Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a su autor Kishimito-sama, este fic lo hice solo y únicamente como diversión
Parejas: NaruxSasu
Beta: Usarechan
Aclaraciones: En recuerdo del terremoto del 19 de septiembre de 1985.
Advertencia: Contiene yaoi, mpreg, drama, muerte de personaje.
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¿Por qué?
Parte Iº
Namikaze Naruto era un joven de 25 años recién nacionalizado en México, proveniente de Japón y dueño de una importante empresa; estaba casado con Uchiha Sasuke de su misma edad. Actualmente vivían en la ciudad de México, en un pequeño pero acogedor departamento en la colonia Roma. Ambos tenían un pequeño de seis años que era la viva imagen de su papi: Sasuke.
Eran las 7:00 am de la mañana del 18 de septiembre del año 1985. La familia Namikaze se preparaba para un nuevo día.
Naruto se encontraba en la cocina preparando el desayuno y el almuerzo que su pequeño se llevaría a la escuela.
—Dobe —aquella sensual voz sacó una sonrisa al rubio; miró a la puerta encontrándose con un joven azabache de piel clara, hermosos ojos negros y luciendo un embarazo de casi nueve meses.
—Sasuke. No deberías estar levantado ttebayo —lo regañó el rubio.
—No soy un enfermo terminal, usuratonkashi —gruñó el azabache mientras se sentaba en una de las sillas con ayuda de su esposo.
—Lo sé —dijo con una sonrisa — ¿Quieres desayunar fruta o huevos ttebayo?
—Fruta —respondió simplemente — ¿Sousuke aun no se despierta? —le preguntó a su esposo —Llegará tarde a la escuela.
—Se está bañando —le respondió colocando un tazón con fruta picada con un poco de granola y miel —. María llegará un poco más tarde así que estarás solo por una hora. ¿Quieres que me quede hasta que llegue? —le preguntó preocupado.
—Puedo cuidarme solo, dobe —gruñó el azabache.
—Eso lo sé —respondió con una sonrisa nerviosa —. En la tarde te internarás, ¿cierto? —Sasuke asintió.
—La cesárea será a las 7:00 pm —Naruto dejó escapar una sonrisilla boba; le hacía tanta ilusión la idea de tener a su hijo menor entre sus brazos, tomar su manita, ver su carita.
—Hoy solo iré a dejar a Sousuke a la escuela.
—Ya lo sé —vociferó el azabache molesto, mientras comía un trozo de fruta.
Ambos se mantuvieron en silencio, lo cual fue interrumpido por las pisadas y posteriormente la voz de un pequeño de seis años que, si bien era la viva imagen de su “mami” a lo que físico se refería, había heredado el mismo carácter extrovertido y alegre de su padre.
— ¡Buenos días mami! —exclamó el pequeño azabache —Buenos días hermanito o hermanita —dijo acariciando el vientre de Sasuke.
—Sousuke, sabes que no debes correr ni gritar de esa manera cuando entres a una habitación —lo regañó Sasuke.
—Lo siento mami —se disculpó el niño, bajando la cabeza.
—No te preocupes, Sou-chan —habló Naruto regalándole una hermosa sonrisa —. Anda come tu desayuno o llegarás tarde a la escuela.
—Si otousan —respondió el pequeño.
A pesar de que la familia Namikaze era bastante adinerada, preferían las cosas simples, era por eso que vivían en un apartamento y no en una casa y la escuela en la que Sousuke iba, aunque se trataba de un colegio privado no era la clase de escuela a la que se esperaría fuera el hijo de un empresario extranjero.
Una joven de 18 años entró a la cocina cuando el rubio lavaba los platos; se trataba de María, una estudiante universitaria que cuidaba de Sousuke por las tardes mientras sus padres trabajaban.
— ¡Mary! —chilló el niño antes de lanzarse a abrazar la pierna de la mujer.
—Hola pequeño diablillo —dijo la mujer cargando al niño que dejó escapar una pequeña risilla.
—María, llegaste antes —sonrió el rubio —. ¿No tenías clases a está hora?
—Sí pero el maestro se reportó enfermo y solo teníamos una clase el día de hoy.
Naruto dejó escapar un pequeño suspiro de alivio. Estaba preocupado de dejar solo a Sasuke, pues el bebé podría decidir llegar antes de lo previsto.
—Bueno, ya nos vamos —dijo Naruto antes de besar los labios de su amado a modo de despedida —. María te encargo a Sasuke-teme ttebayo.
—No se preocupe Sr. Naruto, cuidaré bien del Sr. Sasuke.
—Regresaré en un par de horas. Si….
—Ya lárgate de una vez dobe —lo regañó el azabache. Si lo dejaba seguir despidiéndose, su hijo llegaría tarde a la escuela.
Naruto hizo un pequeño puchero antes despedirse e irse junto a su hijo. Sasuke dejó escapar un suspiro de cansancio.
— ¿Quiere que le lleve lo de costumbre a su estudio? —preguntó María con una pequeña sonrisa.
— ¿Tú también vas a empezar, María? —habló con hastio —No soy ningún inútil.
—Sé que no es ningún inútil, Sr. Sasuke —le aseguró la joven —, pero su avanzado estado de embarazo le impide hacer muchos esfuerzos o podría lastimar a su bebé, ¿Quiere que eso ocurra?
Los matrimonios entre hombres no eran muy comunes en un país como México, donde la cultura machista estaba presente en casi todos los aspectos de la sociedad; tal era el caso que de cada cien embarazos solo uno era un doncel.
18 de septiembre de 1985 Hora: 14:00 hrs.
Sasuke y Naruto se iban de camino al hospital General donde nacería su hijo menor. Mientras manejaba, Naruto se percató del extraño semblante que el azabache temía.
— ¿Te sucede algo? —le preguntó preocupado, deteniéndose a causa de la luz roja.
—Madre llamó antes de que llegaras con Sousuke —le dijo sin mirarlo.
— ¿Todo esta bien? —preguntó preocupado, no era muy común que Mikoto llamara y si lo hacia era por que algo malo había sucedido.
—Sí, todos están bien —respondió.
— ¿Entonces?
—Preguntó si nos encontrábamos bien. Parecía muy preocupada.
—Seguramente no es nada ttebayo —dijo Naruto dando marcha nuevamente al vehículo.
Naruto se encontraba preocupado, por alguna razón aquella llamada de su suegra lo había dejado intranquilo. Al poco tiempo llegaron al hospital, Sasuke fue internado y posteriormente trasladado al quirófano donde le practicaron una cesárea.
Sasuke había dado a luz una hermosa niña con un mechoncito rubio y piel tan blanca como la suya. Tan pronto como había nacido la niña había sido trasladada a los cuneros y Sasuke a una habitación para que se recuperara.
— ¿Estás seguro que no quieres que me quede ttebayo? —le preguntó Naruto preocupado.
—Estaré bien dobe —le aseguró por décima vez —. Vete de una vez.
— ¿Estás seguro? —volvió a insistir —. Si quieres puedo llamar a María para que se quede con Sou-chan.
Sasuke puso los ojos en blanco; si no fuera por su reciente operación, se levantaría de la cama para ahorcar a su marido.
—Está bien, está bien, ya me voy ttebayo.
Naruto sabia que la razón por la que Sasuke quería que se fuera, era por que no deseaba que Sousuke se quedara solo –no es que no confiaran en María –; creía que de hacerlo, su hijo comenzaría a pensar que ya no lo querían.
—Vendremos mañana —le dijo antes de besar los labios de su esposo —. Te amo.
Extrañamente, Sasuke había sentido un vacío cuando Naruto dijo aquello, era como si algo malo pudiera pasar.
19 de Septiembre de 1985 Hora: 6:00 hrs.
Ese día el pequeño no iría a la escuela, pues su padre le había prometido llevarlo a conocer a su hermanita.
— ¡Despierta papi! —exclamó el niño saltando en la cama de su padre para que este despertara, ocasionándole un fuerte susto.
— ¡Sou-chan! —exclamó Naruto, tomando a su hijo y acostándolo en la cama para hacerle cosquillas.
—Ja ja ja, papi no ja ja ja —Naruto dejó de hacerle cosquillas pero sin quitar esa sonrisa de sus labios
—Te has despertado muy temprano ttebayo.
— ¡Ya quiero ver a mi hermanita! —Naruto acarició el cabello de su hijo a modo de caricia, miró el despertador que se encontraba al lado de su cama.
—Aun es muy temprano para ir a ver a tu hermanita y a mamá —le dijo dulcemente —. ¿Qué te parece si desayunamos fuera y damos un paseo antes de ir a verlos?
—Está bien —dijo no muy convencido. …l quería ir a ver a su mami, ¡ya!
Sasuke acababa de despertar; aquella extraña sensación aun continuaba haciendo mella en él, sabía que algo iba a suceder, algo grave.
Continuará…
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