“Ah, cuanto amo este silencio”
El joven Dios estaba recostado en una silla de playa en el centro del templo de Kami-sama. Una sombrilla se mantenía gloriosamente de pie a un lado de él cubriéndolo del intenso sol mientras este observaba las nubes. Este estaba jugando con una sombrillita que tenía el vaso de donde bebía sin dejar de observar las nubes del cielo. Era un día perfecto.
“Es bueno ser un Dios…”
Dende, guardián de la tierra, se tomaba un bien merecido descanso observando las nubes arriba de él flotando mientras en su mente se formaban figuras de esas nubes. De pronto un Vegeta de nube se formó. Este perseguía a un Yamcha hecho de nube también. Entonces el saiyajin lanzaba un ataque de ki hecho de nube a Yamcha haciendo que la imagen del último despareciera junto con el ataque. Dende sonrió.
…l sentía que él se merecía ese descanso después de todas las actividades del día. Una epidemia, una guerra entre dos países vecinos, un volcán haciendo erupción junto a una isla turística, un avión que despegaba sin tener mucha gasolina en el tanque -tontos todos ellos- y un gato atascado en un árbol. Okay, tal vez ese huracán se le pasó de la vista pero, oigan, nadie es perfecto. Y aun así el joven Dios había hecho maravillosamente casi todos los trabajos sin hacer mucho lío desde el comienzo de sus días de Dios. Seguramente él se había ganado un buen merecido descanso.
Mr. Popo no estaba por todo el área. Seguramente estaba en una de esas habitaciones cuidando su jardín que ni Dios sabía dónde estaba las raíces de las plantas. Podía perderte en esa habitación fácilmente.
“Inclusive para Dios, algunas cosas siguen siendo un misterio”
Por otro lado Piccolo estaba meditando. Podía pasarse más de siete horas meditando sin descansado. …l comprendía él que un namekiano necesitase meditar y sentir la tranquilidad mental que con ella venía pero Piccolo a veces exageraba en el tiempo que permanecía meditando.
“Desearía saber que está esperando...”
*¡Kami!*
Los ojos de Dende se abrieron de golpe casi ahogándose en la Piña Colada que tenía en su mano. Miró a su alrededor para asegurarse que esa voz no había sido captada por sus oídos sino por su mente. Había creído reconocer esa voz.
“¿Qué pasa? ¿Otro enemigo en la Tierra? ¿Algo habrá sucedido?”
Dende se puso de pie rápidamente dirigiéndose al borde del templo. La posición del templo era vital para su trabajo de Dios. Desde ese punto el podía ver todos los puntos de la Tierra con mucha facilidad y era importante que un Dios vigilara la Tierra a cada momento. …l esperaba que mientras él hubiera estado tomando su descanso nada malo hubiera pasado en la Tierra.
“Una hora no es mucha diferencia, ¿verdad? O, ¿si lo era?”
Se concentró en el punto de donde había provenido la voz e intensificó la vista. Cuando Dende logró ver la persona que lo había llamado una sonrisa se dibujo en su rostro al identificar a la persona. Era Gohan, su gran amigo de la infancia. Pero se preguntaba por qué el semi-saiyajin lo había llamado. Intensificó un poco más su vista para ver donde se encontraba y tragó fuerte ante lo que vio.
“Ooooh, okay…no parece ningún enemigo. Tuvo que haber sido que se extravió pienso yo…Parece que eso realmente dio en el punto digo yo…”
Dende suspiró y se retiró del borde tratando de sacarse una o dos imágenes, que no había podido ignorar, de su mente.
“Lo juro, a veces esos dos siguen actuando como si estuvieran en su luna de miel. Gohan realmente es un bastardo con suerte. Videl luce como si estuvieran esperando algún descendiente en el futuro. Debería revisar eso…más tarde, si definitivamente más tarde”
Se sentó en su silla y cerró los ojos para tomar una siestecita cuando de repente…
*¡Oh, God! ¡Si! Trunks…Oh, Kami… ¡duro, duro, por favor!*
“¿Habré podido olvidar que hoy es jueves? Digo, con estos dos seis días de siete son malos pero jueves era el peor porque era el día que le sigue a miércoles y miércoles es el día que no se pueden ver porque es cuando Trunks tiene que entrenar con su padre lo que significa que no pueden verse, lo que significa que no pueden hacer…err…que no pueden estar juntos. Lo que lleva a que el jueves tienen que reponer por no haberse podido ver el miércoles lo que significa más dolor de cabeza para mí. Lo juro, estos dos no son humanos, son CONEJOS.”
Dende masajeo su cabeza tratando de calmar los aullidos de esos dos que se hacía cada vez más y más fuertes en su cabeza hasta que por fin con un pequeñísimo movimiento de tierra todo volvió al silencio. El joven Dios giró sus ojos recordando que no podía agradecer a alguna entidad por este pequeño regalo.
“Es malo ser Dios, no puedes gritarle a otro.”
Dende se estremeció cuando recordó cuando vio a estos dos hacerlo por primera vez. Se había quedado mirándolos un rato hasta que logró separar su vista de ellos lo que lo hizo peor. Dende no los odiaba ni despreciaba pero las cosas que esos dos hacía. No había otras razones para que esto se le hiciera difícil al joven guardián.
El Dios namekiano siendo un niño de una raza asexual durante la mayor parte de su vida tuvo un momento muy duro tratando de aprender que era lo que estaban haciendo. No le prestó mucha importancia a que ambos eran del mismo sexo, él no se fijaba en esos detalles.
Primero, se sintió culpable por no entender lo que estaba haciendo siendo este una de las cosas principales e importantes que hacían lo seres de este planeta.
Segundo, se sintió culpable también porque la primera vez que vio a esos dos hacerlo sintió algo raro. Todo su cuerpo se sentía caliente y tembloroso. Sus antenas temblaban del mero recuerdo.
La tercera razón era simple, él no quería saber lo que estaba haciendo, no quería escucharlos y mucho menos observarlos. Tal vez no entendiera bien porque estaban haciendo eso pero si creía que era algo privado que debía quedarse entre los involucrados. Además de que él había crecido con Trunks y Goten como si fueran sus hermanos y el tan solo hecho de verlos haciendo eso le daban nauseas.
El joven guardián colocó sus manos en su cabeza cuando esos dos comenzaron todo de nuevo tal y como él había imaginado que harían. Entonces escuchó otra voz que atrajo su atención esperando que fuera la de un orador serio que lo distrajera de lo que esos dos estaban haciendo en ese momento. Se lamentó en el momento que supo quién era. Eran Yamcha y Bulma. Pensó que podría hacer Vegeta si descubría que Bulma lo engañaba con Yamcha. Dudaba mucho que le importara ya que lo único que pareciera hacer es entrenar todo el tiempo pero seguramente haría explotar a Yamcha usando eso como excusa. Desde el principio nunca le había agradado Yamcha, ex de su esposa.
*¡Oh, Dende! ¡Oh, Bulma! ¡Eres fantástica, fantástica bebe!*
Dende sacó su lengua en disgusto. Era ya bastante malo decir el nombre de Kami o Dios pero Yamcha tenía la mala costumbre de llamar su nombre mientras llagaba al…err…clímax. Hacía a Dende sentirse sucio. Como si él estuviera involucrado en toda la situación. Muchas veces había pensando darle a Vegeta algunas pistas para que así al menos le quitara uno de sus problemas de encima. Dende no se sobresalto cuando las voces de Krillin y 18 se unieron a las otras 4. Este era simplemente uno de esos días. Un día tendría que descubrir si era normal para los humanos (androides incluidos) tener tanto sexo en un día o si solamente lo hacía para molestarlo. Con los semi-saiyajines era diferente. Se había visto obligado a buscar un poco de información sobre ellos. Desabriendo que los saiyajines eran más primates, que se dejaban llevar pro sus instintos y estos eran: comer, entrenar y tener sexo. Dende agradeció que los semi-saiyajines hubieran terminado, puesto que ya nos escuchaban. De repente el cielo se volvió negro.
“¿Qué? ¿Alguien ha llamado a Shen-Long?”
Dende camino al borde del templo para ver quien había llamado a Shen-Long pero otras dos voces se unieron al coro. Distraídamente Dende estaba buscando a quien había llamado al dragón pero sus ojos se fijaron en las nuevas dos voces. Vio a cuatro figuras moviéndose adentro. Inmediatamente sus ojos se desorbitaron al ver la escena.
“Oh, no sabía que podías usar el Shinshin no Ken (técnica de 4 cuerpos) para ESO, Ten Shin Han…no puedo creerlo”
Inmediatamente caminó hacia atrás.
“Sabía que estaba solo pero no pensé que usuaria medidas como esta”
Dende trataba de sacarse de la mente lo que había visto pero no podía dejar de ver los cuatro cuerpos musculosos frotándose el uno contra el otro. El cielo se aclaró y Dende maldijo. Definitivamente este no era su día. Si solamente le hubieran dicho que le esperaba antes de tomar el puesto como Dios seguramente no lo hubiera tomado. Goku, el dulce e inocente Goku. Seguramente él no sabía sobre esto. Cuando Goku fue al Nuevo Namek buscando a algún voluntario para tomar el puesto del viejo Kami que se había fusionado con Piccolo para incrementar su poder, él se ofreció inmediatamente. Ya que Piccolo había sido malo en alguna ocasión eso significaba que no era lo suficientemente puro para realizar ese trabajo. Además a Dende le agradaba el ayudar a las personas demás de que el templo tenía una hermosa vista y tenía a su sirviente personal aunque el término no le cayera muy bien a Mr. Popo. Cuando tomó el puesto Mr. Poco le dijo que podría escuchar las oraciones de los oradores en su cabeza pero solamente la de aquellos que era realmente importante, que escucharía muchos buzz de los oradores destinadas a volverlo loco. Normalmente los oradores comenzaban con Kami o Dios y esta era la llave para él poder escucharlos. Pero Mr. Popo nunca mencionó LA EXCEPCI”N. Dende se sentó en la silla de nuevo con su cabeza entre sus manos. No sabía si el pequeño cara de genio sabía o no.
“Quien sabe si lo ha sabido todo este tiempo y se ha estado riendo de mi secretamente.”
La verdad es que había una trampa en todo, inclusive en el puesto de Dios. Seguramente el viejo Kami debió haber sabido esto porque debió experimentarlo también. Normalmente, Kami escuchaba a los oradores serios, a las plegaras que consternaban la vida y la muerte. Pero -y esto era LA EXCEPCI”N- esta regla no aplicaba a los héroes. De hecho, el joven guardián no sabía cómo se otorgaba el titulo de héroe pero desafortunadamente este aplicaba a todos los guerreros Z. Como recompensa a aquellos dispuestos a dar su vida para salvar el planeta, Kami escuchaba cada una de las plegarias de estos héroes. Pero la regla de hacer que la plegara se activara con decir Kami o Dios o el nombre del Dios, en este caso Dende, era absurdo y Dende juraba matar a quien había inventando esa parte de la regla tan absurdamente. Como resultado Dende olvidado que su color de piel era violeta porque muchas veces se veía sonrojado a un color violeta. Pero también como resultado el joven guardián sabía más de sexo y de perversiones de las que quería después de todo él era asexual y ese tipo de cosas no le concernían.
A veces juraba que lo hacían a propósito. Que lo hacían para volverlo loco.. Quería gritarles en la cara lo que le hacían pero obviamente no podía hacerlo. No podía decirles que había estado presente en el momento en que Goten había sido concebido, en que Trunks y Goten lo hicieron por primera vez, inclusive no podía decirles que él había visto la primera vez a Bulma engañar a Vegeta con Yamcha. …l no podría decirles eso, ¿o sí? No.
*¡Oh, Dios, has eso de nuevo…17...por favor!*
Dende se frisó. Hacia un momento había escuchado su copia exacta con Goten. No podía ser que hubiera dos de ellos. La pasión hizo a sus antenas sacudirse.
“¿Cómo pude ser? ¿No me digas que…no me digas que los escuchó de diferentes tiempos también?”
Dende se removió ante el coro de jadeos y gemidos que había en su cabeza…
-Oye, Dende.
-¡GAHH! ¿Qué? ¿Goku?
Dende volteó su cabeza para ver al sonriente héroe caminar hacia él. El guerrero serviría de distracción para sacar el concierto de voces que había en su mente.
“Eres mi última esperanza, mi salvador”
-¡Goku! Estoy feliz de verte –dijo Dende y era la verdad
Goku no se esperaba encontrar a un sonriente guardián aprontándolo en un abrazo tratando de quitarle la vida con él. Rió con entusiasmo.
-Suave, chico. Yo también estoy contento de verte. ¿Qué has hecho?
Por uno o dos segundos Dende pensó en decirle todo por lo que estaba pasando a Goku. Pero cuando miró a los ojos de un inocente y brillante salvador terrestre, supo que no podía.
“¿Decirle a Goku? ¿A un dulce e inocente Goku quien no me ha dado problemas desde que engendró a Goten y quien probablemente piensa que sexo es solamente algún tipo de comida? Naaa….”
-Estoy haciéndolo bien, todo bien. No te preocupes. Dime, ¿no sabes si Mirai Trunks ha venido a este tiempo?
Goku lo miró con ojos atónitos.
-¿Ya lo sabes? Venía a decírtelo. …l regresó porque su madre murió y no hay nada halla para él. También quería disculparse con 17 y 18. Wow. ¿Cómo lo supiste? Eres realmente rápido. Pero… -Goku movió su brazo derecho a la parte de atrás de su cabeza para rascársela como usualmente lo hacía- Supongo que debe ser así, eres Kami después de todo.
“Bueno no se de 18, pero él REALMENTE se disculpo con 17”
Dende ignoró un grito particularmente entusiasta para fijar sus ojos en la cola de Goku la cual se movía de lado a lado.
“Mmm…eso es tranquilizante. Casi hipnotizante. Twich….twich…espera un segundo, una cola”
-¡Go…Goku, tienes cola!
El mejor luchador de la Tierra sonriendo de nuevo.
-Sí, esa era la segunda cosa que venía a decirte. Pensé que era tiempo de restaurar la luna y ya que Vegeta nos enseño como controlar el mono entonces decidí desear todas las colas de vuelta. Incluso para Trunks y Goten. Ellos lo pidieron.
Goku dejó de hablar cuando notó que Dende tenía un tono azul enfermizo.
-No te ves muy bien, Dende. ¿Qué pasa?
El joven guardián tragó fuerte.
“La luna. Colas. Oh yo mismo (como diciendo: Oh, Kami), no podré volver a dormir”
Su investigación le había dado más información de la que él desearía saber. Había hablado con algunos saiyajines en el infierno y uno llamado Bardock, de alguna manera relacionado con Goku, había sido de mucha ayuda. Este le dijo sobre la vestimenta de los saiyajines y como la luna tenía una gran influencia en su vida sexual. Le dijo que sus colas eran una zona erógena que corría un papel muy importante en el ciclo de apareamiento. Dende nunca tuvo la oportunidad de agradecer a si mismo que no había ni luna, ni colas. Ahora si estaban. Dende se apretó contra Goku como si su vida dependiera de ello.
-Goku promete que nunca cambiaras. Que siempre serás dulce e inocente. Que siempre adoraras tu comida y entrenar. Dime que siempre serás como eres ahora.
-Umm –Goku se rascó la cabeza en confusión- Ahora iba a entrenar con Vegeta.
-Vegeta, si, maravilloso, perfecto. Gran tipo, casi amo a ese hombre. En verdad, tan determinado, entrenando todo el tiempo. Si, olvídate de esas cosas de cola y lunas y todo eso.
-Uh…ooookay. –Goku miró a Dende con su cola moviéndose en confusión- Chico, realmente adoró mi nueva cola. Ahora voy a entrenar con Vegeta.
Dende se quedó sonriendo hasta que Goku se tele transportó fuera de su vista. Entonces se dejó caer al suelo.
“Estoy condenado. Pero al menos con Goku y Vegeta fuera de vista y Trunks y Goten al máximo y Videl reteniendo el poder de Gohan no era una catástrofe”
A Dende realmente le agradaba Vegeta. Era el que menos le daba problemas. Todo el día entrenando para superar a Goku, o Kakaroto, algún día. Ahora vivía en la Corporación Capsula por sus hijos. Pero, aunque a Dende no le gustaría saberlo, el príncipe no se había acostado con Bulma por años. El joven guardián se preguntaba que haría Vegeta si este descubriera que él había escuchado al príncipe admitir su placer cuando Bra había sido concebida. Dende había estado sorprendido en todas las noches que había estado Bulma acostándose con Yamcha de descubrir que ella había disfrutado más el momento con el príncipe que con el cara marcada. Tal parecía que el oscuro príncipe saiyajin tenía sus dotes.
A veces Dende deseaba que el viejo Kami hubiera dejado algunas reglas escritas para él seguir. Si él llegaba escribir algunas la número uno seria: NO USAR EL NOMBRE DE KAMI EN VANO.
*OH, KAMI*
Dende se frisó.
“Nuuuuuuh, yo no escuche lo que acabo de escuchar”
Caminó al borde del templo y localizó de donde había provenido la voz.
Aumento.
Grama moviéndose al ritmo del viento.
Aumento.
Dos cuerpos apretados el uno contra el otro aun de pie.
Aumento.
Ojos cerrados y cabello alborotado por la suave brisa. Manos acariciando la fibra elástica, trazando la musculosa espalda. Dos colas entrelazadas acariciando el pelaje del otro. Gemidos a dúo seguidos por los roncos purrs. Graciosas(de gracia no de risa) formas desesperadas por estas más pegados, buscando el mayor contacto posible. La boca de Dende se abrió. El más alto de los dos perdió el balance pero incluso ese movimiento venía cargado de mucha gracia. El más bajo bajó hacia el otro pidiendo dominancia. Fuertes manos sujetaron una delgada cintura. Caderas se moviéndose, brindando mucha de la necesitada fricción. Una cola negra se enrolló alrededor de un musculoso muslo, la punta acariciando la delicada y suave piel de adentro de la ropa. Suaves palabras de afección siendo murmuradas antes de que el calor los tomara y un pequeño gruñido anunciara que la resistencia era inútil. No que hubiera alguna. Dedos rompiendo la anaranjada tela. Palmas moviéndose, como adorando, por el abdomen duro como piedra. Las pieles brillaban bajo la luz del sol, un cuerpo se arqueo contra el otro extrayendo gemidos de pasión de ambos participantes. Dende no podía creerlo.
“No…no puede ser….dulce….determinado….inocente….sin cariño….MALDICI”N.”
Pero aunque él maldecía no podía apartar sus ojos de lo que veía. Por primera vez el sentía como su cuerpo se calentaba. Sentía la necesidad de quedarse y observar, de dejar sus ojos mirando esa increíble escena erótica. La fibra elástica fue removida en una necesidad de sentir piel contra piel. Solo puro placer alrededor de ellos. Una lengua haciéndose camino por una piel temblorosa. Una pedazo del cuerpo de pie y duro demando atención del boca del otro y obteniéndola mientras una cola era atrapada por las manos del más bajo. Dende tembló a igual que el menor de los saiyajines. Una maravillosa sensación lo atrapó. …l sintió como si estuviera al borde de entender de qué se trataba todo esto según iba observando como un cuello se curveaba en demostración de éctasis y esos dos cuerpos por fin moviéndose en una perfecta armonía, fundiéndose contra el otro, realizando una danza esplendida que solo un dios podría diseñarla.
“Espera. Podría eso significar que yo…”
De repente el joven sintió dos fuertes brazos abrazándolo por detrás. Grandes manos pasar sobre su pecho. Espantado quiso darse la vuelta pero su captor lo detuvo.
-Mira y aprende.
Una ronca voz le susurro al oído sorprendentemente gentil. Dende cerró sus ojos a esa extraña sensación bailaba por todo su cuerpo.
-Tu….¿tu sabias?
Dende jadeo, sin aire, por las sensaciones que lo sobrellenaban. Esos dedos estaban haciendo maravillas en su cuerpo. Pero no era nada comparado con la sensación de esa boca cerrarse alrededor de una de sus antenas y ser succionada suavemente. El gemido audiblemente en unisonó con las voces en su cabeza.
-Claro que lo sabía. Kami sigue siendo parte de mí. Fue divertido verte a ti retorcerte. Sabía que no ibas a entender hasta que el momento fuera el correcto.
-Pero…pero yo pensé que eras asexuales, nosotros…
-Sí y no. Llega un momento en donde cada uno de nosotros se despierta algo que duerme. Nuestro cuerpo debe haberse desarrollado completamente para nosotros poder entenderlo. Ahora es el tiempo. Yo te ayudare a entender…
-Aaaah…
Y Dende comprendió. Piccolo sonrió malicioso. El sabía que el joven guardián sabría, por fin, porque era tan bueno ser Dios. Oh, y sus posibilidades.
-¡OH, KAMI!
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