[1]
PRUEBA DE VALOR
-Demasiado aburrido -expresó de pronto y se sentó en la lapida frente a él, bostezó un poco y se llevó la mano a la boca, tapándola en el proceso.
-Bocchan -su mayordomo le habló mientras se le acercaba, colocándole un abrigo sobre los hombros, cubriéndole del frío imperante que cernía todo el tétrico lugar.
-Estoy bien, Sebastian -dijo el menor y un suspiro salió de sus labios.
El hombre a su lado le miró tranquilo, sacó un pequeño reloj de bolsillo y se dirigió al niño.
-Pronto seré media noche -comentó.
-Comenzará -añadió Ciel con aquel semblante tranquilo, mientras cruzaba los brazos, cerrando su ojo con tranquilidad, dejando que el silencio se adueñara de la escena.
-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-
-Bien... no puede ser tan malo todo esto-ttebayou -se habló a sí mismo un chico de apariencia zorruna mientras caminaba de un lado para otro, abrazándose a sí mismo por el frío que se colaba por su cuerpo.
Silencian, todo ahí era silencio.
-Naruto -se escuchó de pronto y el nombrado giró su rostro para mirar, sintiendo sus cabellos erizarse.
-¡¡Gaara!! -gritó después al reconocerle -¡¡No me asustes de ese modo-ttebayou!! -pidió mientras le miraba con un puchero en sus labios.
-Lo siento, no era mi intensión -comentó el pelirrojo mientras caminaba en dirección al kitsune -no has visto a... -extendió su mano y miró el papel que llevaba.
-¿Na...nani? -Naruto miró curioso la mano de Gaara, tratando de ver mejor aquel papel.
-Nada... -cerró su puño -es evidente que no lo has visto.
Gaara prosiguió a caminar y el rubio, sin querer quedarse solitario en el lugar, le siguió.
-Espera... Gaara -dijo con una sonrisa nerviosa -etto... puedo acompañarte... >___>UU no querrás sentirte solo ¿verdad?
-No me siento solo, estoy bien... el ambiente me agrada.
El oji-azul le miró con el rabillo del ojo.
-Ah... so, no importa... te acompañaré, a mi me tocó a... -metió la mano a su bolsillo y hurgó, pero al no encontrar nada examinó todos los bolsillos de su ropa -espera... dónde se metió ese estúpido papel -dijo y llamó la atención de Gaara que se detuvo a verle.
-¿Aún no habías revisado tu papel? -preguntó el pelirrojo mientras cruzaba sus brazos de manera tranquila y señalaba lo que parecía evidente.
-Etto...
El oji-verde suspiró un poco -Bueno... no todo esta perdido, sólo falta que aquel que te tocó te encuentre -expresó quizás tratando de darle ánimos, Naruto, después de todo, seguía siendo una persona especial para él, su amigo, un gran amigo.
-Sí, tienes razón-ttebayo -se levantó energéticamente y sonrió de aquella manera que solo él podía mostrar a los demás -ganaré esto, defi...
-¡¡¡Waaa!!!
Un llanto interrumpió las palabras de Naruto y se acreditó la atención de ambos chicos, volteando a ver, que en el pequeño camino una intensa nube de humo se acercaba a ellos.
-¿Q-qué es eso? -preguntó el rubio mientras daba algunos pasos hacia atrás.
-¡¡Lambo-san no tiene miedo!! -gritó la nube de humo y al estar cerca a ellos, algo se aferró al pie de Naruto.
Al disiparse el humo que invadía el lugar, se pudo apreciar, que en el pie de Naruto, se aferraba con todas sus fuerzas un pequeño que lloraba intensamente, y lo particular les hizo resaltar, que el pequeño vestía un curioso traje de vaca, notando también, que el humo provenía de lo rápido que el pequeño había corrido.
-Es... Lambo -dijo Gaara, mirando y agachándose un poco.
-Lambo... debe... mantener la... cal-calma -se dijo el niño así mismo, mientras sollozaba un poco.
Naruto sonrió y tomó al chibi entre sus brazos.
-Por un momento me asustaste-ttebayou -confesó y con su mano izquierda acarició la cabeza del pequeño.
-¡¡Lambo... espera!! -una nueva voz hizo que los tres voltearan a ver, divisando a un chico rubio dirigirse a ellos -corres... de-demasiado... rápido -comentó estando frente a ellos, tratando de respirar el aire perdido por correr.
-Len... -nombró Naruto al verle mejor -vaya... o_o parece que... nos encontramos...
El rubio menor miró tras de sí -Bueno... hace un momento, mientras buscaba a Allen-san me encontré con Lambo, pero... al parecer lo asusté y terminé por seguirlo hasta aquí.
-Así... que a ti te tocó Allen -cuestionó de pronto el pelirrojo.
Len sonrió -Hai... -asintió y mostró aquel papel que le habían otorgado.
Naruto y Gaara lo miraron, confirmado lo dicho por el muchacho.
-¡Espera!... si seguimos así, lo más seguro es que todos nos encontremos -Naruto comentó mientras la emoción lo invadía -Y así... será más fácil... ¿no creen?, no habrá necesidad de caminar solos por todo este cementerio -miró a su alrededor, la escena que había y le ponía un tanto nervioso.
-Sí, y después pelearnos todos por ver quien llega primero con el Conde Phantomhive... -comentó a dicha propuesta otro chico rubio cuyos ojos eran verdes y que, también, había llegado con ellos.
-Oz -llamó Len al verlo tras Naruto.
El rubio kitsune dio un pequeño salto y se colocó a un lado de Gaara, mirando al chico oji-verde con el ceño fruncido.
-¿Y tú de donde saliste? -preguntó un tanto enfadado por pegarle un pequeño susto.
-No importa, lo que importa es que tu idea no es muy buena, es mejor, seguir buscando solos -dijo éste cuando una sonrisa se dibujó en sus labios -a menos que tengas miedo.
Todo salí perfectamente bien, hasta que escuchó esas palabras... "a menos que tengas miedo". Naruto, de nuevo, frunció el ceño, el comentario había desafiado su orgullo.
-¡No tengo miedo-ttebayo! -dijo enseguida -Naruto Uzumaki no le tiene miedo a nada -marcó y bajó a Lambo de sus brazos -me voy... buscaré solo -marcó y comenzó a caminar guiado por su orgullo.
-Naruto... -le llamó Gaara, sin embargo, fue inútil, pues el rubio ya se había perdido entre los árboles, las tumbas y los arbustos.
Oz, tranquilo, se llevó las manos a la cabeza -Estará bien... -dijo después.
Gaara asintió -Lo sé, pero... -sin terminar su frese suspiró un poco -"Naruto había perdido su papel... no sabe a quién tiene que buscar" -dijo en sus adentros.
-:-
-No tengo miedo-ttebayo -se repetía constantemente mientras seguía su andar, caminando por la vereda que él mismo se había hecho. Se detuvo precipitadamente, al recordar que no sabía a quién demonios tenía que encontrar, suspiró un poco de manera resignada, todo eso le causaba jaqueca.
Miró el cielo oscuro, siniestro, frío... con aquellas enormes nubes oscuras que se apreciaban y que debes en cuando, cubrían la luna. Su cuerpo se había relajado un poco, pero aquel gusto no le había durado mucho, pues sus cabellos se erizaron cuando escuchó un ruido extraño tras de sí, giró ligeramente el rostro para que, en un intento, pudiera ver el dueño de aquellos sonidos, pero antes de que pudiera hacer algo, unos brazos le rodearon el cuerpo y unas manos cubrieron su boca, sellando cualquier intento por pedir ayuda.
-Te encontré -expresó su ahora acompañante y la respiración de aquel otro individuó chocó con la piel de su cuello -ahora sí... eres mío -y el susurro en su oído se quedó en sus pensamientos como un eco atormentador.
El corazón de Naruto, parecía escapar. Todo había acabado...
Un momento... ¿todo había acabado? Cuando intentó darse la vuelta sintió un gran golpe, se había caído de la cama. Desde el suelo y mirando a su alrededor... sintió extraño en el cuello, así que se lo tocó. ¿Qué había... qué había estado soñando?