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Brillando en la Inmensa Oscuridad por Witch Chameleon

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Notas del fanfic:

Este fan fic lo escribi sin fines de lucro XD como a todos, pero este tiene algo muy especial, esta dedicado a una amiga, que tambien es escritora y tiene sus fics en esta pagina:
SirIx, bueno lokita espero que te guste y lamento haberlo tenido que cortar, pero lo hice bastante largo XD y ojala puedas leerlo. Te quiero =)

Notas del capitulo: ^^Esto es solo el comienzo de lo que espero sea un gran fic, ojala que les guste y por sobre todo, me dejen sus lindos comentarios, como siempre, la idea base es de la loka de SirIx. Disfruten =)
El vidrio de la sala de ensayo estaba frio, aunque el sol lo tocara con sus brazos, parecía no poder calentarlo, no pasaba lo mismo en aquel recinto. Dentro del cuarto se encontraban cinco personas aun discutiendo parámetros de nuevas ideas. Bueno quizás no cinco, puesto que el bajista observaba con sumo interés las manos del guitarrista, aunque claro este se mantenía frio a la provocación. El batero queriendo organizar el desorden ocasionado por el cantante y el menor de la banda, acto que provocaba que su mente se sintiera tan cansada. Así que al no lograr algo se retiro cerrando la puerta de un portazo y diciendo varios insultos en distintos idiomas conocidos y desconocidos.
- Lo hiciste enojar!! Sos un tonto- gritaba Hiroto desde una esquina de la habitación, mientras buscaba su campera
- Yo lo hice enojar??, a vos te parece, quien empezó con lo de tirar papelitos? Acaso no fuiste tú?- le pregunto el vocalista enojado ante la reacción de su compañero.
- Ahora tengo que hacerme tripa y corazón para enfrentármelo y es toda tu culpa- dijo el guitarra empujando a un Shou totalmente descolocado.
- Decile algo Tora- reprocho Shou. La puerta se cerró bruscamente y el cuarto quedo en sumo silencio. Shou al no obtener respuesta se dio vuelta para ver al otro guitarrista.
Saga estaba acostado con las manos en su cabeza, tapando levemente sus ojos, y parecía estar en otro mundo, como si no hubiera escuchado nada, y Tora estaba mirando por la ventana, bueno eso creía Shou, algo que lo enfureció y se le acerco a Tora para darlo vuelta violentamente
- Decime pensabas contestarme!!!
- Qué? Me preguntaste algo?- dijo torpemente Tora que casi queda mareado por tan brusco movimiento
- A ver más vale que puedas contarme que pasa por tu sucia cabeza, cuando vuelva de recoger a ese enano, que ya me tiene loco! Y vos- dijo señalando a Saga acostado- mas te vale que te despiertes!, acá andan todos drogados parece.- dijo enojado Shou retirándose de la sala.
Saga ni se inmuto ante las palabras del vocal. Tora volvió a su posición anterior observando la ventana, aunque en realidad observaba a Saga, se veía tan rendido, tan sumido en sus pensamientos, indefenso. Volvía sus ojos hacia el sol, el silencio se hizo incomodo. Las paredes parecían no existir, el guitarrista quería llegar a él, pero no sabía cómo. Se acomodo la ropa, mientras seguía observándolo, las manos que tapaban levemente su rostro, sus labios secos a causa de la falta de saliva .Buscaba en los recovecos de aquella sala las palabras para hablarle, eran tan amigos y se sentía extraño al no poder encontrar un tema de conversación, sus manos temblorosas buscaban en el bolsillo algo, algo que no existía, desde cuando sentía todo esto por el bajista. No se acordaba, y los nervios abarcaban su espina dorsal consumiendo la poca cordura existente. Y esas palabras que no salían.
Tora se dio vuelta volviendo a su posición anterior. Saga sentía un peso muy grande en su pecho, lo sentía crecer día a día observando a llegar todos los días y que no pasara nada. Se sentía destrozado toda las mañanas que su corazón volvía a trisarse, sentía que nunca tendrían una oportunidad, ni se fijaba en el. Ahí lo veía con su ceño fruncido, callado, sumido en sus pensamientos, su rostro parecía desconforme, el sol besaba tiernamente su dulce rostro. Si definitivamente Saga estaba perdido, enamorado y perdido.
- Saga te sientes bien?- la voz del guitarrista tembló.
- Si por que lo preguntas??- dijo fríamente Saga
- Porque pareces que te sintieras mal- dijo tontamente Tora, no sabía que decir
- Y porque parece?- dijo Saga reincorporándose de su posición, para sentarse y mirarlo a la cara
- Es que como que… te tomabas la cabeza, creí que quizás no… te sentías bien- dijo el guitarra dándose cuenta lo torpe que dijo aquéllas palabras
- Vos pareces nervioso Tora- dijo sonriéndole y levantándose para pasar cerca de Tora un leve roce de piel, algo que los dejo sin aliento.
- Yo?, no para nada
- Entonces perdiste algo??
- Porque lo decís??- se abra dado cuenta, se preguntaba Tora. Malditos nervios.
- Porque actúas raro- volvió a sonreírle, esta vez ampliamente. Algo que provoco que el corazón de Tora diera un vuelco. Saga se acerco a él, podía sentir lo tenso que se encontraba su compañero, sus manos transpiradas, sus ojos rodando para todas direcciones, parecía digno de un manga.
- No actuó raro, es que… bueno… no – no podía decir nada coherente y menos si lo sentía tan cerca. Saga se dio cuenta de eso y sintió miedo, que le estaba provocando a su compañero?. Tora le dio la espalda evadiendo su mirada, escalofríos recorrían velozmente su columna vertebral.
- Te pongo nervioso Tora- rio Saga mientras sentía miedo y tocaba suavemente su espalda.
- No…porque lo decís? – Tora se dio vuelta y se dio cuenta la corta distancia que los separaba, sintió su corazón detenerse.
- Es que es lo que parece.- parecía haber vuelto a las mismas palabras, el bajista sintió que su corazón se aceleraba y su respiración se acortaba
El tiempo se detuvo en su mirada, tan cerca, sintiendo la respiración pausada del otro. Disfrutando el aroma suave que desprendían sus cuerpos. Saga observo con delicadeza los labios de Tora y sintió como sus manos comenzaron a sudar. Tenía la tentación bailando ante sus ojos. Todo se derrumbo cuando el guitarrista acorto la distancia y lo beso suavemente. Labio contra labio, un beso tierno. Acostumbrados al fan service, la adrenalina corriendo por sus venas, pero nunca había ternura ni amor en esas acciones. Este beso tiene ese condimento especial. Una ternura desbordada a la que Saga no dudo en corresponder. Bocas jugando mutuamente, buscando la lengua para explorar la boca del otro. La magia que los rodeaba era tibia, sus ojos cerrados sintiendo los cálidos labios, la falta de aire se hizo presente y se separaron, sus frentes quedaron pegadas. Abrieron sus ojos para buscar la mirada del otro, parecían espejos repitiendo cada uno de sus movimientos. El suave respirar volvió a la normalidad. Los nervios también y la magia se rompió cuando Nao entraba por la puerta a viva voz, abriéndola de par en par y quedándose estático y con las palabras en la boca, su ceño fruncido, sin entender nada de lo que estaba pasando. Saga tenía sus manos presionadas a la del guitarrista, sus ojos estaba imantados en un brillo peculiar y una sonrisa tímida se dibujaba en los dulces rostros
- Hey ustedes dos que hacen?- pregunto asombrado ante la posición tan cercana de los cuerdas. El grito provoco que los dos cayeran a la realidad y se separaran inmediatamente.
El silencio invadió la sala, Saga le dio la espalda al batero y se dedico a mirar la ventana completamente avergonzado y perdido aun en el sabor de sus labios, Tora en cambio miro de frente al batero y dijo:
- Nada porque?? Que ves ahora? – intentando sonar firme aunque había quedado sumido en los labios de Saga
- Estaban demasiado cerca, parecía que…- la voz del batero se cayó cuando Hiroto entro por la puerta colgado de Shou
- Vos Nao deja de hablar y hacete cargo de este enano- dijo enojado Shou, casi sacándose de encima a Hiroto por la fuerza
- Y porque me tengo que hacer cargo yo, vos sos el que buscaste pelea!- dijo enojado Nao, Saga y Tora agradecidos de que los hallan salvados
- Porque eres el líder. Vos Saga- dijo Shou que parecía no estar en su mejor momento- vamos a ver un medico
- Qué??- gritaron al unisonó el resto
- Si, no se dan cuenta que no se siente bien, ni siquiera me escucho- dijo el vocal acercándose a Saga a pasos ligeros y tomándolo del brazo.
- Tranquilo! Que estoy bien, solo que me cansan sus tonteras y quiero irme a mi casa nada mas- la voz del bajista sonó ronca y miro fríamente a sus compañeros que quedaron estáticos ante la reacción de él.
- Bueno, bueno acá no ha pasado nada, mañana se vienen y más vale que trabajemos, en especial ustedes dos, que soy capaz de sancionarlos- dijo Nao señalando al más bajo y al vocalista
- Ahora te haces el líder- dijo un indignado Shou
- En serio chicos, ya cansan, y vos Shou no se qué te pasa que por todo opinas, anda a descansar- dijo Tora mirando severamente al vocal. Que no respondió, solo salió por la puerta sin decir una palabra.
- Nos vemos chicos- dijo Nao que seguido por Hiroto salieron por la puerta y nuevamente el silencio reino la habitación
Saga miro una vez más la ventana observando el ocaso del día. Como la luz de aquel sol se apagaba y como su corazón estallaba a causa de los nervios. No quería mirarlo a Tora le daba pánico observar aquellos ojos, ver la realidad de que todo fue un sueño o un error, golpearse contra el oscuro vidrio de su alma, el miedo embargando su ser y ese silencio matador que lo estaba enloqueciendo lentamente. Hasta que un leve toque lo hizo volver a la realidad, Tora lo tomo dulcemente del brazo para que su cuerpo se diera vuelta y quedaran de frente. Una sonrisa dulce como el azúcar inundaba la inmensidad del rostro del guitarrista.
- Saga, vienes sí o no?- al parecer Tora le había estado hablando pero él no había escuchado
- A donde?- pregunto perdido Saga mientras veía el fulgor en la mirada oscura pero brillante de su compañero
- A mi departamento, acabo de invitarte, digo para tomar algo- invito dulcemente Tora con su ojos puestos en los labios cerezas de su compañero
- Perdón Tora, pero estaba pensando
- Deja de pensar Saga, Vamos!- dijo alegremente Tora tomándolo del brazo para arrastrarlo. Saga no podía creer las acciones de Tora y si estaban confundidos, si en realidad el había confundido a Tora, no quería que esto termine mal. Una vez mas él y sus miedos, parecen moneda corriente en su corazón
Sin embargo Tora no había duda ni un segundo, ante las palabras dichas del líder él lo único que quería era tener a Saga lo más cerca posible, o bueno hasta donde este lo disponga. Aquel beso era un detonante en su corazón, a punto de estallar, su piel se había erizado ante el roce y sus lenguas mezcladas en el sinfín del paraíso. Un escalofrió le recorrió toda la espina dorsal con solo haber sentido su boca palpitante en la suya. Si quizás el debería estar más acostumbrado a aquellos besos, pero Saga le había provocado algo que jamás se hubiera esperado. O era que realmente se había enamorado? Por eso cuando la sala estuvo vacía y observo como el bajista se posiciono frente a la ventana con su mirada perdida no dudo en hablarle e invitarlo a su casa. Necesitaba estar con él, necesitaba probar nuevamente esos besos aunque no noto que Saga no contestaba no se quedaría atrás. Y lo tomo del brazo y ahora se lo estaba llevando como alma que lo corre el diablo.
- Tora detente un segundo- grito ahogado Saga
- Que sucede?- pregunto volviéndose para mirarlo tiernamente
- Es que me olvido la campera. Y mis cosas claro- contesto torpemente Saga, desde cuando se comportaba como una quinceañera.
- Ah, cierto, a veces soy demasiado apresurado, también olvido las mías- miro a ambos lados mirando como gente de la compania se iba retirando, y como los miraban extrañados pero no le dio mucha importancia- nos encontramos en la puerta que te parece?
- Si, ahí estaré.- dijo un incrédulo Saga
La noche se hizo presente y los encontró en el departamento de Tora. El nerviosismo apoderaba sus cuerpos y las palabras estaban un poco interferidas por sus sentimientos. Saga sentía un nudo en su pecho, sentía no poder decir nada coherente estaba perdido, porque uno nunca puede estar preparado para lo inesperado. …l siempre estuvo convencido que aquello con Tora jamás sucedería y ahí lo tenía cara a cara, observándolo con ternura. Sentía miedo, excitación y sobretodo incertidumbre.
Tora sentado frente a Saga en el living, sobre aquellos sillones rojos, con su corazón palpitando como un caballo desbocado. Observando la sonrisa tímida de su compañero de banda admirándolo como siempre lo hacía con demencia y serenidad. Pero con detalle.
Saga observaba la amplia sala, muchas veces había estado en esa casa pero jamás había sentido los nervios apoderarse de su ser, como ahora. Sus ojos bailaban de un a lado a otro evitando a su compañero de banda. Tomaba su bebida tan lentamente como podía. Tora en cambio estaba relajado, bebiendo, mirando al bajista con una suave sonrisa.
- Estas callado- dijo el guitarrista mirándolo tiernamente
- Jeje, lo siento, no estoy muy concentrado- respondió el bajista que por fin miro a Tora a los ojos
- No quiero hacerte sentir inc.…- Tora fue cortado por Saga
- Cómo? Por favor Tora, hace años que nos conocemos, somos amigos…- esta vez fue Tora quien corto al bajista
- Si lo sé, pero no creas que no noto tu nerviosismo- agrego el guitarrista tajante.
- Bueno lo siento, no es fácil hablar ahora- agrego el bajista, sintiendo como el corazón se le comprimía al recordar la escena de esa tarde.
- Es por lo de hoy a la tarde??- dijo Tora acercándose sigilosamente al sillón de Saga, arrodillándose en el piso para mirarlo, simplemente mirarlo, tenerlo más cerca y sentir el aroma de su piel. Lo que provoco que el más bajo quedara estático- Tranquilo no pienso hacer nada malo- agrego el más alto colocando su mano en la pierna del otro, acercando su rostro al abdomen de su compañero. Saga sintió la respiración acompasada de Tora, atreves de ella lograba llegar al fuero interno de sus nervios y no dudo en mirar sus ojos, el brillo destellante de un mundo ilusionado- Te quiero- pronuncio entre susurros
- Yo también- contesto tembloroso
- Te quiero…comer la boca- Saga quedo doblemente perdido ante la voz sugerente del guitarrista.
Sus músculos no reaccionaron ante el beso desbordado del guitarrista, que saboreo con maestría aquellos labios, su boca estaba siendo devorada por otra de una manera salvaje. Sus ojos estaban cerrados dibujando en la sucia alcoba de sus pensamientos aquella escena mágica, la que el destino comprometía. Los labios del más alto succionaron con rudeza los del otro, mientras acomodaba más firmemente su cuerpo sobre el otro. Sus manos acariciando al bajista por sobre la ropa, inquietos dedos viajando de un extremo al otro, buscando el deseo encarnado en la sangre. El calor se volvió candente y caótico provocando que Saga sintiera miedo, no sabía hasta donde realmente él podía llegar. Ese miedo que carcomía su alma, que lo detenía, que lo volvía estático, que lo paralizaba. Tora sintió como Saga quedo inmóvil y parecía frio al tacto de él. Mentalmente se retaba así mismo, que había hecho, para dejarlo así?
- Saga!, Saga! Que te sucede??, respóndeme- dijo desesperado Tora al abandonar el frio estático que su compañero desprendía.
- Lo siento…- Saga bajo su mirada, sintió como la piel de Tora había quemado su frio helado
- No quieres verdad??, mírame, y dime, sabes que no me voy a enojar- dijo Tora sintiendo como su pulso se recuperaba pero bajaba estrepitosamente los latidos de su corazón, como si lentamente se estuviera trisando
- No…- Saga sentía un nudo en su garganta que le impedía hablar, el deseo estaba ahí, lo estuvo esperando siempre, porque no reaccionaba?
- Lo sabia… perdón no era mi intensión, malinterprete todo- Tora estaba por levantarse cuando Saga lo tomo fuertemente del brazo, sus ojos sentenciando el miedo acorralado
- No, no es lo que quise decir, Tora te deseo, te deseo demasiado y tengo miedo de salir lastimado y lastimarte- el bajista se rompió, unas lagrimas secas se desparramaron por su rostro. Tora sintió como su pecho se oprimía y no dudo en acercarse a besar cada lágrima lentamente dejando rastro en el rostro de su compañero de banda. Comprendió el miedo apoderado de su compañero, los vio reflejado en sus ojos, pero él no permitiría que su Saga quede herido, no lo haría, para eso estaba él ahí. Y prefiere mil veces salir herido él, antes que su compañero.
- Estas seguro entonces?- pregunto con cierto miedo el moreno guitarrista
- Si, completamente seguro, aunque aun tenga un nudo en mi pecho-
- Tranquilo, quiero…quiero que lo disfrutes
Tora beso con delicadeza la mejilla del menor, mirándolo a los ojos, trasmitiéndole su seguridad y ese amor guardado en el cajón del tiempo, lo que siempre había sentido, pero nunca había descubierto. Beso los labios cerezas de su compañero de banda, dejando en su interior su corazón, no existía mayor ruido dentro de la habitación que los corazones palpitante de los dos. En aquel beso desbordante, cada uno partió su corazón, y despego el miedo posicionado, la seguridad lo abarco todo. Las manos habilidosas del guitarra tomaron con delicadeza los botones de la camisa del castaño, desprendiendo uno por uno dejando a la vista el torso desnudo de este. La mano de Saga presiono con fuerza la nuca de Tora, profundizando aquel beso, logrando un fuego interior, sintiendo la saliva y sus lenguas bailar frenéticamente en su boca. Tora toca con la punta de sus dedos aquel pecho cálido, sintiendo con la yema la suavidad de la piel, derritiéndose ante el hierro fundido de sus pieles tan cercanas. Quito la camisa del menor y bajo su boca hasta el cuello de este. Marcando con sus dientes aquella tiesa piel, provocando que leves gemidos se escaparan de la boca de su ahora amante. Bajo lentamente por aquel pecho, con su lengua recorriendo cada rincón. Besando los pezones del castaño, succionando y apretando el otro, con su otra mano. La respiración de Saga se volvió errática, sus ojos estaba cerrados, sintiendo como su cuerpo producía escalofríos por su espalda ante los toques mágicos de Tora-Shi. El pelinegro sonrió al separarse de su compañero y bajo hasta los pantalones de este, desabrochando el cinturón y tirando hacia abajo la ropa restante, provocando que el más bajo se excitara ante el salvajismo optado por su compañero.
El miembro semi-erecto de Saga, fue lo que primero le llamo la atención a Tora, pero prefirió empezar por las piernas de este. Colocando la punta de su lengua en los muslos de su compañero, y subiendo perezosamente hasta su miembro. El cuerpo del bajista comenzaba a derretirse ante la lengua experta de su compañero, pensaba que con tan solo eso, estaba frenéticamente en el cielo, no se quería imaginar donde terminaría si continuaban. La temperatura de la habitación había subido estrepitosamente. Logrando que sus cuerpos estuvieran quemando a fuego lento. Tora se saco su remera, ya que aquel calor lo estaba sofocando, y sin dudarlo, arrodillado frente al miembro de su compañero, comenzó a masturbarlo con una parsimonia evidente, desgastando minuto a minuto la paciencia de su compañero y deleitándose con esta. Con su mano masajeo el miembro de Saga, mientras lo observaba, su mirada destellaba entre una dulce y caliente melodía que impactaba de lleno al cuerpo de su compañero, que solo podía atinar a gemir suavemente.
Fuera la lluvia comenzó a mojar tímidamente el cristal de la sala, dejando a su paso gotas imantadas en un color cristal, perfectamente detallado, mientras los dos cuerpos disfrutaban de las propias cálidas gotas del sudor, del sonoro e insistente quejidos de sus labios. Saga no comprendía absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo, sus ojos estaban cerrados, completamente ajeno a lo que estaba sintiendo, su piel estaba colorada debido al roce que el mayor producía sobre él, como se deleitaba con su miembro, como jugaba con él. Paso a paso el bajista iba perdiendo la conciencia, dominado por la lujuria del momento, y a pasos agigantados como su corazón latía a miles de revoluciones por minuto, como si de una licuadora se tratara, dejando atrás todo aquel miedo que lo poseyó en su momento. Sintiendo recorrer por su espina dorsal infinitas patitas de la ansiedad y el placer. Su cuerpo no respondía de si al notar la cálida y húmeda boca que cubría su miembro desde la punta y un poco más. Nada parecía entenderse esa tarde, como estaba dominado bajo las alas del mayor, como sentía aquel placer infinito como si fueran amantes desde hace mucho tiempo. La lengua se deleitaba del palpitante miembro dejándolo completamente excitado y firme.
Tora disfruto aquel roce con maestría, sintiendo por cada poro de su piel, como Saga se rendía a sus pies, como temblaba por los cercanos espasmo del orgasmo, que no dudo en llegar, dejándolo exhausto y vacio. Sintió aquel liquido recorrer parte de su boca, sintiendo el dulce néctar de la semilla de su compañero, provocando en él un placer inexplicable.
- Tora-shi! Oh… no…tenias…- Saga apenas podía pronunciar palabra a tan desgastador orgasmo, mientras intentaba abrir los ojos, observando con delicia como el mayor degustaba aquel liquido blanco
- No te hagas drama, quería sentirte… y sabes delicioso- respondió el mayor mirándolo pervertidamente. Inmediatamente se levanto desabrochando sus pantalones, sentía que se romperían debido al roce de su miembro candente, pero antes de poder desabrochar el botón de este, sonó el timbre. Los cuerdas quedaron espantados, quien podría ser?
Notas finales: ^^Y que les parecio?? quieren mas??, si es asi diganemlo, y pronto lo tendre terminado =)

CUIDENSEN MUCHO

BESOS

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