Cuatro Navidades.
En unos de los lugares donde los adolescentes se divertían al máximo…
El lugar era esplendido, por todos lados habían reflectores de diferentes colores y unos cuantos rayos lásers, la música a todo volumen, cuerpos que se rozaban entre si, otros bailando al compás de la música, donde…
-Gracias de nuevo Sakura-chan… siempre dejándome sólo para irse a ligar…-Se quejaba un rubio de ojos azules de tez bronceada llamando varías miradas de los que se encontraban alrededor suyo.
Al no darse cuenta ya que tanta gente se achocaba sin dejar de bailar choca con alguien.
-¡Fíjate!-Gritó el escandaloso rubio que levantó la cara ya que el tipo era mucho más alto que el, y al fijarse mejor vio a un chico de cabello negro… mejor vamos al grano.
-Tú eras el que no se fijó.-Se defendió.
-Claaaro, teme.-Susurró lo último aún sin despegarse del pelinegro
-Tsk… dobe.
-¡¿A quién le dices dobe!?-Gritó ofendido.
-Al único que tengo enfrente.-Sus caras se acercaron inconscientemente por lo furiosos que estaban.
Sin embargo, al acercarse demasiado cada uno, sus labios rozaron, que esto provocó que los dos abrieran los ojos sorprendidos, pero con el deseo de volver a sentir, y como dije, se volvieron a unir en un fogoso beso, mientras que el mayor levantaba al rubio y este se aferraba a su cintura, sin despegar los labios, el pelinegro abrió un ojo para ver por donde caminada para después topar con la puerta que curiosamente era del baño de hombres, cerrándola con seguro.
20 minutos después…
El pelinegro y el rubio salen del baño, el primero se arreglaba la camisa y el segundo el cabello.
-Por cierto… no me has dicho ¿cómo te llamas?-Preguntó sonriéndole.
-Sasuke… Uchiha Sasuke ¿y tu?-Preguntó igual.
-¡Uzumaki Naruto-dattebayo!
1 año después…
En una fiesta del trabajo de Sasuke…
-No saben la emoción que siento, en una semana nos casaremos Gaara y yo.-Dijo un emocionado pelinegro que se encontraba sentado enfrente de una mesa redonda, junto con varias personas que miraban emocionados al chico, que abrazaba fuertemente a un pelirrojo.
-Que emoción Lee, felicidades.-Agradeció una rubia de cuatro coletas, abrazando a un chico que por su cara, parecía que estaba muy aburrido.
-Y ustedes Temari, ¿cuándo se casa?-Preguntó Lee a la rubia.
-Faltan dos meses.-Dijo sonriendo felizmente, todos voltearon a ver a la única pareja que no había hablado desde que empezaron con el tema de las bodas.
Lee fue el primero en hablar.
-Y ustedes dos, ¿cuándo se casan?-Dijo feliz, captando la atención de los dos que se encontraban distraídos, uno estaba mirando el lugar, mientras que el otro tomaba discretamente su licor.- ¿Naru-chan?-Dijo llamando la atención del rubio quien lo miró nervioso.
-Bueno, es que la verdad no hemos pensado en casarnos.-El Uchiha lo miró.-No tenemos planeado nada, la verdad-dattebayo.-Sonrió mientras se rascaba la nuca.
-Pero ¿por qué… tampoco piensan en los hijos?-Lee sabía perfectamente que Naruto era un docel al igual que el, ante esto Sasuke casi se atraganta con el licor.
-No…-Habló Sasuke.- Sinceramente no estamos interesados en formar una familia.
-Exacto.-Apoyó Naruto.
-Ah…-Dijo aún sorprendida Temari.-Bueno, cada quien con sus gustos ¿no?-Terminó riendo contagiando a los demás.
-¡Sí, mejor vivamos la flor de nuestra juventud!-Gritó agarrando al pelirrojo del brazo para que salgan a la pista a bailar.
Habían pasado varios meses cuando el invierno llegó, en un día como el 24…
-¡Niia! ¡Que emoción mañana nos vamos a Hawai!-Gritó emocionado el rubio mientras veía la televisión que al recordar que se iban de vacaciones a Hawai se emocionó.
-Si… al fin no tendremos que pasar la navidad con nuestras familias.-Suspiró más calmado.-¿Por cierto mandaste los regalos de navidad?-El rubio asintió con la cabeza.
Sasuke y Naruto venían de unas familias divorciadas, por eso no querían casarse ni formar una familia ya que seguramente les pasaría a ellos lo mismo terminarían divorciándose y con sus hijos más tristes que nunca, por eso era mejor vivir en unión libre, aunque vivían en la misma casa.
En la mera mañana del 25, el clima no se encontraba muy bien, había mucha niebla, algo extraño.
Pero no para unas personas que se encontraban en una casa acomodando sus maletas, felices de la vida ya que no tendrían que compartir la navidad con sus familias más que con ellos mismos.
En el aeropuerto…
El celular del rubio sonó.
-¿Moshi moshi?
-Naru, querido, ¿vas a venir a la fiesta de Navidad?-Preguntó emocionada su madre, el rubio ya lo tenía todo planeado.
-Gomenasai mamá, demo Sasuke tiene que viajar para Denver por su trabajo y no podremos ir…-Dijo tratando de estar triste, pero por una parte se sentía culpable por engañar a su madre, y también a su padre quien ya le había hablado antes que su oka-san.
-Ah… bueno… espero que todo vaya bien.-La voz de su madre se escuchaba triste.-Adiós querido.
-¡Sayonara oka-san!-Una ves que colgó Sasuke lo miró.
-¿Y bien?
-Se lo creyó-dattebayo.
Por alguna razón había una gran cola para checar todo y emprender el viaje, pero algo iba mal.
Momentos después el celular del azabache sonó, que al igual que el rubio era su madre mintiéndole, al igual que su padre.
Aún esperaban en la larga cola, más la voz femenina que provenía de las bocinas del aeropuerto llamó la atención no sólo de ellos sino que de todo los que iban a viajar.
-Lamentamos las molestias, demo todos los vuelos serán cancelados, la neblina hizo que se cancelara, les damos nuestras más sinceras disculpas, gracias.
-¿Cancelados?-Dijeron al unísono los dos.
Sasuke agarró la mano del rubio y lo sacó de la fila, pasando de largo toda la retafila de personas esperan, para posarse en la primera casilla que se encontraba bacía.
-¡Oiga! Espere su turno.-Gritó al señor al que Sasuke le había quitado su lugar.
-Será rápido.-Dijo, más el hombre se quedó callado muy molesto, esperando a que el azabache terminara.-Disculpe, pero necesitamos saber si los vuelos a Hawai están cancelados.
-Lamentablemente sí señor.-Dijo la mujer, muy bonita por cierto.
-Por favor debe de haber otra aerolínea.-Dijo desesperado.
-Gomenasai, todos están cancelados.
-No puede ser, debe de haber una aerolínea hermana ¿No?-Más la mujer negó con la cabeza.
-¿Y no hay una prima?- ¿Qué había dicho? La mujer y Sasuke miraron al rubio con cara de “what?”-Perdón no se nada de esto-dattebayo.-Rió avergonzado.
-Estamos aquí en el aeropuerto de Konoha, como podan ver hay muchos pasajeros confundidos por los vuelos cancelados, vamos a ver que opinan ellos.-Una reportera se les acercó curiosamente a un rubio y a un pelinegro quienes peleaban con la pobre mujer.-Disculpe.-Llamó la atención de los dos.-Me puede decir a donde viajan…Estamos en vivo.-Susurró lo último para que sólo ellos escucharan, Sasuke y Naruto sudaron frío.
-Eh… viajamos a Denver.-Dijo nervioso el azabache, esperando a que sus padres no vean la tele.
-¿¡A Denver!?-Preguntó confundida.-Pero no están vestidos para ir a un lugar de frío.-Dijo sorprendida, al ver que en realidad no estaban vestidos adecuadamente para ir a un lugar de nieve, es más llevaban ¡ropa de playa!
Ahí no… ahora sus padre saben que habían mentido, perfecto, gracias reportera de…
En ese momento el teléfono de los dos sonaron…
Afuera del aeropuerto.
-¿Qué te dijo tú mamá?-Preguntó Sasuke.
-Pues, me dijo que como ya nos vamos de viaje que si podía pasar la fiesta de navidad ahí, y acepté.-Dijo aburrido.
-¿¡Qué!? Yo… yo… ¡igual acepté ir a la fiesta de navidad de mis dos padres!
Lo más lógico tendrían que ir a cuatro fiestas de navidad.
-Primera fiesta. Casa del padre de Sasuke-
-Bueno, sólo me queda decir que… mi padre es un poco… bueno, raro, si me dices que ya te quieres ir nos vamos ¿esta bien?-Dijo Sasuke a Naruto, que aún no se bajaban del auto que se encontraba enfrente de una casa tipo rustica.
Tercera tan
-Sí, por cierto… ¿podemos decir una palabra cuando ya nos queramos ir?-Dijo algo nervioso.
-Bien, ¿Cuál será?
-Que tal… ¿muérdago?
-Mmm… muérdago esta bien, así no se darán cuenta de que nos queremos ir.
-Hai.-Dijo sonriendo mientras que Sasuke se acercaba para besarlo.
-No olvides decirme cuando ya no te quieras ir.-Aún besándolo.
-No lo olvidaré, diré muérdago.
-¡Ah! Ya te quieres ir, bueno, vámonos.-Dijo abrochándose su cinturón, más el rubio alzó una ceja mientras se bajaba del auto, suspiró resignado, esperando a que no pasara nada esta ves.
Al tocar la puerta le recibió un hombre ya viejo de cabello largo negro como sus ojos y de tez blanca.
-¡Feliz Navidad Sasuke!-Dijo feliz.
-Feliz Navidad oto-san.
-¡Oh! Con que este es Naruto.-Sasuke sudó frío.
-Por favor que no pase nada… por favor que no pase nada…-Repetía muchas veces en su cabeza.
-Feliz Navidad Uchiha-sama.-Sonrió tiernamente.
-Bueno pasen.-Dijo el hombre, Sasuke suspiró aliviado, más al entrar a su casa…
-¡Ototo!-Ahí… no… Itachi.
Itachi abrazó fuertemente a su hermano, dejándolo sin aliento.
-¿Cómo has estado hermanito-baka?-Se separó de el y con sus dos manos le estiró sus cachetes como si fuera un pequeño niño.
Sasuke abrió los ojos como platos, mientras escuchaba una risita por parte de Naruto.
-No jodas.-Quitó bruscamente las manos de su hermano mayor, entraron para quedar en la sala, viendo a dos pequeños niños de cabello negro corriendo alrededor de un árbol de navidad, pero al ver quien había llegado…
-¡Tío Sasuke, tío Sasuke!-Gritaron y corrieron hacía el azabache, quien lo recibió emocionado.
Naruto pudo ver como a Sasuke lo querían mucho por sus sobrinos, se le hizo lindo ver a su pelinegro abrazar a su sobrinos con mucho cariño… y como sería… con sus hijos… no que demonios estaba pensando.
-¡Oh! ¡Pero si este es Naru-chan!-Gritó el hermano mayor de Sasuke, se acercó al rubio y barrió con la mirada al rubio que se sonrojo.-Wow, ¡Sasuke si que te luciste!
A Sasuke le salió una vena palpitante en su frente, los niños se soltaron de su tío y se acercaron a Naruto, quien los miró sonrojado pero a la ver sonriente.
-¡Órale si es muy kawaii!-Gritaron para después correr hacía el rubio y abrazarse un de la cintura –el más alto- y el otro de la pierna del rubio, el de la cintura subió un poco su mano y le tocó un glúteo al Uzumaki quien dio un pequeño brinco al sentir esa pequeña mano traviesa en donde no debía.
Sasuke vio aquello.
-¡Sai! ¡Quita a tu hijo de mi Naruto!-Jaló al rubio para que sus sobrinos hentais se soltaran de una buena vez.
En ese momento apareció Sai junto con una rubia que se encontraba embarazada mientras cargaba a una pequeña.
-¡Feliz Navidad Sasuke-baka!-Dijo regalándole una sonrisa a Naruto.
-¡Ohayo Sasuke-kun!-La rubia tenía una coleta alta con un mechón en uno de sus ojos.
-Hola, Ino.-La odiaba, cada ves que estaba a solas con ella, esta siempre lo coqueteaba.
-Vaya, vaya, pero que tenemos aquí, parece que Santa Claus se adelantó dejándonos un bello regalito.-Dijo mirando al rubio quien estaba aún siendo abrazado posesivamente del azabache.
-¡Bueno, bueno! Por que no nos sentamos a platicar.-Dijo padre se Sasuke.
Todos asintieron más Ino agarró al rubio.
-Naru-chan y yo vamos a preparar bocadillos.-Dijo sonriente mientras dejada a la pequeña en los brazos de Sai, los demás se sentaron.
Llevaban un tiempo platicando mientras que Naruto e Ino platicaba al igual que ellos mientras hacían bocadillos, que sin darse cuenta llegaron al tema de los hijos.
-¿Y qué?-Dijo Ino.-Piensas darle hijos a Sasuke.-Preguntó sonriente.
-Ah… bueno es que la verdad no soy bueno para niños…dattebayo.-Dijo mientras se rascaba la nuca y sonreía tontamente.
-Bueno, lo mismo dije yo, y mira ahora, tengo tres hijos y voy por el cuarto.-Acarició su vientre abultado.
El rubio tomó las charolas que llevaban bocadillos ya que había insistido en cargarlas el, y caminaron a la sala, encontrándose con Sasuke sonrojado.
-¿De que hablaban?-Preguntó Ino.
-Ja, ja… de cómo satisfacía sexualmente Sasuke a su bello novio.-Dijo su padre, sonriente, ante esto el rubio se puso totalmente rojo, mientras dejaba la charola en la pequeña mesita y se sentaba al lado del azabache seguida de la rubia que se sentó al lado de Naruto.
-Gomenasai.-Se disculpo Sasuke, por lo que había dicho su padre, Naruto asintió con la cabeza y le sonrió tiernamente.
-Bueno ¿Por qué no repartimos los regalos?-Preguntó Itachi, todos estaban de acuerdo.
-Que los reparta Sasuke.-Dijo Sai, y su padre apoyó, el azabache menor suspiró resignado y se levantó acercándose al árbol de navidad.
-¿No te fue difícil encontrar regalos de 10 yenes?-Preguntó a Naruto.
-¿Eh?... ¿diez yenes?
-Hai, la verdad en estos tiempos todo está caro…
-Ah…etto…-El rubio se levantó y se acercó al azabache quien ya tenía el primer regalo agarrado.-Sasuke los regalos era de 10 yenes…-Susurró, el azabache alzó las cejas.
-Diez ye…
-¡Vamos! ¿De quién es ese regalo y para quién?-Preguntó Sai.
-Ah, es para Hiro de nosotros.-Dijo refiriéndose a el y a Naruto.
Hiro el mayor, salió corriendo para acercarse a su tío y tomar el regalo, lo abrió y su boca cayó al suelo.
-¡Es un Xbox 360!
-¿Un Xbox 360?-Preguntó el padre de Sasuke.
-¿No los regalos eran de 10 yenes?-Preguntó Itachi.
-Eh… bueno no lo sabíamo…
-Vaya, vaya al parecer alguien no está presumiendo que gana mucho más que nosotros.-Dijo Ino.
-Bueno, es que no sabíamos.-Ayudó Naruto.
-Bueno, ya, di otro.-Dijo su papá un poco enojado.
-Este es de Toshi de su padre Sai.-Dijo leyendo el regalo para saber de quien era.
El pequeño corrió hacía Sasuke para abrirlo y era una…
-¿Linterna?-Dijo desilusionado.
-Bueno… es que ya sabes hijo, el regalo era de 10 yenes…-Dijo nervioso Sai.
-¡Pero tío Sasuke le regaló a Hiro un Xbox 360 ¿por qué tú no?!-Gritó enojado el pequeño.
Dicho esto todos miraron enojados a Naruto y a Sasuke.
-Ya, haber ¿cuál es el mío?-Se acercó a ellos.
El rubio señaló el regalo más grande, al abrirlo se llevó una gran sorpresa.
-¿Qué es eso?
-Es una antena de parabólica, para que tengas más canales en tu tele.-Dijo Sasuke.
Y no era una barata, no, era más cara.
-¿Y yo para qué quiero una antena?-Dijo enojado, la verdad el amaba su televisión antigua así como estaba.
-Es para que vea más cosas en la televisión.-Dijo tratando de apoyar a su azabache.
-¿Para qué? Prefiero ver tu lindo trasero que tener esta porquería.-Ante esto todos se rieron incluso los niños, menos el rubio quien tenía la cara más roja que un tomate, y Sasuke quien cerraba sus ojos con furia, lo tomó de la mano para alejarlo de su padre y abrazarlo.
-¡Ja, ja! Oto-san tiene razón…-Dijo Itachi.
Los regalos se repartiendo mirando cada ves enojados a la pareja.
-Naru-chan vamos a hacer más bocadillos.-Dijo Ino mientras abrazaba a su hija, y a el de la muñeca llevándolo a la cocina.
La pequeña bebe de cabello rubio empezó a llorar.
-Naru-chan puedes detenerla un momento.-Sin recibir respuesta se la dio, mientras que el rubio no sabía como agarrar a la bebé.
Estuvieron hablando… y hablando, hasta que Sai izo un comentario realmente pervertido, haciendo que Sasuke gritara, y asustara al bebé que lloraba y lloraba.
-Etto… la podrías cargar no se como… calmarla.-Decía nervioso mientras que la bebé lloraba.
-Ya se le pasará.-Dijo sin dejar de cocinar.
Y así paso tiempo de que seguía llorando, hasta que en realidad si se le pasó.
-¡Niia! ¡Logré calmarla-dattebayo!-Dijo sonriente mientras sonreía a la bebé.
Ino y Naruto se acercaron a los de la sala para poner más bocadillos a la mesa, Naruto quería darle a la rubia su hija pero esta no la acepto, diciendo que debía practicar cuando tuviera el suyo, sonrojando mucho a Sasuke y a Naruto.
En el momento en que el rubio pasaba por una ventana abierta a Hiro se le cayó su baso de refresco haciendo gritar a Ino, el rubio volteó a ver pero no se dio cuenta de que le había golpeado a la bebé la cabeza con el cristal.
En ese momento quedó todo en silencio.
Naruto tenía cara de pánico y arrepentimiento mientras le agarraba la cabecita golpeada.
-I-Ino… yo…
-Devuélveme a mi bebé.-Dijo conteniendo la furia.
-Muérdago…-Susurró el azabache mientras suspiraba.
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-No puedo creer que haya golpeado a un bebé…-Lloraba el rubio en el carro del azabache.
-Fue sin querer, no tienes de qué preocuparte.-Consolaba al rubio, mientras acariciaba sus rubios cabellos.
-Eso es una señal de que no puedo ser un buen padre-dattebayo… T^T-Sollozaba.
Sasuke paró el auto que estaba en media carretera, y abrazó a Naruto.-Sólo olvídalo ¿si?-Sintió como el rubio asentía con la cabeza.
-Bueno, vamos con tu familia.-Susurró el azabache tomando el mando del carro para avanzar.
Segunda Fiesta. Casa de la mamá de Naruto.
-Si-si quieres… no bajes.-Dijo el rubio un poco nervioso.
-Vamos, dobe.-Dijo mientras abría la portezuela y le regalaba una sonrisa de lado.
El lugar era muy lindo e acogedor, decorado de objetos navideños y luces.
Al tocar la puerta les recibió una hermosa señora pelirroja de tez blanca y ojos azules.
-¡Oh! ¡Bienvenido a casa querido!-Abrazó al rubio en un fuerte abrazo de oso. Una vez que se soltó se acercó al azabache.-Pero mira que lindo es.-Dijo mientras le acariciaba su perfecto cutis.
-Feliz Navidad señora.-Dijo educadamente.
-Pero bueno, bueno, pasen.-Dijo sonriente mientras dejaba pasar a los dos.
Al entrar se encontraron con varias señoras de mayor edad.
-¡Miren quien llegó!-Gritó provocando que las viejitas corrieran hacia los dos, y más hacia el azabache, barriéndolo con la mirada muchas, pero muchas veces.
-¡Pero que bello muchacho!-Gritaron todas sin dejar de abrazarlo y meterle mano.
El rubio carraspeo al ver lo sucedido.
-Eh…-Ríe nervioso.- Te presento a mi familia.-Dijo sonriente un poco sonrojado.
-¡¡Naru-chan!!-Gritó un rubio de ojos azules.
Todos voltearon a ver de quien se trataba, pudieron ver que llevaba un bebé en brazos y a otra pequeña que corría enfrente de el.
Continuará...