Luego de la batalla de las 12 casas Milo entró en una gran depresión producto de la muerte de Camus el amor de su vida, no comía, no dormía, no hablaba co nadie ni salía de su templo, solo se quedaba encerrado en su templo sin dejar que nadie interviniera para ayudarlo pues en su delirio el Santo de Escorpión no dejaba de ver una fotografía de Camus que siempre llevaba consigo.
Todos los Santos sobrevivientes se encontraban felices por el regreso de su diosa pero Milo no podía hacer más que maldecirla pues si ella no hubiera osado regresar Camus, su copo, aun estaría a su lado.
-Camus-decía mientras rozaba al fotografía con sus dedos- ¿por qué te fuiste?, prometimos que no moriríamos, que nos veríamos cuando todo terminara-en este punto Milo fue incapaz de detener las lagrimas que pugnaban por salir-te extraño tanto-decía con voz quebrada por el llanto-no se vivir sin ti-se recostó en su cama abrazando la fotografía de Camus y entre el llanto, la amargura y el dolor se dejó llevar por los brazos de Morfeo…
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En el templo de Leo el guardián del mismo estaba por demás preocupado por su mejor amigo el Escorpión pues para nadie era un secreto la relación que éste tenía con Camus y por consiguiente era conciente del dolor de Milo. Vanos habían sido sus esfuerzos por sacar al Escorpión de su estado de depresión y, viéndose incapaz de ayudarlo y temiendo que cometiera una locura decidió hablar con el Santo de Virgo esperando que le diera un consejo o que fuera el mismo Shaka quien hablara con Milo… descarto este ultimo pensamiento recordando que Virgo y el Escorpión nunca se habían llevado del todo bien, su relación no iba más allá de las burlas de Milo para con Shaka por considerarlo un aburrido y del desprecio de Shaka para Milo pues, desde su punto de vista el Escorpión no era mas que un niño inmaduro e ignorante…
Llegó al templo de la virgen, anunciando su llegada con su cosmos, se adentró en el mismo viendo a quien buscaba en el centro del templo meditando como siempre…
-¿Qué te trae por aquí Aioria?-cuestionó virgo a Leo
-Vine a pedirte un favor…-respondió el aludido
-¿De qué se trata?-cuestionó nuevamente intrigado
-Quería pedirte que hablaras con Milo sabes que no ha estado bien y no se como ayudarlo
-Aioria tu sabes …
-Si lo se no se llevan muy bien que digamos-interrumpió Aioria- pero por favor no se que hacer no escucha nada de lo que le digo, cada…
-Y qué te hace pensar que a mi si me va escuchar-cortó ahora Shaka abriendo los ojos y rompiendo su meditación para dirigirse hacia el guardián del quinto templo-te quedaste corto con lo de que no nos llevamos muy bien, de hecho no me soporta y es correspondido-puntualizó con firmeza
-Lo se pero como ya te dije no se a quien más recurrir por favor hazlo por mi-pidió de manera suplicante
-Aioria yo…
-Por favor ayúdame con Milo por lo que un día tuvimos…
-No hables de eso-ordenó
-Se que estuvo mal lo que te hice pero si alguna vez me amaste tanto como decías te suplico que ayudes a Milo-en este punto no solo su voz si no también su mirada se tornaron suplicantes y Virgo no pudo con esa mirada
-Lo voy a pensar-dijo cediendo un poco-pero no vuelvas a poner en tela de juicio que te ame por que bien sabes que lo di todo por ti-ahora su voz sonaba dolida y sus ojos se cristalizaron un poco-a diferencia tuya que solo jugaste conmigo-reclamo con dolor y enfado.
-Lo se y no hay día en el que no me arrepienta de lo que hice te juro que no volveré a tocar ese tema-luego de unos segundos de silencio acotó-¿hablaras con el bicho?
-Si-suspiró-ya es tarde pero mañana lo iré a ver
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo
-Bueno, entonces me retiro y te dejo descansar-se acerco a Shaka tratando de besar sus dulces labios pero Virgo giró su rostro para evitar dicho contacto
-No vuelvas a intentarlo
-Lo siento pero aun no me resigno a que te perdí por una estupidez
-¿Una estupidez?-inquirió el rubio-así que el que te encontrara en la cama con otro es una estupidez valla no lo sabia-sentenció con voz hiriente
-Nunca me vas a perdonar, ¿verdad?
-No-fue la escueta pero firme respuesta del menor ahora si me disculpas tengo que descansar así que retírate por favor
-Esta bien, buenas noches-dijo mientras se dirigía a la salida
-Buenas noches-respondió por mera cortesía.
Lo cierto es que aun se encontraba muy dolido por el engaño de Leo no por nada termino con su relación con el mismo pero eso no quitaba que aun le amara, sus ojos tan bellos como el cielo anunciaron la llegada de una nueva tormenta en su interior por lo que decidió dejar de pensar en el pasado e irse a dormir ya mañana trataría de hablar con Milo el solo pensarlo lo molestaba pero había hecho una promesa y la cumpliría si es que el Escorpión no lo sacaba a patadas en cuanto lo viera.
Así, con estos pensamientos en su cabeza y el dolor en su corazón se dispuso a dormir.
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