador para dirigirse a las duchas, después de todo, ya estaba fuera del partido y no volvería a ser llamado de nuevo, tomo su maletín y salió del recinto bajo la escrutadora  mirada de Itachi que apartando el brazo de la molesta chica a su lado, el que nunca sintió tener enganchado al suyo  puesto que todos sus sentidos estaban  enfocados  en el desplazamiento del cuerpo de su hermano por toda la cancha, salió dirigiéndose rápidamente hacia las duchas donde el rubio permanecía inmóvil bajo el agua con sus manos apoyadas en los fríos azulejos dejando que el liquido corriera libremente por todo su cuerpo, todo para aliviar la tensión que sentía producto del mal rato que le había hecho pasar su hermano y compañía.

- ¿Qué fue lo que te paso allá afuera? Estabas muy distraído, jugabas como si el balón fuera cuadrado  - dijo el mayor apoyándose en la columna que separaba una ducha de la otra.

- ¿Te diste cuenta? Es algo difícil de creer...  estando en tan buena compañía, ¿Ella será  tu pareja de esta noche? Pensé que te desagradaba - tomando la toalla que colgaba de la puerta de la ducha.

- ¿Cómo puedes pensar que iría con semejante incordio? Hasta pareciera que no me conoces - recreando sus ojos con la desnudes del menor.

- ¿Te conozco realmente? Antes podía decirlo con seguridad, pero ahora... te has convertido en un extraño para mí - echando la toalla a un lado para vestirse, Itachi serró sus ojos antes de que su ansiedad y deseo le jugaran una mala pasada.

- No es así - apretando sus labios.

- No te preocupes, comprendo que necesites de tu espacio personal y que no siempre puedas contarme tus cosas, es una de las ventajas de ser un adulto, por cierto... ¿Te has acostado con alguna con alguien? No tienes que contestarme si no quieres - terminando de ponerse la camisa del uniforme.

- ¿A que viene esa pregunta? ¿No estarás pensando...? - sintiendo de nuevo el azote de los diablillos de los celos, bastante revoltosos al parecer.

- Mmmh... no es el baile de graduación, pero supongo que eso no importa mucho, puede que se presente la oportunidad,  nunca se sabe.

- No es tan simple como supones - clavándose los dedos en sus propios brazos por no agarrar a cachetadas al menor por lo que decía.

- No si tienes que buscarlo, pero si lo tienes al lado... - pasando junto al mayor rumbo a la salida del gimnasio.

- Naruto, te prohíbo que... - agarrándolo por el brazo.

- ¿Prohibirme? ¿Acaso he objetado alguna vez el que salieras con alguien? Aunque no se con que tiempo puesto que siempre estamos juntos... ¡Da igual! No necesito tu permiso para estar con Shikamaru y... - el rubio se mordió la lengua al darse cuenta de lo que había dicho.

- ¿Shikamaru?  ¿Dijiste Shikamaru? ¡¿Es con él que piensas acostarte?! ¡Dime! - grito fuera de si aferrando sus manos a los brazos del menor.

- ¡Me haces daño, Itachi! - poniendo cara de dolor.

- ¿Es una broma, cierto? dime que estas bromeando, Naruto  - aflojando el agarre.

- ¿Porque te pones así, hermano? ¿Es porque es un chico? No tiene nada de extraño, eso es muy normal hoy en día, incluso en el colegio hay muchas parejas del mismo sexo y a nadie le importa - mirando los ojos del mayor.

- ¡Tú, no! ¡Tú, no! Tú... - soltando los brazos bajo la cabeza para que el rubio no viera el sufrimiento en su rostro.

- ¡Ya basta, Itachi! Voy a casa, quiero descansar un poco antes del baile - corriendo fuera del colegio - "¿Son prejuicios o celos de hermano mayor? No pensé que eso te importara tanto, como desearía que sintieras lo mismo que yo sentí al verte con esa estúpida, Itachi... esto no esta bien, eres mi hermano, y lo que yo deseo es imposible y monstruoso, ¿Por qué? ¿Por tenias que ser tú? Hermano..." - hundiendo la cabeza en la bañera luego de llegar a su casa en un dos por tres.

- ¿Dónde esta Naruto? Estoy seguro que vino para acá- dijo el Nara,  Itachi lo miro con odio en sus ojos.

- Aléjate de él - advirtió con la voz que solo la ira podía producir.

- No lo hare, lo amo...  ya se lo dije - sin dar un paso atrás en su convicción por conseguir al rubio - Puede que seas su hermano, pero no eres su dueño, es mejor que dejes atrás tus celos enfermizos y fuera de lugar, ¿comprendes?

- Shikamaru,  por ultima vez te advierto,  aléjate de Naruto, tratándose de él... no sabes de lo que soy capaz,  mantente apartado... te lo digo por tu bien - tensando todos los músculos de su cuerpo.

- Esta de más que me amenaces, ¿Te disgusta porque también soy hombre? ¿Es eso? A él no parece importarle para nada...  y es  Naruto el que decide, no tú - sin retroceder un solo paso.

- Ya me escuchaste,  aléjate -  pasando junto a Shikamaru.

- ¡Sera mi pareja  esta noche te guste o no! - grito a la espalda del mayor.

- "Primero te mato antes de que le pongas  un  dedo encima, maldito, Naruto es solo mío, solo yo puedo tocarlo y amarlo... ¡Nadie más tiene ese derecho!"  - pensaba mientras llegaba a la casa - ¡Naruto! - grito sonoramente al serrar la puerta.

- ¿Qué pasa? ¡Estoy en la bañera! Vaya, no tienes que gritar así - y hacia allí se dirigió el moreno - ¿Ya se te quito el enfado? No entiendo tu preocupación, aunque seguramente tampoco vas ha decírmela.

- Eso luce bastante relajante - mirando la espuma que rebosaba el borde - ¿Puedo acompañarte? - desviando el tema se quito la ropa y se metió en la bañera sin esperar respuesta.

- C-Claro, esto me hace recordar  cuando éramos niños y siempre insistías en frotarme la espalda y lavar mi cabello - jugueteando nerviosamente con la espuma.

- Quiero hacerlo ahora - halando de la mano al rubio y poniéndolo de espaldas en su pecho, el contacto del cuerpo del moreno hiso que al ojiazul se le acelerara el corazón y sus mejillas se tiñeran de rojo.

- No tienes porque... hacerlo - serrando sus ojos al sentir el toque de las manos de Itachi

- Ssssh, relájate, estas muy tenso, y eso que no jugaste todo el partido - masajeando los músculos del cuello y hombros del menor - Perdóname por esto, no quise lastimarte - viendo las marcas de sus propios dedos dejadas en la delicada piel de Naruto tras la discusión a la salida del gimnasio.

- Ya se quitaran, estoy bien - disfrutando las caricias.

- ¿Por qué no me dijiste lo de Shikamaru? - con los diablillos atacando su interior de nuevo.

- Pensaba hacerlo, pero dada tu reacción de esta mañana decidí esperar a que te calmaras un poco - sintiéndose culpable del arrebato del mayor hacia las relaciones homosexuales, o al menos era lo que pensaba.

- ¿Ya le respondiste? ¿Tomaste una decisión?

- Aun no... Mmm, eso se siente muy bien - recostando por completo su espalda en el pecho de Itachi.

- "Debo agradecer por eso,  ¿Cuanto más podre soportar tu cercanía sin   perder la cabeza? Hacia tanto que no te tenía así... tu suave piel rozando la mía hace que mi deseo crezca hasta rebasar mis limites, mi sangre hierve al imaginar las manos de ese idiota tocándote, bebiendo la miel de tus labios, disfrutando de tu esencia, haciéndose dueño de tu virginidad, tu gimiendo y gritando su nombre cuando ambos...  mi corazón y mente se niegan aceptar tu perdida, jamás dejare que pase, nunca te dejare ir, mi amor"  Naruto... ¿Te quedaste dormido? Mi niño...- susurro en su oído  mientras lo abrazaba fuertemente a su cuerpo, se dedico acariciarlo y  besarlo en la mejilla y cabello hasta que la espuma se disolvió completamente en el agua - Naruto, Naruto...

- Lo siento, creo que me relaje demasiado, y tus masajes hicieron que me quedara dormido - echándose agua en la cara.

- Aun es temprano,  puedes dormir una siesta antes del baile de esta noche, ¿Y que mejor que la cama para eso? - saliendo de la bañera y enrollándose una toalla a la cadera, el ojiazul desvió su mirada para que el mayor no notara su sonrojo.

- Por supuesto que en la mía...  sin duda - susurro bajito.

- ¿Dijiste algo? Ya sal de ahí  o te arrugaras como una pasa - dejando el baño.

- "Lo que tengo arrugado es el corazón, hermano, lo que siento por ti... es un pecado imperdonable, un sentimiento bajo y lujurioso que me hundirá en lo más profundo del infierno, ¿Puede Shikamaru ser la solución a este desastre? ¿La salida a este amor pecaminoso? ¿El sierre definitivo a este capitulo de mi vida? No, él no se lo merece, no merece que me entregue a su pasión con el rostro y cuerpo de Itachi en mi mente, imaginando que es él quien me acaricia, me besa... me posee... ¿Pero que más puedo hacer? No quiero que Itachi me repudie por sentir lo que siento por él... oh, dios" - entrando en su habitación se tiro en la cama, tomo el peluche entre sus brazos, y trato de retomar el sueño iniciado en el baño entre los brazos de su querido hermano.

 

Continuara...

Notas finales:

¡Hola, mis lectores! ustedes se preguntaran de donde saco tanta historia y tan rapido, son fic que tenia sin terminar y decidi sacarlos a la luz, asi tendran màs con que entretenerse, no se preocupen... el final esta terminado para que no tengan que esperar mucho. Amiga sasunaru... ¿Te gusto el fic? lo escribi pensando en ti, ya que te gusta mucho esta pareja en particular, enviame tu opiniòn al respecto.

sin nada màs por ahora, me despido de todos ustedes.

que esten bien, besossss para todos y chaito.

                                                          Nessa Yaoi.


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