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Un Comienzo Dividido en Partes por SirIx

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Notas del capitulo: ehh.. aquí la parte que esperaban (creo).. lemon! *o* es la segunda vez que escribo uno u////u
en este capitulo no sólo narra el acto sexual, también tiene mucho sentimiento, espero les guste ^^
muy pronto subiré la siguiente parte ;D muchas gracias por leerlo!
disfruten~

La parte erótica

 

Sus ojos no podían creer lo que estaba divisando, Aoi le dedicaba una mirada lasciva combinada con ternura, era algo suavemente erótico, tan sensual, tan… ardiente… pero eso era sólo una pequeña parte… bajó su mirada hasta esos hermosos y carnosos labios, otro grave error, el dedo meñique que antes sólo estaba rozándole los labios ahora estaba atrapado por estos, Aoi dio un movimiento suave imitando a un beso… una vez… una segunda vez… a Uruha se le detuvo la respiración, su corazón se podía escuchar tanto que temía que todos los del bar se dieran cuenta.

 

Aoi estaba a punto de dar un tercer ‘beso’ cuando fue detenido, Uruha le había tomado la mano para después ponerla en la barra y sin soltarle ni un segundo la comenzó a acariciar… lentamente… y sintiendo ganas de llorar, recargó su frente en ambas manos.

 

- ya… ya basta… Yuu…

 

El nombre fue casi un susurro… el aire se le había acabado, Aoi sonrió y sólo le acaricia la nuca con delicadeza.

 

- no te ves bien… Shima… vamos a platicar, te invito un café

- pero… - aún sin levantar su rostro – los demás chicos…

- no se darán cuenta, Kai y Reita están haciendo su show, no creo que les preocupemos

- …

 

Uruha se quedó en silencio unos segundos y por fin se reincorpora, lentamente fue soltando la mano de Aoi para después verle a los ojos, el moreno le veía con seriedad.

 

Cuando me ves así también me dan ganas de besarte… y sin parar

 

- entonces… vamos?

- hai…

 

Salieron del bar, afuera hacía algo de frío así que decidieron tomar un taxi. En todo el camino Uruha se la pasó observando la ventana, pensativo y algo nervioso, se sentía algo estúpido, bueno, la verdad es que se sentía realmente estúpido al estar nervioso y evitando contacto visual con Aoi, quien se veía bastante sereno, serio y pensativo, le daba envidia y algo de coraje verlo así.

El silencio los acompañó en todo el camino hasta la puerta que parecía ser de la casa de Aoi, abrió y entraron, el ambiente se sentía algo tenso, Uruha estaba demasiado incómodo. Fueron hasta la sala donde ambos se quitaron sus chamarras.

 

- Tengo una botella de vino, no vi que tomaras algo decente – sonríe a medias

- estoy bien así, Aoi, gracias – no podía mirarle… mejor se dedicó a ver aquellos adornos que daban forma a la sala

- uhm… un poco de té entonces?

- hai…

- vienes?

- estoy bien aquí… gracias

 

Aoi dio un leve suspiro, aceptando que Uruha no cambiaría mucho su comportamiento, pero de hoy no iba a pasar…

 

Ya no puedes ocultarte, mi querido Shima… eres más obvio que antes y haré que me lo digas todo

 

Uruha veía a detalle esos adornos, algunos rústicos y otros muy modernos, vaya combinación para alguien tan aburrido y elocuente, Aoi… Aoi… Yuu… cada pieza decía su nombre, el aire le empezaba a ser cortante, el tiempo pasaba muy lento, acaso Aoi fue a plantar?? O fue a comprar las hojas para el té??

 

Estoy perdiendo el tiempo… no debería estar aquí

 

Tomó su chamarra y cuando dio la vuelta para dirigirse a la salida vio a Aoi con dos tazas de las cuales salía vapor.

 

Té verde…?

 

- porqué ves así al té? No te gusta el Sencha?

- …

- ya veo… quieres irte… - su voz sonó triste al ver la chamarra en las manos del castaño, puso las tazas en una mesita en medio de la sala y se sentó en un sillón – entonces ve, no te quería obligar a venir

- Yuu…

- desde un principio no querías, cierto? Entonces, fue grosero de mi parte hacerte venir, te pido disculpas por eso – se levanta – te acompaño a la puerta entonces

- no… - le toma del brazo – es sólo que me siento incómodo… - le mira a los ojos

 

Tú no te sientes bien a mi lado… cierto, Shima?

 

Ambos se sentaron en un sillón.

 

Es hora de dejar de escapar, no lo crees así, estúpido Kouyou?... pero la proximidad de tu cuerpo con el mío no me ayuda a calmar mis nervios… Yuu… retírate un poco… antes de que no te deje hacerlo…

 

Aoi se había sentado junto a Uruha, comenzaron a platicar de temas diversos tratando de esa manera calmar la tensión en ambos, porque, aunque Uruha no lo notara, Aoi también estaba nervioso, sólo que trataba de mantenerse tranquilo, así era siempre, tratando de tener ese porte de serenidad aunque se le saliera lo chistosito en veces.

El ambiente no cambiaba… aun platicando de esa forma Uruha se estaba sintiendo cada vez más y más incómodo, no podía sostener tanto la mirada… sólo podía ver al moreno de reojo y a momentos fugaces… el té se había enfriado, el vapor dejó de salir, el aire comenzó a hacerse caliente, su vista se centraba en los labios ajenos, su respiración era tan densa…

 

- Yuu…

- hai

- porqué…?

- uh?

 

Uruha se levantó del sillón, se llevó una mano al rostro posándola en la frente, trataba de tomar suficiente aire, estaba realmente irritado…

 

- que pasa, Shima?

- Yuu… - voltea a verlo con cara seria y algo molesta – vine a tu casa para hablar acerca de algo importante, no es así?

- si

- uhg… entonces dime porque no hablas!? Sólo das vueltas a otros asuntos haciéndome sentir cada vez mas incómodo, me sofoca el aire mientras tú estás ahí sentado y platicando como si nada, es acaso por lo que paso en el estudio? Entonces porque simplemente no llegar al punto? Porqué estás tan tranquilo!?

 

Una piedra… sólo una gota… sólo un pequeño roce del viento… es suficiente para comenzar una avalancha…

 

- tú eras el que no quería llegar al punto, Shima… sólo te la pasas evitándome… porqué?

- … “Porque no quiero aceptarlo

- entonces hablemos de lo que pasó en el estudio, sin rodeos

- si…

- ¿querías besarme?

- “Quería besarte y decirte que eres el culpable de que mi corazón duela tanto con tan sólo recordarte”… si…

- porqué no lo hiciste?

- … “Porque jamás me hubiera detenido

- Shima?

- es tu culpa…

- eh?

- ¿porqué tienes que verme así? – Clavó su mirada en un punto incierto del suelo – siempre trato de no hablar de más para que no te des cuenta de que me muero por ti – Aoi se quedó estático al escuchar esto – pero mis esfuerzos se vienen abajo cuando te veo a los ojos! Sin que pronuncies palabra alguna veo lo que está dentro de ti… y eso… eso me incomoda…

 

Trataba de calmarse… su cuerpo se sentía débil y temblaba, estaba confesado algo que antes se había propuesto nunca jamás hacerlo, pero perdió y ahora decía estas cosas sin verle la cara, con ganas de salir de ahí, con ganas de tocarlo y aprisionarlo por siempre en su corazón…

 

Maldita sea… me duele demasiado… se me estará cayendo a pedazos?

 

Sintió una mano en su rostro haciéndole girar y encontrarse con esos ojos que tanto temía… que tanto amaba, si… estaba viendo los hermosos ojos negros que evitaba una y otra vez, se sintió tan indefenso y por primera vez se dejó llevar, se dejó atrapar por el misticismo de la oscuridad, llena de calidez y extraño brillo.

 

- entonces… - sonríe - porqué te incomoda?

- porque… - se detuvo, no podía hablar más o se volvería loco

- que lástima… yo quería decírtelo… no mis ojos, lo siento, fue inevitable

- … - tomó la mano de Aoi que estaba acariciándole la mejilla y la retiró

- dices que estoy tranquilo… me ves así, pero no sabes lo difícil que es contenerme

- que…?

- no tienes idea… de lo que tengo que guardarme…

 

Y con sólo contarle tu más preciado secreto al viento… las miles de olas se vuelven violentas provocando una avalancha… que alguien rece por favor… nadie puede detenerlo ahora… no habrá más palabras… sólo un ligero movimiento empujando al cielo… sólo un pequeño gemido llenando el vacío… sólo un pequeño roce carnal haciendo de un sueño algo placenteramente real.

 

El tiempo se detuvo… el aire era ligero… no podía escuchar otra cosa que no fuera la respiración de Aoi cerca… en su piel… se estaba perdiendo en ese hermoso beso que el moreno comenzó… tan suave, tan delicado, tan delicioso…

La conciencia ya no estaba presente, su mente estaba nublada y sólo podía sentir.

 

El beso fue acompañándose de pequeñas caricias…

 

Uruha, con sus dedos, paseaba lentamente por la cintura y cadera de Aoi, tomando consistencia y fuerza cada vez más dejando a un lado lo que se podría llamar timidez.

 

Entre más lento… crece más mi deseo…

 

Ahora le acariciaba también con la palma de la mano, de arriba hacia abajo haciendo movimientos por la espalda… se podían distinguir pequeños suspiros y gemidos entre los labios – ah…. - fue algo tan despacio y audible para el castaño pero lo suficiente para que se excitara, despojó las caricias y los besos lentos y tiernos, tomó el mentón del moreno para hacer un beso más profundo mientras que la mano restante entró por su camisa tocándole la piel, si… esa piel que tanto había deseado tocar.

 

Que suave… tal como me la imaginé

 

Degustaban la boca del otro a su antojo, movimientos lentos tratando de sentir todo lo que pudieran, sus lenguas danzaban lentamente haciendo que sensaciones excitantes se presentaran en sus cuerpos… después pasaban a movimientos más feroces donde las lenguas batallaban por el puesto del más fuerte, trataban de abarcar todo territorio, solo deseaban devorar… cuando no podían respirar con plenitud se separaban lo suficiente para dar un pequeño bocado de aire y continuar con otro beso lento y mortal.

 

Sus cuerpos comenzaron a reaccionar y un fuerte calor brotaba poco a poco centrándose en puntos débiles. La entrepierna de Aoi comenzaba a sentirse caliente…

 

- Shima… uhmm…

- ah… que…?

- hace… calor… - se acerca a su oído diciéndole en voz baja – mucho calor…

 

Uruha no pudo evitar gemir ante esto, en verdad que estaba caliente, lo podía sentir en su piel, en su aliento…

 

- también aquí…?

- ah…!

 

Sus manos llegaron hasta la entrepierna del moreno y vaya que si estaba caliente y despierto.

 

- basta! – le retira la mano

- porque te pones rojo, Yuu? Sólo estoy preocupado por ti, quería ver hasta donde estás caliente

- para que?

- que curioso eres, sólo quiero curarte

- tu también estás caliente – roza ligeramente la entrepierna del castaño – tu también necesitas curarte – ríe divertido

- ah… - le retira las manos y continúa con el beso – tú primero…

- uhmm…

 

La pasión cayó sobre los dos, el calor aumentaba y el deseo era insoportable, cuando menos se dieron cuenta ya estaban sentados en el suelo… Aoi recargando sus omoplatos en el sillón mientras Uruha, frente a él y sin dejarle de besar, exploraba cada centímetro de su espalda alzándole poco a poco la camisa hasta podérsela quitar.

 

Dios mío…

 

- eres tan perfecto... - lo decía mientras recorría todo el abdomen de Aoi quien reaccionó con un leve gemido… los dedos de Uruha le estaban quemando.

 

Se miraron el uno al otro por un instante hasta que Aoi se le acercó para abrazarlo, comenzó a darle pequeños besos en el cuello mientras que Uruha le acariciaba el contorno de su pantalón, cada beso duraba más y en cada uno había algo nuevo como una lamida o una ligera mordida… Uruha estaba disfrutándolo tanto hasta que sintió una mordida fuerte arrancándole un pequeño grito, retiró a Aoi haciendo que se recargara de nuevo en el sillón, se llevó sus dedos a donde estaba la herida recién hecha y la presionó, cuando sintió dolor se quejó pero mas que de dolor fue de placer, Aoi se rió pícaramente a lo que Uruha sólo le respondió con una sonrisa semi-malévola.

 

Rápidamente el castaño se sacó la camisa para después atrapar a su víctima con su propio cuerpo aprovechando el lugar en que estaba sentado, le besó desenfrenadamente, de una forma salvaje y sensual, Aoi sentía desvanecerse en ese instante, no podía escapar, no podía respirar, no podía moverse, sólo le quedaba morir en ese lugar…

 

Que placentero…

 

Aoi presionaba los hombros de Uruha, atrayéndole, quería sentirle más… era toda una danza erótica y salvaje… con el paso de los minutos, entre besos y caricias, las ropas se iban cayendo, una tras otra sin perder el tiempo en tocar las partes descubiertas.

Y quedaron desnudos… pero no hay frío… - tu cuerpo está tan caliente que el sólo toque de tu piel hace que mi cuerpo se encienda -. Uruha tomó los brazos del moreno y los puso en el asiento del sillón, ahora Aoi recargaba sus codos ahí y su trasero estaba un poco separado del suelo.

 

- esta no es una posición muy cómoda, Shima

- lo sé, pero no te arrepentirás

 

Una leve sonrisa le pintaba el rostro, puso sus manos en los tobillos de Aoi y lentamente fue subiéndolas… primero llegó a la pantorrilla, ahí le hizo unos pequeños movimientos con los dedos provocando cosquillas, ambos rieron como si fueran dos niños jugando… llegó ahora a las rodillas y en un movimiento lento las fue separando, Aoi le miraba ansioso pero Uruha sólo sonreía.

 

- estás muy excitado… Yuu…

- cállate… - se sonroja al notar como le veía la entrepierna – es tu culpa

- me haré responsable entonces

 

Le separó las piernas a la vez que, lentamente, subía sus manos llegando a acariciarle de forma provocativa los muslos, Aoi cerró los ojos y gimió… cuando los abrió pudo ver de cerca el rostro del castaño mientras se colocaba entre sus piernas... pudo sentir el calor ajeno combinarse con el suyo.

 

Uruha le besaba con pasión, la locura estaba suelta, le mordía los labios, jugaba con su lengua... Aoi sentía ahogarse en placer y cuando pensaba que eso era motivo suficiente para lograrlo… sintió como el miembro del castaño comenzaba a hacer fricción con el suyo, gimió… pero Uruha no hizo caso y continuó besándole… un beso, un movimiento, un roce, un gemido, otro beso…

 

- ah… nhh… Shima… - pero sus súplicas no tenían respuesta

 

Aoi sentía un calor insoportable, la fricción era tan excitante que su respiración se cortaba con cada movimiento… sus brazos comenzaron a temblar por la posición en la que estaba aparte de soportar su peso y el de Uruha. El castaño dejó de atender con besos, también se estaba sofocando, posicionó sus labios peligrosamente cerca del oído de Aoi permitiéndole escuchar claramente su respiración agitada… se atenuaba y se hacía más fuerte… se alejaba y se acercaba más. Aoi cerró la boca y trataba con todas sus fuerzas no hacer ningún ruido pero Uruha comenzó a hacer los movimientos más rápidos… no aguantó… - ah… más… - y movió sus propias caderas haciendo un contacto detonante… ambos gimieron…

 

- estás… mojándote…

 

Aoi se sorprendió al escuchar tal frase y en un segundo ya tenía de nuevo el rostro de Uruha en frente, con esa linda y perversa sonrisa… un gemido le fue robado al sentir las manos del castaño sobre ambos miembros haciendo un contacto más íntimo y directo… comenzaba a masajearlos…

 

- ah… Shima… ya…

- que pasa?

- ah…

- oh… quieres más atención?

 

Aoi sintió como Uruha se alejaba de su cuerpo… quitó los codos del asiento del sillón para así sentarse completamente en el suelo y volver a recargar sus omoplatos, su respiración era agitada, trataba de calmarla mientras mantenía contacto visual con su compañero… cuando al fin empezaba a calmarse le fue arrancado otro gemido, Uruha le tomó el miembro una vez más.

 

- así está bien?

- ah… Dios…

 

Comenzó con movimientos lentos y suaves caricias en la punta con su pulgar, esto hacía sentir a Aoi como todo su sistema nervioso se erizaba, su respiración comenzaba a agitarse de nuevo de forma desenfrenada, gemidos salían uno tras otro… Uruha se acercó y comenzó a besarle lentamente mientras aumentaba la velocidad en su mano, en veces sólo acariciaba la longitud del miembro con sólo la yema de sus dedos y otras lo tomaba plenamente y hacia movimientos rápidos… entre los besos salían gemidos cada vez más sonoros.

 

- ah… n…… umm… - pronunciaba Aoi en cada oportunidad

 

Uruha no pudo aguantarse más y gimió de forma ahogada, separando un poco sus labios de los que besaba formándose una línea de saliva, esta calló hasta el mentón del moreno así que se dispuso a limpiarlo… comenzó por lamer la comisura de los labios, bajando hasta llegar al mentón y después volver a subir para lamerle los labios… este acto le distrajo deteniendo la masturbación, Aoi aprovechó y puso sus manos en el pecho del castaño para así empujarle y dejarlo tendido en el suelo.

 

- q-que rayos!? – se incorporó y al dirigir su mirada a Aoi, este estaba peligrosamente cerca de su vientre

- que quiero un poco más de atención? No te dejaré… sólo obsérvame

 

Aoi le presionó los hombros haciendo que se recostara de nuevo en el suelo y así poder sentarse en él, en su vientre, su trasero estaba muy cerca del miembro del castaño, casi rozándole

 

- que vas a hacer… Yuu?

- uhm… - sonríe con satisfacción – nada…

 

Y comenzó a masturbarse de forma lasciva frente a Uruha, moviendo las caderas al ritmo de sus manos… lenta y provocativamente… de su boca semiabierta salían sonidos penetrantes para los oídos del castaño y echaba su cabeza hacia atrás cada que su cuerpo se contraía… mientras tanto Uruha no podía hacer nada mas que sólo mirarlo atónito, conteniendo las ganas de tomarlo ya… de hacerlo suyo… pero que difícil es contener todo eso con semejante actuación frente a sus ojos y sobre su cuerpo! … sus manos llegaron a los muslos del moreno haciendo un poco de presión…

 

¿Para que apresurar el tiempo cuando todo es terriblemente excitante? ¿Por qué pedir que ya termine si en realidad pides a gritos que nunca se detenga? ¿Cómo es posible que la locura sea tal que los limites resultan ser absurdos y los destruyas con el mínimo rasguño de tu aliento?

 

En uno de los movimientos eróticos de Aoi, Uruha pudo sentir esa ajena piel tersa, caliente y sudada en su miembro… rozándole delicadamente…

 

-         ah… Yuu…

-         uhmm… ah…

 

Aoi lo encontró excitante así que dejó de masturbarse y comenzó a moverse de tal forma que sólo hubiera ese roce exquisito… cada vez más el miembro de Uruha se rozaba íntimamente con la entrada del moreno… ambos no paraban de gemir y Uruha estaba sobrepasando sus límites ante esto

 

-         Yuu…. Ah… nh… - le toma de los brazos y lo acerca a su rostro – déjalo ya…

-         N-no… no me toques… yo te daré placer…

-         Me lo das con tan sólo decir mi nombre…

-         Kouyou… - se lo dijo en un susurro cerca de su oído

 

No sabes en que trampa has caído… no sabes la magnitud del problema… no sabes que precio pagarás… no sabes nada hasta que te ves envuelto en los resultados de tus acciones.

 

Uruha estalló… en un movimiento quitó al moreno de encima de su cuerpo y lo tiró, de una manera no muy amable, al suelo… pudo escucharse un golpe sordo pero ninguna queja, sólo unas risas traviesas y llenas de deseo…

 

Uruha comenzó a besarle con toda la pasión que desbordaba en ese momento… beso que fue correspondido de la misma manera… Aoi tomaba la nuca del castaño intentado así profundizar aún más el endemoniado beso… poco después sus manos comenzaron a recorrer su cabello, bajando al cuello y hombros, los brazos, el pecho, el abdomen…. su miembro…

 

-         ah… Yuu…

-         no puedo más… ahh…. estoy llegando a mi límite…

-         no te quejes… yo lo acabo de sobrepasar…

 

Aoi comenzó a acariciar el miembro de Uruha pero este sólo le permitió hacer un par de movimientos… le retiró la mano y fue bajando su rostro poco a poco, observando a detalle esa hermosa, exquisita y tersa piel…

 

¿Desde cuándo se perdió el control de esto?

 

No tardó mucho para llegar hasta el miembro de Aoi… sin pensarlo un segundo, lamió desde la base hasta la punta en un movimiento lento y firme haciéndole exclamar

 

-         Lo siento – dijo mientras abría un poco más las piernas del moreno – pero no puedo contenerme más - y diciendo esto invadió su entrada con dos de sus dedos

-         AAHHH!!! …. Ah… - trató de calmarse un poco – y… ah… porque… me pides disculpas…? – sonríe

-         Nnhh…

 

Perdí el control… pierdo los sentidos…

 

-         Shima…

 

Uruha se perdía totalmente, ya no razonaba, sólo sentía… su cuerpo le pedía a gritos poseer la exquisitez que se movía bajo él. Los movimientos de sus dedos eran firmes y nada lentos… se notaba su deseo, su desesperación y ansias… Aoi sólo disfrutaba y deseaba… un gemido tras otro ante tal intromisión… pronto, un tercer dedo… los sacó… los metió… los sacó… los metió… los movió un poco y los volvió a sacar…

 

-         Yuu… - se posicionó entre sus piernas… - tu rostro en estos momentos es encantador - tomó su miembro y lo colocó ligeramente en la entrada del moreno – Yuu… - y lo introdujo hasta la mitad

-         AAHH… Ahhh… Oh… Dios…

 

Uruha esperó a que su compañero se calmara un poco… observaba cada expresión de su rostro y podía sentir como el aliento que salía de su boca movía el aire de ese lugar… al estar admirando esto no pudo contenerse, tomó las caderas de Aoi y dando un pequeño movimiento pudo entrar completamente en él, ambos gimieron y cruzaron miradas…

 

-         el suelo está caliente…

-         creo que el caliente eres tú – se mueve un poco dentro de Aoi

-         aahhh… ahh… estás igual, Shima – se incorpora para acariciarle la mejilla y cuello – no… parece que te derrites por dentro…

-         …. si….

-         ¿Por qué te pusiste serio?

-         No… no es nada

-         ¿Qué pasa?

 

El castaño no respondía nada, se limitó a seguir observado a su amante… “amante?... si… sólo por esta noche…”… le besó… de una forma lenta y suave, tratando de transmitir así lo que sus palabras tenían prohibido…

 

No tuve que esforzarme tanto, mi querido Shima, me lo haz dicho con esto… muero por que sea mi turno… quiero decirte lo que pasa dentro de mí

 

-         Shima… - interrumpe el beso – ah… espera…

-         No…

 

Un pequeño vaivén comenzó arrancando un delicioso gemido de los labios de Aoi… suficiente para hacer el acto algo erótico y lujurioso, estallando en cada movimiento todo aquel sentimiento que ambos guardaban durante tanto tiempo…

 

Uruha regalaba besos en el cuello y clavícula a la vez que le penetraba lenta y cariñosamente… el silencio era aturdido por los gemidos de ambos, sus miradas entrelazadas, suspiros que se perdían en el aire… con cada gemido se va nublando la vista

 

La piel se empapa de sudor, la temperatura no se puede medir, el cielo parece haber estado aquí abajo todo el tiempo, no se puede decir donde comenzó o terminó el dolor y el placer, cada célula viva vibra al ritmo del corazón… pero cómo podré decirte todo lo que pasa por mi mente si mi cuerpo hablando está… quiero llegar contigo al cielo… ¿me lo permites?

 

Uruha se detuvo por un momento y le dedicó a Aoi una mirada diferente, no hubo oportunidad de sorprenderse ni darse cuenta de lo que hacía, sólo se entregaron a ella… una mirada llena de amor… y comprendiéndolo sonrieron… Uruha tomó las caderas del moreno e intensificó el placer, quería sentirle todo, quería tocar todo…

Aoi se aferró a lo único que podía y eso fueron los hombros del castaño…

 

-         ahh… Kouyou…

-         uhmm… ahh…

 

“Me muestras tan claramente tus sentimientos, Shima… pero eres tan terco que te niegas a pronunciar palabra alguna… pero yo si lo haré… yo te lo diré… antes de que esa mirada desaparezca en ti”

 

Uruha estaba perdiendo el único sentido que le quedaba… no tardó mucho para que tocara el punto exacto del placer dentro de su compañero, al sentir esto hizo las penetraciones mas profundas haciendo al moreno gritar de placer, una y otra vez sin piedad, su propio cuerpo ya no era suyo… ya nada era de nadie más que sólo ese momento único…. Aoi comenzaba a arquear la espalda y sus dedos presionaban tanto los hombros del castaño que las uñas llegaron a encarnarse en su piel, pero esto era insignificante a comparación de lo que estaba pasando… un dolor a comparación del placer es nada…

 

Un nombre… una voz tenue que parece que pronuncia mi nombre… no distingo que es… pero siento que es para mi… mi alma está retumbando en tu alma… o es tu alma la que se ha incrustado en la mía?

 

Aoi gritaba el nombre del castaño, una y otra vez… pero era totalmente inútil…

 

El amor se derrama al salirse del corazón.

 

Y Uruha perdió el sentido del tacto… su cuerpo se contrajo en una fracción de segundo, cerró los ojos al mismo tiempo que un sonoro gemido se desgarró de su garganta, por unos segundos sintió no permanecer en este mundo, su respiración desapareció, su corazón parecía haberse detenido, no había tiempo ni nada a su alrededor… - Yuu… - fue lo único que mencionó antes de abrir los ojos lentamente para ver al moreno con la respiración agitada, mejillas ligeramente rojas y ojos cerrados… bajó su vista percatándose de que su ‘amante’ se había corrido manchando ambos cuerpos con esa deliciosa esencia mientras que él se había corrido dentro de este… sus sentidos empezaron a regresar sintiendo así un ligero dolor en sus hombros… le dirigió la mirada una vez mas pero esta vez de una manera diferente… una mirada serena… poco a poco salió de ese hermoso cuerpo, se acercó lentamente a su pecho depositando un tierno beso para después recargar su frente y así sentir la respiración bajar de ritmo, esto hizo que el moreno abriera los ojos…

 

-         Kouyou…

-         Uhm…?

-         Mírame…

 

Uruha levantó poco a poco la mirada hasta encontrarse con una sonrisa cargada de amor haciéndole sentir un escalofrío, fue inevitable el rubor en sus mejillas, desvió la mirada hacia un lado pero unas manos le tomaron el rostro para encontrarse de nuevo con esa sonrisa y ojos negros

 

-         Mi querido Kouyou…

-         …

-         Tengo que decirte algo…

 

Pero Uruha sólo estaba ahí para observar la belleza que le permitían ver sus ojos, se nubló de tanto que no sabía ni siquiera como formular una palabra…

 

-         siempre había anhelado este momento… quisiera preguntarte y decirte mil cosas… pero sólo me limitaré a decir una…

-         Yuu… - dijo con dificultad y sorpresa

 

No lo hagas por favor… no hagas que mi corazón se vuelva loco de nuevo, lo presiento, lo veo en tus hermosos ojos… no digas nada… sólo abrázame y olvida todo esto… haz que quede como un hermoso sueño

 

-         Kouyou… - sus dedos recorrieron lentamente las mejillas del castaño – te amo

 

Las palabras que condenan a los humanos deberían estar prohibidas en el mundo mortal e inmortal, sólo causan dolor y destrucción… pero si es así, entonces, ¿por qué se ha vuelto lo más preciado, buscado y anhelado por los mundos de todo el universo?

 

Uruha se quedó atónito y sin aliento… Aoi al ver esta reacción se puso serio pero después sonrió…

 

-         vas a quedarte…? – cerró los ojos mientras dejaba caer sus manos

-         Yuu…

 

La respiración de Aoi era tranquila, su pecho subía y bajaba lenta y pesadamente, el sueño lo había vencido…

 

No quería que esto pasara pero fue inevitable… si guardas algo por tanto tiempo termina por explotar…

 

Uruha observaba como Aoi dormía bajo su cuerpo desnudo, pero esa visión se fue nublando poco a poco… cerró los ojos y una par de gotas saladas cayeron sobre el pecho del moreno… después otras… y otras…

 

-         Yuu…

Notas finales: tarde algo de tiempo en revisar a detalle esta parte x__x quería que se entendiera todo, que se sintiera todo.. espero haberlo logrado ^^
ehh.. se me seco el cerebro XD bueno.. espero sus pervis.. ehm.. lindos reviews *o* muchas gracias por los anteriores! los amé

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