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Icha-Icha Emergency.
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Primera parte.
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Kakashi se dirigía hacia su aldea regresando de una misión de un par de semanas en Suna y el cambio de clima realmente le alegraba.
Para alguien con su tono de piel el sol ardiente de esa aldea era muy desagradable, además que para evitar las quemaduras y la insolación había tenido que andar cubierto lo que hacía que pasara muy incómodo por el calor, cosa que por si fuera poco había ocasionado que la única parte visible de su cuerpo, o sea la cuarta parte de su rostro se encontrara de un muy poco halagador rojo langosta.
Si, si, era un shinobi y un shinobi no se queja por esas cosas, pero una cosa es no quejarse y otra muy diferente es que te guste.
Y a Kakashi no le gustaba.
Como le gustaría tomar el color dorado que admiraba en Iruka cada vez que este se exponía un poco al sol.
En todo caso al recordar a su novio su humor mejoró y con un trotecito alegre atravesó las puertas de la aldea saludando a los dos shinobi que estaban de guardia y quienes al reconocerlo apenas le dirigieron un saludo y siguieron leyendo muy interesados algún libro cuyo título el copy-nin no se interesó en averiguar.
Era todavía temprano en la mañana y la fresca brisa invernal ayudaba a que el ánimo del jounin fuera todavía mejor.
Todo parecía ir bien en su vida en ese momento, la misión había sido sencilla y el pergamino que había ido a entregar había sido recibido sin mayor contratiempo por manos del Kazekage, de tal manera que regresaba a la aldea sin lesiones lo cual haría que, a menos que apareciera alguna emergencia, pudiera pasar ese fin de año con Iruka pues dado que ambos habían tenido mucho trabajo últimamente ya les correspondía algunos días de descanso.
Dado que no había ninguna prisa por entregar el reporte de esa misión, antes de ir a ver a la Hokage decidió darse una vuelta por la Academia en donde su novio estaría dando clases de reposición a los niños que estuvieran algo atrasados en sus estudios.
Si, aún en las vacaciones de fin de año de la Academia el chunin tenía que seguir dando clases.
El ninja de los mil jutsus tan solo se subió a uno de los árboles del patio de la Academia para poder asegurarse al ver por una de las ventanas que daban a los salones que su chunin se encontraba bien y dejarle saber por un pico en su chakra que estaba de regreso en la Aldea y sin lesiones.
Luego de eso, y si, antes de ir a hablar con la Hokage, insistimos en que no había ninguna prisa, pasó a su casa para un muy necesario baño y cambio de uniforme.
Hatake estaba al tanto de que no podía retrasar demasiado su reporte en la Torre del Hokage, por lo que se apresuró en darse su ducha y mientras se dirigía a ver a su líder, luego de ir a saludar a Obito y presentar sus respetos en la Piedra Memorial, no pudo evitar mirar que en una de las ventanas de su librería favorita se encontraba en exposición el siguiente volumen de Icha-Icha por lo que entusiastamente tomó un poco de tiempo para ingresar y adquirir un ejemplar.
Empezó a revisar el auto-regalo navideño adelantado sabiendo que no chocaría con nadie en su camino pues, aunque no fuera el ninja de élite que era y por ello estuviera al tanto de sus alrededores, las demás personas por respeto e instinto de autoconservación de todas maneras se apartarían de su camino.
Evidentemente en cosa de milisegundos el paquete fue abierto y su contenido expuesto no defraudó al copy-nin.
Era un libro que compartía con los anteriores volúmenes el tamaño y la portada de un color naranja intenso, y que presentaba con grandes letras negras el titulo de “Icha-Icha Sensei”, pero que en vez de mostrar a la heroína ya fuera huyendo o pateando a su perseguidor presentaba a dos shinobi luchando.
Bueno, pensó Kakashi, eso es nuevo.
El jounin comenzó a leer.
“El sol bañaba con la suave luz de la mañana que ingresaba tímida por la ventana semiabierta y acariciaba el dorado y desnudo cuerpo que aún yacía sobre las suaves sábanas de seda azul, sin embargo, el reposo pronto sería negado para esa hermosa criatura, pues con el día que iniciaba empezaba también el trabajo que era a la vez su prisión y su refugio, pues a pesar de su belleza y su virtud Miruka se encontraba solo…”
¿Miruka? Curioso nombre para un personaje, pero bueno, Jiraiya era un genio para esas cosas y el copy-nin a pesar de su deseo de seguir leyendo no le quedó más remedio que detener su lectura un momento para informarle al ANBU que estaba en la puerta de la oficina de Tsunade que tenía un mensaje del Kazekage que debía entregar.
Como era de prever fue admitido de inmediato y luego de entregar el paquete de cactus que la kunoichi médico necesitaba para hacer algunas medicinas y que era enviado como gesto de buena voluntad de la gente de Suna y hacer un informe verbal provisional para su Hokage, Kakashi decidió seguir con su lectura en uno de las áreas de entrenamiento de la aldea por mientras Iruka terminaba con su turno e iba por él a la salida de su trabajo en la Torre.
Acababa de abrir su nuevo libro otra vez y se encontraba buscando el final del párrafo en el que había quedado cuando sintió que alguien tiraba de su brazo y lo medio ocultaba en uno de los pasillos.
Como acto reflejo Kakashi cerró su libro mientras que al mismo tiempo sacaba un kunai y se alejaba de la persona que lo había interrumpido.
Era Asuma.
Ese jounin alzó las manos para enseñar que no estaba buscando pelea y cuando vio que el copy-nin se relajaba empezó a dar una justificación para sus acciones.
-Kakashi, veo que acabas de regresar a la aldea y me imagino que hace muy poco tiempo que tendrás ese libro porque estás en las primeras páginas, así que antes que tengas algún problema con Iruka-sensei mejor te advierto que ese libro pueda ser que le vaya a molestar un poco.
Al escuchar eso nuestro ninja de los mil jutsus recordó el nombre del protagonista;
-Ah, hola Asuma, oye, si es por el nombre del protagonista no creo que a Iruka le moleste que se parezca al de él, eso en caso que llegara a enterarse porque, por alguna razón que no comprendo, se niega a leer ningún título de los libros de Jiraiya.
Asuma empezó a negar con la cabeza;
-Cómo se nota que no has avanzado en tu lectura.
Aunque muy poca gente lo supiera, ese Sarutobi en especial también tenía la colección completa de la obra del sannin de los sapos, pero a diferencia de Kakashi y al igual que la mayoría de los demás jounin él lo leía en privado.
-Esta vez talvez no sea necesario que él lo lea para que se entere, aunque es mejor que te muestre a que me refiero…
Y tomando el libro que Kakashi todavía tenía en la mano empezó a revisar sus páginas aparentemente buscando un ejemplo de lo que quería mostrar, muy pronto pareció encontrar algo y muy seriamente le hizo una seña al otro jounin para que se acercara y viera lo que había encontrado;
-Mira, aquí en el segundo párrafo.
Kakashi empezó a leer.
“Miruka empezó a jadear al sentir las cálidas manos de su amante que con una increíble habilidad le despojaban de su ropa de trabajo.
-¡No, Kikishi, si alguien entrara en este salón y se diera cuenta que estamos mancillando este recinto de saber con nuestra pasión podría perder este trabajo que es mi vocación!
Kikishi al sentir el miembro palpitante de su amante negando lo que su boca tan enfáticamente profesaba, continuó con sus ardientes caricias a pesar de la resistencia, cada vez más débil, que ofrecía el maestro…”
Luego de ese párrafo el copy-nin empezó a reír;
-Ja ja, la verdad debería enseñarle a Iruka esto, talvez así me dejara así fuera darle un beso cuando estamos en la Academia, creo que este Miruka me va a agradar.
Asuma no parecía muy convencido;
-Yo siendo tú no estaría tan tranquilo, cuando sigas leyendo te vas a dar cuenta de que ese personaje parece mucho más basado en él que lo permitido por la casualidad, hasta tiene una cicatriz encima de la nariz y por lo que pude leer, porque la verdad cuando me di cuenta que el otro personaje se parecía muchísimo a ti me resultó demasiado incómodo seguir leyendo, yo diría que contrario a ti Iruka-sensei no se va a sentir halagado por eso y siendo él tan recatado posiblemente no le guste que se lea en un libro un montón de cosas que el personaje de Kikishi le hace en la escuela en la que trabaja Miruka.
Kakashi luego de escuchar eso empezó a ponerse serio;
-No lo creo, Iruka sabe que la realidad y la ficción son dos cosas diferentes y en todo caso no me va a culpar a mí por algo que escribió Jiraiya, él no es tan injusto o irracional.
Asuma lo miró como si no le estuviera creyendo mucho lo que estaba oyendo.
-¿Estás seguro de eso? Si miras el capítulo 3 verás que hay una descripción bastante detallada de la primera vez que los dos personajes se van a la cama, luego de una fiesta que se lleva a cabo en la casa de la jefa del pueblo donde viven los personajes, como parte del pago de una deuda que tiene Kikishi por un sillón que quiere obtener de Anka, la mejor amiga de Miruka y en el capítulo que sigue te digo que si tuviera que describir tu casa yo no podría hacerlo mejor, cualquiera que fuera mal pensado creería que el maestro Jiraiya tuvo una muy buena asesoría.
Está de más decir que el copy-nin estaba enterado que en una aldea ninja casi todo el mundo es mal pensado.
Kakashi empezaba a sentirse incómodo y algo molesto;
-Ya te dije que yo no tuve nada que ver y estoy seguro que Iruka me va a creer aunque tú no lo hagas.
El otro jounin levantó sus manos de manera conciliadora;
-Está bien, tú lo conoces mejor, y estoy seguro que no pondrías en riesgo esa relación que es lo mejor que te ha pasado en años por una indiscreción, además que el personaje de Miruka es muy atractivo y ya sabes como se pone la gente de la aldea, es una vergüenza que a veces no puedan diferenciar entre lo real y la fantasía.
Eso llamó la atención del copy-nin;
-¿Crees que alguien se ponga a acosarlo, o que de verdad Iruka se pueda molestar si cree que yo le conté cosas de nosotros a Jiraiya?
Asuma se encogió de hombros;
-Hablé de eso con Gai y con Ebisu y ellos también creyeron que tú debías de haberte ido de boca, yo que tú trataría de aclarar las cosas o hacer una reparación de daños ahora que Iruka todavía no se ha enterado, el libro lo empezaron a vender en la aldea hace menos de una semana así que no hay demasiada gente que lo haya leído todavía.
Kakashi llevó una mano a su barbilla mientras pensaba;
-Bueno, él no lee la obra de Jiraiya así que por ese lado no tengo que preocuparme, pero no quiero que la gente se haga ideas raras con Iruka así que creo que mejor voy a comprar las copias que queden, ¿me acompañas? Además necesito donde poner los libros mientras veo a ver donde los guardo de manera definitiva.
Asuma abrió mucho los ojos;
-¡No estarás pensando en dejarlos en mi casa!, mis sobrinos lo revisan todo y mi hermana me mataría si los encontrara leyendo esos libros por culpa mía, le podría decir a Kurenai, aunque ahí los podría leer Anko-chan e irle con el chisme a Iruka-sensei y por lo mismo tampoco podemos dejarlos donde Gai.
Hemos de decir que ambos hombres no sabían que las dos chicas ya poseían sus propias copias, pues dicho título tenía un grupo meta completamente diferente a los anteriores, habría que reconocer que Jiraiya si bien tenía un talento literario algo escaso, en mercadeo y conocimiento de los gustos de la gente era un genio, no por nada esos libros eran best sellers, al punto que hubiesen hecho películas con actores famosos de los anteriores volúmenes y la fortuna personal del sannin era muy grande gracias a ellos, riqueza que tenemos que informar se duplicaría luego de que se terminara de difundir su última obra.
Tal parecía que la única persona mayor de edad que no los leía era Iruka.
Pero bueno, regresando a la historia nuestro héroe y su leal amigo se dirigieron a las dos librerías de Konoha para comprar los treinta libros que todavía estaban a la venta, cosa que acabó con todo el dinero del bono de fin de año de Kakashi, sin embargo el copy-nin trató de consolarse pensando que el gasto merecía la pena al considerarlo como una inversión en su relación con Iruka, pero para que no se viera raro, en un chispazo de genialidad le informó a los dueños de dichos establecimientos que dado que se acercaba la Navidad tenía pensado regalar dichos libros a sus amigos y colegas y por lo tanto le interesaba comprar todos los que estuvieran disponibles y de esa manera no levantar sospechas que por esas cosas del destino pudieran llegar a oídos de Iruka.
Luego de eso y de darse cuenta que no podría guardar esa cantidad de libros en casa de ninguno de ellos ni de sus amigos sin que fuera sospechoso, llegaron a la triste conclusión que lo único que podrían hacer sería destruir la evidencia.
El día que inicialmente había parecido luminoso se transformó en frío y oscuro y soplaba un viento gélido en el bosque de la muerte en donde ambos shinobi buscaron un pequeño claro y haciendo una pila con los libros y con el corazón pesaroso por el sacrilegio que estaban cometiendo les prendieron fuego.
Asuma frente a la pira funeraria de todos esos libros miró un momento a su amigo para notar que lágrimas resbalaban por la parte visible de su mejilla para ir a esconderse en la máscara que le cubría la parte inferior del rostro por lo que puso una mano en su hombro;
-Vamos Kakashi, ya sabes que hay sacrificios que hay que hacer si quieres mantener una relación.
El jounin suspiró sacudiendo la cabeza;
-Lo se, y aunque me parece algo terrible lo que acabamos de hacer no es lo peor que haya tenido que hacer como shinobi, lo que pasa es que Obito siempre se conmovía con mucha facilidad y su ojo a veces se comporta como si siguiera en él.
Asuma decidió no hacer ningún comentario de que el ojo que estaba lagrimeando no era el que había sido implantado sino el otro.
Luego de ese triste episodio nuestros dos shinobi salieron de ese bosque maldito con el conocimiento agridulce de que habían hecho lo que tenían que hacer para cumplir con la auto impuesta misión.
Los dos hombres se despidieron en silencio para tratar de mitigar la culpa a solas, Asuma se dirigió a visitar a Kurenai y Kakashi decidió empezar a encaminarse hacia la Torre, luego de cambiar la portada de su nuevo libro por la del tomo anterior, obviamente el copy-nin no había tenido corazón como para deshacerse de absolutamente todas las copias y había conservado una para enterarse como continuaba la historia.
"El joven Kanuto, quien había sido el alumno predilecto de Miruka, no veía con buenos ojos los avances de Kikishi, pues este antes de su relación con el virtuoso maestro había estado sumido en los placeres tormentosos del bajo mundo y el joven mancebo temía que la inocencia de esa alma pura fuera a ser mancillada y consumida y luego pisoteada y abandonada por un capricho pasajero de ese ser depravado…”
Kakashi se sentía indignado, ¡quién tenía a Kanuto metiéndose en donde no lo llamaban!, era más que evidente que lo que sentía Kikishi era real y que lo que hubiera hecho en su vida anteriormente había sido debido tan solo errores de juventud.
Nuestro copy-nin se preguntaba en que momento se le daría su merecido a Kanuto por estar interfiriendo con el amor verdadero, y mucho más importante que eso se preguntaba en que página empezaría la verdadera “acción” entre Miruka y Kikishi , alegrándose en cierta medida de haber recolectado los demás tomos pues ciertamente ese maestro se parecía mucho a uno que conocía muy bien en la vida real y no le hacía nada de gracia que las virtudes de su novio fueran expuestas de manera tan pública, además que si era cierto lo que le había dicho Asuma, más adelante en la historia cuando la parte prohibida para menores empezara Iruka posiblemente se sentiría molesto.
Y un Iruka molesto significaba un Kakashi privado de sexo.
Estos preocupantes pensamientos fueron interrumpidos por el civil dueño de una de las librerías quien lo llamaba desde la puerta de su establecimiento;
-Hatake-san, como me di cuenta que hay bastante demanda de los “Icha-Icha Sensei” para regalar en Navidad hablé con el proveedor y mañana me llegan 100, por aquello que aún necesite más…
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