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El novio de mi hermana. por pervertbunny

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Notas del fanfic:

Este es mi segundo original y mi primer One-shot espero que les guste, ¡PB de vuelta!, ya tiene tiempo que lo escribí pero hasta ahora me animo a subirlo. Gracias Dianita por tu ayuda, apoyo y consejo... Lean y comenten plz.

Notas del capitulo:

Bueno yo aquí de vuelta, jejeje este es mi segundo original espero que les guste, perdon a las que me leen en "Amor es arte" pero la escuela me tiene de un lado para otro, prometo que lo actualizaré apenas pueda... bueno disfruten este One-shot, espero que sea de su agrado.

*NOTA: los parentesis no son notas de autor, son pensamientos más profundos del personaje.

Quién lo podría decir: que mi vida se ha arruinado a mis 18 años, me siento una basura, mi autoestima esta más abajo que los suelos y todo por el amor, si, todo por eso.

 

Hace unos cuantos meses paseaba por la calle, todo iba normal, salía de la preparatoria después de un examen de química bastante complicado y era todo lo que me preocupaba por el momento; como termine temprano y no tenía nada que hacer, decidí salir a la plaza para tomar un café o algo por el estilo.  Pero bueno, no ese es el punto, el que haya tomado café o no ese día no es lo que me deja en estas condiciones: si no fue él, ese hombre risueño, de ojos aceitunados, cabello negro y corto, y su tez morena clara, una belleza andando. Lo conocí en la cafetería, se había sentado en una mesa continua a la mía, de manera que quedamos frente a frente, yo no podía quitarle los ojos de encima, era amor a primera vista, en algunos momentos cambiábamos miradas y sonreíamos.

 

Desde ese día empecé a ir a esa misma cafetería, con la ilusión de encontrármelo y para mi suerte así fue, gastaba todo mi dinero en ir ahí, ya sabía que días iba, que días no, era sensacional podérmelo encontrar “accidentalmente”, en el mismo lugar, a la misma hora, los mismos días; al parecer le agradaba, pues nunca se quejó o me puso mala cara, hasta que un día decidí hablar con él.

 

Estaba tan emocionado, era una persona agradable, con una voz muy varonil y su risa era melódica, mi corazón latía a mil por hora cuando la escuchaba. Me dijo que se llamaba Josue, que tenía 21 y que era estudiante de psicología, yo le comenté que mi hermana mayor también estudiaba eso, le pregunté que si no la conocía,  le dije que se llama Miriam… pero el haberla mencionado fue mi perdición, él la conocía, era una de sus mejores amigas. Al principio me emocionó la idea, mi hermana sabía de mis preferencias y siempre pregunta por mi vida amorosa, pero como nunca había tenido suerte (y nunca la tendré) no le había contado, pero en esta ocasión iba a ser emocionante, la persona que me gustaba era uno de sus amigos, tuve la inocente idea de pedirle ayuda, pues realmente me gustaba.

 

Durante un mes lo estuve observando, durante 2 meses más fui su amigo, para después… convertirme en su cuñado, por alguna estúpida razón no le pedí ayuda a mi hermana, así que mi hermana no sabía mis sentimientos por su amigo, ahora novio. Recuerdo cuando vino a mi casa con él: traía una sonrisa de oreja a oreja, llamó a mis papas y les presentó a su nuevo novio, con el que llevaba saliendo ya dos semanas. Ese día mi corazón se partió en dos, me encerré en mi cuarto con el pretexto de tener sueño, pero obviamente no era por eso. Lloré amargamente, la persona que me gustaba era novio de mi hermana mayor.

 

Pero ahora hablemos de estos últimos días, ellos ya tienen 3 meses saliendo, y desde que se hicieron novios dejé de ser su amigo, dejé de ir al café y también traté, pero no logré, dejar de quererlo.  Ah, pero ahí no terminan mis congojas, la cosas avanzan de mal en peor, él, al no saber lo que sucede, siempre trata de hablar conmigo, de platicar libre y sin compromisos como antes, pero no sabe que su presencia me lastima; y ahora va lo peor, ayer los escuche “haciéndolo”, regresaba de la escuela temprano, mi hermana desde hace unos días que salió de vacaciones y ese día no tenía que trabajar, apenas entraba a mi casa y justo cuando me dirigía a mi habitación los escuche, fue tan doloroso, yo quería estar en lugar de mi hermana, estaba más que ardido.

Corrí a mi habitación, tiré todas mis cosas al suelo, me quite todo el uniforme y me dejé caer en la cama, abrase la almohada fuertemente, empecé a llorar  de nuevo, “no quiero verlo nunca más”, me repetí un buen rato, pero no pude estar ahí mucho tiempo, así que decidí ir a la sala, no podía dejar de pensar en los gemidos que había escuchado, menos en los de él, tan suaves como su voz; me senté en el sillón que se encuentra enfrente del televisor y lo prendí al máximo volumen, talvez eso me haría no escucharlos, ni recordarlos.

 

Estaba tan destrozado que me dormí mientras lloraba, aunque fue bueno, pues no vi cuando se fue de la casa, realmente odiaba mi situación, el que tu hermana sea la novia del chico que te gusta.

 

Y ahora hablemos de hoy: no se como pero estoy en mi cuarto, talvez lograron despertarme un poco, lo suficiente para que caminara a el, o alguien me cargó hasta aquí, pero eso es casi imposible, no es que mi padre sea un viejo pero su espalda no soportaría cargar a una persona como yo. Me levanté de la cama y me miré en el espejo, mis ojos están muy rojos, entonces recuerdo porqué lloraba; demasiado lastimado estaba como para agregarle algo más al paquete de penas.

 

No tenía ganas de tomar el desayuno, solo me quedé sentado en la cama, pensando, llorando en silencio, entonces entra mi hermana, no escuché que tocaba la puerta de lo tan distraído que estaba, empezó a gritarme un montón de cosas, las cuales no entendí, pero al verme se quedó callada y se acercó a mi para preguntar que sucedía, ¡realmente debo tener mal semblante!

 

-Por el amor de dios, ¿Qué te sucede Iván?- me preguntó ingenuamente, me dio ganas de decirle y gritarle muchas cosas, pero ella no se tiene la culpa, de hecho ni él se tiene la culpa, nadie la tiene, solo fue el amor.

 

-No tengo nada- me acosté bocabajo para cubrir mi rostro.

 

-Eso no es cierto, tus ojos están rojos, estas pálido, traes ojeras- me acarició el cabello-¿lloraste mucho verdad?

 

-¡Nunca tengo suerte!, siempre termina todo mal- dije con la voz quebraba.

 

-Ya veras que algún día llegará alguien solo para ti.

 

-Es que, he creído encontrarla, pero… todo salio tan apestosamente mal.

 

-¿Quién es él? ¿Lo conozco?- preguntó inquieta.

 

-Vete por favor, quiero estar solo- le pedí bastante molesto.

 

-¿No vas a venir a almorzar?

 

-¡Lárgate!

 

-Calmado, calmado, me retiro- se disculpó pero antes de salir…- en la noche va a venir Josue, ¿quieres salir con nosotros?- me preguntó tratando de solucionar las cosas, sin saber que solo las arruino

 

-No te quiero ver, LARGATE- le grite mientras le lanzaba una almohada y le pedía de mala manera que se retirara.

 

Después no se que más paso,  sentía que mi cabeza iba a estallar, me la había pasado llorando todo el día, tomé algo para el dolor y me dormí nuevamente.

 

-Josue-

 

Quién lo podría decir: me he enamorado de el hermano de mi novia, aunque, bueno realmente nunca e estado enamorado de ella, solo fue una razón para acercarme a su hermano menor; ¡es una completa estupidez!, pues no funcionó (ya que desde que se enteró de que era novio de su hermana se alejó de mi), además de que solo estoy jugando con los sentimientos de una amiga.

 

Lo conocí una tarde en un café, casualmente no sentamos de tal manera que estábamos uno enfrente del otro, con solo verlo me enamoré de el, su piel levemente tostaba, con su cabello hasta los hombros color negro y sus ojos cafés, delgado, como me gustan, pero bien proporcionado. Al principio solo fue una tracción física, una bonita persona con la que puedes deleitar la vista un rato, pero después me lo encontraba casi siempre, en el mismo lugar, a la misma hora, los mismos días; debo aceptar que en algún momento me creí loco, pues nunca hablamos, solo nos veíamos, parecía que le agradaba y el me agradaba a mi, todo eso parece casi irreal, como sacado de una película ( o de una mente loca obsesionada con los hombres gay, pero eso ya es otra cosa). Pero lo más sensacional fue cuando se acercó a mí, en ese momento me di cuenta de que no era algo creado por mi mente, sino que era de verdad. Se presentó, me dijo que se llamaba Iván, que tenía 18 años y que estaba cursando su último semestre en la preparatoria; estaba tan emocionado, parecía un ángel, su voz tan suave, con solo escucharlo me sentía calmado.

 

Pero arruine todo lo que había pasado, el me comentó que su hermana estudiaba lo mismo que yo, que tenía la misma edad y que estaba en la universidad en la que yo estudio; resultaba ser el hermano menor de una de mis mejores amigas; en eso tuve la maldita idea de salir con su hermana para lograr acercarme a él, si, tipo película, ¡pero soy un idiota!

 

Ya llevo con ella 8 meses y no sé como cortarla, realmente las chicas no me atraen del 100% y lo peor es que ayer lo hicimos, ella me lo llevaba pidiendo desde tiempo atrás y no tuve de otra. ¡Pero como soy idota!, pude haber usado esa razón para deshacerme de esa relación.

 

Hoy voy a salir con ella, pienso cortarla, tendré que ingeniármelas, talvez le diga la verdad, no la pura verdad, pero sí de que estoy enamorado de otra persona. No tengo ganas de verla, la quiero como una amiga, pero estoy arto de toda esta farsa.

 

(Horas después)

 

 

Ella lloró mucho, me comentó que no quería salir, pues estaba preocupada por Iván, después no me quedó más de otra que hablar con ella ahí. Al principio me rogó que intentara estar con ella, pero le dije que no podía y esa era la única verdad, que amaba a otra persona.

 

-¿Quién es?- me preguntó entre lágrimas.

 

-No puedo decirte.

 

-Porqué hoy nadie me dice nada.- no entendí a lo que se refería.

 

-¿Perdón?- le pregunte

 

-Iván esta muy mal, no ceno anoche y hoy no ha comido nada, esta de mal humor, esta pálido y lo peor es que trae roto el corazón como yo, no me quiere decir que le sucede. Desde hace mucho que no se parece en nada a mi hermanito- me dijo tratando de secarse las lágrimas en mi hombro.

 

-De él estoy enamorado- traté de decir, las palabras salieron casi inaudibles.

 

-¿DE QUIEN?- se separó de mi y me miró inquisitivamente.

 

-De tu hermano- bajé la mirada-, siempre estuve enamorado de él- le confesé.

 

Sus ojos nuevamente se llenaron de lágrimas, se levantó del sillón, estaba confundida.

 

-Solo cuídalo, no le hagas daño como a mí- me pidió de manera muy fría – esta en su habitación- me indico con el dedo sin mirarme, salió de la sala aporreando la puerta.

 

No sabía que hacer, no le dije que la use, pero si que, al que realmente amaba era a su hermano, estaba indeciso no sabía que hacer. Hasta que me decidí, caminé en silencio hacía la habitación que me había indicado. Entré sin tocar, muy mal educado por mi parte, pero sabía que no estaba en buenas condiciones y talvez no me abriría; por suerte estaba dormido, pero eso no le quitaba ese horrible semblante, me había dando cuenta de que se había convertido en un huraño, o por lo menos conmigo se había portado muy cortante, esa bella sonrisa se había cambiado drásticamente por una línea recta en los labios; y ahora empeoraba, estaba pálido, traía ojeras y lágrimas secas.

 

Acaricie su cabello, apretó los ojos, deslicé mis dedos por sus mejillas para quitar los rastros de lágrimas, toqué sus labios con la punta de mis dedos, eran tan suaves, al parecer era lo único que permanecían iguales a como lo conocí, la tentación me ganó, sus labios estaban entre abiertos, tentándome a que los besara y justamente eso hice, me acerque lentamente y uní mis labios con los suyos en un dulce beso. Al principio, se quedo quieto, pero al no poder respirar se despertó, se quejó y me empujó fuertemente.

 

Iván

 

 

 

La cabeza ya no me dolía, solo descansaba la vista (una forma de decir que no estaba completamente dormido), escuché que alguien abrió la puerta, sentí unas manos acariciarme suavemente, al principio pensé que era mi hermana, pero esas manos eran más grandes y calidas que las de ella, entonces, ¿Quién era? Cuando quise averiguarlo sentí como unos labios se posaban en los míos, al principio no hice nada por la impresión, pero luego tomé por los hombros al acosador y lo empuje, después me senté para poder bien quien era. Me quedé sin palabras, era Josue.

 

-¿Qué haces?- le pregunté con la voz quebrada.

 

-Lo siento, no pude detenerme- se disculpó algo sonrojado.

 

-Bueno, Miriam debe estar en su habitación, no le diré nada, ¡vete de aquí!- le ordene de manera seca, casi venenosa, mientras tomaba la sabana y me acostaba de nuevo, acurrucándome, apretando mis piernas en mi pecho, el dolor era insoportable, pero ahora, ¿Por qué el me a besado?

 

-Miriam y yo, ya no somos novios, hoy la e cortado- me dijo mientras desobedecía lo que le había pedido y se sentaba a mi lado.

 

-Bien por ti- me hice a un lado.

 

-Pero la dejé porque realmente nunca me a gustado, el que realmente me gusta…- se acercó a mi oído- eres tú.

 

Mi corazón había latido de nuevo, mis ojos se llenaron de lágrimas de alegría.

 

-…- me levanté y lo mire incrédulo, sonrojado también. Me abalancé a sus brazos, le besé la mejilla emocionado, el igual lo hizo y así nos besamos hasta encontrarnos con nuestros labios, en un beso delicado y lento.

 

-Tu también me gustas, desde que te vi en ese café, supe que eras para mi- le confesé.

 

-Pensé lo mismos- me susurró en el oído.

 

-¿Pero por qué empezaste a salir con mi hermana?- le pregunté algo molesto, mientras lo dejaba de abrazar – me dolió demasiado que estuvieras con mi hermana y no conmigo.

 

-Fui un idiota, pensé que así me podía acercar a ti- me dijo cabizbajo.

 

Lo abrasé de nuevo, no me importaba, ahora soy feliz porque nos amamos mutuamente, todo lo que a pasado, ya no me afecta, a fin de cuentas estoy con el pero… todavía tengo una duda.

 

-Ayer los escuche en la tarde- le comenté- no fue mi intención- resalté- pero por eso estaba así, sentí que me iba a caer en pedacitos,  no puedo dejar de pensar en eso.

 

-Realmente yo no quería, pero tu hermana insistió, no quería que lo escuches, no quiero lastimarte, se lo prometí a tu hermana…

-¡Mi hermana lo sabe!

 

-Hoy se lo tuve que decir.

 

-Ella me odiara.

 

-No te preocupes aré todo lo posible para que eso no suceda.

 

Josue.

 

Ambos estábamos enamorados, no necesitaba acercarme a él, porque el ya estaba cerca, solo era abrir los ojos y dejar de hacer tonterías, pero no lo quise hacer desde un principio.

 

Me acerqué a él, tenía un deseo inmenso de tocarlo, hacerle el amor. Nos besamos atrevidamente, le mordí el labio superior provocando que gimiera; me separé para observarlo, se veía hermoso, sus labios sonrojados y sus mejillas de la misma manera.

 

Nos miramos, pidiéndonos permiso mutuamente, lo recosté delicadamente en la cama, me quité los zapatos y cubrí su cuerpo con el mío, abrazó mi cuello y me besó, descendí por su barbilla hasta llegar a su cuello, empecé a besarlo ahí, haciendo que corrientes eléctricas pasaran por nuestros cuerpos. Con sus delicadas manos desabrochó mi camisa y toco mi cuerpo logrando excitarme.

 

 

Iván.

 

Toqué su cuerpo con fuerte deseo, había soñado con eso y ahora era real. Me quitó la camisa de la pijama y besó mis pezones, haciendo que me estremeciera fuertemente, no pude evitar gemir mientras lo hacía, deslice mis dedos por sus costados, al parecer le gustaba que hiciera eso, con algo de timidez coloqué mis manos en sus glúteos,  eran firmes y suaves, estaba feliz de lo que estaba pasando.

 

Poco a poco fue bajando su mano, no dejaba de besar mi pecho y ahora su mano estaba introduciéndose en mi pants, suspire al sentir sus calidas manos estimulando mi notable erección, lo hacía lento, al compás de sus besos; pero yo no me podía quedar atrás, deslicé mi mano derecha y desabroché su pantalón, tomé su miembro y con el mismo ritmo que el llevaba lo empecé a masturbar.

 

Josue.

 

Sentí sus manos en mi parte íntima, estaba perdiendo la cordura, no podía aguantar más y sin pedirle permiso, introduje un dedo en su entrada, soltó un leve gemido.

 

-¿Es tu primera vez?- le pregunté directamente, el negó con la cabeza.

 

Así seguí introduciendo mis dedos, 1, 2, hasta llegar al tercero; su espalda se arqueaba de placer, se tapaba la boca con las manos para no dejar salir sus gemidos, pero eso no me estaba gustando…

 

-Quiero escucharte- le dije mientras delicadamente le quitaba las manos de su boca.

 

-¡Nnn! No- se sonrojó y apretó los ojos algo avergonzado.

 

-Quiero que me veas- le pedí en un susurro, abrió los ojos.

 

-¡AH!- gimió cuando sintió que sacaba mis dedos y los remplazaba por mi miembro.

 

Iván.

 

Quería escucharme, al principio fue vergonzoso, nunca me gustaba que me escuchen gemir, pero en esta ocasión me sentí un poco más seguro, el estaba siendo dulce, no me estaba obligando ni lastimando. En esta ocasión e tenido suerte de encontrar alguien que sea para mi.

 

-¡AAAHHH!- gemí, casi grité cuando estuvo por completo dentro de mi. Nos quedamos quietos por un rato y empezó a embestirme suavemente.

 

Así estuvimos, haciéndolo por un buen rato, hasta que ambos nos venimos, uno sobre el otro, respirábamos agitados mientras nos sonreíamos.

 

Desde ese día nos hicimos novios, al principio mi hermana nos rechazó y durante un tiempo no me habló, pero yo constantemente le pedía perdón, creo que solo nos pudo hablar cuando entendió que ambos nos amábamos y de que yo era feliz con él, a pesar de todo lo que había pasado.

 

Josue.

 

Al fin había encontrado alguien especial para mi, estuvimos saliendo durante mucho tiempo y aunque Miriam dejó de llevarse conmigo por un buen rato, después yo hablé con ella, le conté todo, le dije que era un tonto y que si a alguien debía de odiar no era a su hermano menor, sino a mí.  Ella comprendió.

 

Ahora soy la persona más feliz, tengo a la persona más linda como novio; después de un tiempo de salir, nos pasamos a vivir juntos, compartimos de todo. Somos el uno para el otro y nos amamos.

 

FIN.

 

Notas finales: Dejen su Review... y de nuevo Gracias a Dianita... eres mi salvación.. ya había perdido a una editora (PF) y tu bajaste del cielo y me ayudaste (lagrimas) voy a hacerte un altar... (¬¬ tampoco!) pero bueno. BYe, nos vemos en la proxima.

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