-cielos!- el color abandono por completo el rostro del chico- si seré un verdadero estúpido!
-ya… tranquilo… No sabías que era yo…
-bueno, ya ni para que cambiarme…- dijo con gesto abatido
-y por que dices eso?
-por… por que…
-no te preocupes por lo que paso antes…- susurró
-imposible no hacerlo…- dijo con la cabeza gacha
-además… Sabes? Creo que ya no haremos esa entrevista…
-pero… te aseguro que no todos son tan… torpes… como yo…- dijo pensado en la cantidad de chicos y chicas que llevaban, como él, esperando por una oportunidad así
-si no lo digo por eso. Te contrato a ti…
-que?!!!-el pelinegro no daba crédito a lo que acababa de oír- de verdad… a pesar de… que… que… lo llame…?
-tenías razón- sonrío- pero bueno, ya que esta esto concretado…. Quieres que te lleve a tu casa…?- dijo, dando por zanjado el asunto.
-a mi casa?- sintió el calor subir hasta sus mejillas
-si… o es que quieres quedarte así?- lanzó una mirada algo apenada a su camisa
-cierto… eh… claro… si no es molestia…
-para nada, Kaya…
*~*~*
Sobre la azotea de una escuela, a la sombra que ofrecía parte del edificio, se hallaba recargado un joven.
Su mirada, estaba posada sobre los estudiantes sonrientes, que practicaban gimnasia (deportes) en la cancha que tenía debajo.
Pero su mente, no estaba allí.
Estaba en el momento justo en que había podido divisar, oculto entre la sombra de los árboles junto al mirador, la fina silueta de una persona.
Sus rasgos, parecían los de una doncella, pero, ya cuando le vio bien, no cabía duda de que era un chico.
Un buen mozo, con un aroma dulce, que inundo sus pulmones, cuando se acercó hasta a él.
Las preciosas turquesas que tenía por ojos… y que decir de sus labios, tan rosados…
Tan deseables…
Y la tibia sangre que corría por sus venas…
Había tenido que irse con rapidez, antes de cometer alguna tontería. Y no es que no bebiera ya la sangre de los mortales, no, el bebía, no con frecuencia…
Pero, aquel jovencito, no le atraía como “aperitivo”…
No, ese chico, le estaba robando el aliento…
Cual sería su nombre?
De momento, aquello no le importaba mucho, sólo quería verle de nuevo…
*~*~*
El sonido de un móvil, interrumpió a los dos jóvenes.
-Me disculpas un momento, Shaura?- pidió con una sonrisa el pelinegro
-claro, aquí te espero- respondió el de cabello plata, mientras el otro chico, se alejaba por el solitario pasillo.
Ya bastante retirado, se animó a contestar.
-Moshi Moshi?
-Hola, Kaya…
-oh! Asagi! No esperaba que me llamases tan temprano…
-hice mal?
-no… no para nada…
-seguro que no interrumpí nada importante… tu entrevista…?
-no… de echo, me contrataron!-dijo emocionado
-me alegro muchísimo, Kaya!
-gracias…
-entonces, paso por ti?
-eh?! pero... Si vamos a vernos esta noche… no?
-cierto, te invite a cenar… pero quería llevarte a comprar algo, para celebrar que has obtenido el trabajo…
-no te molestes, Asagi…- dijo ahogando una risita nerviosa
-si no es molestia! Entonces, te recojo en el café frente a la agencia?
-jo… de verdad Asagi… gracias, pero… bueno, te parece si pasas mejor a mi casa a las 3?
-a tu casa?
-si… ya que mencionas el café, pues… tuve un incidente con él… -dijo soltando una carcajada divertida- iré a cambiarme…
-oh, ya veo…
-además, prometí darme una vuelta rápida a casa de Yoochun, tengo que devolverle su libro…
-bueno, tu ganas, te recojo en tu casa a las tres, sirve de que veo al latoso de Akira…
-ese holgazán! No quiso acompañarme cuando salí a correr!
-ya, déjalo… tienes la culpa de todos modos por consentirlo tanto…
-gracias por tu apoyo…
-bye…-dijo el de largos cabellos azabache ahogando una risita ante el tono del joven
-adiós…- susurró al tiempo que colgaba y volvía sobre sus pasos hasta llegar con el de pelo plata.
*~*~*
Aguardaba recargado en su moto escarlata. No sabía cuanto tardaría en salir el joven pelinegro… Decir que lo extrañaba, era poco…
Pasó una mano por sus blanquecinos cabellos, en un intento por acomodarles…
Había partido a Alemania hacía ya tres años, dejando tras de sí a un chico, con el rostro lleno de lágrimas… pero eso ya era cosa del pasado…
Ahora sólo esperaba ver de nuevo al joven, que, seguro, no le esperaba. Sabía que esta en esa agencia, debido a que había telefoneado a su hermano menor, Junsu…
Estaría bien? Seguro que sí. Su amigo era un verdadero luchador, aunque su fina y delicada persona no lo demostrara…
*~*~*
-Eh, Yunho, no has visto a Kamijo?
El aludido levantó la vista de las macetas que arreglaba, en la puerta del invernadero se hallaba un joven de cabellos cortos y algo rebeldes, con los brazos cruzados sobre el pecho.
-uhmm creo que no ha vuelto desde ayer, Ryoushin…- dijo pensativo- oh… mejor dime tú donde se ha metido tu precioso hermanito…- agrego en un tono malicioso que hizo fruncir el ceño al otro chico.
-creo haberte dicho ya, que lo dejarás tranquilo… El no es de los nuestros…
-ya… lo sé, pero no deja de ser… es tu culpa por recogerlo cuando era niño…
Por toda respuesta, el chico le lanzó una mirada dura, y apretó aún más las mandíbulas.
-Acaso tienes un conflicto maternal?- siguió el chico, con una sonrisa burlona brillando en sus labios-… no tenías ya suficiente con tu hijo…?- dijo con tono burlón, ahogando una carcajada
-No tenía elección, estaba desprotegido…
-La verdad, no se por que te empeñas en que me aleje de él… vamos, tanto tu hijo, como el chico sabe lo que somos…
-eso es por que no me gusta mentirles…
-no podrás protegerlo por mucho tiempo, Ryou…-Dijo tranquilo, mientras seguía con lo suyo- además, como sabes que el no será el quien…
-cállate, andas imposible hoy…- dicho eso giró sobre sus talones y se fue, echo una furia.
*~*~*
-No crees que estas exagerando un poco…?- la frase siguió del suave sonido del cristal chocando entre si. El joven castaño limpiaba las licoreras con esmero
-No, claro que no…- respondió el pelinegro con voz ahogada, pues acababa de mover uno de los sillones del la sala
-vamos, sólo viene de pasada…-terció un chico de rasgos gatunos, que en esos momentos pasaba la escoba por las escaleras
-si no querían ayudarme, pudieron haberlo dicho antes…- dijo en tono de reproche, al tiempo que se desplomaba agotado en el sillón
Sus dos amigos se acercaron
-No es eso, Yoochun… es sólo que… bueno…
-anda, dilo de una vez Teru….- le cortó el aludido
-vamos, se realista Chunnie… cuantas veces no lo has hecho, y el sólo se queda en la puerta? Sabemos que te gusta… pero el no da señales de corresponder el sentimiento…-dijo lo más serio que pudo el joven castaño- esta vez pasará lo mismo…
-No me daré por vencido- replicó vehemente el pelinegro, al tiempo que se incorporaba, lleno de una especie de nueva vitalidad- le preparare algo realmente delicioso…
-Acaso crees que de verdad el amor entra por el estomago, Chunnie…?- le cortó el joven de cabello bicolor, sonriente, el castaño no pudo reprimir una carcajada, llevándose ambas manos al rostro, en un pésimo intento de evitar que el pelinegro lo viera
Yoochun les miró ofendido, y frunciendo el gesto, agregó
-graciosos… Jae, por que no vienes mejor a ayudarme…- antes de obtener una respuesta, se giró en dirección a la cocina, dejando a Teru riendo con ganas en el salón y con Jaejoong tras el, intentado controlar su ataque de risa.
*~*~*
-eh, y por que tan sonriente Yui?
-nada en especial, Ochi…- dijo mientras seguía acomodando el escenario para el ensayo de esa tarde, pero con media sonrisa delatora
-por favor, no quieras engañarme…- el chico dejó las cajas que llevaba y se acercó hasta el joven de cabellos claros- no me dirás que…
-para que te lo digo…?- respondió sin mirarle, agrandando la sonrisa
-vaya, te aprovechaste de su inocencia, que trucos sucios habrás empleado…- comento socarronamente
-ninguno… de inocente sólo tiene la mirada, mi buen Ochi… un poco de romance y algo más… y listo… no me extraña que casi la mitad de la otra compañía se acostara con él…
-Ya… de verdad que no me lo creo… y bueno, formalizarás con él?
-buen chiste- contestó casi con burla- por supuesto que no… chicos como él, sólo me gustan como entretenimiento…