Espantoso juego del amor, en el cual es preciso que uno de ambos jugadores pierda el gobierno de sí mismo.
(Charles Baudelaire)
AMIGOS
Siempre habían sido amigos. Unos amigos del tipo que a los 6 juegan en el arenal toda la mañana, por la tarde van a la casa de la señora Uzumaki a comer sentados y muy aterrados, pero juntos, y por la noche suelen compartir cama, mientras un bracito blanco abraza como si fuera un peluche a su amigo de piel tostada.
Amigos del tipo que cuando entraron a secundaria lo hicieron a la misma, a pesar de que Sasuke se había mudado desde los 8 hasta la otra punta de la ciudad, para alejarlo de su hermano, pero que cada tarde tomaba su bicicleta para reunirse con su bonito amigo Naruto en el parque, que siempre tenia una piedrita curiosa, una pelotita nueva o algo que en sus manitas parecía tan valioso como una pepita de oro. Siempre le daba su nuevo tesoro con la frase:
-Es para Sasuke, para que vuelva mañana-
Sasuke asentía y se guardaba solemnemente el pequeño regalo en los bolsillos de sus pantalones cortos, dándole su propio regalo a Naruto: Un besito en la naricita simpática, seguido de la frase:
-Es para Naruto, para que me espere mañana-
Terminado el pequeño ritual se disponían a jugar juntos hasta que el Sol desapareciera, agitando los bracitos cuando se separaban, siempre tristes de que el día no durara un poco más.
Amigos del tipo que juntaban en el almuerzo sus pupitres, y compartían la abundante comida de Naruto porque como siempre a la madre de Sasuke no le había alcanzado el tiempo, porque sus horas estaban dedicadas al siempre perfecto y detestable hermano de Sasuke. Amigos del tipo que hacían las tareas juntos, Sasuke siempre explicándole al distraído rubio los problemas de aritmética, y Naruto siempre interrumpiéndolo para contarle lo que había soñado por la noche.
A Sasuke no le molestaban las interrupciones, porque en los sueños del rubito siempre estaba él en diferentes papeles; encarnado en una gigantesca pantera, en un vampiro bueno, en un cascanueces gallardo y en un príncipe temerario. Lo escuchaba con atención, contento de vivir en las noches oníricas de su amigo, pues de esa forma no podría olvidarlo nunca.
Amigos del tipo que se dan su primer beso juntos, para practicar para relaciones posteriores. Y luego pierden el control.
O eso deseó Sasuke cuando los labios tímidos del áureo rozaron los suyos en un toque temeroso, para alejarse cuando su temeraria lengua quiso adentrarse en la cavidad anhelada.
Todos pensaban que Naruto era el débil de la amistad, y que siempre necesitaba del astuto Sasuke para defenderse, su estatura mas bajita de lo común, su cuerpo delgado, su carita despistaba y sus ojos azul puro, le otorgaban esa apariencia de debilidad. En cambio Sasuke era el segundo mas alto de su clase, su rostro era mas bonito que el de las niñas pero su mirada negra desafiante asustaba a cualquiera que se le acercara con mala intención, fácilmente pasaba por un chico independiente y fuerte.
La realidad es que Naruto siempre se defendía de los golpes de los otros niños, que se burlaban de sus preciosas marquitas, golpeándolos aun si los superaban en número. Naruto era el tipo de chico que aun en el suelo seguía actuando testarudamente, como si llevara ventaja. Del tipo que sonríen aun en el funeral de sus padre para no preocupar a los demás, del tipo que empieza a reír para que Sasuke no vea que sus lagrimas salen a montones.
Eran tan amigos que sabían cuando el otro estaba molesto, aun si no lo aparentaba. Sasuke siempre se molestaba cuando el zorrito parloteaba con Sakura, cuando jugueteaba con Kiba y cuando dejaba que el idiota de Sai-senpai lo cargara en vilo y le apretara la nariz con dos dedos, en un cariñito para nada inocente. Naruto se molestaba cuando Sasuke lo ignoraba aun si solo era en una clase importante. Le gustaba que Sasuke pensara siempre en él, que lo viera mucho y le diera besitos en la nariz.
Amigos del tipo que van al mismo Instituto, porque no pueden estar separados, y se van a vivir juntos por el mismo motivo. Y terminan durmiendo en la misma cama por que dormir solos les produce nostalgia.
Sasuke casi tiene que atarse las manos para no acariciar la piel calida mas allá de lo que el rubio le permite, aunque siempre, luego de que está seguro de que el ojicielo esta dormido, levanta un poco la pijama marina y besa el abdomen, aspirando el olor frutal de la piel que tanto ama.
Amigos del tipo que piensan en el otro aun si creen no hacerlo, Naruto siempre ve el malhumorado rostro de Sasuke aún cuando se encuentra en la modesta oficina donde trabaja, creyendo estar concentrado en auditorias medianamente importantes. Sasuke piensa en los ojos de paraíso cuando está en medio de una junta, engañándose con el pensamiento de poder dejar de lado sus fantasías con su rubio en momentos que requieren tanta seriedad.
Son amigos simplemente, y Sasuke ha aprendido a conformarse con lo único que el rubio le dará con sinceridad; su amistad. Sabe, a pesar de no restregárselo a diario, que su zorrito no va a corresponder sus sentimientos, lo sabe tan bien como tiene la certeza de que ello no afecta a su desesperado amor.
Son amigos del tipo que se casan y siguen frecuentándose casi todas las tardes, cuyos hijos son también mejores amigos y cuyas esposas cambian recetas y van de compras. Sasuke, en especial, es el tipo de amigo que observa a su íntimo y secreto amor besar a su propio e intimo amor, con pasión y felicidad exultante, y no abre ni una sola vez la boca para expresar el dolor lacerante y asfixiante que siente, y en cambio esboza una sonrisa y bromea con su amigo al respecto.
Y Naruto, es el tipo de amigo que quiere tanto a Sasuke que se volvió egoísta, y prefiere lastimarlo con su fingida ignorancia, que alejarlo con las palabras que le separarían por completo del moreno:
-Yo sólo puedo verte como mi mejor amigo.
Y por ello calla, calla mientras ve la mirada de sufrimiento de Sasuke, sintiéndose repulsivo por no poder amarlo de igual forma.
Pero ese es el tipo de amigos que son.
Uno miente y el otro finge creer.
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