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Your Forgiveness por desiree

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Notas del capitulo:

AIIIIIIIIIIIII SIII.

ya lo seee van a matarme por TRES cosas...

1° por haberme tardado...

2° por hacer de Reita un tipo detestable, por segunda vez... aunque aca no tanto... jojojo

3° porque me quedo corto el cap... jojo, aunque es necesario xD

Se me hace que van a odiar a Uru... jiji

 

espero y les guste este cap! ^^

 

a leer!

2

 

Y como agua pasaron dos meses… en los cuales el castaño se mostró completamente dulce, tierno y cariñoso con el pelinegro…

Dos meses en los que el Shiroyama había sido feliz en tiempo completo, en donde había sido libre de besar esos labios que tanto le apetecían, de probar del sabroso néctar del amor…

Tiempo en que se dio la libertad de expresar libremente aquellos celos que lo carcomían al ver a su pareja cerca del rubio con complejo de iguana, que se pasaba lo más que podía del tiempo molestándolo y haciéndole pasar vergüenza delante del mundo.

 

-         la puta madre, Shiroyama, deberías ser más cuidadoso- chilló el rubio amigo de su novio.

-         Yo no hice nada, Suzuki!- reclamó.

-         Como que no?, y quién volcó toda la bebida sobre mis hojas de química recién, ee!?- le dijo altanero.

-         No lo se, a mi no me acuses de lo que no hice.- se defendió.

-         Te acuso porque te vi, estiraste tus brazos hacia atrás y arruinaste todo! Tu torpeza es extrema.- tomó una hoja mojada y la sacudió cerca de su cara.

-          Imbécil, no hagas eso!, me estas mojando!.

-         Oh!- dijo irónico.- lo siento!, soy tan torpe!.

 

A esa altura era más que obvio que la culpa no la tenía el acusado, sino el acusador, que se divertía viendo como expulsaban fuera del aula al pobre inocente.

Yuu odiaba a Akira, era el mayor abusador de todo el maldito instituto y siempre se las llevaba de arriba… pero lo que más bronca le provocó ese día fue que Shima… su Shima, jamás lo defendió….

El timbre que anunciaba la vuelta a casa les dio permiso a retirarse del establecimiento, el moreno, ofendido, entró en el aula, tomó sus cosas y salió disparado fuera del recinto escolar, sin siquiera esperar a su pareja, que ya acostumbrado a las carreras de su novio lo alcanzó media cuadra antes de llegar a su casa.

 

-         que te sucede?- le preguntó algo agitado.

-         Ya, déjame Shima. Ve con la iguana, que de seguro se va a reír mucho de mi.

-         No seas tonto, amor… yo no quiero reírme de ti.

-         No te creo.- le contestó escueto.

-         Que tengo que hacer para que me creas?.

-         Nada, será mejor que te vayas, tengo que estudiar.- dijo cabizbajo, incapaz de increparle nada, dejándose llevar por aquel amor que lo tenía poseído, amarrado, atontado.

-         Ah no!, prometiste que hoy vendrías a casa y me ayudarías con el trabajo de biología!.

-         Está bien. Está bien…- suspiró rendido.- pero nos quedaremos aquí en mi casa.

-         No hay objeción alguna.- dijo sonriente.- Cualquier lugar es bueno- dijo mas bajito, sonriendo ladinamente.

-         Eh?, me hablaste?

-         No, entremos…apúrate.- le dijo empujándolo dentro de la casa.

-         Ya llegue!- gritó. Pero no oyó respuesta.

 

Caminó hacia la mesa de centro del living y encontró una pequeña nota de su madre, la leyó y volteó a su acompañante, le dedicó una hermosa sonrisa y lo guió a la sala.

 

-         estaremos solos, la sala está bien para estudiar.

-         Solos?.- musitó con emoción aquel castaño.

-         Mis padres viajaron a Tokio de urgencia, por negocios.- le anunció.- regresarán por la mañana.

-         Oh!, que… bueno.

-         Ah.. supongo.- comentó algo fuera de órbita por el entusiasmo repentino de su pareja.

 

Estuvieron intentando estudiar durante mucho tiempo, al menos eso planeaba el Shiroyama… Sin embargo, Uruha se empecinaba en besarlo cada vez que podía o se concentraba en alguna otra cosa que no fueran las hojas cuadriculadas que tenían en frente hacía ya más de dos horas…

Prefirió tomarse un descanso, se estaba poniendo tenso y los nervios estaban comenzando a hacer acto de presencia, por lo que fue hasta la cocina para preparar café para los dos.

Una vez hechos fue hasta donde su novio lo esperaba impaciente, con los ojos en la nada, como maquinando algo en su interior… dejó las tazas sobre la mesa y se acomodó a su lado, se dispuso a beber algo de aquel líquido cuando su pareja, en un ataque de amor brutal se le aventó encima e hizo que derramara el café sobre su pulcra camisa blanca.

 

-         diablos Shima!, quema!, por un demonio, debo cambiarme ya!- gritó el moreno, disparado escaleras arriba rumbo a su habitación.

-         Espera!-

-         Ni te asomes por aquí… deja que me cambio y voy!.

-         Ni lo sueñes.

 

El castaño se sonrió y salió detrás del Shiroyama, sigilosamente, como si fuera un ladrón. Cuando llegó al amado segundo piso de la casa vio como el pelinegro quitaba su camisa con desesperación y corría al baño para remojarla, rogando una y otra vez que la mancha de café no quedara impregnada en la tela.

La vista era fantástica… ¿¡por qué aquel pelinegro jamás mostraba aquella anatomía perfecta y digna de mil fantasías!?... se relamió los labios y se imaginó lo más cochino e inmundo que jamás había imaginado con nadie en toda su existencia… ¡bendito el momento en el que se le ocurrió apostar con Reita a que le quitaría la virginidad al nerd de la clase!...

Se escondió en la habitación del pelinegro y esperó ansioso detrás de la puerta.

Yuu estaba algo preocupado por la mancha, nunca se enteró que alguien estaba al acecho y mucho menos supo cuando ni como termino acorralado por su novio contra la puerta de su propia habitación.

Un calor sobrehumano lo invadió entero y sintió sus mejillas arder, casi al punto de prenderse fuego.

 

-         que… que, Shima vamos aba…jo.- dijo algo nervioso. El castaño le sonrió lascivamente.

-         Abajo no… me apetece quedarme aquí, será mucho mas entretenido, más divertido… no crees Yuu-chan?

-         Qu… que haces?- preguntó.

 

Sintió como la mano de su amante rozaba delicadamente la piel de su pecho, dibujando infinitas líneas, mientras aquellos ojos lujuriosos no se separaban de los suyos, y su otra mano lo tomaba fuertemente de la cintura, apegando sus cuerpos… buscando un contacto mucho más profundo, dándole a entender que quería más… mucho más de su persona.

 

Iba a entregarse… lo amaba… y demasiado…

Notas finales:

 

 

ahmmmm.. review!? *-*

 

 


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