-Edward -
-Danniel -
Ese fue el saludo habitual que se dirigían al llegar al colegio, pero hoy este sin lugar a dudas había sido el más frío de todos. No se llevaban bien, eso toda la clase lo sabía, mas, luego de la noticia que habían recibido el día anterior, no sabían una forma mejor de descargar el odio que se sentían mutuamente...
-Estoy completamente seguro que fue tu madre la que engatusó a papá -dijo con ira contenida el rubio, mirando a Edward con unos ojos que destilaban cólera con cada palabra dicha.
-para que sepas mamá es una boba, asi que dudo mucho que ella pudiera hacer eso... -comentó con fingida calma mirando hacia otro punto que no fuera el chico enfrente suyo, pues sabía que si lo hacia le saltaría encima como una fiera por lo dicho, pero luego enfocó sus ojos azules en los miel del otro para decir con determinación- pero a pesar de todo no permitiré que hables de esa forma de Música...
-¿Música? -le preguntó con sorna al castaño- si hasta su nombre es estúpido...
El resto de la clase estaba acostumbrada a esas discusiones matinales, mas, ahora el tono de sus voces les advirtió que sería mejor parar aquello antes de que pasara a mayores, pues Edward apretaba los puños con furia.
Un pelinegro se separó de los demás y se plantó frente al ojiazul dándole la espalda a Danniel, sabía que su amigo perdía los estribos con facilidad.
-Ed, por favor cálmate -Dijo tratando de tranquilizarlo- no le tomes importancia a lo que dice, no vale la pena...
-¡Quítate Lio! -trató de apartarle, pero su amigo no se movió.
-NO -respondió con firmeza el pelinegro-no quiero que te metas en problemas por esta alimaña...
El ver la sincera preocupación de su mejor amigo le hizo rendirse, tenía razón, era mejor ignorarlo como siempre y dejar las cosas como estaban, se dio vuelta tratando de respirar normalmente.
-tienes razón -su amigo sonrió al ver que había tomado en cuenta su consejo- vamos, vamos a sentarnos, ya debe estar por llegar el maestro...
Apenas habían dado unos pasos cuando...
-Eso...huye...¿acaso no es eso lo que hizo tu padre al saber que tu nacerías?... -dijo una voz venenosa tras suyo.
A continuación solo se oyó el estruendoso sonido de las mesas y sillas al caer al suelo, las chicas gritaban mientras los puños iban y venían, Danniel y Edward se golpeaban sin compasión demostrando con cada golpe la aversión que se sentían...
-¡Deténganse! ¡los escuchará el rector! -Gritó un chico de largo cabello blanco amarrado en una coleta, era un amigo de Danniel que por fin había decidido intervenir- ¡Dan, para ya! ¡Si te encuentran otra vez en una pelea te expulsaran!
Trató de sujetar al rubio de los brazos pero este no se dejó.
-suéltame Thomas! No te entrometas! -y de un codazo logró soltarse del agarre de su amigo.
Se lanzó nuevamente contra el castaño y continuaron revolcándose entre las mesas.
-¡ALTO! ¡SEPARENSE! -ordenó un hombre a medida que se les acercaba- ¡HE DICHO BASTA!
Y sin más se coló entre ambos y los separó, ofrecían una imagen horrible; el uniforme completamente desordenado, sin hablar de las gotas de sangre en las camisas de ambos, pues Edward se había roto el labio y Danniel tenía un feo corte en la mejilla por haberse golpeado con la punta de una mesa...
-No se porque no me extraña un comportamiento asi de tu parte Hitsh -dijo mirando al rubio de la forma en que miran los maestros a los alumnos que no soportan y luego miro al castaño- pero de ti no me lo esperaba Edward... tu madre va a estar muy decepcionada cuando se entere de esto...
Este miro al piso avergonzado, su madre odiaba la violencia, ya se imaginaba la tristeza que aparecería en el rostro de ella. Debió haberlo pensado antes de comenzar la pelea, no le gustaba verla triste, el recuerdo del rostro sollozante de su madre había dejado marcada su niñez...
-Acompáñenme -ordenó el hombre nuevamente, miro al resto de la clase- ustedes ordenen todo este desastre, el curso completo será sancionado por no haber detenido esta estupidez...
Hizo que los dos lo siguieran, caminando a paso veloz a la oficina. En el trayecto ninguno se dirigía la vista, sabían lo duro de los castigos que vendrían a continuación. Entraron lentamente a la habitación en donde la placa de la puerta decía director y aquel hombre tomó su asiento tras el escritorio.
-Explíquense -
Ambos permanecieron callados, no querían hacer saber el porque de la discusión.
-Tendré que informar a sus padres de esto -le comunicó levantando el auricular del teléfono que se encontraba sobre el escritorio.
-Por favor... no...no lo haga -dijo titubeante la voz de del ojiazul- sé que no estoy en condiciones de pedir nada señor, lo sé, pero ¿no podríamos arreglar esto sin necesidad de que ellos intervengan?, es decir... ya no somos unos niños, somos lo bastante mayores para asumir las consecuencias de nuestros actos...
El anciano dejó el auricular en su posición normal y dijo;
-quiero saber quien inicio todo -
Esta vez si se miraron, y Edward puedo notar el temor en el rostro del otro al saber que estaba perdido. Lo iban a expulsar.
-Por las caras de ambos podría deducir que como siempre, fue Danniel Hitsh quien comenzó todo ¿no es asi? -Miró de forma escrutadora al ojimiel dándose cuenta del temblor en el cuerpo de este, era muy obvio- lo siento danniel, no me gusta nada tener que hacer esto, pero en una ocasión anterior ya te lo había advertido, esta era tu ultima oportunidad, voy a tener que cancelar tu matricula...
-no -saltó de repente el castaño-no fue el, fui yo...
Su compañero le observó sorprendido, ¿Por qué le estaba protegiendo?.
-Edward, no trates de protegerlo, con su historial no es nada nuevo que lo expulsen...
-no le trato de proteger -dijo el otro- yo le odio ¿como cree que intentaría algo como ello?, solo le digo la verdad, pues no me parece justo que otro pague por mis errores...
-bueno, aun asi, usted no se peleo solo ¿no es asi? -le hizo saber, suspiró- un mes de castigo para ambos ayudando en la cafetería, y agradezcan que no sea más, ahora retírense...
Salieron parsimoniosamente de ahí, comenzando a caminar silenciosamente por el pasillo.
-no esperes que te lo agradezca -dijo de la nada el rubio- ¿Por qué lo hiciste?
-no lo sé -respondió el otro, la verdad ni el lo sabía.
Se dirigieron tranquilamente hacia los lavabos para arreglarse y Edward dijo;
-no huyó...
-¿Qué? -preguntó sin entender su acompañante.
-mi padre no huyó -le hizo saber- cuando era pequeño, un día volvía muy tarde a casa, cuando me encontré con unos hombres que me trataron de asaltar, pero yo no tenía nada asi que se dedicaron a golpearme, y justo llegó él... -sus ojos se humedecieron- les gritó que se alejaran de mi y arremetió contra ellos, eran demasiados, y uno traía un arma y simplemente le disparó...murió a los segundos...entre mis brazos...
Danniel no sabia que decir, se había quedado sin habla, su padre había muerto justo enfrente de sus ojos defendiéndole, y el...había dicho aquellas cosas tan horribles, la culpa le hizo un nudo en la garganta...
-lo siento -dijo deteniéndose.
-no es tu culpa no lo sabias -dijo en voz baja el castaño al igual que el otro deteniéndose
-aun asi...yo no debí... -trato de explicarse, pero no pudo, se sentía mal, al final lo único que logró fue que una solitaria lágrima bajase por su mejilla...
Edward se acercó a el tendiéndole un pañuelo...
-toma, te escurre demasiada sangre por la mejilla, es mejor que vayamos a la enfermería...
Y se adelantó dejando atrás al rubio que le miraba confuso...
* * *
Una semana después...
-Papá -llamó tratando de que le prestase atención, mientras se subía a la parte trasera del auto- ella nunca reemplazará a mamá ¿lo sabes no?
-lo sé Danniel... -contestó un rubio luego de un suspiro al sentarse tras el volante- Lisette era única, pero Música también lo es...
-¡ni siquiera ha pasado demasiado tiempo y ya buscas una nueva esposa!
-han pasado siete años Danniel...por favor compréndelo -dijo echando a andar el motor- Lester necesita de una madre -le comunicó mientras miraba por el retrovisor a un pequeño niño de cabellos de un tono castaño claro, que se encontraba al lado del ojimiel- y yo necesito a alguien también...
-¿pero por qué precisamente ella?...Habiendo tantas mujeres en el mu...
-a mi Tía Música me cae muy bien -interrumpió el niñito- siempre es amable y buena conmigo...
-eso es porque tu no conociste a mamá, ella también lo era... -contestó su hermano cruzándose de brazos.
-no fue mi culpa... -dijo su hermanito con la mirada baja-mami no murió por mi culpa... -murmuró luego abrazando un osito que llevaba entre sus brazos.
-¿de donde sacaste eso? -preguntó el otro mirando de reojo el peluche.
-tía Música me lo dio la última vez que la visitamos...
-¿no es encantadora? -preguntó su padre mientras una sonrisa se extendía por su rostro.
-claro -murmuró con sarcasmo su hijo- mientras no trate de hacer lo mismo conmigo...eso me provocaría agruras...
-oh! Ya llegamos... -dijo sorprendiéndose de lo rápido del trayecto, y mientras se bajaban del auto imploró- por favor Danniel trata de comportarte, ella es muy importante para mi...
-ok, ok... -contestó el aludido cerrando la puerta con un portazo.
Los tres se dirigieron a un lujoso restaurante ubicado enfrente, donde una mujer junto a un chico les hacia señas, mientras les esperaban en la entrada.
"La verdad es que si es linda" tuvo que reconocer el ojimiel al ver por primera vez a su futura madrastra, esta usaba un sencillo vestido turquesa y llevaba el cabello castaño en una melena, y a medida que se acercaban les sonrió haciendo que sus almendrados ojos verdes se cerrasen.
-¡Lester! -gritó ella y se agachó para recibir entre sus brazos al pequeño que corrió hacia la mujer para abrazarla.
-Buenos días Edward -saludó el padre del rubio- ¿Cómo haz estado?
-muy bien Sr.Hitsh, gracias por preguntar -respondió con remanencia el ojiazul.
Luego este miró al rubio menor, desde aquella pelea que el otro no le dirigía la palabra, no entendía el porqué, incluso cuando estuvieron cocinando y lavando trastos por su castigo, nada. No estaba seguro si al ojimiel también le molestaría que el lo saludara. "baa... no sé porque me preocupo tanto, no me debería ni importar un ápice el que no se dirija a mi ni para molestar"
-hola Edward -dijo mirando hacia otro lado.
-emm...hola Danniel -contestó tratándose de reponer por la sorpresa- esto...¿leíste "El Conde de Montecristo" para la clase de literatura de mañana?...
-hum...si, estaba muy interesante -comentó su compañero, mientras pensaba "definitivamente el iniciar una conversación casual no es lo suyo".
-bueno, ¿Qué tal si entramos ya? -propuso la mujer que ahora tenía al pequeño en brazos- ya casi acaba la hora del acomida... debiste haber llegado hace mucho Maxwell ¬.¬ -Regañó al mayor tratando de hacerse la enojada...
-lo siento Música mi amor n-nU -respondió con una risita nerviosa- es que el despertador no sonó...
-si el despertador...como no... -dijo ella y luego ambos se largaron a reír.
Sus hijos en tanto les miraban boquiabiertos, era sorprendente el cariño que se notaba entre uno y otro.
-cof...cof... -interrumpió el aura de amor el ojiazul al ver que su madre iba a besar a su novio- no que íbamos tarde mamá...?
-ah, si, Edward cariño tienes razón...
Danniel miro al otro y le agradeció el gesto, no se creía aún capaz de ver ese tipo de escenas siendo protagonizadas por su padre. El castaño descifró la mirada del otro y solo le sonrió.
"Wuaau...que hermosa sonrisa tiene..." se dijo el rubio quedándose embobado ante su próximo hermanastro... ALTO... se sonrojó completamente "WTF?! Que acabo de pensar?!"
-¿que te pasa hermanito? -preguntó Lester que ahora se encontraba a su lado mirándole con curiosidad- estás como un tomate ^3^
-argh! No me pasa nada! -y siguió a paso rápido a los adultos que ya habían entrado.
"pero que rayos fue eso?" se preguntaba a su vez el ojiazul al notar el sonrojo por parte de Danniel...
Suspiró cansinamente y entró al edificio, era muy lujoso, y como no, si era el restauran más caro de la ciudad, con lo solicitado que era, la gente debía hacer reservas con años de antelación para encontrar una mesa libre. Se preguntó como su madre y Maxwell encontraron una, pero claro, quizás el ser uno de los arquitectos más reconocidos y una de las diseñadoras más famosas si que debía ayudar...
Tenían una habitación reservada solo para ellos, sabía que su madre había puesto todo su esfuerzo en conseguirlo, quería que aquel almuerzo donde se reuniría la próxima familia fuese perfecto. Todos se sentaron a la mesa, los dos mayores sonrientes al igual que el pequeño. Edward se mantenía sereno, no estaba muy a favor del casamiento, pero si su madre deseaba ser feliz el no se lo impediría, en cuanto a Danniel, nadie sabía que le sucedía daba la impresión de haber tomado una fiebre repentina, pues su rostro aún se mantenía muy rojo.
La comida fue servida a la hora predispuesta y todo se mantuvo en conversaciones triviales, que la verdad a los adolescentes aburrían mucho. El rubio menor bostezó sonoramente.
-oh Danniel...lo siento hijo ¿te estamos aburriendo? -preguntó su padre con una sonrisa de disculpa- ¿que tal si tu y Edward van al centro comercial que esta a la vuelta y los recogimos luego?
-emmm... -no le había resultado como quería, el solo quería largarse pero no contaba con que Edward se le tuviese que unir- ah claro ¿y por que no me llevo a Lester también?
-esplendido! n_n siempre me pareció que nunca pasabas suficiente tiempo con él -respondió entusiasmado el rubio mayor sin detectar el sarcasmo en la voz de su hijo- los recogeremos a las seis...
Y asi fue como el ojimiel se vio arrastrado hasta el centro comercial acompañado por sus "hermanos". Se metió las manos en los bolsillos enfurruñado.
-y que quieres hacer? -preguntó de mala gana al castaño.
-hum... -solo le apetecía irse a vagar por ahí el solo, pero su madre se había mostrado tan feliz al ver que compartiría tiempo con sus nuevos hermanos...
-vamos a los juegos! -propuso el pequeño efusivamente y tomo de la mano a sus hermanos mayores...
Y mientras Lester montaba en los avioncitos, los mayores fueron a jugar "Hockey de aire". Al principio se mostraron reacios a hacer algo juntos pero el aburrimiento les mataba...comenzaron...
-y bueno que tal la llevas Edward? -preguntó el rubio aplicándole algo de fuerza al disco.
-mejor que tu al parecer...
-hmp... -fue su escueta respuesta.
-ya relájate Danniel, es inevitable lo del casamiento, yo ya me lo veía venir desde que Violet lo dijo...
-Violet?
-es que no lo sabes? -preguntó sorprendido el ojiazul- tengo una hermana mayor, tiene 19, ya esta en la Universidad. Bueno, la verdad esta medio loca por eso nunca lo mencione en el cole, es de esas que les gusta leer el tarot y cosas raras, bueno eso es normal comparado con lo otro...
-a que te refieres? -estaba tan interesado que se le paso el disco- diablos!
-jejeje...es otaku -le comunicó y dejo de reír- le gusta el yaoi y cosas como esas...
-yaoi? -ahora si lo había dejado pillado.
-si -lo pensó unos segundos y dijo- es algo como esto...
Dejó la paleta (o como sea que se llame aquello ¬¬) y se acercó lentamente al otro, como un gato que acecha a su presa, se puso frente a él y lo arrinconó contra la pared... el rubio tragó con dificultad, esta vez si que su cara ardía, sobretodo cuando Edward acercó sus labios a los de él y susurro a un centímetro...
-esto es yaoi...-dio un rápido beso y se alejo sonriendo al ver la estupefacción del otro-espero te haya quedado claro...
Iba a ver como se encontraba su nuevo hermanito cuando escuchó;
-¡GARNETT BASTARDO! -
Sonrió, si que debía estar muy enojado para llamarle por su apellido, pero ahora su semblante cambió. Estaba preocupado. No entendía por que había hecho aquello, sabia que para explicar lo que era el yaoi solo debió haber dicho "gay" y todo arreglado... ¿Por qué lo había besado?...
Dejo sus cavilaciones a un lado cuando vio al castaño corriendo hacia él para que le comprase un algodón de azúcar...
Algo en su mente le decía que el unirse a la familia Hitsh le traería problemas... bueno más que nada uno de sus integrantes en concreto...
Continuará...
2009 © Arimura Emina (=^ω^=)