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Libertad por hanasaki aiko

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Notas del fanfic:

Aiden y Yusei pertenecen a Angel in Disguise, ella me los prestó para que yo hiciera cochinadas con ellos XD, están dentro del mundo de su fic Jugadas del Destino.

Hermana!! casi me vuelvo loca ^^ Love u!!

Notas del capitulo:

Cuando escribí esto me imaginé claramente a Aiden como el típico adolescente abrumado por exigencias, fue interesante hacerlo taaaan... seme y con respecto a Yusei, su apariencia está inspirada en Hide jaja en la época de 1994 pero con dif look asi como su sonrisa es igual de dulce.

Otra anécdota, en México una actriz llamada Niurka escribio un libro llamado Mi verdad (no recuerdo si enserio fue ella), cuando le puse Libertad por alguna extraña razón lo recorde y no podia dejar de reir jaja

 

Todo es parte de la densa oscuridad, la noche parece demasiado imperturbable mientras el intenso silencio hace añicos cualquier vestigio pasado, como una mancha borrosa que debería ser eliminada al instante. No hay espacio para dudas en el diminuto recinto que habita, su mundo, que parece estar esculpido en granito bajo todas las capas de maquillaje y falsedad que ocultan ya demasiadas cosas, demasiados secretos.

 

Sus pasos seguros no hicieron eco alguno, con brandi en la mano y la más reciente publicación de sus fotos aventada de cualquier modo en el sillón, cruzó con firmeza el amplio espacio hasta su habitación, incluso si no veía ni la palma de su mano; estaba tan acostumbrado a la profunda negrura de la noche que un poco más de ella no causó efecto alguno.

 

Hace exactamente tres horas de aquello y aún no podía terminar de entender qué carajos se le había metido a la cabeza como para haber hecho algo de esa naturaleza. Tal vez se hubiera vuelto loco y él no estaba enterado. Suspiró. De cualquier forma, un desliz como ese solo era eso, un desliz, no que fuera a pasar de nueva cuenta.

 

Definitivamente tendría que aprender a decirle no a Joshua, ni el escandaloso movimiento de sus caderas, ni la profundidad de sus juguetones ojos verdes podría hacer que cayera de nuevo en la tentación. Qué más daba que su piel canela fuera deliciosa al tacto. Tenía que parar aquello. Si alguien de su trabajo se enteraba... No sería el fin del mundo precisamente, mas involucrarse con el heredero directo de la revista no era una de las cosas más inteligentes del mundo.

 

Sin detenerse demasiado, deslizó el vaso sobre la mesa y dejó que la suave alfombra que cubría el departamento lo llevara hasta el baño para prepararse a dormir. La sesión de fotos de mañana necesitaría que él estuviera en pleno uso de su belleza, no se permitiría por nada del mundo aparecer con ojeras de sueño ni con el cabello menos lustroso que de costumbre. Se tapó con el grueso cobertor blanco y suspiró de placer entre las sábanas.

 

-Un poco más a la derecha-pidió casi con temor el camarógrafo

 

Sus labios se curvaron con una involuntaria sonrisa prepotente, que el mejor fotógrafo del mundo de las modas se sintiera intimidado por su fría presencia era la cosa más graciosa que hubiera visto. Las paredes totalmente blancas reflejaban en cierto modo la luz de los reflectores que le daban de pleno en el rostro. Cambió de posición a una más provocativa y secretamente agradeció su insistencia en tener todo un piso completo para la sesión, que alguien más lo viera mientras posaba de esa forma, sencillamente lo llenaba de ira.

 

-Perfecto

 

Intento no prestar atención cuando un par de pasos cruzaron con impaciencia, el lugar estaba exclusivamente reservado para él, nadie tenía por que estar ahí. Más sin embargo, ahí estaban. De nueva cuenta aquellos escandalosos pasos que no le permitían concentrarse en seducir a la cámara.

 

-¡No! No puedo-gritó fastidiado-Ve a sacar al estúpido que se atrevido a entrar

 

-Aiden-murmuró con respeto el fotógrafo

 

-Olvídalo, ya iré yo

 

Completamente exasperado, tomó la chamarra negra que estaba tirada a sus pies y sin abrochársela salió deprisa del lugar. Pobre del que se haya atrevido a interrumpirlo de esa manera; nadie interrumpía a Aiden Kaulitz sin salir bien parado. Dio vuelta justo hacia las escaleras de emergencia cuando un sonido de cadenas llamó inevitablemente su atención.

 

-Detente-ordenó inflexible-¿Qué haces aquí?

 

Frente a él, exactamente 4 escalones más arriba un chico completamente inmóvil, sus locos cabellos negros despeinados en todas direcciones, le indicaron que probablemente sería algún cantorsuho más de los tantos que ya había. Casi se quedó sin aliento cuando su mirada dejó de ver la holgada blusa negra, un par de pantalones de cuero llenos de cadenas fue lo único que necesitó para olvidarse de su promesa. Unos pantalones negros de cuero nunca antes habían lucido tan bien.

 

-¿No me has oído?-preguntó prepotente-He preguntado qué haces aquí

 

-Me perdí-respondió encogiéndose de hombros

 

Si no lo asesinó fue únicamente por que volteó a verlo, de la parte de en medio de su despeinada melena y justo al terminar su flequillo, rayos de color rosa, verde, morado y azul terminaban de darle el conjunto alocado que en cualquier otra persona se vería mal, mas no en él. Detrás de los lujosos lentes de sol, un par de ojos verdes reluciendo. Estaba seguro de haberse quedado con la boca abierta. Aquél sujeto de un cuerpo de infarto, poseía una belleza tan natural que extrañamente el look únicamente servía para realzarla más si era posible.

 

-¿Disculpa?

 

-Quiero ir al piso de publicidad, este edificio es demasiado grande

 

Trató de ignorar el escalofrío que le causó el timbre de su voz, sus labios se habían curvado en una sonrisa en apariencia descuidada, casi inocente. Sus pensamientos vagaron libres por un mundo entero de posibilidades, una más intensa que la otra y mientras el extraño joven de blusa ceñida a la cintura seguía parloteando sin cesar con el tono más relajado que tenía, él no terminaba de recuperar el aliento.

-¿60 pisos es demasiado grande para ti?

 

-Si, es demasiado para mí. Abordar dos elevadores no es algo que me agrade al extremo

 

Dejó que sus pasos terminaran por acercarlo a él, la repentina necesidad de posar sus labios en su cuello lo sorprendió tanto como a él, perderse en el mar de su mirada avellana, no tenían nada que decirse, él llevaba el pantalón más ajustado que tenía casi abierto y el extraño frente a sí, un magnetismo sexual arrebatador, de pronto se dio cuenta mientras lo besaba apasionadamente que el rubor de sus mejillas era, si es posible, aún más encantador.

 

-Ni siquiera se tu nombre-murmuró el extraño recargando el rostro en su hombro

 

-Aiden

 

-Lindo nombre, soy Yusei

 

-¿japonés?-pregunto sorprendido

 

-Si

 

-¿Tú?

 

-Alemán

 

Ninguno dijo absolutamente nada más, si el fotógrafo salió de la habitación en la que supuestamente lo estaba esperando, no le importó; casi desesperadamente sus labios buscaron aquella calidez desconocida y arrebatadora, nunca antes se había sentido así, abrumado al extremo de dejarse llevar sin importarle las consecuencias. Cuando un par de manos suaves se posaron sobre su pecho, todas aquellas cosas que debía evitar y que estaban pululando molestamente en su cabeza se esfumaron, casi como si alguien hubiera soplado en la dirección opuesta.

 

-Me estorba tu ropa

 

Solamente quiero acariciarte mientras te deshaces en mis brazos, mientras intentas no hacer demasiado ruido para que tus altos gemidos lleguen a oídos del fotógrafo que me espera dentro de esa enorme sala. Acaricias mis manos, mi rostro y mis labios tan delicadamente que tu sonrisa dulce casi desmiente por completo la lujuria que los embriaga por unos instantes. No puedo ver absolutamente nada más que tus ojos que me hipnotizan. He caído en tu embrujo.

 

Aunque las escaleras de emergencia no son precisamente el lugar más cómodo del mundo, tú no te quejas cuando uno de los escalones lastima tu espalda, solamente dejas tus ojos prendados en mi, esos ojos que se parecen tanto a los míos, que me recuerdan tantas cosas y que me aseguran una promesa que terminará por volverme loco.

 

Mi frialdad se va derritiendo con cada beso, con cada sonrisa y con cada expresión de placer que no intentas ocultar más que para pedirme que no me detenga, que incremente mi velocidad que hasta ahora era lenta y desesperante.

 

Pareciera como si hubiera esperado una vida entera para encontrarte, no en el plano romántico, si no que tus manos parecen estar hechas a la medida de las mías, tus piernas delgadas que se enredan en mi cintura son casi... perfectas. Te observo embelesado mientras te acercas irremediablemente al punto de no retorno, tus manos están apretando tan fuertes las mías que por un momento creo que me las dejarás moradas, pero lo agradezco, si fuera en otra parte de mi cuerpo muy probablemente ya te hubiera matado.

 

-Kami-sama... eres increíble

 

-Lo se

 

Únicamente esa frase sirvió para que alcanzara el orgasmo más increíble de toda mi vida, mis dientes seguramente se marcarían en tu hombro por un buen tiempo y la expresión sensual que cruzó tu rostro por unos segundos quedaría marcada en mi memoria por siempre, si es que no encontraba a alguien mejor, mas lo dudo demasiado tras ver como plantas con delicadeza tus besos en los míos.

 

-Si haces esto cada que alguien te interrumpe en tus sesiones...-se estremeció entre mis brazos

 

-No usualmente-murmuré contra su pecho

 

-Entonces soy una excepción-su sonrisa resplandeciente me quitó el aliento por segunda vez

 

-Una muy sexy excepción

 

Sin pensar demasiado en lo que venía después cada uno se vistió en un cómodo silencio. La frialdad volvió a los ojos de Aiden con una rapidez tal que a Yusei le dieron ganas de volver a pedirle que lo tomara entre sus brazos nuevamente. En cambio, agachó la cabeza y se enfundó los ceñidos pantalones de cuero mientras pensaba detenidamente que acababa de llegar tarde a la cita que tenía acordada 20 minutos atrás.

 

-Te ha faltado una cadena

 

Junto con la misma venía una tarjeta de presentación, ni siquiera le dio tiempo de agradecerle cuando sus elegantes pasos se alejaron por el pasillo, llevaba la chamarra en la mano y los zapatos en la otra. Aún después de haber tenido sexo con él en las escaleras su cabello estaba tan perfecto como siempre, como si nada le hubiera sucedido. Sonrió divertido y sacó rápidamente su celular consciente de que él tomaría la llamada.

 

-¿Alo? Habla Aiden

 

-Tienes un rasguño en la espalda-murmuró suavemente para después colgar y seguir su camino

 

Fin

Notas finales:

¿Les gustó?

P.D. Pink Spider Forever!! ^^


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