*-*-*-*-*-* 5 de abril de 2010, 9:00 pm Casa de Uke Yutaka *-*-*-*-*-*
- “Hoy es el día” – pensaba mientras observaba el calendario- “Hace un año que ya no estas aquí, que caprichoso es el cruel destino… estuve contigo tanto tiempo y siempre oculté esto que sentía, y cuando al fin podemos unirnos… simplemente te vas y me dejas con tu valioso recuerdo…” – sonrió amargamente- “parece que tofo fue hace tan solo unos cuantos días. Aun siento que todo es un sueño…”
*-*-*-*-*-* 10 de enero de 2009, casa de Uke Yutaka *-*-*-*-*-*
- Kai, Kai ~~ - se escucho un grito afuera- sal que tengo una cosa que mostrarteee
- Se asomó por la ventana el pelinegro- ya voy bajando- sonrió y saludo con la mano
Al cabo de unos minutos bajó el moreno con una radiante sonrisa que lo hacia parecer varios años más joven.
- Hola Akira- le dio un pequeño abrazo- ¿Qué es lo que me mostraras?
- Ven – le tomo la mano y lo guió a la esquina- mira lo que compre – le señalo un automóvil nuevo y bastante costoso.
- Wow…. ¡es hermoso! ¿Cómo lo compraste?
- Ahorre por mucho~ por que crees que no te invitaba a comer jeje… vamos a dar una vuelta- le sonrió y tomo su mano de nuevo, haciéndolo subir al asiento del copiloto mas entusiasmado que un niño en una juguetería
El rubio teñido encendió el reproductor de música y coloco la banda favorita de ambos. Estos se quedaron sumidos en la hermosa melodía de esta y en sus propios pensamientos, creando así, un para nada incomodo silencio. Akira condujo el auto hasta una pequeña y retirada plaza donde acostumbraban pasar el rato; allí habían compartido numerosas alegrías y tristezas de ambos. Bajaron del auto y se dirigieron a una de las bancas de la plaza.
- Sabes Kai… recuerdas que aquí nos conocimos- miraba a la nada el rubio.
- Si jeje, me caíste mal, pensé que eras algo lúgubre y raro… y no me equivoque jajaja
- ¡¡Heyy!! – se quejo
- Ya, es broma bromaaaa jajaja no me cosquillees [eso existe? XD]
- Tu tampoco me caíste muy bien… creía que no se eras arrogante y no se que no sabias saludar a la gente. En fin quería decirte algo – calló por un momento.
- ¿Qué cosa?, habla- le miro
- Es que sabes… me dijeron por allí que la vida puede extinguirse en cualquier momento y que debemos aprovecharla al máximo y todo lo demás- guardo silencio de nuevo- quizá te suene loco, inapropiado o lo que sea; pero Yutaka… te quiero mucho, demasiado, pero no en la manera fraternal de amigos. Me gustas… -desvió la mirada del pelinegro, avergonzado – no tienes que decir nada, como dije, solo quiero expresar lo que siento y ya- sonrió y le volvió a mirar.
- No… ¡no puedo creerlo! – rio nervioso- ¿no es broma cierto?
- Crees que bromearía con eso…
- ”sea tu… yo… Wow… siento que moriré. Akira también me gustas. Me gustas desde hace tiempo y y pues… - fue interrumpido por un abrazo de parte del Suzuki que se convirtió en un beso
El primero beso que se daban ambos, el primero que le daban a un hombre también… fue lento y tímido al principio, pero luego fue más rápido, pero aun así seguía siendo mágico y hermoso para los dos chicos. Sentían como si el tiempo se hubiera detenido y solo estuviera ellos dos en el mundo. Luego de un corto tiempo se separaron sus labios y volvieron a pisar tierra. Así fue como comenzó un nuevo y largo tiempo de felicidad para los dos, o eso creía uno de ellos…
*-*-*-*-*-* 27 de enero de 2009, casa de Akira Suzuki *-*-*-*-*-*
- ¿En serio crees que este bien? – preguntaba Akira al sonriente moreno
- Por decimaquinta vez, si las conté, te digo que ¡si!, si quiero hacerlo, yo te lo propuse por que realmente lo quiero- suspiro desesperado y apenado
- Ok… ok, luego no te arrepientas, sabes que soy tan inexperto como tu en esto – se acerco a el y comenzó a besarlo
Continuaron un rato con besos y caricias sutiles por encima de la ropa. El primero en romper el hielo fue Akira, quitando la camisa de su pareja y a su vez, besaba cada centímetro de piel que iba descubriendo; el moreno simplemente se dejaba hacer pasivamente. Poco a poco fueron quedando sin ropa y se fue perdiendo la vergüenza dejándose guiar por el amor y el deseo que sentían mutuamente.
El rubio lubrico dos de sus dedos, e introdujo parte de ellos en la entrada del moreno, haciéndolo estremecerse un poco, lo que el dominante del momento asusto, pero siguió con su ansiada tarea. Cuando ya sintió que estaba bien preparado lo colocó cara a cara con el y de a poco y lentamente fue haciendo intromisión su miembro al cuerpo de Yutaka. Le beso y abrazo al comenzar a moverse para distraerle del inicial dolor. Al cabo de un rato, en la habitación solo se escuchaban gemidos de sumo placer por parte de los dos. Cuando Akira sintió que se correría bajo el ritmo para hacerlo durar un poco más, culminó gimiendo el nombre del moreno cayendo abrazado a este en la cama.
- … ahh… eso estuvo genial…-habló luego de un rato, entrecortadamente Yutaka
- Si… hay que repetirlo…-contesto de la misma manera que el anterior.
- Que te parece ahora y cambiamos de lugar – se levanto enérgicamente como nuevo [da miedo O.OU]
- ¿Qué?... es que no se… estoy cansado y…-se paro en seco y pensó- si, si quiero- le beso nuevamente.
Al contrario de la vez anterior el dominante fue el pelinegro que besaba y acariciaba minuciosamente la piel desnuda y tersa de Akira, este solamente se excitaba cada vez más al contacto con su amado. Al igual que el rubio al cabo de un corto tiempo, lubricó sus dedos e imitó la acción antes practicada en el. Con menos sutileza que Akira, introdujo su miembro y se movió rápidamente haciendo morder la almohada al rubio para acallar sus gemidos, cosa que fue en vano, ya que, no se aguanto y gimió sin pudor alguno.
Yutaka continuaba con un rápido vaivén y masajeaba el miembro del rubio, al mismo tiempo, la casa entera estaba llena de una sonora melodía de gemidos, cosa que de seguro molestaría a los vecinos, lo cual realmente les importaba muy poco o nada en esos momentos.
El pelinegro acabo dentro del cuerpo de Akira y ya exhausto completamente, cayó junto a el abrazándose fuertemente y acurrucándose en el delgado pecho del rubio, quedando dormido al igual que el, profundamente hasta el día siguiente.
Los días fueron transcurriendo felizmente para Yutaka y Akira, la pasaban extremadamente bien juntos, paseaban y salían cada vez que podían; sus amigos aceptaron a la perfección su relación y se sintieron de igual manera felices por ellos. Todo iba viento en popa para la pareja, hasta que el pelinegro comenzó a notar (aunque lo ocultaba) que el rubio se estaba enfermando y debilitando con los días, cosa que preocupo de sobremanera a Yutaka, pero cada vez que mencionaba algo al respecto su novio simplemente evadía el tema.
*-*-*-*-*-* 22 de marzo de 2009, casa de Akira Suzuki *-*-*-*-*-*
- Akira~… ¡hoy no escaparas de esta!- lo tomó con fuerza y lo sentó en un sillón de su casa- ¿acaso estas mas liviano?
- Eh… si, he perdido algo de peso estos días- tosió un poco- ¿Qué quieres Kai?- trato de levantarse pero Yutaka se lo impidió.
- Quiero que me hables con la verdad… oye no se por que lo ocultas pero tengo miedo ¿sabes? – se sentó a su lado.
- … no se de que hablas- rio un poco haciéndose el desentendido.
- Tonto… es obvio, pues que estas enfermo y no dices nada, no vas al medico y parece no importarte. Déjame ayudarte- tomo su mano.
- … pues… tienes razón- dio un largo suspiro- no se como tomaras esto, pero… he ido al medio desde hace un tiempo, y pues… si estoy enfermo, bastante podría decirse, pero ya es demasiado tarde.
- … - se quedo perplejo- q… ¡¿Qué?! ¡¿Qué demonios estas diciendo?!, nunca es demasiado tarde, no te dejes caer yo se que podemos salir de esta juntos- lo abrazo efusivamente.
- No Kai. Aprecio todo esto que dices, en serio, y quisiera creerlo, pero de verdad ya es muy tarde- sonrió amargamente.
- No es posible, ¡¡no lo es!! – sollozó un poco- me quedaré contigo para que veas que te mejoraras, estoy seguro. Prométeme que si pasa algo iremos al medico- levanto el dedo meñique como un infante.
- ¿eh? Promesa de meñique jajaj—vio la cara enojada del chico a su lado- ok ok- levantó su meñique y lo entrelazo- lo prometo…
Como ya había decidido Kai, este se quedo allí con el rubio, pero al contrario de lo que había planeado en su mente, el Suzuki no mejoraba sino que se debilitaba muchísimo cada día que pasaba (aunque siempre sonreía y decía sentirse bien), estaba notablemente más delgado; no podía mantenerse en pie por mucho rato, y se dirigía a un inevitable final. Kai nunca le pregunto que era lo que tenia por miedo a saber que en serio no tenia esperanza…
*-*-*-*-*-* 5 de abril 2009, 5:00 am casa de Akira Suzuki *-*-*-*-*-*
- “Ahh… tengo que ir al baño”-pensaba mientras trataba de levantarse de la cama- “no puedo levantarme...” – hizo un esfuerzo, hasta que lo logro. Con la luz de su móvil iluminó el camino, cuando súbitamente cayó al suelo- “mierda que día es hoy”- vio su calendario del celular – “ahh… claro jeje… ya pasara todo…”.
- ¿Akira?- se levanto el pelinegro por el ruido del rubio al caer, encendió la luz y lo ayudo a levantarse- ¿¿Qué paso??
- Me… caí…- contesto sonriente pero débilmente tosiendo
- ¡Te dije que si necesitabas algo me avisaras!- se notaba muy preocupado al hablar.
- Lo se… es que no quería molestar, lo siento. Ayúdame a ir al baño.
- Bien…- lo condujo hasta allí y aguardo a su lado- ne~ dijiste que si pasaba algo iríamos al medico.
-….- si, te diré donde llevarme…- contesto tristemente, conociendo su destino.
Yutaka se vistió y ayudo a Akira a hacerlo. Tomó el auto del último y guiado por el llegaron a una pequeña clínica, donde el rubio ya tenia su medico de confianza y su historia medica. Lo hicieron pasar a una habitación y luego el doctor salió de esta para hablarle a Kai.
-¿Es usted su hermano, familiar o amigo?- pregunto al encontrarse al chico.
- Soy su novio- respondió sin vergüenza alguna.
- Ahh… ok… me imagino que esta al tanto de la situación del paciente.
-… la verdad no del todo. ¿Podría decirme como esta?
- Sinceramente es algo delicado- tomó asiento e hizo que Uke le imitara- desde hace unos pocos meses atrás Suzuki-kun ha venido para acá por unos malestares, le hicimos algunos exámenes y resulto que padecía… cáncer de pulmón, debido al humo del cigarrillo aspirado por tantos años [no fumen ¬¬ :D]. Esta es una enfermedad que se puede curar si se diagnóstica a tiempo, en el caso de Suzuki-kun lamentablemente no fue así… - vio como el moreno se quebraba en llanto, así que cayó un momento- con ayuda de unos medicamentos le dije que podía alargar su esperanza de vida hasta aproximadamente los tres primeros días de abril.
-… q-que día es hoy- sollozaba mientras sacaba su móvil para ver. Al observar “5 de abril” lloró aún mas- ¿puedo, puedo verle?- suplicó a lo que le hizo una señal afirmativa. Secó lo más que pudo su llanto y entró- Hola Akira- trato de sonreír, pero solo resulto una mueca de dolor.
- Kai… me imagino que ya sabrás todo- desvió la mirada a la ventana- lo siento… fui egoísta al no decirte.
- Tranquilo…-se sentó a su lado y tomo su mano como solía hacer- Te amo Akira Suzuki- beso suavemente sus labios.
- Yo También Uke Yutaka, alias Kai jeje…- tosía un poco- te agradezco por hacerme tan feliz, no sabes cuanto me hice el fuerte para no verte mal. Aun así ya no puedo aguantarme mas, estoy demasiado débil Kai, así que esto es un adiós… Te amo, en verdad te amo Yutaka- volvió a ser besado por el moreno.
Yutaka sentía que en ese beso se desaparecía la esencia del rubio, y su mano se aflojo de la de Kai. Este separo sus labios, observo el cuerpo inerte, pero aun así hermoso del hombre que más había amado. Lloró desconsoladamente en su pecho sin soltar su mano, quería que todo fuera una pesadilla, despertar y volver a ver su cara de alegría… pero no era así. El doctor lo hizo volver a la realidad y lo saco de allí.
Con el carro de Akira y música a todo volumen volvió a ir a la plaza que tantos recuerdos le traían con el rubio. Fue a casa de este y la recorrió, comenzó a sacar sus cosas y a recordar los buenos tiempos con el; revisando uno de los cajones de Akira encontró un CD que decía “Para mi querido Kai”
-Que será esto. Nunca lo vi…- lo colocó en el DVD y era una grabación de Akira.
- mmm… espero que ya este encendido jeje- en la grabación estaba mucho mas saludable que hace un rato- bien, si estas viendo esto, de seguro… ya paso todo y no estoy aquí-suspiro- sea lo que sea, pase lo que pase, promete que estarás bien y feliz siempre, ya que, gracias a tu felicidad me hiciste pasar la época mas feliz de mi vida. Quiero que se lo trasmitas a todos- sonrió amablemente- Este… también quisiera que me perdones por no decir nada, pero en serio tenia miedo. Otra cosa que me gustaría hacer es agradecerte por todo lo que haz hecho y de seguro harás por mi- hizo una pequeña reverencia- me escuchaste, me quisiste, me valoraste, me aguantaste jeje, me cuidaste y lo mas importante siempre me llenaste de alegría. En fin, no soy muy bueno con las palabras, y espero no haber olvidado decirte nada. Sin más, espero que siempre le veas lo bueno a todo y que sigas teniendo una buena vida. Vive al máximo todos los días y veras que cuando llegue el momento dirás “viví bien”. No olvides sonreír, estoy seguro que harás feliz a muchos… Te amo, aunque ya no este, quiero que lo recuerdes siempre. TE AMO.
Se paro el CD y Kai solo atino a llorar más y más, desahogó todo lo que sentía y finalmente quedo dormido allí mismo en la cama del rubio con su ropa y cosas encima de esta.
A la mañana siguiente despertó notando que no fue un sueño, sino la cruda realidad que lo había abofeteado en la cara. Fue al baño y tenía los ojos hinchados de tanto llorar, lavó su cara y sonrió, una de las sonrisas mas radiantes que dio en toda su vida.
-¡Akira Suzuki, no me dejare vencer y seré muy feliz, por ti! – grito a la nada.
Tal cual como aquel día, hizo lo mismo un año después y lo seguiría haciendo siempre, ya que, se lo había prometido a la única persona que había amado de verdad. Vivía con el recuerdo de el, pero no se echaba a morir, sino lo contrario. Valoraba y atesoraba cada día más y más todo lo que había vivido junto a Akira Suzuki.
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