- Kai… hay algo que tengo que decirte
- “¿Kai? ¿Por qué me nombras así? No me asustes… siempre me hablas por mi nombre real, ¿por qué ahora… Kai?” … ¿Qué pasa? – su voz sonaba intranquila pero trataba inútilmente de no mostrarlo
- Escucha, esto es algo importante… - hace una pequeña pausa para verle a los ojos – muy… importante
- Te escucho… - dejó las hojas que antes leía en la mesa para prestar toda la atención a su querido amante
- Yo… tengo que confesarte…
~*~*~*~*~*~*~
Siempre te he amado… es increíble la manera en que te me acercaste, mirándome con tus ojos café claro, acercando tu delgado cuerpo... ligeramente… parecía que el viento te movía con toda esa elegancia y despreocupación…
Te acercaste y sólo dijiste “hola, eres uno de los nuevos, ne? Soy Miyavi, tu sempai ” … tu ego ya se podía notar entre esas palabras, pero aún así te sonreí, no soy un mal educado… te me quedaste viendo, ¿acaso me veo raro?... me sentí incómodo así que opté por seguir arreglado mi batería, los demás chicos estarían aquí en cualquier momento…
Entonces de tus labios salió un “¿cuál es tu nombre?”… rayos! Si fui un mal educado después de todo… volví a verte y tú lo hacías atentamente, me dio un escalofrío, hasta creo que me sonrojé… ¿qué clase de mirada es esa?... “Kai…” … no sé como es que lo dije… me sonreíste, pero esta vez era una sonrisa sin ese egocentrismo, era tierna… fue inevitable admirar tu rostro mientras tenías esa expresión, extraña pero hermosa, la delicada sonrisa en tus labios era hermosa… me diste miedo pero mis mejillas se sentían tibias… te devolví la sonrisa… “mucho gusto, Miyavi ” ... tu mirada seguía en mí pero gracias a Kami-sama alguien llegó a salvarme… “Hey Kai, nos llama el nuevo manager”… gracias Ruki, me salvaste de un ataque de nervios…
Me levanté y me despedí de ti con una reverencia pero tú sólo me sonreíste, eres extraño, sabes? … “Nos vemos pequeñín”… y te fuiste... Con molestar a Ruki así te ganaste su coraje pero después se llevaron bien, después de todo pertenecemos a la misma compañía, verdad? …. bueno... pertenecías…….
Los días, semanas, meses y unos cuantos años pasaron… era realmente agradable encontrarte en los alrededores del edificio, quedarnos platicando en los pasillos, que me invitaras a verte grabar era emocionante, esa manera de hacer música es agradable… cuando ibas a vernos mis nervios se disparaban, rayos! Concentrarme a veces era todo un espectáculo.
¿Por qué tardaste tanto en invitarme a salir?
- te ves muy bien, Yutaka
- gra-gracias…
- no vas a decirme lo mismo?
- No seas ególatra!
Tu risa, tus bromas, tus pláticas, tus pasos… todo era mágico.
Valieron la pena todos estos años tratándote como amigo ya que la relación que entablamos era hermosa… la forma en que tomabas mis manos me hacía perder la noción del tiempo…
- Yutaka… quiero tenerte
- Eh!? – mi rostro se tornó rojo
- No puedo contenerme más, no quiero esperar ni un minuto más… - tus manos acariciando mi rostro, perdiéndome en tus ojos, mi corazón latía a mil por hora, te diste cuenta, verdad? – y tú?
- Si… - un beso, un apasionante beso comenzó en esa noche – tómame, hazme tuyo, yo tampoco puedo aguantar más…
Fue una trampa, verdad? El invitarme a tu casa después del ensayo, después de darme besos en cada oportunidad que tenías, eso no lo habías hecho antes…
Las ropas en el suelo, tu aliento sobre mi cuerpo, dándome hermosos besos por toda mi piel, acariciando mi miembro, haciéndome gemir sin descanso… me hiciste venirme en tu boca… eres sucio y me encanta… me haces sentir tan sucio como tú… me encanta…
Te abriste paso para penetrarme dulcemente, en cada movimiento me hacías gemir y tú me acompañabas… tu piel está sudada, tu espalda está empapada… llegamos aun maravilloso orgasmo al mismo tiempo que las palabras de tu nombre salían de mi boca… “Te amo, Yutaka… te amo”… que palabras tan dulces me decías al oído mientras me quedaba dormido…
Y así fue durante un tiempo, disfrutando tu sonrisa, tu cariño, tus besos, tu calor…
- que hermosa sonrisa, Yutaka… sonríe así por siempre, para mí
Fueron tus últimas palabras dulces, lo recuerdo tan bien, me las dijiste un día caluroso, tomabas agua y de repente lo soltaste, me sentí morir… fue algo maravilloso que aún me hace estremecer… “siempre te sonreiré”… pero el siempre no existe… Después de eso empezaste a actuar raro… te sentía distante, ¿qué es lo que te pasa?, puedes hablar conmigo, sabes que siempre estaré ahí para ti… ¿Por qué te noto ansioso y perdido cuando hacemos el amor?, no te preocuparé con mis ideas tontas, seguro es presión y estrés, ne?
No… no me mires así, esos ojos opacos me dan nostalgia, siento que no los puedo tocar, no me hablas… no me tocas… ¿estás triste? No llores… yo te amo…
“El que debería de tener ese rostro soy yo…”
- Kai… hay algo que tengo que decirte
- “¿Kai? ¿Por qué me nombras así? No me asustes… siempre me hablas por mi nombre real, ¿por qué ahora… Kai?” … ¿Qué pasa? – su voz sonaba intranquila pero trataba inútilmente de no mostrarlo
- Escucha, esto es algo importante… - hace una pequeña pausa para verle a los ojos – muy… importante
- Te escucho… - dejó las hojas que antes leía en la mesa para prestar toda la atención a su querido amante
- Yo… tengo que confesarte…
- ¿qué pasa? ¿por qué estás triste?
“Yo soy quien debería estar derramando lágrimas…”
- Kai…
- Si…? “no me llames así!”
- Sabes que me iré de la compañía…
- Si, ya hablamos sobre eso y todo está bien, nos seguiremos viendo como siempre, eso no debe de preocu…
- Tengo una pareja... – interrumpió rápidamente al batero
- Eh…? – sintió como su cuerpo se paralizaba ante tales palabras
- Tengo… una pareja… es una talentosa mujer…
- Que… que dices, Miyavi?
- Y vamos a tener un bebé
- … “ves? Tenía razón… yo soy quien debería estar llorando… no tú…”
- Yo… bueno… eso es lo que tenía que decirte…
- No...
- Lo siento…
- No… - apartó la mirada y cerró los ojos con fuerza – no lo sientes…
- Kai…
- Me amas?
- Yo… uhm… tú lo sabes…
- No! No lo sé!
- … - sólo agacha su cabeza evitando verlo
- Dime… es hermosa?
- Si… muy hermosa…
- Ya veo… - su corazón sentía tanta presión como si el mundo estuviera encima de él – y… la amas?
- Si… y amo a mi bebé también…
- entiendo… - levanta el rostro de Miyavi con ambas manos y lo ve directamente a los ojos por unos segundos – no puedes amar a dos personas…
- Kai…
- Desde… desde cuándo estás con ella?
- Uh… - no sabía que hacer, no sería suficiente con un perdón, lo único que podía hacer en esos momentos era decir la verdad – ya tengo tiempo viéndola… y… el bebé… tiene meses… unos… 4…
- Desde que comencé a sentirte ausente en la cama… desde que comenzaste a privarme de besos y cariño… cierto?
- Por favor, Kai… perdóname…
- Miyavi… - le limpia una lágrima que caía sin prisa – vete con ella… ámala y cuida a tu hermoso bebé… serás un maravilloso padre… - una gran tristeza lo abrazaba en esos momentos, todo lo que conocía y sentía desapareció entre unas cuantas palabras
- he borrado tu sonrisa… - le retira las manos - …cómo quisiera nunca haberlo hecho…
- tal vez… debiste pensarlo antes de rozar tu cuerpo por primera vez con esa mujer – ásperas y frías palabras salidas del chico dulce con hermosa sonrisa – tengo que terminar esto antes de que los chicos y yo nos larguemos de aquí, así que… debo regresar a trabajar… Miyavi… les deseo lo mejor…
- Kai…
- Es doloroso escucharte decir Kai… sabes? No me gusta el drama, así que déjalo aquí, vete y sé feliz… - hace una pequeña pausa para tomar aire, su rostro completamente serio viéndole directamente a los ojos – nos vemos… - después de esas secas palabras volvió a meterse a su trabajo en las hojas que antes revisaba una y otra vez.
Miyavi no pudo decir una sola palabra, se levantó de la silla que había puesto frente al batero, caminó hacia la salida dando un último vistazo a una silueta fría y triste que no merecía estarlo… no… no merecía estarlo y lo ha hecho con sus propias manos, ha provocado toda esa tristeza a la persona que amaba… pero… tal vez no lo amaba tanto como pensaba…
- pero te juro que te amé hasta lo más profundo de mis huesos…
Frase que no fue escuchada, sólo unos huecos pasos en el pasillo alejándose poco a poco y una garganta a punto de deshacer el nudo que con tanto esfuerzo capturó…
Estaba cansado sentimentalmente, no podía concentrarse en el trabajo así que lo dejaría y tal vez mañana pueda terminar, sería mucho mejor ir a dormir… Se dirigió directamente al estudio de grabación, muchos ya se habían ido y seguro los chicos estaban esperando irse con ansias en las afueras del edificio… quería estar solo unos momentos pero cuando llegó estaban los 4 ahí esperando, maldición! Mejor se hubiera ido a los baños…
- nee Kai, ya quedó? – preguntó Reita ansioso al verlo llegar
- etto… no… creo que mañana… será mejor irnos
- eh… - la voz opaca de Kai lo preocupó – en serio?
- Pasa algo? – pregunta Ruki al verlo tan serio
- Sólo estoy muy cansado y ya no rindo – sonríe forzadamente
- Si, tienes razón – se levanta Aoi de la silla – te ves muy mal
- No soy el único ¬¬
- Estás seguro? – insiste el castaño
- Si, Uruha… vayan todos a descansar
- No vienes? – se le acerca Reita
- Sólo dejo esto – levanta las hojas – adelántese, si?
- Está bien, no hagas trampa y te vienes
- Ok ^^
No muy convencidos de la actitud de su querido batero, los cuatro salen del estudio… Kai esperó un poco hasta sentir que sólo el silencio y él estaban en esa habitación… caminó un poco, suficientes 5 pasos antes de caer hincado al suelo… el nudo que con tanto esfuerzo mantenía en su garganta terminó por deshacerse y sus ojos estallaron dejando caer delicadas lágrimas, llenas de dolor y tristeza… caían unas tras otra sin parar… una presión en su pecho le obligó a sacar el aire con pequeños gemidos dolorosos, ojala pudiera gritar acompañando a sus queridas lágrimas pero seguro sería tan ruidoso que vendrían a ver que rayos pasaba, así que trató de ahogar todo ruido pero era un acto casi imposible, no podía contener tanto, no podía parar las lágrimas, no sabía ni cuanto tiempo llevaba en esa posición tan embarazosa…
Porque… porque… porque…? Una pregunta sin terminar de formular y una respuesta que jamás vendría a él… tanto tiempo que pasó al lado de la persona que llegó a amar con todas sus fuerzas, con toda su alma, esa persona se esfumó tan rápido como había llegado… sin aviso… sorprendiéndolo… ¿acaso todo el tiempo que pasaron fue una mentira? Que dulce fue todo ese tiempo… ¿guardaría los momentos maravillosos como oro en su corazón? Tal vez no… tal vez si… sólo quería sacarlo de su mente, de su corazón, de su cuerpo… el pecho le presionaba cada vez más haciendo que se quejara… las lágrimas que caían al suelo comenzaron a formar figuras amargas… que torpe… ¿Por qué? ¿Por qué no le amó como tanto decía? ¿Qué hizo mal? ¿Qué es lo que provocó que le dejara de amar? Acaso… acaso…
Fue sacado de sus pensamientos ahogados en lágrimas al sentir unos brazos rodeando su torso y un beso depositado en su nuca…
- que…?
- Eres un tramposo… te quedaste aquí solo…
- Re… Reita…
- Crees que te íbamos a dejar solo para que llores así?
- Eh? – a su izquierda llega Uruha y le abraza – Uru…
- Eres un tonto, Kai – la voz del castaño era suave
- No nos vuelvas a hacer esto… - Ruki lo abraza por el lado derecho
- Ruki… - su garganta volvía a sentirse con un nudo…
- ¿Pensaste que nos la creímos de que estabas cansado? – Aoi se pone frente a él – esa actitud no va contigo, ¿dónde quedó tu sonrisa? – pone una de sus manos en su cabeza proporcionándole suaves caricias
- Ugh…. – sus ojos volvieron a llenarse de agua – acaso… ¿acaso nunca me amó? ¿Por qué nunca…? ¿No fui suficiente para él? ¿Que vio en mi? … no… no puedes amar a dos personas… dejó de amarme y se forzaba a creer que si… eso duele… eso duele… - rompió en un terrible llanto, tomó la camisa de Aoi y hundió su rostro en su pecho mientras lo demás aún seguían abrazándole – dejó de amarme y se mentía! Me dio la espalda cuando le daba mi corazón… eso duele… eso duele!!
Su llanto y sus palabras retenidas fueron terriblemente soltadas esa noche, dejando salir su tristeza y coraje ante la declaración que le terminó de romper su corazón, pero ahí estaban sus mejores amigos, abrazándolo y suavizando la caída de las lágrimas agrias, no estaba solo… ahora tendría la suficiente fuerza para recoger los pedazos y pegarlos parte por parte… recuperar la sonrisa que aún no sabe a donde fue… volvería a caminar, volvería a amar… volvería a sonreír… ¿cuándo? No lo sabe nadie… pero dará lo mejor de si… con la fuerza que esos abrazos le proporcionan…