Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hurt my lips, Brake my heart por hanasaki aiko

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Se supone era un fic de tortura....

Notas del capitulo: Deja Rw!!
 

La inmensa necesidad de lastimarlo regresó a su cuerpo casi cegando sus sentidos. Se detuvo a mitad del solitario pasillo y exhaló aire silenciosamente. Como había pasado muchas veces, el dolor de cabeza que tomaba gran parte de su paciencia llegó casi dejándolo ciego. Era probable que esta vez no se detuviera, que esta vez fuera y desgarrara su pecho desnudo, sus piernas torneadas.

En su fuero interno, la casi obtusa exigencia de sacar lo peor de sí mismo para escucharlo gemir, gritar, llorar y suplicar por alivio, era la medida justa para alcanzar el orgasmo. Ser consciente de que lastimándolo alcanzaba el éxtasis como nunca antes no lo preocupaba, al contrario, le daban ganas de sonreír, de gritar, inclusive de bailar.

Era la única persona que conocía su faceta débil y le encantaba. Ver los sutiles cambios en su rostro mientras se acercaba con aquella sonrisa depredadora que sabía lo aterrorizaba. Sus ojos dilatados y aquellas pequeñas arrugas en su frente producto de la incertidumbre, nunca decía nada, tal vez para no acarrear sobre su cuerpo la ira. Quien sabe.

Solo era él mismo cuando lograba hacerlo gritar de agonía. Cuando su sangre caía en las blancas sábanas. Cuando sus ojos enfocaban a la lejanía, en espera del no próximo fin a esa diaria tortura. Solo en ese momento le daba gracias a sus victimarios por haber existido, solo en ese momento sonreía pensando en las torturas físicas casi interminables a las que fue sometido.

Muchas veces se despertaba vagando cerca de ahí, con la mirada desenfocada por esa extraña ansiedad, como si sus gritos fueran una droga que necesitara día con día, no pensaba en nada más, sus puños apretados y su respiración agitada le recordaban que esa noche había dejado la puerta abierta, su blanca piel lo estaba esperando, suplicando que la corrompiera con todo lo que tuviera a la mano. Nunca era suficiente.

Una oscuridad casi imposible de romper fue lo único que se encontró al abrir la puerta, sus pasos ridículamente suaves le provocaron una carcajada. Los 3 cuartos alrededor del de él estaban desocupados, nadie se atrevía a dormir cerca de ellos por la cantidad de ruido que hacían en la noche. Cobardes como todo buen Slythering.

-Me has esperado-susurró

El rubio levantó la vista del libro que estaba leyendo, la simple imagen de su torso cubierto por un pijama de seda blanca le erizó los vellos del cuerpo. Tenía una fascinación enfermiza por verlo siempre rodeado de blanco, lo excitaba, lo enternecía, lo llevaba al límite de su resistencia física que su cama estuviera completamente blanca.

Él no respondió, con un fluido movimiento de su mano, su magia llevó el libro hasta su escritorio. Adoraba cuando hacía uso de esa increíblemente enorme cantidad de poder, era igual de fuerte que él y el simple hecho de saber que lo tenía a su merced aún cuando podría librarse tan fácil lo hizo acariciar su cabello con suavidad.

-Bésame-demando suavemente, dejando a un lado su arrogancia, sus ojos entrecerrados y las cobijas hasta la cintura

Inconscientemente un suave siseo escapó de su garganta, aún con el tiempo que llevaban juntos él sabía que no tenía que exigir nada. Lo tomó con rudeza del fino cabello rubio con la ira recorriendo su cuerpo, su magia y su cuerpo reaccionaban ante las ansias de destrucción que parecían escapar a su control, a sus besos furiosos y a sus ojos llenos de rencor. Él únicamente agachó la mirada completamente consciente de que había cometido un error. Nadie le daba órdenes.

Con la mano en su cabello, se quedó observándolo fijamente. Sin decir nada, dejando que las pulsaciones de su magia hicieran el trabajo de desvestirlo, de romper su ropa a jirones y lastimar sus brazos. Pretendía no dejarle marcas a su perfecta piel, no dejar vestigios de la crueldad con la que lo trataba. Mas en ese momento le importó poco, en el momento en que sus labios comenzaron a sangrar producto de las fuertes mordidas, el rubio únicamente cerró los ojos con delicadeza.

-No tienes derecho a pedir nada

-Lo siento-susurró

-Eres mi puta-rugió furioso-Yo mando y tu callas, ni pides, ni exiges, ni te quejas. Si quiero joderte hasta romperte las caderas ¿Qué haces?

-Me abro para ti-musitó

-Si quiero lastimarte hasta la inconsciencia-lo acercó a su cuerpo-No tienes derecho a quejarte

-Lo siento

Con una fuerza descomunal lo aventó a la cama hasta que su cabeza golpeó con la pared. De un solo movimiento de sus manos, sus ropas desaparecieron. Draco agachó la mirada y se hinco en la cama, su estado total de sumisión encendió sus hormonas casi descontroladamente, el ya conocido collar rozaba sus muslos mientras la cadena que lo sostenía se encargaba de asfixiarlo. De lastimar su espalda. De arrancar pequeños gemidos de dolor de lo más hondo de su garganta. No importaba lo mucho que se esforzara en quedarse callado, para el final de la noche, sus ojos faltos de vida y su destrozada garganta le decían a quien pertenecía.

-Suficiente-murmuró alejando a Draco de su miembro

-¿No lo hice bien?-pregunto temeroso

-Demasiado, date la vuelta-ordeno inflexible

Aún con todo el dolor físico que era capaz de infringirle a su cuerpo, nunca había sido capaz de lastimarlo hondamente, al menos no cuando de su entrada se tratara, simplemente lo preparaba lo mejor que podía, con sus dedos, con magia, cualquier cosa que le permitiera seguir torturándolo hasta gritar. Sonrió ladino cuando lo vio recargar la cara en el colchón y elevar el trasero.

Embadurnado completamente en lubricante introdujo un dedo que inmediatamente comenzó a trabajar para distenderlo, mentiría si dijera que no disfrutaba escuchando sus casi apagados gemidos tanto como lo hacía al escucharlo gritar. Orgulloso hasta en la cama, el rubio casi nunca dejaba que notara su placer, solamente cerraba los ojos, se aferraba sus brazos si los tenía al alcance y llegaba al orgasmo en medio de una queda exclamación.

-Ha.. Harry-susurró el rubio volteando ligeramente la cara

-¿Qué pasa?-preguntó distraído

-¿Algún día...? ¿Algún vas a hacerme el amor?-preguntó temeroso-Q-Quiero decir... hn...

Premeditadamente sus dedos alcanzaron su próstata, realmente consternado por su petición no hizo absolutamente nada más por herirlo, al menos era capaz de regalarle un poco de placer de vez en cuando. Una de sus manos, de manera obscena, entraba y salía de su cuerpo mientras la otra acariciaba sus costados. No tenía ropa que le molestara en su trabajo y el rubio ya gemía abiertamente. Era grandioso verlo elevar las caderas buscando más contacto, verlo con el orgullo rebajado de nueva cuenta. Había tenido demasiada preparación y Draco lo sabía.

El sutil movimiento que fue elevarse unos centímetros para penetrarlo, fue recibido por el rubio con un ligero y casi imperceptible elevamiento de caderas. Un gesto que lo hizo sonreír y cambiar la decisión a último minuto. Se sentó en la cama apoyado en uno de los barrotes y sonrió ante la perversidad de su idea.

-Ven aquí

No le tomó más de medio minuto entender su orden, comprender que quería verle el rostro cuando se empalara, cuando el placer fuera imposible de ocultar y Harry sonrió ante eso. Le daría el permiso de tomárselo con calma, de llevar las riendas un rato hasta que él mismo ya no lo soportara. No quiso pensar en esa extraña complacencia de no querer hacerle daño esa noche, no todavía.

-Vamos-apremió sonriendo

Draco se acercó a él gateando sobre la cama, sus manos delicadamente se apoyaron sobre los desnudos hombros de Harry cuando se sentó sobre él. Una mueca de dolor pasó por sus ojos cuando se dejó caer sobre el miembro de Harry. Iba tan lento como podía y procurando no hacerse daño se mordió los labios y cerró los ojos cuando su cuerpo llegó al tope.

-Muévete cuando estés listo-El susurro de Harry le provocó un escalofrío

Y la caricia en su miembro lo hizo gemir abiertamente, le había cedido las riendas por primera vez, tenía el completo control sobre lo que sucedería esa noche. Hasta que Harry se hartara, podría besarlo y acariciarlo a su antojo. Con un cálido sentimiento por que su petición había sido escuchada, se decidió a disfrutar hasta que llegara el momento del dolor. Comenzó a moverse lentamente, subiendo y bajando sin dejar de verlo a los ojos, sin dejar de acariciar su nuca y entrecerrar los ojos embriagado por el placer que sus manos en la cintura le daban.

-¿Puedo... besarte?

Draco gimió por un momento audiblemente cuando él mismo alcanzó su próstata. Harry sonrió ante su acertada decisión. Se inclinó hacia él para besarlo apasionadamente, con sus manos acariciando su inmóvil entrada. Adoraba cada parte de su cuerpo tanto como verlo deshacerse entre sus brazos.

Cuando comenzó a moverse de nueva cuenta y arqueó la espalda, Harry reconoció los evidentes signos del próximo orgasmo en su cuerpo, el rubio había tomado sus brazos con ambas manos y fue cuando decidió tomar las riendas. Lo recostó sobre la cama delicadamente y subió una de sus piernas a su hombro para comenzar a moverse frenéticamente, sin embargo las manos de Draco acariciaron su mejilla para que se acercara. Bajó su pierna y sin disminuir el ritmo lo besó lujuriosamente.

-Ha.. Harry

El moreno asintió una vez e incrementó la velocidad de golpe cuando el rubio gritó, sentía sus uñas en la espalda y su cuerpo completamente embriagado de placer, el rostro de Draco en medio del orgasmo no era nada comparado a sus anteriores encuentros, cerró los ojos y abrió los labios para gritar fuertemente. No pudo sino gimotear entre sus brazos cuando sorpresivamente, Harry enterró el rostro en su cuello y sintió como su esencia inundaba sus entrañas. La intensidad de su encuentro sexual fue tanta que Harry no se movió por unos segundos aún estremeciéndose, Draco por otro lado había terminado casi inconsciente.

-Has... terminado-exclamó sorprendido-Dame... unos minutos

-Está bien así-Esta vez Draco sí lo vio a los ojos con la sorpresa en la mirada

-Eres más excitante cuando no te lastimo-Reconoció sonriendo-Eso y que he quedado exhausto

No dijo nada más, salió de él con una exclamación queda de parte de ambos y se dejó caer boca abajo a su lado. No tardó ni dos segundos en caer dormido. Draco aún estaba sorprendido. Se levantó de la cama para poner un orden y tomar la poción que le impedía quedar en estado. De haber sabido que todo resultaría así, lo hubiera dicho antes.

-¿Dónde estabas?-preguntó Harry adormilado-Hueles a poción

-Anticonceptiva-Asintió acurrucándose entre sus brazos

-¿Eres fértil?-murmuró con los ojos cerrados

-Demasiado

-Ah... no sabía, no la tomes-Zanjó el asunto e invocó las cobijas silenciosamente

-He llegado a pensar que algo extraño te sucede

Notas finales: Ehm... ¿Raro?

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).